Capítulo 29 - ¡Hola ojos verdes!
Hospital Central de Vancouver – 2 AM
Una calma algo peculiar se sentía en el piso del hospital, eran casi las dos de la mañana, y Caitlin no podía dormir. Seguía sentada en la cama, con todas las luces apagadas a excepción de las pequeñas luces de los aparatos a los que estaba conectada. Por medio de la izquierda ventana, podía ver el pasillo y la estación de enfermeras que estaban sentadas ahí y por medio de la ventana derecha podía ver las tenues luces de la cuidad.
Con un profundo respiro, contemplo la idea de llamar a una enfermera para pedir un sedante, pero esas inyecciones la hacían sentir mal al momento de despertar. Miro alrededor de la habitación y noto a Barry dormido, doblado incómodamente en un pequeño sofá. Penso en decirle algo, pero prefirió no hacerlo.
Luego de la pequeña escena de celos que le hizo frente a Henry Evans, dejo salir una respiración calmada y apretó el botón para llamar a la enfermera.
"Hola cariño, ¿paso algo?" – pregunta una enfermera de piel morena, eran tan amable con ella. Que casi se sintió mal de llamarla.
"No, no" – casi susurro, y la enfermera entendió que debía mantener la voz baja. "Por favor, podría alcanzarme ese celular" – ella asintió, y le paso uno de los dos celulares que estaban cerca de Barry.
Caitlin, le dio un mudo gracias y prendió la pantalla. Casi al mismo instante noto que el celular no era suyo, ya que de fondo de pantalla tenía una foto de ella, eso le hizo soltar una sonrisa, pero algo borro su sonrisa en un dos por tres. Había varios mensajes de una persona llamada Patty.
Pensó en desbloquear el teléfono, pero simplemente negó. "No, este no es el mío. Me puede pasar el otro por favor."
La enfermera asintió, le dio el teléfono y se retiró del lugar.
"Te extraño Cait. C" – hace dos días.
"¿Cuándo vienes a verme? C." – hace un día.
"Hola Cait. ¿Estás muy ocupada este fin de semana? C." – ayer a las 20:59 P.M.
Ni bien vio los mensajes, respondió hacia las personas que los envió.
"Hola!" – hoy a las 2:30 A.M.
"Pronto nos veremos, he estado un poco ocupada." – hoy a las 2:30 A.M.
"La próxima semana estaré por allá, y nos quedaremos todo el fin de semana." – hoy a las 2:30 A.M.
A la mañana siguiente, y como era de esperarse. Linda corrió a abrazar a Caitlin, casi abalanzándose sobre su desayuno, se colgó fuertemente de su cuello mientras decía. "Me pegaste el peor susto de mi vida" – se alejó rápidamente golpeando su hombro y volvió a abrazarla. "No, lo vuelvas a hacer nunca. Pero no sabes cuándo me alegra verte mejor."
Cisco, saludo con un gesto a Caitlin sentándose en el mismo sillón en el que Barry estaba durmiendo. "Hey Bar..."
"¡No lo despiertes!" – le urgió Caitlin en un susurro. "Deja que duerma."
"Debería ir a casa, ha estado durmiendo aquí por días."
"¿Qué no ha dormido en toda la noche?" – ironizo Linda, sentándose en el borde de la cama.
"Intenta dormir en un sofá como este" – susurro Cisco, "Demasiado incómodo para mi gusto." – antes de que pudiera decir algo más, el teléfono de Barry volvió a sonar. "¿Debería?"
Barry negó. "No, probablemente es Hale" – susurro medio dormido, Barry tanteo por su celular y sin abrir los ojos contesto, presionando el altavoz. "¿Hola?"
"¡Hola ojos verdes!"
"¿Patty?"
"¡Sí!" – se escuchó una risa nerviosa. "Hola ojos verdes, ¿Te desperté? Supongo que te desperté. Bueno te llamaba para decirte que..." – antes de que ellos pudieran seguir escuchando, Barry se paró saliendo de la habitación.
"¿Ojos verdes?" – pregunto Cisco
"¿Patty?" – pregunto Linda, mirando a Cisco y Caitlin. "¿Porque llama a Bartholomew ojos verdes y a esta hora?"
"¿Bartholomew?" – pregunto Caitlin sorprendida.
"Estoy comenzando a tomarle cariño a ese apodo" – dijo Linda sarcásticamente. "Bueno, como sea. ¿Quién es ella?"
"Desde ayer esta que recibe mensajes y llamadas de Patty."
"¿Desde ayer?"
"Si estábamos en la cafetería y tomo una llamada de ella, parecer ser..." – Cisco, corto lo que decía al ganarse una mala mirada por parte de Linda. "Parece ser que eso era algo que no tenías que saber."
Después de unas cuantas malas miradas más, Cisco dio unos pasos atrás acercándose al marco de la puerta. "Saben, mejor voy a ayudar a Barry con los trámites para que te den de alta."
"No Patty, debemos tener ese acuerdo para la próxima semana y... sí...claro...comprendo." – asintió, mirando hacia el techo. "En ese momento no puedo ir a San Francisco, de verdad Patty...no creo que pueda por... pero si acepto la cena."
"¿Barry?" – se dio vuelta encontrando a Cisco ahí parado.
"Escúchame Patty, hablamos en otro momento." – sentencio, cortando la llamada. "Dime Cisco, ¿Te ayudo en algo?"
"¿Quién es Patty?" – pregunto codeando al muchacho de ojos verdes. "¿Alguna dama especial?"
Asintió, dejando salir todo el aire que tenía contenido en los pulmones. "Si es alguien especial."
"Especial, especial. ¿Cómo Cait?"
Barry negó. "No de esa forma. Solo es alguien especial para mí. Sabes que olvídate del tema, vamos por esos papeles."
***
Horas más tarde Barry, conducía calladamente por la autopista. La radio sonaba en una tonalidad baja y Caitlin tenía la mirada pegada a la ventana. Había un tráfico pesado delante de ellos, pero ambos se mantenían calmados y sin conversar. Cada uno perdido en sus propios pensamientos.
El teléfono de Barry comenzó a sonar, pero esto simplemente no respondió, pegando sus manos al volante y los ojos en la autopista. Caitlin no quito la mirada de la ventana, y siguieron en el mismo plan hasta llegar a la casa. Barry se apresuró a estacionar el auto lo más cerca de la casa posible y ayudo a Caitlin a bajar, tratando de cubrirla con su brazo de toda la lluvia que había en ese momento.
"Al fin, llegamos" – anuncio Barry, una vez que guio a Caitlin a su habitación. Abrió la cama para ella, acomodando un par de almohadas. "Descansa Caitlin."
"Está bien, ¿Tenemos algo de comer?"
"Sí, lasaña que Hale preparo ayer...no, no puedes comer eso" – se dijo así mismo, llevándose una mano al cuello. Su chaqueta colgaba de los hombros de Caitlin aun cuando se metió a la cama. "¿Tienes mucha hambre? Podría preparar algo para..."
"No, no. Estoy bien. Lo decía por ti." – murmuro apoyándose mejor contra las almohadas. "Las enfermeras me comentaron que solo te vieron tomando café y bueno Linda..."
"Estoy bien, no te preocupes."
"Bueno." – se giró tomando su teléfono. "Demonios, me perdí dos reuniones importantes en S.T.A.R. Labs"
"El doctor Wells dijo que se iba a encargar de las reuniones."
"¿Cuántos días de descanso tengo?"
"Casi una semana" – respondió Barry, sacando las medicinas y poniéndolas al costado de su cama. "Las del frasco blanco debes tomarlas cada 12 horas una, hasta que se acaben."
"¿Cuántas hay?"
"Unas diez creo" – murmuro cogiendo el otro pomo. "Y de estas cada 8 horas" – dijo. Su celular volvió a pedir su atención de nuevo. "Tengo trabajo que hacer, cualquier cosa estoy en mi estudio. Llámame"
"Bien"
"Por cierto, Jace te dejo esto" – le paso una carpeta de trabajo, saliendo hacia su despacho.
No podía sentirse más decepcionado de como las cosas estaban resultando. Quizás esa era la forma de Caitlin de mostrarle que no lo quería y ya se estaba cansando de la situación en cuestión.
Paso las horas sumido en sus documentos, chequean de vez en cuando el pasillo, pero no había ninguna llamada de ella. Toda la casa estaba en silencio, como cuando estaba solo.
Ignoro el sentimiento enterando su concentración en los papeles que tenía delante. Paso las horas avanzando el trabajo que no había hecho en esos días y viendo unos papeles de la conferencia a la que había faltado.
La conferencia de Washington era una de las que definitivamente le iba a costar caro, era como el comic con de los abogados e inversionistas.
***
Dos días pasaron muy largos y aburridos, casi no se dirigían la palabra más que para darle sus medicinas a Caitlin. Barry se encerró en su trabajo y no salió más.
Las llamadas de Patty continuaron, se hicieron más frecuentes y Barry las tomaba sin dudar. Caitlin termino con su trabajo rápido, no tenía más trabajo por el resto de que su descanso era. Jace se estaba encargando de todo y solo pasaba el tiempo viendo series.
"¿Barry?" – pregunto apoyándose en el marco de la puerta de su estudio. "¿Barry?"
Volvió a decir, pero el abogado seguía metido en sus pensamientos. "...quieres?"
"¿Que?" – pregunto sin levantar la vista.
"¿Quieres un poco de sopa?"
"¿Sopa? No tenemos sopa. ¿Quie...?" – pero se dio cuenta de sus palabras.
"¿Hiciste sopa?" – asintió.
"Tenía un poco de hambre, pero hice demasiada"
Lo pensó, volviendo la vista a los documentos. "No, tengo que seguir trabajando. Tengo mucho trabajo acumulado."
"Siempre tienes trabajo Barry"
"Lo sé, pero esto es importante, además Patty está esperando estos documentos. La sopa puede esperar y..." – su teléfono volvió a sonar, Barry vio la pantalla e ignoro la llamada dejándolo sonar.
"¿No vas a contestar?"
Negó. "Tengo cosas que hacer."
"Bueno." – dijo saliendo del lugar. Su teléfono volvió a sonar pero el no contesto.
Caitlin bajo a la cocina tomando la sopa que ella había preparado sola, era una fría tarde de invierno en donde podría estar tranquilamente con Barry viendo una película o haciendo algo, pero el solo se la pasaba trabajando.
"No importa" – dijo en voz alta, tomando la sopa de fideos con trocitos de pollo que había preparado. Era de las favoritas de Barry. "Quizás podrá querer más tarde"
Guardo un poco en el refrigerador y fue de nuevo a su habitación a ver una maratón de How I Met Your Mother.
***
"No te puedes casar con Barney, Ted te ama"
Gruño viendo la pantalla, eran casi las diez de la noche y unos ruidos se escucharon en el corredor.
"Recién me desocupo, Patty." – Caitlin se levantó de la cama acercándose a la puerta, escuchando pasas en la escalera. "No, pensé eso que los convenios con esa empresa no son rentables además tú lo dijiste."
Bajo las escaleras en silencio con su teléfono en la mano, directo hacia la cocina. "Preferible no, tenemos un porcentaje estricto y..." – escucho su risa
Algo en Caitlin hirvió, ella lo estaba haciendo reír. "No puedo Patty. Tengo trabajo. Tengo trabajo de verdad, además estoy...hmmm cuidando a alguien."
Barry comenzó a rebuscar algo que comer en el refrigerador, buscando entre los depósitos encontró un poco de sopa. "Sí, claro que disfrute esa cena contigo, pero..." – volvió a reír.
Caitlin se acercó por detrás, haciendo sonar algo detrás de ella. "Mierda"
Barry volteo repentinamente. "Patty te devuelvo la llamada" – respondió viendo a Caitlin. "¿Qué haces aquí?" – la pregunta salió más dura de lo que esperaba, pero no le importo.
"Y-yo viene por agua. Para mi pastilla" – respondió sirviéndose un vaso.
Barry asintió sacando el depósito donde la sopa estaba guardada. Otra llamada salto en su celular, viendo quien era apago el celular. "Demonios, no ahora. Aún no he acabado."
Gruño golpeando la mesa, su cansancio era notorio y no se en contrataba en el mejor momento debido al estrés.
Los nervios le jugaban en contra, Caitlin dio un salto en su sitio. "Yo..." – no siguió apoyando los codos en la encimera de la cocina. El celular sonó una vez más, Barry estaba a punto de contestar pero Caitlin fue más rápida y contesto por él.
"¿Qué haces? Dámelo, es trabajo"
"Mírate Barry" – Caitlin no se inmuto el ver quien era y corto la llamada. Tomo una postura intimidante parada frente a Barry que seguía con los codos apoyados.
"Dámelo" – Barry se paró acercándose a ella de forma intimidante, haciéndola sentir como una hormiga por lo alto que era. Su mirada no era la más amigable de todas. "Caitlin"
"Tienes que descansar Barry"
Este rodo los ojos y tomo el celular de sus manos volviéndolo a prender. "Haz lo que quieras Caitlin, pero yo tengo trabajo que hacer."
"Que rayos pasa contigo" – regaño mirando a Barry, quien tenía la mirada enfocada en el iPhone. "¡Barry!"
"Estoy ocupado, Caitlin."
"Hace literalmente un segundo pedias que tu trabajo se detuviera y ahora..."
"Déjame en paz, es mi problema no el tuyo."
Sus palabras fueron duras hacia ella. "Claro que es mi problema respondió, eres mi...eres mi..."
"¿Soy qué Caitlin? ¿Tu amigo? ¿Tu novio? ¿El idiota sin oportunidad?" – dio unos pasos hacia ella. "¿Qué soy Caitlin?"
Ella negó, sabía a lo que Barry estaba jugando y no era nada agradable.
"No esto de nuevo" – gruñó ella recordando la misma actitud que años atrás tuvo con ella en una de sus grandes peleas. "Si piensas que gritando y alejándome conseguirás que me vaya no podrás he soportado a peores que tú"
"Es mi trabajo Caitlin, tengo que hacerlo y tu evitando que tome mis llamadas no me ayuda, interfiere con lo que hago" – gruño con la euforia del momento. Se giro, sentándose en una pequeña butaca. "No interfieras por favor quiero estar en paz."
Sus palabras cayeron como dagas en Caitlin.
"Okey," – respondió. "Debería ir a casa entonces..." – sentencio volviendo sus pasos hacia su habitación.
"Mierda" – susurro Barry, mientras la veía subir las escaleras. Con un tono más calmado entro la habitación de Caitlin, viendo que tenia un bolso de mano donde metía sus cosas personales. "No hagas esto" – escucho a Barry decir detrás de ella más calmado.
"Déjame pasar" – su voz comenzó a quebrarse pero su rostro se mantuvo firme. "Fuiste muy específico Barry"
El negó, cubriendo su salida. "No me refería a eso, Caitlin yo...discúlpame ¿Si?"
"¿Porque? ¿No es lo quieres?"
El negó, mirando a la chica de ojos avellana. "¡No te entiendo!" Grito Caitlin sentándose en la cama. "¿Qué es lo que quieres?"
"Solo quédate" – rio amargamente. "Quiero que te quedes, por favor"
"¿Para qué Barry? Si, llevas días siendo así de frio conmigo."
"No estaba siendo frio, estaba manteniendo mi distancia eso es todo..."
Caitlin negó. "Desde que desperté en el hospital estas así... ¿Qué es lo que quieres Barry?"
"A TI" – gruño llevándose las manos a la cabeza. "A TI, te quiero a ti y nadie más quiero, quiero..." – se acercó a ella hipnotizado por sus ojos.
"Quiero estar contigo, que tu estes a mi lado y seas únicamente mía." – rio amargamente. "Ver como Evans te tocaba yo..."
"¿Henry?" – pregunto ella, mientras el negaba furioso al escuchar su nombre. "Pero si es su trabajo, es médico Barry"
"No notaste como te miraba, como te tocaba. Él...y pensar solo que trabajas con él" – su mandíbula se ensanchó apretando el puño derecho. "Pensar que podría besarte, tocarte o que solo esté cerca de ti...me enferma."
"Es inversionista de mi proyecto Barry..." – caminó unos pasos. "Proyecto que tu..."
"Que yo..."
"Dilo Cait"
"Sabes a lo que me refiero..."ella se puso delante de él, muy cerca de su rostro.
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