Capítulo 34 - Una semana.
"Knock knock traje flore..." – Barry se quedó parado a mitad de camino, viendo la escena desarrollarse en el interior de la habitación. Los dos doctores al lado de la cama de Wells mientras que Caitlin escuchaba atentamente.
"No me mires así. Solo son unos golpes" – musito Wells.
"Oh no, ahí viene" – escucho la voz de Cisco, detrás de él. Cisco estaba parado en la puerta con una taza de café en la mano, los tres estaban en emergencias o bueno habían pasado las últimas horas en emergencias gracias al obstinado científico. Caitlin mantenía la mirada seria hacia el Dr. Wells, quien yacía en la cama de hospital lleno de golpes y moretones.
Caitlin negó, repitiendo cuidadosamente. "¡Cuatro costillas fracturadas!"
La doctora que estaba parada al lado de Henry Evans, simplemente dejo salir una risa, abrazando la Tablet que tenia en las manos y dijo corrigiéndola. "En realidad, son cuatro costillas fracturadas en dos partes, una contusión, severos moretones en los brazos y pequeños cortes en la cara. Hasta el momento."
"No, Evans no..." -dijo el doctor Wells, sabiendo muy bien lo que se le avecinaba con Caitlin.
"Pero fuera de eso, está bien Doc." – bromeo Henry, poniendo su sonrisa elegante sonrisa en su rostro. Caitlin le dio una mala mirada y de inmediato su sonrisa se volvió una línea seria, "Bueno, mal momento...hmm lo que quiero decir en realidad...es...doctor Wells, pudo haber resultado en algo peor."
"Por mucho que me gusto llevarle la contraria al doctor Evans, creo que tiene razón, ese accidente pude haber resultado en algo peor." – sentencio Barry.
"Tuvo suerte de que el policía alertara a los bomberos" – sentenció Caitlin de brazos cruzados.
"Por lo cual doctor Wells," – añadió la interna de cabello ondulado. "Le recomiendo que tome un descanso, lo vamos a poner en una semana de descanso médico en casa y tiene que tomar las pastillas que le demos para el dolor."
"¡Imposible!"
"Digamos que el doctor Wells, no es un hombre que siga órdenes" – dijo Caitlin, con cierto tono de molestia en su voz. Cisco le dio una mirada a Barry, reafirmando lo que Caitlin había dicho hacia solo unos segundos. "Supongo podríamos internarlo... quizás incluso ponerlo en un coma momentario. ¿Suena apetecible?"
Wells, miro a las personas alrededor suyo. "NO"
La doctora Brown, miro con seriedad la escena tan divertida. "Bueno señor Wells, en ese caso me temo que debe cumplir con su semana de descanso, si no quiere que sea un mes."
"¡Un mes!" – casi grito Wells, al escuchar a la doctora. Henry simplemente agacho la cabeza intentado no reírse ante la reacción del doctor.
"Ordenes de su doctora" – dijo la doctora Brown antes de salir de la habitación. Caitlin simplemente lo mirada con una sonrisa triunfante, mientras que Henry le hacía los últimos chequeos al doctor. "¿Caitlin?"
"Dime Lidia" – sentencio Caitlin, dándose cuenta en ese instante que Barry y Cisco estaban parados en la puerta. Caitlin, le hizo una señal para que entraran mientras que ella se acercaba a la doctora.
"Te espero afuera, tenemos algo de qué hablar."
Caitlin asintió, viendo como la doctora salía por la puerta, "¿Acaso están pensando confabular cuantos días más me pueden alejar del trabajo? ¿O me van dar pastillas para dormir y mantenerme callado?"
"Ninguna de las dos opciones suena como una mala idea" – dijo Linda, ganándose una mala mirada por parte del Wells. "Vamos doc, tiene que descansar."
Caitlin asintió. "Pero no lo hará, saben algo, no suena como una mala idea. Veré si podemos conseguir que le den Xanax"
"Uh suena como que eso sería un buen descanso doc, aunque con la morfina le va bien" – dijo Cisco, mirando los tubos que tenía conectado en el brazo.
Henry simplemente se reía de la escena sin decir palabra alguna. "Listo doctor Wells, he terminado, ahora descanse y mandare a una enfermera a revisarlo de nuevo en unas horas."
"No es necesario Evans"
"Doctor" – advirtió Caitlin. "Doctor Henry Evans, en este hospital" – ella se acercó a los pies de la cama mirando a Wells. "Podría por un pequeño momento dejar de ser tan testarudo y simplemente tomar la ordenes de sus doctores."
Wells, le dio una mirada seria, el tipo de mirada que podría congelar a alguien quien no supiera como es el doctor en sí. "He pasado por cosas peores, esto definitivamente no es nada."
Antes de que Caitlin decidiera remeter una respuesta, las palabras quedaron en el aire, mientras los tres chicos sabían a qué situación Wells se refería. La muerte de su esposa en parto, la situación de Jesse a quien tuvo que alejar de su lado con solo 12 años. Cisco entendía más que nadie a lo que Wells se refería, no era nada lo que le había pasado comparado con la situación de perder a su esposa y estar alejado de su hija.
"Doctor Wells," – comenzó Linda. "Es solo por unos días, sino no nos va a dejar más opción que..."
"¡No!"
Cisco se llevó las manos al rostro, tratando de cubrir su risa y preocupación. "¿Qué?"
"Bueno..." - comenzó. Linda le dio una mirada sorprendida mientras que Barry se sentía perdido en toda la situación. "Es que...quizás una de las enfermeras antes de contactar a Caitlin..."
"¡Cisco!"
"No fue culpa mía."
"¿De qué hablan?" - pregunto Barry.
"Jesse" - respondió Caitlin. Saliendo de la habitación para hablar con la doctora. Casi ni dudo Barry, en salir detrás de ella encontrándola apoyada en la pared con las manos en él rostro.
"Oye, oye todo va a estar bien." - afirmo tomando su mentón. Retirando el mentón de su mano apoyo la cabeza en su pecho, Barry la envolvió en sus brazos haciéndola sentir segura. "Solo fue un susto" - murmuro contra su cabello.
Suspiro pesadamente contra el pecho de Barry. "Lo sé, pero francamente tengo miedo de perderlo."
Barry extendió una sonría en su rostro ante las palabras de Caitlin, le pareció algo muy tierno viniendo de ella. Aún más sabiendo que Wells era como un padre para ella. Él padre que había perdido, le contó ella a Barry, veía como luchaba día tras día contra la esclerosis múltiple y verle perder esa batalla día a día. "Sé que no es nada mío, pero siento como si lo fuera."
"Cait" - murmuró Barry su nombre de forma suave al mismo tiempo que dejaba un beso en su frente. "Significa mucho para ti por eso es algo tuyo."
Vio sus verdes ojos de forma directa, tenía un brillo cansado, pero aún se las manejaba para verse igual de hipnotizaste
"¿Vamos a ver a la doctora Brown?"
No había más que decir, asintió tomando su mano. Cambiando con él hacia el puesto de enfermeras. Lidia Brown estaba escribiendo una historia clínica
"¿Lidia?"
"¡Caitlin!" - salto de la sorpresa cuando la muchacha toco su hombro. "No espera verlos aquí, por lo menos esta vez no es tan grave, pero trata de que tome sus medicinas. ¿Sí?"
"¿Qué pastillas le ha recetado?"
Pregunto Barry atrayendo la atención de la doctora, que no debajo de mover los ojos de él hacia Caitlin y de Caitlin hacia él. "Hmmm...te vi dentro ¿Eres?"
"Barry Allen, mucho gusto."
"Lidia, él es mi..."
"Novio" – termino Barry por ella, estrechando la mano de la doctora quien dibujo una sonrisa de sorprendida en sus labios al ver a la nueva pareja. "Un gusto."
"Créeme, el justo es mío." – soltó la mano de Barry, regresando sus manos a sus bolsillos. Lidia Brown, le hizo un gesto aprobatorio a Caitlin. "Entonces, Wells lo dejó vivir después de que le dijeras que era tu novio."
"¡Lidia!"
"Estoy bromeando, Cait. Felicidades."
Ella asintió, mientras Barry mantuvo una sonrisa de labios sellado en su rostro. "Gracias Lidia, me encargare de eso. ¿Algo más?"
"Si, hay una cosa que bueno" - miro a Barry por unos segundos. "Espero que no te importe es un asunto privado."
"Nope, me iré a dar una vuelta."
Respondió alejándose de Caitlin, sin antes darle un abrazo corto.
"Es muy dulce" - alago Lidia entregándole una carpeta. "Digamos que no está en su mejor condición."
"¿Mejor condición?" - dijo apuntando al nombre que el archivo señalaba. "¿Qué paso esta vez?"
"Estaba en Boston la semana pasada cuando me llegaron unos estos nuevos análisis de una paciente, la enferma que me los entrego dijo que era una pena que este rechazando el trasplante que le pusimos... y no solo eso, parecen haber indicios de no remisión."
"¿Cómo es eso posible? Si era totalmente compatible" - Tomo las hojas revisando los exámenes de forma detallada.
"Es cáncer Cait, sabes que no se va a detener tan fácil"
Miraba a Caitlin con rostro calmado, sabia cuanto esto significaba para ella. "Sabes que todo va a estar bien, pero no creo que..."
"¿Hay algo que podamos hacer?"
Lidia se encogió de hombros. "¿Quimio? ¿Terapia? ¿Trasplante nuevo?"
"Caitlin, sabes que no va a aceptar la quimio, ni radioterapia" - recogió los papeles. "Y como su médico tampoco recomendaría eso" - tomo un respiro. En su mente buscaba alguna solución. "Quizás sea tiempo de que vaya a verlos"
Un nuevo comenzaba a formarse en la garganta de Caitlin al no querer hacer la pregunta.
"¿Qué pasa cuando lo...?"
"No sabría decirte con certeza." - Caitlin negó apoyando la historia en el escritorio.
"Debe haber una manera. Lo hicieron antes, y pueden hacerlo ahora"
Lidia asintió. "Lo sé y estoy tratando de averiguar todo lo que pueda, pero Caitlin, yo no soy tu hermano. No puedo hacer lo que él hizo."
Caitlin apretó su mentón al escucharla decir eso, su hermana hacia salvado al paciente del que hablando. "Eso lo sé, Lidia."
"Lo máximo que podría decir es uno a dos años o quizá ni pase el año, sabes como de impredecible el cuerpo humano es."
"¿Solo eso?"
Lidia suspiro poniendo una mano en el hombro de Caitlin. "Estaré la próxima semana por allá, echare un ojo por su casa."
"Gracias Lidia."
"Te mantendré al tanto."
***
"Puedes decirme lo que estás pensando" – le ínsito Caitlin a hablar. Ya que Barry había estado callado desde que salieron del hospital.
Barry negó, apretando las manos en el volante. "Nada, es solo que me parece increíble, como le hablaste a tu jefe." – sentencio él con cierto tono de burla en su voz.
Caitlin rodó los ojos, dejando caer sus manos sobre su regazo. "Bueno, lamento informarte que mi jefe es un hombre muy testarudo. Además, creo que fui acomedida con lo que le dije."
Barry dejo salir una sonrisa, mientras detenía el auto en un semáforo rojo por el centro de la cuidad. Ya era de madrugada, habían logrado salir muy tarde del hospital. Barry poso una de sus manos sobre la rodilla izquierda de Caitlin, haciendo pequeños círculos sobre ella.
"Aun así, es tu jefe."
"Lo sé"
"Un jefe que no deja de darme miedo, debes en cuando" – Barry rio apretando un poco su rodilla, deslizando la mano poco a poco, haciendo que Caitlin se pusiera nerviosa y curiosa por su tacto, pero antes de que algo más pasara la luz cambio a verde, aun así, Barry no retiro su mano, por todo lo contrario comenzó a subirla por su muslo.
"Barry"
"Hmmm"
Giro un poco viendo el rostro de Caitlin, siendo levemente iluminado por las tenues luces de la calle. Caitlin, se sentía frenética en ese momento, mientras que Barry estaba enloqueciendo con el aroma de su cuerpo, teniéndola tan cerca.
"Tengo que decirte algo."
"Claro, dime."
"Bueno son dos cosas," – dijo Caitlin, dejando salir una gran bocanada de aire de sus pulmones, "Voy a tener que viajar a New York dentro de una semana, será un viaje largo, pero intentaré regresar antes de acción de gracias."
Barry abrió los ojos sorprendidos, sabiendo lo que eso significaba. Caitlin no estaría para la cena de acción de gracias. "Oh, ¿Por qué?"
"Cuestiones de trabajo, Wells tenía que reunirse con la junta de New York, pero como esta con descanso medico ahora lo hare yo."
"¿Qué le digo a Hale ahora?" – Caitlin se llevó una mano a la frente, la hermana de Barry ya tenía semanas planeando a cena de acción de gracias, le dio una mirada curiosa.
"¡Es casi una semana! Mejor voy contigo, serán como unas mini-vacaciones" – Caitlin, negó repetidamente ante su propuesta.
"Te vas a aburrir, solo son juntas y cosas con las que tengo que lidiar apenas y voy a tener tiempo para estar en el hotel. Además, estaré de vuelta antes de que lo notes. Sin mencionar lo mucho que Hale y tu papá te van a necesitar aquí" – Barry asintió, pero le dio una mirada curiosa, en ningún momento del día había recibido una llamada confirmando esos planes o algo por el estilo.
"Vale" – susurro él, doblando hacia la entrada del estacionamiento del supermercado, "¿Qué era lo segundo?"
Caitlin le dio una mirada, mientras un silencio crecía entre ellos, no era un silencio incomodo, sino uno reconfortante. El auto se detuvo en el desierto estacionamiento, Barry subió las lunas polarizadas del auto sacando las llaves, esperando la respuesta de Cait.
"Tenemos que comprar comida" – murmuro ella, mirando de frente, tratando de evitar los ojos de Barry mientras que él tenía una mano apoyada en su pierna. Barry, asintió, dándole a entender que estaba de acuerdo con ella. Caitlin movió su cinturón, estaba por quitar el seguro cuando sintió las manos de Barry retirando el mismo el seguro de la correa.
Ligeramente su rostro quedo cerca de Caitlin, y en un instante sus labios estaban sobre los de ella. Moviéndose en sintonía, batallando sus lenguas hasta que el aire le hizo falta. "Nadie puede haber dicho esa frase tan sensualmente como tú"
Ella rio sobre sus labios, dejando que su respiración se regenerara. Caitlin se acercó depositando un suave y dulce beso en su cuello, si en su cuello. Qué lugar tan poco usual para un dulce beso. Pero Barry tomo su rostro atrayéndola más, rápidamente tomo su cintura y jalo su cuerpo hacia el suyo guiando sus piernas alrededor de su cintura.
Su blusa dejaba ver un poco del escote de su pálida piel, al tener dos botones abiertos. "Caitlin" - murmuro Barry contra sus labios, su respiración era superficial, sus ojos verdes brillaban de lujuria y deseo, su cabello estaba ligeramente alborotado. "¿Estas seguras de esto?"
¿Lo estaba? No sabría decirlo, pero en su mente algo decía que debía hacerlo. Al menos como compensación por las mentiras que comenzaría a decir. Se movió un poco inclinando la cabeza hacia el lado izquierdo, viendo el rostro ansioso de Barry.
"Sí, te necesito."
Murmuro, esas simples palabras. Despertaron el deseo en Barry, quien soltó un gemido cuando ella mordió su labio inferior. Con eso fue suficiente para que comenzara una sesión de besos y caricias apasionadas.
Retiro su chaqueta deslizándola suavemente por sus brazos, poniendo una mano en la cintura de Caitlin sin dejar de besas sus labios. Tiro la chaqueta hacia la parte de atrás mientras ella le daba besos en la quijada pasándolo directamente al cuello donde comenzó a buscar la pequeña debilidad. Barry pasaba sus manos por la espalda subiendo poco a poco su blusa, apegándola hacia el volante cuando beso detrás de su oreja dejo salir un gemido muy sensual.
Ella comenzó a desabrochar los botones de su camisa pasando sus frías manos por el pecho de este, dejando un ardor excitante sobre su piel. Apretó más su cintura haciéndola caer sobre su cuerpo.
Escuchar la suave risa de Caitlin era gloria para él, pero esa acción cambio rápidamente cuando Barry dejo un beso en la parte expuesta de sus pechos. Con sus agiles dedos desabrocho los dos últimos botones cuando dejo a la vista el sujetador negro transparente. Sin desabrochar el sujetador le dio una mirada rápida antes de sacar uno de los pechos de Caitlin.
Tomando un pezón con su boca pasando la lengua alrededor haciendo que Caitlin gimiera. Una de sus manos fue a su espalda baja acercándose más hacia él, su mano totalmente extendida cubría toda su espalda baja.
"Son tan suaves" - susurro sobre su piel, volviendo a atacar sus labios. Pero un fastidioso pitido malogro el momento, lo ignoro jugando con los labios de Caitlin, pero no pudo seguir cuando el tono tan familiar volvió a sonar. "¡Mierda, es mi papá!"
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