Capitulo 17

Lev:

Empujo la puerta que chirría cuando la abro con el peso de mi cuerpo, y por la entrada trasera me adentro en la mansión, sosteniendo con firmeza el arma en la mano. El aire se siente frío al entrar aquí otra vez después de tanto tiempo, pero ignoro la sensación, repitiéndome que este lugar ya no me afecta. Atravieso la gran cocina estilo ingles, y luego me dirijo hacia el salón, los muros altos me rodean y desplazo la mirada por el lugar, observando los costosos candelabros que cuelgan del techo en tanto me muevo hacia las escaleras que se separan en dos direcciones la planta superior. No necesito ser un genio para saber en dónde voy a encontrar a la persona que busco, así que tomo el área a la derecha que da al despacho que era de mi padre, y en cuanto me detengo en la entrada suspiro encuadrando la espalda. Doy una mirada por encima del hombro y abro la puerta dando un paso dentro antes de cerrar suavemente la madera pesada tras mi espalda.

El maldito lugar luce como siempre, las cortinas oscuras cubren las ventanas, pero se mecen con la brisa que proviene del balcón que da al área de la piscina, el escritorio de roble negro brilla tan pulcro e impecable como siempre, la luz tenue proveniente de la farola en forma de araña que se mantiene sujeta a la pared me hace desplazar la mirada al cuadro de un bosque oscuro, justo encima de la chimenea encendida de piedra y granito.

—Así que si haremos esto, después de todo. —Se pronuncia la voz del hombre sentado de espaldas a mi, en la antigua silla de Akim Sakharov.

—Sabia que te encontraría aquí, después de todo siempre fuiste el mayor lame botas de mi padre. —Respondo guardando el arma en mi espalda. —Era lógico que al igual que tú padre, quisieras imitarlo, incluso apropiándote de su despacho.

Mis pasos son firmes, mientras me acerco y Yago se voltea lento aún sobre su asiento, sus manos se apoyan sobre el escritorio y me recorre con la mirada como si no fuera nada.

—¿Celoso porque el tío Akim me prefería a mi, por encima de su propio hijo?

Niego sacudiendo la cabeza y suspiro, llevando la mano al cuchillo de cazador, que saco de mi porta navajas en la pierna, logrando que lentamente sus ojos se desplacen hacia mi mano.

—¿Por qué estaría celoso?—Estrecho los ojos— eso solo demuestra lo que ya sabía, y es que ambos están compuestos del mismo tipo de mierda.

Yago suelta una carcajada y se acomoda en la silla arreglándose el traje y luego señala el cuchillo con el que juego en mi mano.

—¿Vas a matarme Lev? ¿De verdad?

—Que perspicaz primo. —giro el cuchillo en mi mano por el mango, jugueteando con el.

—¿Mataras a alguien de tu propia sangre... solo por una zorrita?

Mi mandíbula se aprieta y afirmo el mango del puñal, cuando dejo de jugar con el, ahora sosteniéndolo con firmeza y fulminando Yago con la mirada.

—Tu sangre no significa nada para mi—aclaro y alza el mentón. —Al menos no hasta el momento en que la sienta correr, caliente entre mis manos.

—No te tengo miedo Lev.

—¿Seguro?—Pregunto y suelta una carcajada mientras se encoge de hombros.

Sonrío de forma lobuna, mientras ladeó la cabeza, observando mi navaja y luego a mi próxima víctima, antes de dar otro paso hacia el, hasta que la madera de la mesa es lo único que nos separa en tanto el también se pone de pie, al percatarse de que me he acercado. Y pese a que se ríe, puedo ver el destello de miedo que se empieza a filtrar por sus ojos, que viajan a cada nada a lo que sostengo en la mano.

—O te estás riendo porque te asusto lo suficiente... O porque en serio eres mas imbécil de lo que pensaba. —Le suelto y retrocede un paso hacia el lado de la ventana, sin quitarme los ojos de encima.

En un movimiento rápido que no preveo, se lleva la mano a la espalda y saca una Glock con la que me apunta, haciendo que mi sonrisa se ensanche.

—Te lo advierto Lev, si enserio quieres seguir con esto te mataré.

Esta vez es mi turno de carcajearme, tirando la cabeza hacia atrás, mientras mi risa retumba en las paredes del lugar que fue mi calvario en tiempos pasados y que hoy solo me recuerda quien soy, en qué me he convertido y por culpa de quien.

—Te faltan muchos huevos para jalar de ese gatillo—Señalo el arma que tiembla en su mano—Lo harías si fuese una chica inocente la que estuviese frente a ti, pero no lo soy. Así que no vas a disparar por mucho que te digas a ti mismo que lo harás.

Sigo avanzando y no sé que es lo que percibe en mis pero puedo verlo pasar saliva al notar que no me detengo; e incluso cuando quita el seguro del arma y lleva el dedo al gatillo se lo ve inseguro. Nunca le he temido a la muerte, es algo que tarde o temprano me llegará, es lógico por la vida que llevo, y no me permito temerle, el antiguo Lev, aquel chico tal vez lo hacía, pero este no. Ya no más, en cambio la he convertido en mi amiga y aliada.

—Hace una semana te lo advertí, y dije que te mataría. —Le aclaro y le apunto con el filo del arma blanca en mi mano- Nadie toca o intenta dañar a Katrina Ivanova. Ella es intocable, y enserio es una lastima para ti que no de segundas oportunidades cuando de ella se trata.

—No puedes estar hablando enserio... solo es una chica Lev.

Sonrío mientras avanzo y niego con la cabeza dejando salir un suspiro, ya hastiado de lo mismo. Nadie entiende, nadie comprende, para el y para michos, solo es una chica, para mí es todo mi mundo.

—Es mucho más que eso, es la mujer por la que vas a morir hoy—Sentencio enseñándole el anillo que me saco del bolsillo. —Deberias ser mas cuidadoso con tus palabras, ella iba a ser tu esposa después de todo. ¿O no?

—¿Es por eso? ¿Todo es por el jodido matrimonio?—Sacude la cabeza—Solo son negocios Lev.

—Lamento ser yo quien te lo diga, pero el trato se cancela.

—Tu no puedes decidir eso. —Me reta conformando que incluso aunque le permitirse vivir «Lo cual no planeo hacer» seguiría jodiendo alrededor de Kat. Acechándola para perjudicarla.

—No eres digno de ella, al igual que los demás, solo eres basura. Esa es la razón.

—¿Basura?—se ríe—Tu enserio crees que eres mejor que yo, pero no lo eres. Mírate Lev, también eres un asesino, eres un Sakharov. ¡Por dios!¿Que esperabas?

—Yo no mato mujeres, ni niños.—Gruño entre dientes—Y no abuso de personas inocentes, no como tú y los tuyos.

—¿Los tuyos?—ríe— tu también eres uno de los nuestros. Aunque finjas no serlo, también eres un monstruo, que juegues al protector con esa niña no cambia, ni redime lo que en realidad eres. Y créeme Lev, una vez te la folles, si ya no lo has hecho, lo entenderás, tu interés en ella desaparecerá y entonces querrás lo verdaderamente importante que tiene para ofrecer, el poder detrás de su apellido.

—¡Cierra la puta boca, hijo de perra!—Rodeo el escritorio y el arma se le cae de las manos cuando lo atropello y lo encuello, preso de la furia que me consume —No sabes nada de mi, ni de ella. ¡Nunca la utilizaría de esa forma, amo a esa mujer, la he amado desde que tengo conciencia, el hecho de que no la merezca, no cambia lo que siento por ella! ¡Así que calla, porque yo no soy como tu!

—Vaya... un asesino con consciencia.—Ironiza. —Deja el papel de víctima que conmigo no te sale, tu no eres mejor que nosotros. ¿O acaso olvidaste a la sirvienta?

La rabia me llena y mi puño impacta en su cara antes de que vuelva a tomarlo del cabello, alzándole el rostro, la sangre que escupe me salpica la cara y la playera y me limpio con el brazo, antes de pegar el filo de la hoja de la navaja bajo su barbilla.

—¡Su nombre era Clara! ¡Clara! Y era inocente, ella solo... —me corto y cierro los ojos un instante cuando su imagen viene a mi mente al igual que la ola de recuerdos.

"El recuerdo del chico que corre por los pasillos alfombrados me invade, mientras lo veo intentar alejarse de la multitud, la música que resuena desde el piso de abajo y luego siento cuando alguien me toma del cuello de la chaqueta y soy arrastrado hacia el sótano, las ratas chillando... las cucarachas y la caja...

—¡Te quedarás ahí hasta que aprendas, maldito mocoso!

—Mamá, espera por favor ¡no! No me encierres ahí otra vez. ¡No!

La tapa del baúl se azota y pese a que grito, puedo escuchar el sonido de las llaves y del seguro que se cierra. Los tacones resuenan mientras se alejan ignorando mis lamentos y mis uñas rasgan el terciopelo interior de la gran caja en la que he sido encerrado.

—Mamá...

Los minutos pasan y mis sollozos se van apagando poco a poco, mi respiración es pausada y siento que el aire me falta, pero aun así no puedo dejar de llorar en silencio. Tengo miedo y siento el espacio encogerse a la vez que el aire me falta.

Los pasos de una persona me sobresaltan de pronto, pero estoy tan cansado que no me muevo, sea lo que sea que quieran, no cambiará nada, y si lloro o no, eso tampoco cambiará nada. Ella los dejara tocarme y si quiero salir de aquí, tengo que ser fuerte y no debo llorar.

El seguro del cerrojo cruje y escucho una maldición al otro lado, aprieto los ojos con fuerza y luego un golpe resuena, el aire frío me azota la cara de pronto y el sudor frio que corría por mi rostro y cabello, es apartado por unas suaves manos que me acarician, logrando que abra los ojos.

—Lo siento mucho Lev. —Susurra acariciando mi rostro —Andando, no hay tiempo, tenemos que salir de aquí mi niño.

Sollozo cuando la mujer de cabello castaño me mira con los ojos llenos de lagrimas y aún sosteniendo el viejo candado, ahora roto en su mano, me saca de dentro de la gran caja de madera."

—¡Su nombre era Clara!—Vuelvo a gruñir sobre el rostro de Yago. —Y esa sirvienta, fue más importante para mí, de lo que podrían haber sido cualquiera de ustedes, hijos de perra mal nacidos y violadores.

La rabia que tengo no la contento, mi cuerpo tiembla, mi sangre arde y que Yago me sonría pese a tener restos de sangre en su boca, me nubla la mente. Este bastardo pretendía casarse con Kat, intento tomarla para el. Intento dañarla...

Alzo el anillo de compromiso y junta el ceño cuando se lo enseño.

—No vas a casarte con ella, ni con nadie. —gruño y a las malas le empujó hacia la garganta la costosa joya que le obligo a tragarse.

Toce y jadea ahogándose con el diamante en su garganta, pero me da igual, mi lado animal ha salido a la superficie y nunca se marcha sin antes saciar su ira y sed de sangre.

—Pudiste vivir lejos por años, muchos años lejos de aquí y jamás te habría buscado, pero volviste y tocaste lo más preciado que tengo, y ahora morirás por eso.

La primera puñalada le atraviesa el abdomen y mirando sus ojos que se abren de par en par, me inclino mas sobre su rostro y arranco la hoja del cuchillo antes de volver a enterrarla sintiendo la sangre caliente que me moja las manos.

—Lev...—jadea sus últimos alientos y coloca una mano sobre la mía que aún empuña el puñal enterrado en su abdomen—Te lo dije... no eres mejor que yo... —balbucea mientras la sangre de su boca le empapa el cuello y la camisa —¿Qué pensaría tu princesa si te viera ahora?

Se ríe con la sangre brotando de su boca y aprieto los dientes, vuelvo a remover el cuchillo y con una fiereza extrema, alzo la hoja hacia arriba desgarrándole el vientre hasta el pecho. Se queja y una de sus manos se apoya en mi hombro, pero estoy tan enfrascado en mi furia, que ni siquiera me inmutó, solo vuelvo a quitar la navaja y luego la entierro otra vez en su carne, luego otra, y otra y otra, y otra vez. Incluso cuando sus ojos mortecinos lucen vacíos, sigo apuñalándolo con saña, por Clara, por Kat, y por todas esas mujeres a las que les arruinó la vida, pero sobre todo porque esto es lo que hace un hombre como yo. ¡Matar! En esto es en lo que ellos me han convertido, en un asesino a sangre fría, han ganado, en parte lo han hecho, nunca quise esto, nunca quise ser lo que soy y Yago lo sabía, y por eso hasta su último aliento no dudo en recordarme lo que ya sabía y es que soy un maldito monstruo asesino. Y si, probablemente si Kat pudiese verme justo ahora, si ella pudiera ver lo que es en realidad Lev Sakharov, jamás volvería a mirarme a la cara.

Aparto el cuerpo de Yago de mala gana y cuando azota el piso lo empujó. Aún lado con el pie, volteándolo hacia arriba. Suspiro aún agitado por la ira que no merma, mi lado salvaje ansia más sangre y me odio por eso, odio ser lo que soy porque Yago tiene razón en algo, no soy mejor que ellos, me he convertido en un monstruo y aunque no dañe a inocentes, sigo siendo un asesino.

La rabia me hace patear su cuerpo inerte y mientras lo miro ahí tendido en el suelo, no puedo contenerme a la hora de tomar el activador líquido de fuego con el que lo empapo, el líquido moja su ropa y cuerpo, luego volteo hacia la chimenea y tomo uno de los palos encendidos que lanzo sobre el cuerpo de Yago, que de inmediato empieza a arder, doy un paso atrás y luego otro sin dejar de mirar, el antiguo despacho se hunde en humo y las llamas no tardan en tomar el lugar. En mi mente los gritos femeninos se avivan casi tanto como las llamas, que ahora me rodean y cuando empiezo a toser es cuando noto que debo salir de aquí.

La ira aún no merma, pese a sentirme en parte aliviado sigo molesto, molesto conmigo mismo, mi corazón late desbocado y mi mente repite la misma escena de años atrás una y otra vez. Pero me obligó a espabilar y salir del lugar que se consume rápidamente por el fuego.

***
💥Hasta aquí llegaste Yago💥 conste que se le aviso. 😒

HOLA HERMOSAS, BUENO MEJOR TARDE QUE NUNCA, AQUI TENEMOS EL CAPÍTULO 17, ESTOY TERMINANDO EL 18, QUE PIENSO SUBIRLO HOY MISMO (ESPERO)

APROVECHO PARA DECIR DOS COSAS, PRIMERO QUE NADA, MUCHÍSIMAS GRACIAS POR LEERME, POR LA PACIENCIA Y POR SUS BONITAS PALABRAS, POR OTRO LADO ME GUSTARIA RECORDARLES QUE SI BIEN POR LO GENERAL SUBO LOS CAPITULOS CASI UNA HORA DESPUES DE QUE EMPIEZE EL DÍA (ES DECIR EN LA MADRUGADA DE JUEVES PARA VIERNES) LAS ACTUALIZACIONES SON LOS VIERNES Y LUNES, ES DECIR QUE PUEDEN SER EN CUALQUIER MOMENTO DEL DIA.

TRATO DE ACTUALIZAR SEGUIDO Y NO ME GUSTA HACERLAS ESPERAR, PERO LAMENTABLEMENTE NO PUEDO HACERLO MÁS RAPIDO. 🥺

AHORA... LES RECUERDO QUE ME PUEDEN SEGUIR EN INSTAGRAM: THEMORGANKING23 Y FACEBOOK: THEMORGANKING ALLÍ SE NOTIFICACIONES DE LAS ACTUALIZACIONES Y DEMAS ADELANTOS, ETC.

LAS ADORO Y GRACIAS POR LEER Y SOBRE TODO POR LA PACIENCIA QUE TIENEN Y LA COMPRENSIÓN.