12. Amante de empresario quedó loco luego de avistar extraño perro gigante
El aliento de Dante contra la oreja de Renzo despertó un cosquilleo que se extendió hacia el resto de su cuerpo y aumentó cuando los labios del otro rozaron su piel. Primero, sobre el lóbulo, apenas. Luego, en la depresión que quedaba justo debajo. ¿Era un accidente? ¿Era a propósito? La respuesta se hacía esperar tanto que Renzo comenzaba a olvidar cuál era la pregunta.
—Quiero que estés a salvo —susurró Dante—. ¿Crees que miento sobre eso?
La respiración de Dante, ahora contra su cuello, se agitó un poco a medida que el momento se prolongaba. Presa de una somnolencia repentina, Renzo cerró los ojos y se dejó llevar por el impulso de apoyarse sobre el hombro de Dante.
La sensación era extrañamente familiar. No se sentía como una primera vez sino como un regreso al orden natural de las cosas, una llegada a casa luego de haber estado perdido en un bosque oscuro por mucho tiempo. El aire olía al aroma de los objetos de las casas de antigüedades, a materiales dejados de lado, a artesanos tallando piezas con todo el cuidado del mundo.
—¿Y qué tal si escapáramos juntos? —preguntó Dante.
—No es tan fácil —se escuchó responder Renzo, aunque la conversación no tenía sentido. ¿De qué estaban hablando? Era como ser un observador en el sueño de otra persona, una con el corazón apretado por una angustia que le hacía doler el pecho.
La visión llegó a su fin cuando un ruido violento, grotesco, hizo trizas el capullo invisible que lo separaba del mundo real.
Era un bocinazo. De inmediato, Renzo se apartó de Dante y se volteó hacia el ruido, que resultó venir de un auto que se había detenido cerca. Desde el interior lo saludaba su hermana, sentada en el asiento del acompañante. Quien conducía era Pamela.
Renzo dio un salto hacia atrás y buscó con la mirada a Dante, solo para descubrir que no estaba en ninguna parte. Él era el único allí, parado frente a la camioneta de la funeraria, que todavía tenía el capó levantado.
—¡Ay, menos mal que te encontramos! —exclamó Luana, y salió del auto seguida de Pamela—. ¿Qué pasó?
Era una buena pregunta, porque Renzo no tenía idea de si algo de lo ocurrido era real o había vuelto a soñar despierto, una perspectiva asustadora. Lo que sí era verdad era que el cuerpo le dolía y que no había rastro de su compañero ni de Dante.
Trataba de ordenar sus palabras para responder cuando vio que un hombre salía de entre las sombras y trotaba hacia ellos. Era el conductor de la camioneta, cuyos ojos enormes denotaban, perdidos, que se encontraba tan confundido como Renzo.
—Al fin... —dijo el hombre.
—¿Dónde estabas? —le preguntó Renzo.
—Se levantó mucha niebla y luego vi un perro gigante, parecía rabioso. —Era la primera vez que Renzo lo escuchaba decir tantas palabras seguidas—. Creí que me atacaría, me confundí, no sé cómo me alejé tanto de la camioneta.
Entonces Renzo no era el único que había visto al perro. El alivio de no haberlo imaginado fue tan grande que la angustia se convirtió en una especie de euforia. O sea que no estaba volviéndose loco.
—¿Un perro gigante? —preguntó Pamela. Incluso a esas horas y en esas circunstancias, se veía lista para salir en vivo. Sacó su teléfono, seguro que para reportar el avistamiento del misterioso monstruo que acechaba en la noche o algo parecido.
—Yo también lo vi —confesó Renzo. A esas alturas le daba igual darle material a Pamela. Se guardó el detalle de la aparición de Dante, porque no tenía certeza de que hubiera sido real, eso sí.
—Interesante —dijo Pamela, y le dirigió una mirada cómplice a Luana, que respondió:
—Me acuerdo de que dijiste que los ataques eran tan violentos que decían que no parecían haber sido hechos por un humano. No pensarás que el culpable de todo esto es... un perro rabioso gigante o algo. ¿O sí? Además, ¿cómo entraría en las casas?
—Podría pasar, si no fuera un simple perro. Nos ocultan cosas, además.
Renzo tragó saliva al recordar los arañazos en la puerta de su casa para los que todavía no tenían explicación. No podía ser que tuviera relación, ¿o sí? Miró a Luana y supo que ella pensaba lo mismo, porque puso la mano en forma de garra y la movió por el aire.
Mientras tanto, Pamela colocó una luz sobre su teléfono, lo apuntó a sí misma y comenzó a grabar un video, porque la falta de un camarógrafo no iba a detenerla:
—En exclusiva, testigos aseguran haber visto esta noche un monstruo similar a un perro gigante. ¿Se trata de un animal peligroso o de algo más? ¿Tiene esto que ver con las extrañas muertes de las últimas semanas? Los invitamos a compartir si han visto algo parecido en estos días.
A continuación, procedió a entrevistar al conductor de la camioneta, todavía confundido, que respondió a preguntas luego de que Pamela lo enroscara en su juego con su lengua afilada.
—¡¿Qué estás haciendo?! —le preguntó Luana a Pamela, una vez el reportaje improvisado hubo terminado.
—Mi trabajo, no te quejes. Ni siquiera te filmé, aunque no dejan de llegarme mensajes de que quieren vernos juntas. ¿Estás segura de que no quieres hacer una segunda parte de nuestra pelea?
—¡Eres imposible! —respondió Luana.
—¿Eso es un «puede ser»? —Pamela le guiñó el ojo—. Nuestros fans nos esperan.
A pesar del extraño incidente, el resto de la noche transcurrió sin inconvenientes.
De vuelta en su casa, al acostarse, Renzo volvió a sentir el dolor y el peso del agotamiento sobre su cuerpo. El cansancio le nublaba la mente al punto de que no dejaba espacio para el miedo.
Esa noche soñó con la casa maldita, solo que esta vez no estaba en ruinas, sino perfectamente restaurada, llena de vida. Los muebles antiguos relucían bajo las impresionantes lámparas que colgaban del techo. Las pinturas en las paredes parecían haber sido hechas ayer. Le sorprendió captar un vistazo de su reflejo en un espejo. Casi no se reconoció. Llevaba el pelo tan engominado que brillaba.
Una fiesta tomaba lugar aquel día, pero Renzo no tenía interés en ella, así que se escabullía entre los invitados hacia una habitación apenas iluminada por una luz tenue y cerraba la puerta tras de sí.
Allí, de entre las sombras de una esquina, emergía Dante, que lo tomaba de la mano y lo acercaba a él con un gesto juguetón. Renzo se dejó llevar por el flujo del sueño y aceptó la invitación de Dante, que se convirtió en una especie de baile al ritmo de la música que llegaba de la fiesta. Había algo diferente en él, una cualidad más cálida y despreocupada en la forma de moverse, un brillo distinto en sus ojos.
—Me vuelves loco —dijo Dante, abrazándolo desde atrás—. ¿Qué me hiciste, un hechizo o algo? No puedo dejar de pensar en ti.
—Así que es verdad que eres experto en colarte en lugares —dijo Renzo, sin quererlo. Como en la visión anterior, en este sueño no tenía control de las acciones que tomaba ni de las palabras que decía.
—Tengo muchos talentos.
Renzo rio y se dio vuelta para ver a Dante frente a frente.
—Me doy cuenta.
—Me niego a creer que no hay forma de estar juntos —murmuró Dante, con una voz tan afligida que bordeaba la desesperación.
—No importa cuántos talentos tengas, no puedes cambiar el mundo.
—¿Qué importa lo que diga el mundo? —replicó Dante, y cuando sus labios se posaron sobre los de Renzo y el calor húmedo del beso se expandió por su boca, este se preguntó si aquel era un sueño o algo más.
Continuará el próximo sábado
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No sería una historia mía si no hubiera sueños raros, JAJAJAJAJA. ¿Qué creen que signifique esto que anda soñando Renzo? También les cuento que por ahora nadie ha adivinado qué es el bicho perro del capítulo pasado, pero hicieron muy buenas teorías.
Hay algo que les quiero contar y es por qué los capítulos son cortitos 😭 Estoy trabajando en un proyecto que tiene una fecha límite, y para no pausar la historia, acorto los capítulos para poder seguir actualizando semanalmente. Me encanta poder compartir con ustedes 🥺❤️ Gracias por acompañarme en esto y por la paciencia, me dan muchos ánimos para seguir.
Esta semana recibí un precioso fanart 😭 ¡Qué emoción! Es de Pamela (ella estaría orgullosa de ser la primera a la que le hacen fanart 💋) hecho por skyleer_my (Instagram). ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS! ❤️❤️❤️ Miren qué belloooo:
Luana le daría like 💋
Cumpleaños de la semana: ¡Feliz cumple a ale123ale123al y a Cbascar! ❤️ Si alguien cumple en estos días, que me avise y le deseo feliz cumpleaños la semana que viene ❤️
Luego andaré respondiendo comentarios aquí y en otros libros, abrazotes y gracias por el amor❤️
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