Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

capitulo 12

Capitulo 12


Kat:

En el instante en que Lev detiene la moto en la entrada del club, no puedo evitar emocionarme al ver la gran cantidad de gente, haciendo fila, esperando su turno para entrar. Las luces led de la entrada son purpuras y blancas, el cartel gigante con el nombre "Atenea" ocupa toda la parte superior de la entrada, destellando con el blanco incandescente de la luces que parpadean y cambian de color, alternando del blanco hasta un púrpura claro que luego se vuelve más oscuro. El guardia en la puerta parece un luchador de MMA, enorme con su lujoso traje a medida y una expresión tan seria que parece un agente de la CIA y no un guardia de una discoteca.

—No te alejes mucho. —Dice el hombre a mi lado que me dedica una suave sonrisa ladeada cuando nota lo embelesada que estoy con el lugar.

Lo sigo de cerca hacia la entrada, el guardia mantiene la misma expresión mortecina cuando nos acercamos y quita la correa de la entrada para dejarnos pasar primero que nadie.

—Hola.—Saludo con una sonrisa pero no obtengo respuesta.

Intento seguir mi camino pero Lev se voltea y comparte una mirada con el hombre que se endereza en su sitio y está vez si me mira.

—Buenas noches señorita...

—Ivanova.—Termina Lev.—Los modales hacen al hombre.

Empieza con las amenazas camufladas y el chico asiente repentinamente mas tenso, y tomo el brazo de Lev que me mira un instante y vuelve a retomar el camino, posando una mano sobre mi espalda, indicándome que avance por el sendero alfombrado, a penas iluminado por los leds que señalizan el camino hacia unas escaleras.

—Lo siento, usualmente no tengo visitas.

—Solo hace su trabajo Lev. —Banqueo los ojos y sonrío divertida.

—¿Qué tal?—señala con la cabeza cuando nos detenemos en lo alto de unas escaleras que descienden hacia lo que parece un gran salón.

Más luces led iluminan todo, en tonos verdes, lila, rojo y celestes. Algunas otras luces de colores parpadean y cambian de tonalidades. "Swalla" suena en los altavoces y las luces acompañan la música. El sitio está lleno de gente, la pista de baile a punto de explotar y una gran barra en forma de "L" ocupa dos partes del lugar, ambas iluminadas por una gran Led azul. Hay mesas aisladas en algunas partes alrededor de la pista, y a un lado unas enormes escaleras dan a un área privada de la cual noto el vidrio ahumado y el guardia en la puerta, por lo cual asumo que es la zona VIP.

—¡Esto es genial!— Digo animada moviendo la cabeza al ritmo de la música.

Lev me sonríe en respuesta y señala la barra con un movimiento de su mentón.

—Ven, te enseñaré la barra de tragos, aquí tenemos las mejores margaritas que podrás probar.

Una sonrisa divertida se forma en mis labios mientras lo sigo, sorprendiéndome cuando me toma de la mano, guiándome en medio de la gente hacia el lugar.

—¿Qué tomas?—Indaga y recorro con la mirada la inmensa cantidad de opciones.

No quiero embriagarme y hacer el ridículo, tengo que mantener mi compostura y observando a Lev en este momento con su chaqueta de cuero que se ajusta a sus anchos hombros y la playera del mismo color que deja expuestos los pectorales marcados debajo de esta, dudo que mi fuerza de voluntad sea de fiar si me pasó de tragos.

—¿Qué sugieres que no sea tan fuerte?—Le pregunto al barman inclinándome sobre la barra observando las botellas y este desvía la mirada a Lev que asiente de inmediato.

—Tal vez un... ¿Daiquiri?

—¿De frutillas?—Pregunto y asiente.

—Marchando un Daiquiri de frutilla para la dama. —Anuncia y luego voltea hacia Lev—¿Qué tomas sombra? ¿Ron? ¿Vodka?

Lev niega con la cabeza y se sienta en la banqueta de cuero apoyando un brazo sobre la barra, quedando de frente a mi.

—Solo una botella de agua para mi.

El chico parece sorprendido pero espabila rápido y asiente antes de voltear en busca de lo que le hemos pedido.

—Vaya... parecía sorprendido. —Indago volviendo mi atención al chico que me mira sin dejar de sonreír.—¿Enserio no quieres nada?

—Ya tengo lo que quiero.

Sus ojos siguen en los míos y por un momento dudo, como si hubiese un mensaje subliminal oculto en la frase, pero descartó la idea cuando el barman regresa con las bebidas sacándome de mis divagaciones.

«No vayas por ahí Kat.»

Doy el primer trago y mis ojos se abren de par en par, volviendo a mirar el líquido rojizo en mi vaso.

—¡Dios! Esto esta exquisito.

Lev me mira y no deja de sonreírme, la forma en la que sus ojos me recorren es difícil de definir, pero aún así no deja de enviar oleadas de calor que calientan mi piel y mis mejillas, haciendo que me remueva en mi sitio con el corazón golpeándome el pecho.

—¿Qué? ¿Qué tengo? —Me tocó el rostro cuando me sonríe.

—Nada.—Sacude la cabeza—Luces feliz, es solo eso.

—Lo estoy. —Sonrío y levanto la botella de agua en señal de brindis devolviéndome la sonrisa.

—¿Y? ¿Cómo ha ido la universidad?—Pregunta y encojo un hombro.

—Lo usual, ya sabes. Mucha tarea, y exámenes a cada nada. Pero no es nada que no pueda manejar y si tú do sale como espero en unos meses podré dar clases.

Sus ojos se abren de par en par y apoya su bebida sobre la barra.

—¿Quieres dar clases?

—De hecho... —Dudo mordiendo mi labio inferior, mientras jugueteo con mi dedo alrededor del borde de mi vaso—me gustaría abrir mi propia academia de danza, solo debo rendir algunas pruebas para obtener el permiso.

Por un momento guarda silencio y su sonrisa vacila pero se recompone rápido y encuadra la espalda, aclarándose la garganta.

—Así que... tienes planes de quedarte en Los Ángeles.

Le mantengo la mirada por un momento y luego la desplazo al hombre que se acerca por la espalda de Lev logrando que el también se voltee.

—Sombra.

Lev se pone de pie y por la expresión tensa del hombre me hacen juntar el ceño y preguntarme ¿Por qué todos reaccionan así ante Lev? Se que es algo intimidante, pero no es como si fuera a diestra y siniestra atacando a las personas sin motivo. De hecho nunca lo he visto atacar a nadie. Bueno a excepción de la vez que le apunto con su arma su tío. Pero ha pasado mucho de aquello.

—Kat, el es Yakov.—Presenta al recién llegado y el hombre me mira condescendiente como si acabase de notar que estoy aquí.—Es el jefe de seguridad del local.—Dice Lev.

—Oh... hola soy Kat._Le extiendo la mano.

Parece confundido, mirando entre el chico junto a nosotros y luego hacia mi; duda por un instante pero luego al fin estrecha mi mano.

—¿Tu eres...

—Mi invitada—Advierte Lev y el hombre alza ambas cejas al cielo.

Evito sentirme demasiado emocionada por la expresión de sorpresa del hombre, que me mira como si no creyera que Lev interactúa con mujeres o con personas en general.

—Ya veo...

El sujeto me observa un instante y hago lo mismo. Debe tener unos cuarenta años, el cabello rubio lo lleva casi al ras de la cabeza y el traje negro perfectamente pulcro se ciñe a sus hombros. No es tan alto como Lev, pero debe rondar el metro ochenta o tal vez un poco mas.

—Bienvenida entonces. Lo que necesite, no dude en pedirlo.

—Gracias.—asiento con una sonrisa amable y bebo un poco más de la bebida en mi mano.

—Tenemos lo que pediste.—Le dice a Lev-Las filmaciones han sido llevadas a tu oficina, solo un par de personas han entrado. Todas de confianza, no se que fue lo que pasó, pero puedes corroborarlo tu mismo.

Lev me mira un momento y suspiro recordando el motivo real, de porque estamos aquí en primer lugar. Vuelvo a mirar a Lev y al percatarme de que no se moverá a menos que se asegure de que estoy bien, asiento para que se vaya a hacer lo que debe.

—Adelante ve... estaré bien. —Le indico, pero no se mueve.

—No tengo porque hacerlo ahora, puede esperar y...

Niego con la cabeza y guarda silencio.

—Vinimos aquí porque tenías un asunto que resolver. Sobreviví sin ti dos años Lev, no pasará nada por unos minutos en los que hagas lo que sea que vinimos a hacer, luego podemos seguir bebiendo.—Insisto y tras observarme un instante, deja salir un suspiro y se voltea hacia el tal Yakov, que me mira como si yo fuese alguna extraña aparición o quien sabe que.

—Si se rompe una uña, te rompo el cuello. —advierte Lev, señalándolo con el dedo, logrando que el seguridad pase saliva.

—No le hagas caso, el es... algo bromista.—trato de suavizar el ambiente cuando veo que el hombre se ha puesto pálido—No habla enserio.

—De hecho hablo muy enserio. —Advierte la voz del chico que pasa a mi lado, y se detiene tras mi espalda.

—Créeme niña, el habla enserio. —Responde Yakov, sin apartar la mirada del Lev, mientras le doy una gran sonrisa de disculpa al ver al pobre individuo que parece un fantasma por lo pálido que se ha puesto su rostro.

—Anda ve. —Volteo sobre mi hombro y levanto mi trago.—seré buena, estaré aquí cuando regreses.

Me mira un instante y luego al hombre a mi lado, el cual no necesita palabras para plantarse frente a mi y sentarse en el lugar que ocupaba Lev, dejando en claro que será como un halcón que no me quitará la mirada de encima.

Lev al fin se aleja y suspiro volviendo a acomodarme en mi asiento, antes de girarme hacia el barman.

—Una botella con agua para mi y un vodka para mí nuevo amigo, por favor. —Pido y el hombre frente a mi intenta negarse, pero enarco una ceja.

—Créame, lo necesita. Está sudando. —Lo señalo y se ajusta la corbata como si le molestara, antes de volver a mirar por encima de mi hombro y luego tomar el trago que le extiende el barman.

—Gracias señorita.

—Kat. Llámame Kat.—Le sonrió y junta el ceño, recorriéndome con una mirada curiosa.

—Disculpe la indiscreción, pero... Usted me resulta levemente familiar, de hecho... me recuerda a alguien.

—¿Si? —indago bebiendo otro poco de mi vaso y el asiente.

—Si, tiene un ligero parecido con...—niega con la cabeza y enarco una ceja haciendo un gesto para que siga cuando guarda silencio.—Se parece a Sasha Ivanov, pero no me haga caso, tal vez sean cosas mías, pero de verdad se parece demasiado al hijo del Pakhan.

Alzo el vaso en señal de brindis y bebé un trago de su propio vaso, sonrío y acabo con mi bebida de un solo trago.

—Descuide—Lo tranquilizo —y si... supongo que si nos parecemos, aunque, creo que el se parece más a papá.

El hombre escupe la bebida y empieza a toser como un loco, así que me volteo y le pido al barman otra botella de agua y unas servilletas, no tarda en regresar con lo que le pedí y se las extiendo al hombre que si creía que no podía ponerse mas pálido, ahora parece un papel mientras me mira con nerviosismo.

—Usted es...

—Una persona—Le sonrío y junto al ceño, mientras se recompone- tranquilo, no lo meteré en problemas, no voy a moverme de aquí.

Siento la necesidad de tranquilizarlo, ya de por sí debe ser difícil que Lev lo haya intimidado, como para que ahora deba lidiar con el miedo de que algo le pase a "la frágil y delicada princesa del Pakhan." Casi blanquearía los ojos, si no me hiciera ver como una niña mimada frente al sujeto que a gatas ha logrado recuperar la compostura.

Destapó mi botella con agua y bebo un gran trago para quitarme el sabor dulce del daiquiri. El murmullo de gente me hace juntar el ceño y al igual que al hombre frente a mi, que medio voltea y mira por encima de su hombro.

Un hombre es alzando por otros dos que lo hacen volar por sobre una mesa. Abro muy grande mis ojos viendo como barren con el otra de las mesas, hasta que cae al suelo en medio de vidrios rotos, y aún así se vuelve a poner de pie. La gente se aglomera para ver el espectáculo y miro al guardia frente a mi que simplemente se voltea en mi dirección.

—¿No hará nada?—Señalo y me mira.

—Lo siento pero no la dejaré sola, los guardias se encargarán.

El estruendo de otro golpe me sobresalta y vuelvo a mirar la escena horrorizada, al ver al sujeto que fue lanzado por encima de la mesa, y que ahora sostiene una botella rota en la mano y amenaza a los dos guardias que lo rodena intentando calmarlo.

—Por favor, haga algo. —Pido y Yakov me mira antes de bufar.

—¡Bien! ¡Pero no sé mueva de aquí!—Dice y acaba con el liquido de su vaso antes deponerse de pie y dirigirse hacia donde los guardias tratan de alcanzar al otro sujeto.

Con una destreza espeluznante, Yakov se escabulle detrás del chico y le atrapa la muñeca, el muchacho medio se voltea con el rostro desencajado, obviamente perdido por el alcohol y trata de golpear al jefe de seguridad, que lo evade facilidad y de un golpe seco, acaba estrellándole la cara contra una mesa, le pone las manos hacia atrás y luego lo endereza de un solo tirón, empujándolo a la salida. Es increíble la habilidad del tipo y el solo pensar que alguien capaz de tal hazaña se intimide con solo la presencia de Lev, me pone la piel de gallina

—¿Vaya desastre no? Apuesto a que eso ha dolido.

La voz a mi lado me hace girar en dirección contraria, para encontrarme con la mirada de un chico que me sonríe amable.

Su sonrisa se ensancha y dijo mis ojos en el al percatarme de que tiene un extraño parecido a Lev, que por un momento me atonta, cuando me centro en sus ojos azules, pero este chico en cambio posee un aire diferente, más relajado, y coqueto, que me recuerda a los modelos de Vogue, esos que salen en las portadas de perfumes y esas cosas. El cabello castaño oscuro lo lleva despeinado y la camisa azul marino arremangada hasta los codos, libres de tinta, que descansan apoyados en la barra.

—Soy Yago.—Me sonríe, extendiendo su mano y dudo un instante antes de tomarla.

—Kat.

—Es un placer. ¿Vienes seguido?—Pregunta y niego con la cabeza.

—No.

-—Ya veo...

Guarda silencio y me volteo en busca del seguridad que aún no regresa , y cuando do lo hago empujó la botella de agua que acaba en el suelo, salpicando la ropa del chico sentado a mi lado que se pone de pie sacudiéndose la camisa que se le pega al cuerpo.

—¡Dios! Lo siento tanto.

—Tranquila, no es nada. Está bien.

—De verdad lo lamento.

Vuelvo a disculparme y suspiro volviendo a sentarme, busco con la mirada al barman para pedirle más servilletas y otra botella con agua.

—Disculpa. ¿podrías traerme otra botella con agua y algunas servilletas?

—Si claro... yo...

—¿Amigo y mi cerveza?

—Un momento ¿si?—Me pide y asiento al ver que lo llaman otra vez al otro extremo.

—Ten. —El chico a mi lado me extiende una botella con agua y me sonríe con amabilidad. Vuelvo a mirar su ropa mojada y suspiro aceptando lo que me ofrece.

—Gracias. —Respondo y observo la botella asegurándome de que esté cerrada.

El clic de la tapa cuando la abro me indica que no ha sido abierta antes, así que bebo un trago pasando mis manos por la tela de mis vaqueros volviendo a mirar por encima de mi hombro, en busca de Lev que aún no aparece.

Pasan algunos pocos minutos y una chica de cabello corto se acerca al chico a mi lado y le susurra algo al oído, el hombre le sonríe amable pero niega con la cabeza y ella me mira de pies a cabeza, enarco una ceja cuando noto la expresión molesta en la mujer y luego bebo otro trago de agua. La joven se marcha y no contengo la sonrisa cuando la veo acercarse a otro hombre al otro lado de la barra.

—¿Cómo lo supiste?—Pregunto sin mirar al hombre a mi lado.

—Lo sospeche cuando inicio la plática con " Solo por 300 rubros podría enseñarte el camino al paraíso."

—Ugg...Okey.... —Hago una mueca arrugando la nariz y el hombre se ríe.

—¡Exacto! Ugg... —Finge un escalofrío cuando se voltea hacia mi sin dejar de sonreírme.

—¿Y que hay de ti? ¿Estás sola?

De pronto sus ojos me recorren y aclaro mi garganta, sintiéndome incómoda por la forma en la que me mira. Sonríe y abre la boca para hablar cuando no respondo, pero de golpe se calla y mira tras mi espalda.

Como un volcán, siento el calor que se pega a mi espalda y no necesito voltear para saber que Lev, es quien esta parado justo detrás de mi. Pero mi ceño se junta cuando veo la expresión del otro chico, no se ve asustado ni tenso, en cambio luce sorprendido alzando las cejas al cielo sin apartar la mirada del chico que se acerca y se para a mi lado.

—¿Acabaste con ese asunto?—Le pregunto girándome hacia Lev, que mira al extraño pero no dice nada.—¿Lev?

Vuelvo a llamarlo y apoyo mi mano en su brazo, logrando que está vez me mire, sus ojos azules me hacen sonreír en cuanto hago contacto con ellos y el me aparta el cabello del hombro y asiente.

—He acabado. ¿Dónde está Yakov?

—Oh... hubo una pelea y la situación se puso algo ruda, me asusté y le pedí que hiciera algo al respecto. Lo lamento, pero estoy bien, estaba hablando con...

—¿Y tú qué haces aquí? ¡Será mejor que te largues!—Ordena de pronto Lev que se mete en medio del chico a quien intentaba presentarle y yo.

Casi se me cae la mandíbula, cuando el chico le sostiene la mirada, alzando el mentón y el corazón se me acelera al tiempo que la ansiedad me aborda.

¿Acaso se conocen? Las preguntas pasan a segundo plano cuando un leve destello de emoción, me recorre al ver la postura de Lev y juro que no quiero sentirme tan emocionada ante la idea de Lev sintiendo celos de alguien que se me acerque pero... es imposible no sentirme animada. Es inmaduro, lo sé y no tengo idea si es el poco alcohol que he consumido, el cual hace que me sienta así, pero algo en mi vientre bajo se agita, viendo la postura amenazante de Lev.

—¿Acaso eres su novio o algo así?—El chico rompe el silencio, y paso saliva.

Mi corazón da un salto a la espera de la respuestas que obtendrá, pero Lev no responde, en cambio la mirada se le oscurece y los músculos de la mandíbula se le marcan. La decepción vuelve y me abofeteo mentalmente por permitirme soñar con cosas que se, que no van a pasar jamás. Así que haciendo uso de todo el orgullo que me queda, fuerzo una amplia sonrisa en mis labios antes de suspirar y ponerme de pie par acabar con esta payasada de una vez.

—¿Quién? ¿Lev?—Rompo la tensión logrando que me mire a mi y no al extraño— No, de hecho soy algo así como... su hermanita pequeña. —palmeo su pecho y el chico sigue el recorrido de mi mano juntando el ceño— ¿No es así Lev?

Busco sus ojos y me sostiene la mirada un instante, y pese a que me tiemblan las piernas al fijarme en sus ojos, le dedicó mi más grande y fingida sonrisa, tratando de controlar mi cuerpo y mi loco y tonto corazón masoquista.

—¿Su hermanita? ¿Tu eres...Katrina Ivanova, la hija del Pakhan?

«La hija del Pakhan» Si... ya se había tardado.

—Si, bueno... mis amigos me dicen Kat. —Contengo el impulso de bufar indignada.

Eso es lo que soy para todos, "la hija del Pakhan" "La hermanita de Sasha Ivanov." "La princesa de la Bratva." Bla... bla... bla... todos tienen la misma reacción cuando escuchan mi apellido.

—¡Esto es genial!—Aplaude más animado que antes y me sonríe—No tienes idea de lo mucho que quería conocerte princesa, acabo de llegar al país y...

—Creo que ya es hora de que te largues Yago.

Advierte Lev que da un paso hacia adelante y junto el ceño mirando de hito en hito a los hombres que se retan con la mirada, mientras Yago sonríe pasando por alto la ira que desprende Lev, que parece una pantera a punto de lanzarse sobre una presa.

La sangre de mi cuerpo se siente caliente, recorriendo mis venas y bombeando hacia mi desbocado corazón. La música empieza a sonar y con esa extraña pero excitante y nueva sensación que me recorre el cuerpo, no contengo el deseo de bailar cuando la música cambia.

—Uy... me encanta esa canción.—Declaro de pronto, atrayendo la atención de los dos hombres que me miran—Lo siento Yaco, pero ya debo irme, adiós.

—Es Yago, y soy...

Me volteo sin prestar atención a nada más de lo que el extraño dice, y en cambio, salgo en dirección a la pista, jalando a Lev para que me siga. No se que demonios pasa conmigo, pero prefiero que bailemos antes de que acabe asesinando al pobre chico. Así que cuando logro arrastrarlo al centro de la pista, me detengo y volteo para mirarlo, la música sigue sonando en lo más alto y mientras, canto, bailo y paso mis manos por su pecho, deslizándolas seductora hacia sus hombros.

Lev no se mueve, pero tampoco me aparta, solo me observa, y la forma oscura en la que lo hace cuando me deslizo un poco hacia abajo moviéndome con "nughty girl" de beyonce, de fondo, solo logra que mi sonrisa se ensanche, hasta que lo tomo por sorpresa, besando su mejilla y luego busco sus ojos formando un mohín con mis labios.

—Deja de ser un aguafiestas. —Le reclamo dejando que mi mano le recorra el brazo, la mano y luego sus dedos, hasta soltarme y dar un paso atrás, pero sin dejar de mover las caderas, alzando el cabello con mis manos. El me mira pero no dice nada, en cambio pasea la mirada por mi cuerpo y luego por nuestro entorno antes de volver a mirarme.

Sigo bailando sintiendo que toda la tensión de mi cuerpo se esfuma poco a poco, hasta que de un momento a otro siento que me jalan de la cintura, mi pecho se pega al suyo y sonrío sin dejar de moverme pese a estar completamente pegada a Lev.

—Es hora de irnos pequeña. —Se inclina y susurra, dejando que su aliento caliente mi oreja y parte de mi cuello.—¡Ahora!

En su tono disfrazado de orden se esconde una advertencia, que aviva por un instante la chispa en mi interior que me repite que está celoso, pese a que mi lado racional me dice que aparte esos pensamientos de mi mente.

—¿Por qué?—Indago ladeando la cabeza—¿Es por ese chico? No me interesa Lev, solo quiero divertirme un poco.

Paseo mis manos por su pecho, tocándolo con descaro, mis manos recorren la suave tela, sintiendo lo marcados y firme que son sus hombros.

Le sonrío juguetona y volteo pegando mi espalda a su pecho sin dejar de balancearme, mis caderas siguen el ritmo de la música y la mano de Lev sujeta mi cintura y se posa en mi abdomen desnudo, y con la otra mano me rodea la garganta desde atrás, con una suavidad escalofriante, mi piel se eriza de inmediato ante el contacto , mi corazón late acelerado y al instante mi intimidad se aprieta, cuando siento nuevamente el calor de su aliento que calienta mi oreja; por un instante creo sentir sus labios y su nariz recorrer la piel entre mi cuello y mi cabello, y contengo el gemido que sube por mi garganta, mordiendo mi labio inferior. La cálida palma de su mano y sus dedos me rodean el cuello e inclina mi cabeza hacia atrás, hasta que su voz inusualmente enronquecida me hace arder en deseo.

—Se que solo tratabas de molestarme pequeña, pero debo salir de aquí, porque ahora mismo, todos los hijos de perra que nos rodean, están comiéndote con los ojos y el deseo de asesinar a cada uno de los imbéciles que te miran con morbo solo está aumentando.—Su voz es áspera y oscura, tanto como nunca antes la había escuchado, pero aún así no deja de sonar increíblemente sexy.

Y me cuesta toda mi fuerza de voluntad no echar una mirada por encima de su hombro, para ver a quienes según el, me observan. Aunque a decir verdad, me da igual quien me mire, solo me importa tener la atención de un persona.

—Lev...

—Hazme caso Kat, quiero desgarrarles el cuello y juro por dios que si no salimos de aquí ahora mismo, no podré contenerme más y créeme pequeña, no quieres ver el monstruo que golpea en mi interior listo para salir.

Se aparta y me giro de golpe atontada y confundida, mi respiración es agitada y mi visión algo nubosa, pero reconozco las manos que me sujetan y el aliento de la persona que respira casi sobre mi cara, una sonrisa traviesa se forma en mis labios mientras levanto la mirada buscando sus ojos, que cuando los encuentro están tan dilatados que parece como si el azul hubiese sido consumido por completo, por el negro de su pupila.

—¿Celoso sombra?—Provoco y ajusta su agarre a mi cintura, atravesándome con la mirada. Su aliento calienta mi cara y sigo el recorrido de su lengua cuando humedece sus labios.

—Kat... —Advierte casi en un gruñido.

—Que gruñón.—Logro decir aturdida y recuesto mi frente a su pecho, mientras el se aferra a mi cintura, estabilizándome para que no me caiga cuando me fallan las piernas por un instante.

—¿Te sientes bien? —Su tono cambia automáticamente y su mano acariciando mi cabeza, se siente cálida. Levanta mi mentón acunando mi rostro, y su ceño se junta mientras me observa los ojos.

—¿Qué bebiste? —Pregunta con el ceño fruncido y por alguna razón el gesto me aparece divertido y me hace reír otra vez, lo cual no le gusta, ya que frunce aún más el ceño y me agarra con mas fuerza cuando vuelvo a tambalearme. Mi cabeza es un lío, las luces me marean aún más y mi corazón bombea acelerado como si estuviera a punto de salirseme del pecho, pese a que mis extremidades van perdiendo fuerza.

—Solo un trago y una botella con agua que me obsequio ese chico... Yago o yaco, o como se llame —Susurro afirmando mis dedos a sus brazos para no caerme.

—¡Mierda! ¡Que hijo de puta!

Escucho las maldiciones que brotan de sus labios y luego como revisa mis ojos abriéndolos con el pulgar y el dedo índice.

—Estarás bien pequeña, no te asustes. Te tengo ¿Bien?

No tengo idea de que está hablando exactamente, el piso bajo mis pies se mueve y pronto siento como si flotara, la calidez de su agarre me vuelve a la realidad por un momento y recuesto mi cabeza en el pecho del chico que me habla mientras me carga en brazos y se mueve entre las personas y las luces parpadeantes.

—Mi héroe...—Farfullo con una mueca similar a una sonrisa, aún arrastrando las palabras y siento cuando besa mi cabeza.

—No te duermas amor, solo mantente despierta.—Lo escucho llamar a alguien pero cada vez el sonido es más lejano— ¡Kat! ¿Me oyes? ¡Kat!

La voz se aleja y me hundo en la comodidad y el calor de los brazos que me acunan haciéndome sentir segura.

***

Ayyy... Esto se prendió...

Lev celoso es... Tan 🔥

¿Que le pasó a nuestra niña? 😨

¿Quien es Yago?

No olviden seguirme en Instagram themorganking23 y nos vemos el próximo viernes mis niñas.

Recuerden... ACTUALIZAMOS LUNES Y VIERNES.

LAS QUIERO MUCHO Y GRACIAS POR LEER. 🫶



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro