EPÍLOGO
-Creo que no lo estoy captando del todo, ¿podrías repetirlo de nuevo?- La preocupación resaltaba en su voz, como si no estuviese convencido aún.
El suspiro que dejo salir el arcángel resonó dentro de las cuatro paredes de la elegante habitación, que se encontraba en una de las enormes mansiones que el alado poseía, tras tener que repetirlo todo por tercera vez, debido al poco convencimiento que reflejaba su castaño, quien estaba sentado en un sillón individual frente a el, con los ojos abiertos de par en par. Tan bonitos.
Días después de haberse encontrado, había decidido volver a un lugar seguro y mas cómodo, en ningún momento dejo que sus ángeles tocaran ni a Bae, ni a Taehyung, amenazándoles con la simple mirada de que si se atrevían acercarse o a preguntar, les rebanaría el cuello.
La primera noche fue la mas difícil, no quería dormir, lleno de terror de que, si cerraba los ojos, y luego los abría, ya no estarían, por lo que se aseguro de convencerlos de dormir junto a el, esa noche los cubrió a ambos con sus plumas en una burbuja donde solo existían ellos tres, donde no se le escaparían, y donde podría cuidarlos de cualquiera mal. Esa madrugada tan solo durmió media hora, suplicando que no fuera un sueño, seguía viéndose tan irreal, que aun no lograba asimilarlo.
Y cuando volvió a abrir sus parpados, el sol colándose por la ventana, se encontró con su niño, quien jugaba con sus cabellos, pues al estar en medio de los dos cuerpos adultos, no podía salir a explorar, por lo que se dedico a entretenerse con los mechones oscuros, mientras sus pequeñas alas revoloteaban debajo de las mas grandes, y también observo a su castaño, con una expresión descansada y relajada, seguía durmiendo. La tan aclamada felicidad que no había sentido durante largos y pesados cinco años, estaba empezando a renacer en su corazón.
Después de haberse instalado y acostumbrado en su residencia, entre tratando de saciar su curiosidad y recorrer la enorme casa, Bae encontró un patio donde unos gatitos descansaban cómodamente, corriendo a ellos, se dedico a jugar con los felinos, decidido a que el señor gato conociera a nuevos amigos, y ambos adultos asegurándose de que estaba bien, entonces las palabras empezaron a llegar.
"Creo que voy a morir, Jungkook, por eso te he buscado", fue lo que le había dicho Taehyung, tan desinteresada y tranquilamente, que no se había dado cuenta del pánico con el que su corazón angelical se había detenido, y sobre todo, la palidez que había manchado las fracciones del alado.
Casi se sintió desmayar, pensado que lo había recuperado, y que nuevamente, lo perdería, hasta que le explico la razón. El profundo alivio que lo cubrió fue casi cómico, dejandole respirar nuevamente.
Y trato de explicárselo, diciéndole que obviamente, iba a seguir con vida. Pero después de dos veces tratando de aclarárselo, su humano simplemente seguía sin entenderlo.
-La cuestión es que no vas a morir, Taehyung, en palabras simples.- Sentencio, cruzándose de brazos, buscando palabras menos difíciles y mas sencillas para el entendimiento mortal.-, así como eres humano, eres doncel.
-Pero el fuego...- El ceño fruncido en su cara se profundizaba cada vez mas en el confuso rostro.
-Si hubieses sido humano por completo, ese fuego que Bae uso en ti inconscientemente te hubiera matado al instante, justo en el momento en el que entrara a tu organismo, pero también eres doncel.- Revolviendo su cabello, siguió.-, la sangre que recorre tus venas, tu alma y tu espíritu son humanos, pero tu cuerpo es angelical, por que eres capaz de procrear, y sobre todo soportar la carga de un bebé angelical.- Al notar esa mirada confundida, chasqueo su lengua.-, eso es lo que te hace doncel, mas fácil, eres mitad humano, mitad ángel, ¿bien?
-Creo que ya lo entiendo, pero, ¿por que me sentía tan débil?, podía sentir como moría.- Murmuro, estremeciéndose al recordar el dolor, los escalofríos. Jungkook asintió.
-Por que el fuego que entro a tu organismo fue mucho, y cuando eso pasa, el fuego se queda ahí, como no puede hacer daño a un cuerpo inmortal, entonces solo espera a que sea sacado.- Explico, tomando una bocada de aire.-, por eso es que te sentías tan débil, solo era tu cuerpo diciéndote que el fuego retenido tenía que ser extraído.
-Espera, ¿inmortal?, oh, dios.- Mascullo restregando su cara, su cerebro procesando lo dicho. Bien, no iba a morir, era inmortal, bien. Una nueva duda surgió.-, ¿por que ahora ya no siento el fuego?, desde que regresamos del bosque, parece haberse ido.
-Por que lo hizo, no es difícil sacarlo, solo hay una sencilla manera de apartarlo, y la mas usada.- Sonriendole cohibido, continuo.-, sabes que la saliva de un ángel o arcángel puede curar heridas, así que cuando nos, besamos, fue suficiente para que el fuego desapareciera, por eso ya no sientes eso.- Finalizó, contemplando detalladamente la mirada de Taehyung, cerciorándose de que hubiera comprendido.
-Entonces... ¿n-no voy a m-morir?- Tratando de convencerse, e ignorando sus mejillas rojas, Taehyung cubrió con sus manos su rostro, sintiéndose consolado con la explicación que el de cabellos negros le ofrecía, sensible. Quiso volver a derramar alguna lagrimita, mas logro recomponerse. Iba a poder ver a su niño crecer.
-No si yo puedo evitarlo.- Respondió el de cabellos oscuros, su mano extendiéndose para acariciar la mejilla esponjosa. Comprendiendo que era una información difícil de digerir.
Pero tenían todo el tiempo del mundo para entender, y el arcángel estaba dispuesto a repetirlo una vez mas si fuese necesario para satisfacer al amor de su vida. Lo tenia ahí, frente a el, y no se le iba a escapar.
[...]
Jimin miraba nerviosamente a Yoongi, quien no dejaba de lanzarle miradas aterradoras. No estaba seguro de si aquello era una buena o mala señal. No habían hablado desde que llegaron al hogar del arcángel, preguntándose si de repente le odiaba, pero no lo entendía, puesto que después de aquella extraña pelea, Yoongi le hubiera hablado como si nada, y ahora, parecía no saber, o no querer saber de su existencia.
Jugando con Bae, miraba el cielo azul en busca de respuestas, mientras los gatitos los rodeaban.
-¿Crees que Yoonie este enojado conmigo?- Pregunto casi ido, sin darse cuenta del niño que le escuchaba.
-No lo se, no lo conozco.- Respondió el pequeño, arrugando su nariz cuando un gato mordió las plumas de sus alas.
Jimin asintió, ladeando su cabeza otra vez, para ver al vampiro trepado sobre uno de los enormes arboles que había dentro de la mansión, dibujaba en uno de esos cuadernillos que tanto parecía amar.
-¿Debería acercarme?- Cuestiono nuevamente, mordiendo el pulgar, su mirada iba y venia.
-Pues si quieres, si- Encogiéndose de hombros, Bae acaricio el pelaje oscuro de un gato pequeño.
-Pero no estoy seguro, ¿que tal si me odia?- Ahogando un jadeo irritado, el vampiro mas joven lloriqueó.
-¿Como lo vas a saber si no te acercas?, el señor gato es muy tímido con los desconocidos, pero decidió acercarse a la gatita gris, y mira, creo que ya son novios.- Vocifero emocionado, su mano apuntando a los dos gatos que se olfateaban.
-¿Y si voy y me dice que ya no quiere verme?- La angustia se reflejaba en sus orbes mieles. Un zarpazo se escucho, y cuando las dos cabezas voltearon, el señor gato parecía haberse peleado con la gata. Bae rió.
-Mm, ¡puedes hacerlo lo mismo que el señor gato!, creo que ya tiene otra novia.- Carcajeó cuando el felino empezó a olfatear a otra gatita distinta, alejándose de la que lo había arañado.
-Pero eso esta mal, un clavo no se saca con otro clavo, siempre se debe pasar por etapas, ya sabes, la tristeza, la negación, luego la aceptación o algo así, ¿verdad?- Justifico, su mente trabajando sus engranajes, y repentinamente, llenándose de valentía.
Aun no se acercaba a hablar con Yoongi, ¡ni siquiera lo estaba intentando!, ¿que clase de vampiro era, si no derrotaba el miedo y se enfrentaba sabiendo que podría ser derrotado?
-No hay que rendirse sin antes luchar por lo que quieres.- Recitó las palabras que había leído en uno de sus tantos libros.
Bae arrugo su nariz, mirándole confundido.
-Solo son gatos, tío Jimin.
Decidido, el rubio se puso de pie, caminando hacia el tronco que resguardaba al pálido vampiro, quien concentrado en sus hojas llenas de tinta, ignoraba la presencia que se acercaba a el.
-Yoongi.- Llamo Jimin con el nerviosismo remarcando su tono de voz, pero no impidiéndole mirarlo con la cabeza en alto, mentalizándose su reacción si Min no le perdonase.
Este no le miro, mas detuvo sus movimientos, indicándole que le escuchaba.
-Yo... Ah, no se como empezar, pero...- Cerrando los ojos, suspiro.-, no se si me odias ahora, pero tan solo quiero decirte que lo que sentí, que todo lo que hicimos juntos, era real, ¿sabes?, se que todo esto empezó solo para... Raptarte, ¡pero te juro que después me enamore!, y... Y, no se que hacer para que me hables, no lo se.- Murmuro en un respiro.-, al menos, si no me dirás que también me quieres, o que me perdonas, entonces dime que no me quieres volver a ver, ¡solo di algo!- Grito exhausto, completamente lleno de irritación al no ver ningún tipo de expresión por parte del mayor.
Su silencio duro algunos segundos que para el rubio, parecieron horas. Mientras que Min parecía cuestionarse que responder, Jimin quería morirse ahí mismo, en medio de la eterna espera.
-Los adultos son tan aburridos, ¿verdad que si, señor bigotes?- Susurro Bae a su pequeño peluche, a lo lejos observando a Minie.-, señor bigotes, no olvide recordarme para mañana, que tengo que decirle al señor leche que me enseñe a escalar muy alto...- Vacilo al conejo, refiriéndose al vampiro mayor que en ese momento daba un salto al suelo.-, el señor gato se enojo conmigo y ahora no quiere enseñarme como sacar mis garras para escalar.- Musitó con un puchero triste, mirando sus uñas muy humanas para su deleite.
-¿Quien es el señor leche, Bae?- Sorprendido, Taehyung llego al su niño, acariciándole su cabellos mientras tomaba asiento detrás de el, su mirada reflejando la alegría acuosa que retumbaba en su ser.
-Ese.- Apunto al pálido a lo lejos, haciendo reír a su papá.
-¿Yoongi?, ¿no crees que es un apodo muy extraño?- Rezongo divertido, acurrucandolo contra el, sonriendo cuando sintió una presencia que pudo identificar detrás de el.
-Nop, su piel es como la leche, ¡es muy divertida!, aunque me hubiera gustado llamarle señor gato dos por que sus ojos son muy bonitos, pero el señor gato uno se enojo por eso, así que es señor leche.- Su argumento parecía lo suficientemente bueno y convincente para el infante, que se sintió orgulloso.
-¿Y cual es el mio?- Una suave voz le distrajo, mirándole de reojo, Bae contesto aún mostrándose impresionado y sin dejar de reflejar cuanto admiraba las gigantescas alas que portaba el arcángel.
-No lo se, es muy difícil, estoy eligiendo entre, si señor Jeon, o señor Jungkook.
Sentándose detrás de Taehyung, Jungkook se permitió abrazarle con suavidad, suspirando tan tranquilo como no se había sentido durante un tiempo, el arcángel dejo caer su frente contra la espalda de su humano, inhalando y exhalando el dulce aroma que desprendía, cerro sus ojos, descansando.
A lo lejos Jimin se acercaba decaído, sus pasos lentos, y sus ojos mieles contemplando el pasto hasta llegar a las tres siluetas que lucían felices, deteniéndose a unos metros de ellos, preguntándose si merecía quebrantar la felicidad que se le había negado a el tan cruelmente por sus actos pasados y no controlados.
-¿Jimin?, ¿que ha pasado?-Cuestiono el castaño preocupado, estirando su brazo desde su posición para indicarle que se acercara.
-N-no te preocupes por mi, Tae.- Sorbiendo por la nariz, negó con la cabeza, contrario a sus palabras, se acerco a su mejor amigo en gimoteos tristes.-, me voy, no soy capaz de interrumpir su aura alegre, ¡no lo merezco!- Se quejo, dejándose apapachar por el humano, después de caer a su lado, ignorado el ceño fruncido del alado.
-¿Pero que paso, Minie?, ¿Yoongi te hizo daño?- Preguntando lleno de inquietud, Taehyung mimo al vampiro.
-¡Me hizo pedazos!, me hirió tan cruelmente, ¡que ni el mas cruel del mundo seria capaz de hacer semejante cosa!- Se aferro al cuerpo menudo, buscando consolarse.
Jungkook rodó los ojos ante el dramatismo, abrazando aún mas a Taehyung sobre su pecho, pero Jimin fue mas rápido y lo jalo aun mas a el. El pelinegro gruño.
-¿Que dijo, tio Minie?- Curioseo esta vez Bae, con un puchero empujando el tobillo del rubio cuando este choco contra su espalda. El llanto paro unos instantes.
-"Jimin, iré por comida, y después responderé a eso".- Simulado la voz ronca del mayor, Jimin volvió a sollozar.-, no creo querer volver a experimentar lo que es el amor, ha sido todo para mi.- Remarcando aun mas su punto, su cabeza cayo sobre el hombro de Taehyung, inerte.
Una risa que trataba de ser escondida se escucho por el patio ante el silencio confuso. Por supuesto, el ceño fruncido demostraba que aquello no era del agrado de Jimin.
-¿Te parece gracioso mi corazón roto, pájaro malagradecido?- Gruño con sus colmillos relucientes, ladeando su cabeza y colocando su barbilla sobre el hombro del castaño, lanzandole una mirada filosa.
-Claro que no, es solo que Yoongi lleva observándote desde la entrada del jardín con dos bolsas de sangre esperándote, y tan solo me ha hecho algo de gracia.
Estabilizándose de inmediato, y limpiando las lagrimas adheridas a su piel, el rubio volteo hasta toparse con la figura de Min, quien cruzado de brazos, y mirándole con una ceja alzada, apunto a su reloj de muñeca.
Dos segundos y ya no había rastro de Jimin, ni de Min.
Las horas en el jardín pasaron volando hasta el punto en el que la oscuridad había caído, pero a los dos adultos poco les importo, tal vez por que jugaron con su hijo todo ese tiempo, o por los besos robados que se daban cada vez que su niño no veía, o tal vez por que su corazón regocijaba de entusiasmo, retorciéndose entre risas y travesuras.
Cuando Jungkook termino tumbado sobre el pasto, sus alas extendidas, exhausto, y con Bae sobre su pecho, durmiendo por el cansancio, miro al cielo, permitiéndose grabar ese momento en su alma.
-¿Crees que a partir de ahora, todo estará bien?- Inquirió Taehyung, del mismo modo que el arcángel, tendido sobre el piso, solo que en la contraria dirección, donde, únicamente, sus cabezas se tocaban.
El cielo nocturno era precioso.
-Lo estará, y si el destino tiene otros planes, entonces solo lucharé contra el, pero ustedes van a estar bien, eso te lo puedo prometer, Tae.
Taehyung se permitió creer una vez mas, con una sonrisa en su rostro, y sus cicatrices cerrando por completo.
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Eso ha sido todo lo que he logrado exprimiendo mi cerebro :D
Muchas gracias por sus comentarios, su apoyo, por todo, los tqm<3<3
¿Les gusto la historia?, ¿que les pareció?, ¿o con que dudas quedaron? c:
Yendo al punto que les interesa, respecto a la segunda parte, tengo una idea para empezarla, mas no para terminarla, y no estoy convencida, asi que quiero dejarles a ustedes la decisión.
Si quieren segunda parte, les quiero decir que tardara en aparecer, ¿por que?, pues por que necesito idearla bien, y todo eso, para no cagarla, y tambien hacer capitulos adelantados para no estar batallando con las actus, por lo que si se va a tardar unas semanitas o incluso meses, aparte de que no les puedo prometer que lo terminare haciendo :c
Pero si quieren saber algunas cosas a la de ya y mejor no esperar(cosa que prefiero), como que paso con el yoonmin, jungkook enseñándole a bae sus conocimientos, mas momentos taekook c: y todo esop, entonces iremos por los extras, donde tal vez tarde unos dias en lo que me inspiro por que ando toda estresada por mis examenes, pero los terminare publicando si o si.
asi que, ustedes eligen, taekukas, los tqm.
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