Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo IV: El Cuarto Maldito

28 días antes del Presente
Domingo

Amelia:

Segundo amanecer en el Internado y ya odiaba seriamente la odiosa alarma de Aurora, era lo peor del mundo. El colmo es que ella no parecía notarlo.

Concedo el hecho de que les ahorraba a muchas el dinero de una alarma propia y que si se hubiera dañado probablemente todas nos habríamos quedado dormidas por la costumbre de esperar a que sonara el despertador de Amelia, que por cierto, cada mañana reproducía un tema de rock muy escandaloso.

Era el día en que no habían clases y todos se dedicaban a hacer cosas en sus respectivos clubes, yo no tenía uno, por lo que consideré pedirle ayuda a Elizabeth para encontrar el apropiado, aunque me interesaba el de arte no era muy buena en eso y seguro que si había un club de literatura no iba a darme dinero.

No me malinterpreten, Eli no me estaba influenciando con su obsesión capitalista, pero no podía contar con que Alan me llevara dinero, él tenía su propia carrera qué pagar además de sus otros gastos, no podía hacerle eso a mi hermano.

En ese momento recordé que Alan me había prometido llegar el domingo con las cosas que me faltaban y justamente era domingo, por lo que me alegré mucho, ¡Cuánto lo había extrañado ya!

Sin embargo, hubo algo que nubló mi felicidad: el sueño que había tenido con Zed ordenándome que me marchara. Mi instinto me decía que tenía que hacerle caso, pero la lógica contradecía eso puesto que no podría salir del Internado en menos de cinco años.

Me levanté de la cama y fui a la mesa por mi teléfono, encontrándolo desconectado y con el cargador enrollado a pesar de que no recordaba haber hecho tal cosa, lo había conectado antes de irme a dormir.

Entonces reparé en mi brazo izquierdo: tenía una marca que claramente era de una mano, mi piel estaba amoratada en ése sector, ¿Cómo era posible? Toqué el área incrédula, dolía mucho.

Como si fuera una explicación, recordé que en el sueño alguien me había tomado del brazo para alejarme de Zed, precisamente en ése lugar.

Sacudí la cabeza, tenía que ser coincidencia, aunque eso no explicaba la marca de mi brazo.

Decidí preparar la bañera de mi cuarto con agua caliente y tras un baño la marca estaba casi desvanecida, lo que me hizo pensar que en algún momento alguien con las manos realmente frías me había tocado, traté de recordar quién podría haberlo hecho, pero aparte de algunos apretones de manos con las personas que había conocido no se me ocurría nadie que hubiera podido tocarme el brazo y si alguien con las manos frías lo hubiese hecho sin duda lo recordaría.

Decidí olvidarme de eso y tras vestirme salí a tocar la puerta del cuarto de Aurora, que no respondió.

-Ya se fué. -Me dijo una chica.

Me desilusioné al enterarme de que no me había esperado y lo reflejé suspirando.

-Así que eres la de ése cuarto. -Dijo aquella chica señalándolo.

-Sí. -Dije mirando al techo.

- ¿Todo bien en ese cuarto? -Preguntó.

-No he notado que tenga nada malo.

La chica pareció sorprenderse con mi respuesta y decidí preguntarle el por qué de su sorpresa.

-Ese cuarto está maldito. Verás que no vivirás mucho. -Dijo antes de irse.

Un escalofrío recorrió mi espina dorsal al escuchar sus palabras y estoy segura de que temblé un poco, lentamente me giré a ver mi cuarto y pude ver que ciertamente se veía bastante siniestro; al fondo del pasillo, en un ángulo donde no le daba la luz y emanaba alguna especie de energía extraña.

¿Realmente estaba maldito o solo era una creencia de los estudiantes? ¿Acaso atribuían las rarezas del cuarto a una maldición? ¿Qué clase de maldición era? ¿Mi vida estaba amenazada?

Mi respiración estaba agitada y me encontré sudando frío, por unos segundos había estado en shock. Simplemente no podía creerlo, tenía que ser una invención, sí, seguro era un cuento entre los estudiantes, no podía ser real.

Me alejé rápidamente y me dirigí al comedor, tenía que ver a mis amigos y comentarles aquello, ellos lo aclararían.

*-*-*-*-*-*-*

- ¡Hey Amelia! ¡Por aquí! -Me llamó Chiara alzando una mano al ver que no podía localizarlos, sonreí y con mi bandeja de comida en mano fui con ellos.

-Buenos días. -Saludé.

-Eh, a Amelia le dieron más que a nosotros, es injusto. -Se quejó Ian mirando mi plato.

- ¿De nuevo te quedaste con hambre? -Le preguntó Chiara- Controla tu apetito Ian...

- ¿Han visto a Aurora? -Quise saber.

-Mmm déjame ver... creo que está por allá con el club de música. -Me informó Chiara mirando por encima de mi hombro- Deben estar planeando un nuevo cover.

-O una canción original. -Dijo Ian jugando con su tenedor.

-Ian, son un club, no una banda.

-Aurora tiene canciones propias. -Mencionó él.

- ¿Es en serio? -Pregunté interesada- ¿Aurora tiene canciones propias? ¿De qué género?

-Romántico por supuesto, es bastante sentimental. -Dijo Chiara.

-Por cierto, tengo algo qué contarles...

Les expliqué a detalle mi corta conversación con la chica que no conocía, como lo imaginé, ninguno se sorprendió.

Estaba a punto de preguntarles qué sabían del al parecer famoso cuarto que para mi desgracia era precisamente el mío, pero fui interrumpida por Elizabeth.

- ¡Hola chicos! ¿Por qué esas caras? ¿Tan temprano ya están deprimidos? -Preguntó risueña y deduje que había hecho algún negocio importante, según parecía, los negocios siempre contribuían a su buen humor.

-Amelia ya lo sabe. -Soltó Ian sin un ápice de alegría en su voz.

Gradualmente la sonrisa de Elizabeth desapareció y fue reemplazada por una expresión preocupada. Se sentó silenciosa y me miró fijamente.

- ¿Precisamente qué sabes? -Me interrogó.

-Una chica me dijo que mi cuarto está maldito y que mi vida se acabará pronto. -Dije tratando de no pensar mucho en el significado; debía mantener la calma.

-Maldita sea, es un tema tabú... quien quiera que se lo haya dicho debe desear verla asustada. -Dijo Chiara molesta.

-Sigo aquí, Chiara. -Le recordé- ¿Hay algo de realidad en eso? -Quise saber mientras la inquietud ante la actitud de mis amigos iba en aumento.

-El cuarto maldito es el tabú del dormitorio 5-A. -Suspiró Elizabeth- Dicen que las personas que ocupan ese cuarto siempre mueren... por su propia mano.

- ¿Se suicidan?

-Al menos eso se cree. -Dijo Chiara con algo de misterio en su voz- Escucha Amelia, el año pasado estuve en el dormitorio 5-A y escuché los rumores, conocí a la chica que usaba ése cuarto, era muy sociable y divertida, pero conforme pasaban los días... pareció... marchitarse, acabó abriéndose el cuello con un cuchillo. Por lo que dicen los de otros años, no fue la primera en suicidarse.

-Solía tener pesadillas... y acabó viendo cosas en todos lados, como si se hubiera vuelto esquizofrénica... He visto a cuatro chicas de ése cuarto en lo que llevo aquí y todas han muerto. -Me dijo Elizabeth- Al principio creí que era coincidencia, pero luego averigué que llevan... décadas muriendo chicas en ése cuarto.

-Yo no creo en maldiciones. -Dijo Ian- Y nunca he estado en ese dormitorio porque es de chicas, pero he oído las historias que rodean a ese cuarto, en los dos años anteriores que he estado aquí... la chica que usaba ése cuarto cuando llegué al internado era depresiva, sensible y lloraba por todo, no me sorprendió su suicidio, pero entonces me dijeron que no era la primera, me forcé a creer que era pura coincidencia, pero el año anterior... Liliam, la que estuvo antes que tú... ya lo dijo Chiara... simplemente era demasiado viva para suicidarse. No creo en la maldición del cuarto, pero no voy a negar que tiene algo raro.

Me encontré sudando copiosamente, a pesar de mis esfuerzos, el pánico se estaba apoderando de mí, no creía ni ser capaz de volver a entrar a ese cuarto sabiendo lo que ahora sabía.

- ¿Has visto algo raro en el cuarto Amelia? -Me pregunta Ian significativamente- Podrías ir con el director y pedirle un cambio de habitación.

No sabía qué decir, ¿Debía mencionar el teléfono desconectado, los cuadernos tirados en el suelo y los ruidos que Aurora dijo oír en mi cuarto? ¿El sueño con Zed ordenándome que me marchara y la misteriosa marca de mano en mi brazo? Miré a mis amigos, incluso ellos se notaban preocupados. ¿Cómo podía ir a pedirle al director un cambio de habitación basándome en aquello? Me imaginé tratando de explicarle todo y él enojado por hacerlo perder el tiempo.

-No he notado nada. -Murmuré y sentí como si un enorme peso cayera sobre mis hombros. Entonces recordé algo- Ustedes ya sabían en qué cuarto estaba... no se sorprendieron cuando se los dije... y tú Elizabeth, cuando nos encontramos en aquel pasillo dijiste que yo era la de "ése" cuarto.

Chiara miró mal a Elizabeth mientras que Ian se limitó a suspirar.

-La tarde que viniste la noticia de que alguien había ocupado el cuarto maldito se extendió como reguero de pólvora. Lo siento. -Dijo Elizabeth apartando la mirada- Cuando Liliam murió el año pasado... moví algunos hilos para que la policía investigara al respecto, pero el caso fue archivado. Al parecer, a nadie le importa si alguien muere dentro de estas paredes... pero puedo prometerte algo Amelia: no voy a abandonarte, no quiero que otra persona muera, así que no voy a dejar que te deprimas y acabes suicidándote.

Los intensos orbes azules de la rubia se encontraron con los míos, pude notar su sinceridad, me decía desesperadamente con la mirada que quería apoyarme y protegerme. Después de todo, no estaba sola.

-También estamos contigo. -Me prometió Chiara- Ian y yo.

- ¿Desde cuándo te dejo hablar por mí? -Preguntó Ian alzando una ceja, pero una mirada asesina de parte de Chiara lo hizo aceptar- Vale, me uno a la causa.

Sonreí, a pesar de todo, había encontrado amigos dispuestos a ayudarme en lo que fuera.

*-*-*-*-*-*-*

-¿Y qué tal te trata esta pocilga hermanita? -Me preguntó Alan abrazándome al encontrarnos en la recepción; había cumplido lo que dijo, me llevó las cosas que me faltaban.

-Mejor de lo que esperaba. -Al separarnos sonreí para evitar que notara lo preocupada que estaba y le rogué a Dios que no intuyera que le ocultaba algo- ¿Qué tal las cosas en casa?

-Pues... -Mi hermano pareció dudar un poco antes de hablar seriamente- Ellos no van a retractarse hermana. Hemos discutido mucho estos días... no quieren que nadie mencione tu nombre, piensan hacer como si no hubieras existido.

Pude notar ira y tristeza contenidas en su voz, su puño estaba cerrado con tanta fuerza que comenzaba a hacerse daño.

-Hey, tranquilo, todo irá bien. -Dije con una confianza que en realidad no sentía- He hecho amigos aquí, son geniales. Te agradezco que hayas intentado convencer a nuestros padres de cambiar de opinión, pero te tortures pensando en eso, lo intentaste, es lo que importa.

-Ojalá pudiera sacarte de aquí de alguna manera. -Dijo sacudiendo la cabeza- Supongo que podrías escaparte y yo te mantendría oculta durante un tiempo.

Fue imposible no reír ante su idea, le di un golpe cariñoso en el hombro.

-Ya tienes muchos problemas Alan, como la universidad, aparte dudo que a Cheryl le guste la idea de que te vayas a vivir solo con tu hermana y no con ella.

Él se rio ante la mención de su novia y miró frustrado al techo.

-Cheryl está indignada por lo que te hicieron nuestros padres, nunca fueron muy cercanas, lo sé, pero siempre la caíste bien, por cierto, te envía sus saludos... y algo que envolvió ella misma, no quiso decirme de qué se trataba. Quería venir conmigo, pero tenía un evento familiar, tengo que pasar por ahí en un rato.

-Agradécele de mi parte su amabilidad.

-Y te tengo una noticia: Ethan me contactó.

El corazón se me aceleró al escuchar lo que decía y lo miré incrédula.

-Me llamó para gritarme que era el peor hermano del mundo dejando que te mandaran a un internado contra tu voluntad... ni idea de cómo lo supo, pero al parecer ha estado enterado de todo lo que pasa contigo. Cuando se calmó me pidió disculpas por descargar su enojo conmigo... pero supuse que era preferible a que condujera hasta nuestra casa y tratara de romperle la cara a papá.

- ¿Es en serio?

-No lo inventé. -Dijo encogiéndose de hombros- Al menos estoy seguro de no haberlo imaginado. Ahora cuéntame, ¿Quiénes son tus nuevos amigos? No te juntes con los malos eh...

La sola idea de que Alan se enterara de las cosas que Elizabeth hacía me hizo sonreír, de seguro me daría un sermón sobre las malas compañías y cómo influencian a las personas.

-Son buenas personas, si quieres saber, no son precisamente normales, pero creo que nadie aquí lo es.

Mi respuesta pareció relajarlo un poco.

-Ojalá pudiera quedarme más tiempo, pero... bueno, hay un tiempo límite con esto de las visitas. -Dijo rodando los ojos- Y tengo que pasar por un traje al regreso o Cheryl va a matarme.

-Ya estás guapo así. -Le hice ver mientras observaba su atuendo consistente en jeans, una camiseta simple de color gris y zapatos deportivos.

-Ya sabes cómo es de formal esa familia. -Dijo divertido- Afortunadamente Cheryl no está tan obsesionada con eso.

- ¿Vendrás la próxima semana?

-Haré lo posible, igual te llamaré por las noches.

-Vale. -Dije dándole un beso en la mejilla para despedirlo- Quiero una foto tuya con traje, me vendrá bien reírme un rato.

Alan alzó una ceja coqueto.

-Pgocuda no enamogadte de tu hegmano cuando la veas.

Me reí a carcajadas al oírlo: nunca era capaz de usar un tono coqueto sin que se le imposibilitara usar la "r". ¿Cómo descubrir que Alan estaba intentando ligar? Comenzaba a hablar con"g" y "d", así de simple.

Lo que es más: cuando éramos niños no podía hablar de otra manera, era imposible para él pronunciar la "r".

Él se sonrojó y murmuró algo que sonó como "Tengo que haced algo con mi lenguaje". No pude evitar preguntarme cómo había sido su primera conversación con Cheryl: de seguro comenzó con algo como "Hola, hegmosa tagde, ¿No cgees?".

Afortunadamente yo nunca tuve su mismo problema.

-Hasta pronto hermanito, y gracias. -Me despedí antes de salir de la habitación cargando la caja

*-*-*-*-*-*-*

Caminé por los pasillos llevando aquella caja hasta mi cuarto, llegué sudando, por cierto.

Como una tumba esperando a su ocupante, mi cuarto esperaba siniestro, frío, de alguna manera.

No pude evitar dudar antes de entrar, las cosas que me habían contado mis amigos me mantenían inquieta, sin embargo no había nada que pudiera hacer, al menos en ése momento.

Usé mi poder de autoconvencimiento para hacerme creer que lo que fuera que les hubiera pasado a las otras usuarias del aparentemente famoso "Cuarto Maldito" no me pasaría a mí.

Podrán decir que es algo tonto, pero cuando algo así parece ser real y probablemente inevitable, lo último que quieres es aceptarlo.

Abrí la puerta lentamente y chirrió de una manera francamente escalofriante, por lo que suspiré lentamente para calmarme: todo era un cuento, no podía ser así.

Entré intentando no pensar más en todo eso y coloqué la caja en mi cama, tras lo cual retiré el sellador con unas tijeras y pude abrirla.

Encima estaba el regalo de Cheryl, un paquete rectangular envuelto en papel azul plateado que me llamó la atención. Decidí dejarlo para después.

Pasé un rato sacando y ordenando cosas, no tenía prisa, así que cuando terminé ya casi era hora de cenar.

- ¿Amelia? ¿Estás ahí? -Se oyó la voz de Aurora al otro lado de la puerta.

-Sí, ¿Ya vas al comedor? -Pregunté mientras colocaba el regalo de Cheryl en el escritorio.

-Bueno... sí, pero necesito que me ayudes.

- ¿En qué? -Pregunté con curiosidad abriendo la puerta.

-Tengo que llevar mi guitarra y el teclado. -Dijo guiñándome un ojo- ¿Te animas con la guitarra?

No me parecía que ella no pudiera llevar ambas cosas, pero decidí ayudarla, solo le pedí tiempo para bañarme y cambiarme.

*-*-*-*-*-*-*

- ¿Que te uniste al club de música? -Me preguntó Ian sorprendido al verme llegar con la guitarra en la espalda- No sabía que Aurora fuera tan buena reclutando.

Sonreí divertida mientras descolgaba la guitarra de mi espalda y me sentaba.

-Solo me ayudó a traerla chicos. -Explicó Aurora sentándose también- No se ha unido al club de música, aunque sus manos parecen buenas para los instrumentos de cuerdas.

-Que te fijes en las manos de otras chicas es un poquito perturbador, ¿No crees? -Dijo Ian alzando una ceja y sin poder evitarlo, tanto Aurora como yo nos sonrojamos.

-No las molestes idiota. -Lo regañó Chiara retorciéndole una oreja.

-La fila es muy larga aún. -Hice notar.

-Sí, a pesar de haber venido temprano, a los demás les dio por retirar su comida antes. -Bufó Ian mientras frotaba su adolorida oreja.

- ¿Entonces estamos usando el método Zed? -Interrogué sonriendo.

-Ese emo te está invadiendo el cerebro. -Dijo él negando con la cabeza.

Un chico alto y de tez pálida con cabello un poco desaliñado se acercó a nosotros mientras jugueteaba con una flauta entre las manos.

-Hola chicos. -Saludó.

-Hola Jay. -Saludaron Ian y Chiara mientras que yo me limité a hacer un gesto con la mano.

-Hey Jaden, ¿Qué tal vas? -Respondió Aurora sonriendo.

-Un poco atareado, veo que trajiste el teclado, ¿Vamos a hacerlo? -Preguntó brillándole los ojos.

Ian dejó salir una risita que denotaba ideas no muy santas, ganándose una mala mirada de Chiara, aunque Aurora y Jaden no parecieron notarlo.

-Obvio que sí. -Afirmó ella con confianza- Y por cierto, a esta pareja de locos ya los conoces bien... pero te presento a Amelia Blackmount, tal vez logre reclutarla para el club de música.

-Un placer, soy Jaden Clisford. -Saludó tendiéndome la mano.

-El placer es mío. -Dije estrechando su mano extrañamente fría, el pareció notarlo y rió.

-No soy un vampiro, ¿Sabes?

Creo que en ése momento me sonrojé tras soltar su mano.

-Anda, deja de decir eso, arruinas la incógnita. -Dijo Aurora rodando los ojos mientras le pasaba el teclado.

-No quiero que piense que voy a chuparle la sangre. -Se justificó divertido mientras guardaba la flauta en su chaqueta.

-Bueno, muchas chicas aman a los vampiros. -Apunté.

-Propaganda barata de Crepúsculo. -Rió él mientras tomaba el teclado- Al rato me ven tocar esta maravilla.

Jaden se marchó y alcé una ceja en dirección a Aurora.

- ¿Me quieres en el club de música?

- ¿Te interesa? -Preguntó ilusionada.

-Bueno... nunca he tocado, pero dicen que no canto mal. -En ése momento entró Zed, hasta entonces no había notado que usaba zapatos de tacón, ahora lo sabía porque pasó a lado nuestro, lo suficientemente cerca como para hacerme tiritar de frío, el aire a su alrededor era como hielo.

-Joder, ése tipo sí que es siniestro. -Dijo Ian rascándose la nuca.

*-*-*-*-*-*-*

Tras la cena, Aurora y Jaden nos deleitaron a todos con una canción desconocida para mí, al parecer se llamaba "Luz de Luna" o algo por el estilo, me sonaba vagamente familiar, aunque no estaba segura.

Jaden resultó ser un maestro usando ese teclado, y junto con la gran habilidad de Aurora con la guitarra, resultó en una canción perfecta.

Varios tomaron vídeos y lamenté no hacerlo yo también, porque fue sumamente hermoso.

🎶🎶🎶🎶🎶🎶🎶

Perdona si no puedo ser sincera,
Si en mis sueños te lo confieso.

Mil pensamientos giran en mi mente,
¡Corto circuito me causarán!

Ahora mismo quisiera verte,
Así llorar esta luz de luna.
La luz de luna no me deja hablarte,
¡quiero saber qué debo hacer!

¡Un caleidoscopio es mi corazón!
¡Luz de luna guía mi amor!

En el jazmín de la constelación,
En tanto a uno y me pregunto,
Sobre el destino de mi amor
Y mi romance, creo en tí,
Sé que el milagro se dará,
¡ese milagro del amor!

Forgive me if i'm not sincere,
If in my dreams i confess it.
Thousand thoughts spin in my mind,
They'll cause me a short circut!

Right now i want to see you,
So cries this moonlight.
The moonlight doesn't let me talk you,
I want to now what i must do!

My heart is kaleidoscope!
Moonlight guides my love!

In the constellation's jasmine,
While by one, i wonder,
About the destiny of my love
And romance, i believe in you,
I know the miracle will come,
That miracle of love!

🎶🎶🎶🎶🎶🎶🎶

Un par de minutos después mi vecina volvió a nuestra mesa esbozando una gran sonrisa ante los aplausos y felicitaciones.

-Maravilloso cover. -Dice Chiara emocionada.

-Ajá, muy bueno. -Concede Ian concentrado en juguetear con su tenedor, ganándose una mala mirada de su compañera- Eh, la interpretación fue hermosa, pero no voy a llorar de emoción.

Aurora se limitó a reír y entonces le pregunté por la canción, puesto que jamás la había escuchado, de modo que me respondió que era el opening de un anime llamado "Sailor Moon".

-Nunca lo vi. -Admití ligeramente avergonzada.

- ¿Es en serio? Moonligth Densetsu es uno de los openings más legendarios. -Informó Chiara incrédula.

-De modo que también cantas covers de anime. -Afirmé.

-Interpreto muchos tipos de música, además, Sailor Moon era mi anime favorito. -Respondió Aurora encogiéndose de hombros.

- ¿Cuál es la traducción de Moonligth Densetsu? -Quise saber.

-Leyenda de Luz Lunar. -Dijo Ian aburrido y al notar las miradas clavadas en él prosiguió- Eh, veía Sailor Moon con mis primas.

-Yo no veía mucha televisión cuando era niña. -Comenté- Mis padres siempre me querían ver estudiando, fue hasta después que pude librarme de eso y lo atribuyeron a la "rebeldía juvenil".

-Algunos padres son hipócritas, quieren hacerse los santos y no admiten que hicieron cosas incluso peores. -Dijo Chiara molesta- Sin ofender, espero.

-Tranquila. -Suspiré- Al final todo pasa por una razón.

La gente suele usar esa frase para autoconsolarse y convencerse de que vendrá algo bueno del mal momento que están pasando, sin embargo, pocas veces imaginan que si vino algo medianamente malo, es porque está por venir algo mucho, mucho peor.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro