Estoy desesperada por encontrarte en el futuro, cielo.

Y lo peor es que ni siquiera se si ese futuro llegará, porque eres tan obstinada como yo...

Desde que te fuiste la alegría es mecánica; existe pero solo por existir, no hay razón detrás, solo porque así debe ser, no llega, no alcanza al corazón, ni siquiera lo roza. No es capaz de estrujarlo y hacerte doler el pecho, tan solo es como un ungüento que se esparce por tu piel y alivia el dolor.

Es bueno, no puedo negarlo.

No sé tú,  pero yo desde que ya no estás, mi eterno martirio, la vida sabe sin sal. El amor es bueno, pero se siente finito; en cambio, si pienso en ti solo puedo decir que eso no tiene fin, no tiene fecha de caducidad y aunque no estemos físicamente juntas todavía te siento cerca mío, todavía recuerdo tu olor y tú voz como si apenas te hubiera escuchado ayer.

No se como más explicarlo, solo que es algo intangible; es algo que solo sabes, como si siempre hubiera estado ahí metido en mi mente incluso antes de ser un ser con conciencia, tan natural como respirar, tan fácil de aprender como las palabras o el andar. El afecto que siento por ti es inherente a mi misma.

Ojalá me entiendas, porque no tengo mas palabras para ejemplificar.

Tan solo eres un instinto en mi cuerpo.