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Capitulo 41 - Observaciones Lunares.


Entre risas y miradas, Linda Park alzó una ceja de forma petulante mientras veía a Barry masticar. Barry, quien trataba de mantenerse calmado con cada mordida que daba siguió intentándolo, prefería hacerlo antes de perder delante de ella. No solo Linda, sino también Cisco y Caitlin, lo observaban mientras intentaba pasar la comida que tenía.

"Bien" – dijo con la boca llena, dejando el taco en el plato. Los miro por un minuto, un largo minuto para Barry, antes de tomar de golpe el vaso de agua helada que tenía al lado, calmando el picor de su lengua un poco, para terminar, tomando la bebida láctea que Cisco tenía.

"Oh no! Es mi té favorito." – este ultimo ayudo bastante con el picor de su lengua.

"¡SI! ¡VICTORIA!"

Grito Linda, alzando los brazos en el aire mientras se daba una vuelta triunfal en el restaurante, atrayendo unas cuantas miradas hacia el grupo. "Te dijo que estos eran los tacos más picantes de Vancouver"

"Debiste creerlo Barry" – añadió Cisco. Barry asintió, tratando de calmar el ardor de su boca antes de hablar, tocio un poco, mirando hacia Caitlin.

"Pensé que alardeaba" – le dijo a Caitlin. Ella negó. Y Barry volteo la mirada hacia Linda. "Pensé que alardeabas."

Linda negó. "No, nunca alardeo."

Caitlin movió la cabeza, mirándola con cierta diversión en su mirada.

"Bueno quizás algo."

"¿Algo?"

Cisco le dio una mirada parecida a la de Caitlin, "Solo diré que soy la campeona de todo lo picante."

"En Vancouver claro, cariño" – añadió Cisco. "Si, estuviéramos en otra cuidad te pateo el trasero."

"Ajá, claro. ¿A mí?"

Cisco asintió. "Sí, a ti."

Linda negó. "Bueno, como quieras..." – miro sus manos. "Esto requiere agua y jabón por lo que veo. Ya regreso." – dijo volviendo la mirada hacia ellos, y se fue con una sonrisa caminando al baño.

Cisco le dio una mirada a Caitlin, extendiendo una estúpida sonrisa en su rostro. Caitlin negó, pero Cisco asintió, volviendo a mirarla. "¡No, no, no! Vamos teníamos un trato. ¡Paga!" – casi chillo, extendiendo la mano.

"Bien, lo admito. Me ganaste" – dijo ella, entregándole de mala gana un billete de cien dólares. "Toma"

"¡Sí! ¡Sí! Ven con papá, justo lo que necesitaba para comprar cosas..."

"¡¿Hicieron una apuesta?!" – casi grito Barry, sorprendido mirando a las dos personas en la mesa. Ambos negaron, volviendo la mirada. "Enserio."

Cisco negó. "No, no puedo mentir. Barry ni de cerca"

"¡Cisco!"

"Lo siento hombre enserio, apestas en comer cosas picantes..."

"Pero..."

"No le creas" – intervino Caitlin. Acariciando su mejilla, dejando un beso suave en ella. "Mi campeón de especias"

Se acercó a darle un beso en los labios, pero justo cuando toco la comisura de sus labios se retiró por el ardor del picante al instante.

"¡Eww, Qué asco!"

"Quizás cuando no tengas jalapeño en los labios." – Murmuro Caitlin. Barry siguió tomando su agua tranquilamente, con Caitlin a su lado.

Casi dos semanas habían pasado, desde que Ronnie decidió irse al darse cuenta que no iba a lograr restaurar la confianza y el amor de Caitlin. Y del hecho que Caitlin ahora estaba más cercana a Barry. Una extraña sensación de calma los invadía, una sensación de calma que pronto anunciaba algo de tormenta dentro de unos días más.

"¿Ahora de quien es turno?" – pregunto Linda regresando del baño.

"Hmmm no lo recuerdo." – dijo Cisco, "¿Barry?" – el nombrado se paró, excusando un momento para pagar la cuenta, pero Linda le detuvo en medio del camino. "¿A dónde vas?"

"A pagar."

Ella negó, palmeando su hombro. "Nope, pequeño Allen." – se giró dándole una sonrisa al chico de la caja, quien respondió y negó, volviendo a limpiar la barra. "No te preocupes, todo ya está pagado, además no dieron un descuento adicional muy generoso."

Cisco le dio una mala mirada. "No, no, eso no es correcto."

"¡Cisco!"

"¡Enserio! ... ¡Tú! ... Quiero decir, esto...bueno aquí sabes."

"Amor" – dijo acariciando su mejilla. "¡Tacos libres!" – ella se encogió de hombros mientras le sonreía de forma adorable.

"No voy a caer en eso."

"Linda..." - dijo Caitlin.

"¡Coqueteaste por tacos!" – sentencio Cisco.

"Bueno, lo intente, y resulto. Además tenemos para llevar"

"¿No vamos?" – intervino Caitlin en su charla de niños.

Barry asintió, tomando la mano de Caitlin, saliendo a su lado hacia las frías calles de Vancouver.

"¿Entonces a donde vamos esta vez?"

"A un lugar."

Linda rodo los ojos.

"Vaya que especifico." Ante la respuesta de Barry.

Barry no le hizo caso, caminado con Caitlin de la mano. No faltaba mucho para llegar a la pequeña puerta de la acogedora cafetería.

"Enserio" – gruño Linda.

"Otra vez aquí, Barry" – se quejó Caitlin.

"¡CAFE!" – grito Cisco llamando la atención de los tres. "¿Qué? Me muero por un poco de ese líquido amargo."

"Un día de estos vas a explotar de tanto café que tomas Allen."

"Es la séptima no espera..." – Barry trato de hacer memoria. "La octava vez que lo dices Linda" - murmuro mientras abría la puerta para Caitlin.

Caitlin le dio un beso en la mejilla. "Déjalo en paz Linda"

"Oye, sabes que es cierto"

"Igual, déjalo en paz" – dijo ella, dándole una mirada a su amiga. Barry se sentó en una de las mesas de la esquina, es lugar perfecto, con vista a la calle. "¿Hueles eso?"

Barry asintió. "Son los muffins que preparan..."

"¿Donde?"

"Ahí" – señalo, el mostrador. "Hale se muere por esos muffins."

Pero Linda no espero a que Barry terminara y ya estaba haciendo su camino hacia el mostrador de delicias.

"Iré con ella" – anuncio Caitlin, en el mostrador un postre peculiar le recordó a alguien.

***

"Tranquila, tranquila. Si, te tengo" – dijo él, extendiendo la mano hacia ella, mientras apoyaba el pie. Caitlin, una joven Caitilin, soltó una risa por lo bajo antes de aceptar tomar su mano, puso un pie delante como apoyo para subir. "Espera un segundo," – sentencio mientras dejaba la mochila que tenía en la mano. "Espera..."

"¿Ahora?"

Asintió. "Perfecto, ahora vas a poner tu pierna izquierda por aquí" – toma con cuidado su mano, dándole un apoyo.

"Y... ¿Qué más?" – pregunto ella.

"No, no así está bien. Perfecto..."

"Y.... perfecto." – concluyo dejando ir su mano.

"¡Listo!" – le da una simple sonrisa, antes de volver su rostro al cielo.

Caitlin sonríe también. "Gracias"

El frio viento de la noche, golpeaba su cabello, llevándolo de un lado hacia otro por todo su rostro. Con un movimiento de brazos ajusto su chaqueta, mirando hacia abajo, era una larga distancia. Ambos se encontraban a pisos de distancia, en la cornisa de la azotea del hospital.... Este ultimo que quito la chaqueta azul para ponerla en sus brazos.

"¿Qué es lo que tengo que ver supuestamente?"

Levanto su brazo. "Solo...mira de cerca a la luna" – comenzó a explicar. "Mira, como está creciendo... lentamente..." -una ráfaga de frio aire, creció haciéndola apreciar más la chaqueta azul.

"Una sombra..." – observo ella.

"Creciendo... lentamente..."

"Si" – respondió el. "Poco a poco, como puedes ver" – hizo otra seña. "Mira detenidamente..."

"Espera, si la veo"

Sus ojos se iluminaron con una sonrisa.

"Entonces, querida Caitlin..."

"¿Entonces qué?"

"¿Qué paso en la mañana?"

"¿A qué te refieres?" – pregunto Caitlin con tono inocente. Él levanto una ceja, dándole una pista de lo que se refería. Del pequeño incidente que habían tenido aquella mañana, viendo como la había afectado. "Sobre eso."

"¿Eso?"

Ella negó. "No es nada."

"Cait, eso no se vio como si fuera nada." – miro los ojos de su hermana, haciendo una conexión. "Ese chico y ella..." – Caitlin esperaba que él no continuará. "Definitivamente te afecto... ¿Tengo que patearle el trasero? Link estaría feliz de ayudar, al igual que Nico..."

"Charlie..." – rogó ella semi riendo, porque sabía que implica si sus amigos se metían. "Por favor, no creo que debamos hablar de eso esta noche. Cuando te recién te puedo ver después de tanto."

"Ah es ser attending me está matando, son muchas horas...pero bueno...bueno..." – dijo levantando las manos de forma inocente, con una sonrisa pícara en su rostro. "Por favor no dejes que es esa chica Iris se meta en tu camino o muchos menos te afecte en algo..."

***

"¿Cómo va el embarazo?" – pregunto Barry. Cisco asintió sin despejar los ojos de celular. Barry tosió llamando su atención de nuevo, había algo detrás de todo eso.

"¿Cisco?"

"¡No duermo Barry!" – casi gruño, tirando el celular en la mesa. "Lo peor es que ella debería estar sintiéndose así, pero yo soy el que no duerme."

"¿Antojos de medianoche?"

"Uno que otro, pero Caitlin le recomendó que se controle, sobre todo con los dulces. Dice que tienes que mantener el balance por el no sé qué..." – añadió moviendo las manos. "Imagina siete meses más con esas rutinas."

"¿Faltan siete meses?"

"Siete meses y tres días conoceré a mi pequeño o pequeña... "

"¿Me pregunto cómo se sentirá?"

"Pues Eddie me conto..."

"¿Eddie?"

"Demonios debe ser mejor que cuando Luke detono la estrella de la muerte."

"Uh-uh Episodio seis, el regreso de Jedi" – dijo Linda, dejando un beso en su mejilla. "Estos son los muffins más increíbles he probado."

"¿Enserio?"

"Deberíamos pedir para llevar."

"No, no, no comete el que tienes y luego piensa en llevar más" – ordeno Caitlin, pasando los cafés de Barry y Cisco.

"A este paso serás un muffin rodante... a una persona" – murmuro Cisco

"Deberías empezar con las vitaminas prenatales" – le sugirió Barry. "Porque ayudan al..."

"No te preocupes por eso, ya me encargué" – anuncio Caitlin con orgullo. "Ya tengo las prenatales que su doctora le receto y verifique la fórmula para ver que no contuviera algún químico excesivo que pudiera..."

"Quizás sí solo me relajo estaría bien" – sugirió Linda.

Cisco hizo caso omiso a Linda siguiendo la conversación de las pastillas con Caitlin, Linda puso una mano encima de la de Barry. "Por favor" – dijo con voz suplicante. "Por favor que se callen y te doy mi muffin..."

"En otras circunstancias hubiera aceptado pero..."

"¿Porque?"

"Solo te están cuidando"

"Enserio, ya sé Caitlin tiene razón." – el asintió. "Bien, cerebritos" – chasqueo los dedos en su rostro. "Escúchenme los dos, no voy a dejar de trabajar" – dijo mirando a Cisco. "O de comer las cosas que como" – miro a Caitlin. "Me voy a tomar las vitaminas e iré a los controles, pero por favor... por favor no enloquezcan con los cuidados..."

"Pero Linda"

"Mira sé que me cuidaran, siempre lo hacen pero ya se están pasando de maniáticos" – dijo, mirando a los dos. "Y porque sé que no voy a poder sola con los dos...ahí entra Barry en su armadura de bronce"

"Es plata... en realidad sería de plata" – dijo algo incomodo.

"Aún no llegas a ese nivel querido" – comento rápido. "En mi rescate, por favor..."

"Si te digo que no aun así terminare haciéndolo..." – suspiro pesadamente. "Qué más da."

Lindo rio, pero pronto su risa se apagó. Sintió como alguien toco su hombro y volteo mirando a la persona delante de ella. Iris estaba parada con un café en la mano borrando la sonrisa de todos en la mesa.

"Hola"

Saludo, moviendo la mano mientras agachaba la cabeza con una sonrisa tímida.

"¿West? ¿Qué haces aquí?"

La garganta de Barry se volvía seca con el segundo que pasaba

"Estaba de paso y los vi..." Los tres chicos miraban la forma en la que Iris le hablaba a Linda. "Quería hmm felicitarla por su puesto de..."

"¿Qué puesto?"

"Ella es la nueva jefa editora..." – contesto Iris a lo que Cisco y Caitlin la vieron sorprendidos. "¿No sabían?"

Linda negó. "Sorpresa amor" – movió las manos en el aire. "Gracias por eso West"

"Yo, enserio...disculpe...no"

"Déjalo ahí."

Suspiro pesadamente. "Bueno, me iré a beber mi café por allá"

Todos en la mesa excepto Caitlin asintieron volviendo a su conversación. A ella le dio algo de pena por lo que termino parándose de su silla.

"Espera"

Iris volteo. "¿Por qué no te quedas con nosotros?"

"¿Enserio?"

Ella asintió jalando una silla para Iris.

"No quiero molestar..."

"Y no lo haces, tenemos espacio"

Dijo Caitlin, Barry se sentía muy incómodo por la situación al igual que Linda pero a Cisco le daba igual porque simple a Barry ella le había roto el corazón tantas veces que ya faltaban dedos para contarlo, a Linda le hizo la vida imposible en una trabajo de principiante antes de llegar a conocer a Larkings y también porque se la pasaba siendo el motivo por el que su mejor amiga lloraba aumentando a eso...que le irritaban las "aventuras" que había tenido.

"Enserio, lo peor fue aquella conferencia de prense la semana pasada en Portland" – cisco asintió al ver que ella toco su hombro.

"Quítale las manos de encima" – se le escapó a Linda con la taza cerca de los labios.

"¿Qué ?"

"Que es bueno que te quedes..."

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