Kim Taehyung había sido preñado y abandonado por un Arcángel.

Jeon Jungkook. Ese era el nombre de aquel siniestro ser que había amado con cada gota de sus lágrimas y latidos del corazón.

Pronto se dio cuenta, de que dio a luz al hijo de uno de los arcángeles más fuertes de la tierra, y que ahora, era inmortal.

Lejos de la civilización y en un bosque enorme lleno de árboles y hermosas noches bajo la luz de las estrellas, cría a un pequeño angelito tan parecido a su padre, con unos ojos enormes y oscuros que lejos de parecerse al los del arcángel que destilaban una frialdad y dureza absoluta, estos brindaban una inocencia y felicidad que le derretía el corazón.

Cuando su hijo cumple los cinco años y sus extrañas y preciosas alas empiezan a adquirir un tono azul marino, dando indicios de dones inhumanos, es consciente de que no puede criar solo al, también, hijo de un poderoso arcángel.

Y con un corazón lleno de cicatrices viejas que fueron curadas temporalmente por su pequeño, Taehyung se dispone a buscar al arcángel que alguna vez ocupo su cuerpo y alma.