Capítulo 22 - Los hermanos Evans.
Un pequeño golpe hizo que se diera cuenta de que Caitlin llevaba ya minutos intentando captar su atención, pero como era usual, no comprendía bien sus señales. "¿Qué pasa? ¿Qué hice ahora?"
Caitlin negó, moviendo su cabeza hacia el muchacho que estaba preparando los papeles. "¿Qué pasa con Jace?"
"Pregúntale a qué hora almuerza." – susurro mirándolo. Jace era su nuevo interno, hacia unas semanas que lo habían contratado. Se ganó la oportunidad por sus altas notas en la universidad y el programa que Wells ofrecía por medio de STAR labs. Poco a poco se iba acoplando a ser el asistente de Caitlin y Cisco en lo que requerían.
"¿Por qué?"
"Cisco" – susurro en voz de advertencia mirando hacia él chico de las gafas negras.
"¿Jace?" – él chico levanto la mirada, listo para recibir órdenes de sus dos jefes. "¿A qué hora es tu almuerzo?" - El chico se llevó una mano al cuello, intentando no enredarse con sus palabras.
"Mi almuerzo...err...comenzó hace cuarenta minutos."
Respondió algo temeroso y comprensiblemente apenado. No le gustaba hacer frente a las personas debido a que su personalidad era introvertida, además de tener un leve grado de autismo que afectaba sus habilidades comunicaciones, pero aún así era brillante en su trabajando y su clase, siendo el top de su carrera.
Caitlin se levanto se la silla, visiblemente sorprendida. "Tienes que avisar, Jace" – dijo con voz calmada. Camino hacia él, diciéndole que no era por molestarlo pero que debía avisar estas cosas y que se tomara la hora completa de almuerzo. Ella negó, ante la insistencia del muchacho, con una cálida sonrisa en sus labios. "No es ninguna molestia, Jace" - El muchacho se quedó estático atrapado en su sonrisa. "Toma un descanso, debes estar con hambre y cansado como nosotros"
"Ni que lo digas, yo muero por comer algo desde hace unas horas" – añadió Cisco – "Así que estaba pensando en salir a comer algo ¿Les parece si vamos a Paper Clips?"
Jace se quedó estático sostenido la manga de su camisa, tratando de no mostrarse incomodo antes Cisco. "No puedo."
"¿Caitlin?"
Ella también negó, excusándose a terminar el trabajo que tenía acumulado. "Pero voy a ir yo solo a comer"
"Sí y no."
Jace la miró confundido. "Si, vas a ir a comer y no solo porque todos los días almuerzas con Linda"
"Cierto Snow"
"Ya vete Ramón"
***
Dándole una mordida a su helado de vainilla, mientras daban un paseo por alrededor de las instalaciones del laboratorio, soltó una pregunta esperando que su asistente no se incomodara. "¿Puedo saber de dónde eres, Jace?"
"Sí, doctora, Nueva Y-york"
"Es una bonita ciudad."
"Demasiada b-bulla"
Soltó una risa. "Lo sé, pero en invierno es perfecta." Murmuró. Enseñándole los distintivos departamentos de alrededor, Jace daba una mirada sorprendida a todo el lugar. Si bien había tenido el tour del lugar, solo les mostraron a grandes rasgos las instalaciones. Caitlin lo llevó en un tour más personalizado. "Oh...y bueno este es el piso de laboratorios de desarrollo...de vez en cuando trabajo aquí por lo tanto tú también lo harás..."
"¿Enserio?"
Asintió. "Si, ahora mira este scanner en 3D y ahora estamos trabajando para apoyar a Seattle Memorial Hospital en imprimir un conducto para..." – Jace se quedó mirando hacia una persona embobado. "Y....ese es Harrison Wells nuestro fundador y jefe"
"¿El doctor Harrison Wells?"
"El mismo, ven vamos a acércanos" – camino con el muchacho de lente siguiéndolo atrás suyo.
"¿Caitlin?" – volteo a verla. "Que sorpresa verte por aquí"
"Si, bueno ya no subo tanto por ahora. Tengo papeles que hacer"
Wells le dio una sonrisa de labios sellados al saber a lo que se refería, los inversionistas. "Oh pero siempre es bueno tenerte de vuelta, aunque sea solo por un rato"
Jace dejó escapar un gemido decepcionado bajo, agachando la cabeza. "Tranquilo Jace, vamos a pasar más tiempo aquí te lo prometo"
"¿Jace el...?" – Caitlin asintió. Harrison estiró la mano para que la estrechara, pero Jace solo la miraba.
No sabía qué hacer en su mente todo era confusión, su más grande ídolo estaba frente a él. Estirando su mano, momento con el que había soñado, pero no podía hacer nada, se había paralizado totalmente.
Harrison miró confuso a Caitlin quien solo movió la cabeza diciéndole que espere. "¿Jace?"
"D-doctora"
"¿Estas bien?" – no dijo palabra y salió de lugar rápido.
"¿Qué dije?"
"Nada." – murmuró preocupada.
Harrison regreso su mano al bolsillo del pantalón, dándole una sonrisa ladea a Caitlin. "Tienes uno en un millón." Comento simplemente, volviendo la espalda al piso de investigación. "Bueno, ¿Cómo van con la fórmula del reactor? ¿Encontraron la fisura?"
"Estamos en eso, pero por ahora estoy viendo los nanotecs desarrollados por Mercury Labs, encontré la forma de aplicarlo a células cancerígenas para destruirlas, pero es trabajo en progreso"
"¿Alguna solución?"
"Si, Jace pensó en que podríamos tratar de camuflarlos con los glóbulos rojos, ya que los nanotecs son más pequeños"
"Brillante"
Asintió. "Lo sé"
***
"Espera, enserio me estás diciendo que te van a mandar a Italia, solo para entrevistarlo." – ella asintió, mordiéndose la uña nerviosamente, ni bien le dieron la noticia corrio a contársela a Caitlin.
"Me quieren en el tour de Europa por dos semanas, comenzaría en Francia y terminaría por Dublin."
"Es algo lejos"
"Eso no es lo importante."
"¿Entonces porque estás de ese modo?"
Linda rodó los ojos acercándose a su amiga. "Dos cosas. Uno, este es la oportunidad que tengo para expandir mi carrera profesional y no solo ser periodista de deporte" – Caitlin asintió, era un gran paso. "Segundo, Caitlin este tipo es como un dios griego, es tan guapo que debería ser un delito para el serlo." – ella le dio una mirada preocupada a Linda.
"Sé lo que piensas..."
"Yo no..."
"Puedo ver las ideas formarse en tu cabeza, Caitlin"
"Es solo un actor, Linda" – rodó los ojos a su mejor amiga, unos golpes se escucharon en la puerta atrayendo su atención. "¿Quién será? ¡Adelante!"
"¿Tu nuevo interno, Jake?"
Caitlin negó. "El nombre es Jace y no tengo idea"
La puerta de su oficina se abrió dejando ver a dos hombres que bueno más que hombres parecían ser dos dioses griegos bajados del olimpo. Caitlin carraspeo al ver como Linda se quedó embobada viéndolos.
"Buenas tardes" – saludó uno de ellos – "Me dijeron que aquí podrían encontrar a la doctora Caitlin Snow." - Un tipo alto, con mirada firme apareció en la puerta, sus penetrantes ojos celestes atraían la mirada de cualquiera.
Linda asintió señalando a su amiga. "¿A qué debemos su visita?"
"Queríamos hablar" – dijo el otro de ellos, un poco más alto y sus ojos grises que parecían brillar como dos cometas. "Sobre la situación con el Señor Stuart Evans."
Caitlin se quedó perpleja al ver de quien se trataba.
"¿No fue ese el cretino que se puso faltoso contigo la vez pasada?" – pregunto Linda, volviendo la mirada a Caitlin.
"Ese cretino, es mi padre." – comento Henry Evans con una sonrisa de lado. Linda hizo un ademan de disculpar, pero Henry respondió. "No hace falta, comprendo la reacción."
El primer hermano Evans quien, hasta el momento, permanecía sin un nombre respondió. "Y también el mío."
Caitlin asintió, caminando hacia la pequeña sala de su oficina. "Cualquier problema con el señor Evans, es manejado directamente por el doctor Harrison Wells"
"Solo será un minuto de su tiempo."
El hombre alto, de ojos grises penetrantes no dejaba de mirar a Caitlin, y a ella su rostro le resultaba familiar. "Bueno, ya que vinieron hasta aquí, los atenderé. Les pido sean breves en lo que tengan que decir."
"Sr Evans"
"Doctora Snow."
"Sr Evans..." – comento Caitlin hacia el hombre que permanecía sin un nombre por el momento. "asumo."
"Doctora Snow, venimos a ofrecer una disculpa" – respondió el hermano Evans de ojos grises.
"Señor Evans no es ...."
Henry interrumpió la conversación. "Estimada doctora snow, creo que estamos en un punto en nuestra cordial relación en donde podemos dejar las formalidades de lado."
Caitlin asintió, dándole una sonrisa de labios sellados. "Por supuesto Henry,"
"Eso es mucho mejor Caitlin" – comento, antes de volver la mirada hacia su hermano. "Christian Evans. Somos hijos, como habrá notado ya, de Stuart Evans y venimos aquí a ofrecer una disculpa sincera"
"¿Esto es alguna clase de broma?" – susurro Linda.
"No" – dijo con voz fuerte y clara Christian. "La verdad es que ese día la reunión era con nosotros dos no con él"
"Nuestro padre tiene el mal hábito de interferir en nuestros negocios. Yo manejo la parte de proyecto de nuestro holding y Christian maneja es aspecto financiero como CEO." – respondió Henry notando el cuadro de la pared contraria a él. "¿Van Gogh?"
"La mayoría de los científicos consideran el arte una pérdida de tiempo, como debe suponer que Harrison Wells también lo hace" – comento Christian.
Caitlin negó, "Estaría tan sorprendido de saber que este es un regalo especial elegido por el mismo doctor Wells."
"Debo admitir que tiene un impecable justo" – sentencio Henry, trayendo el folder negro a la mesa.
"Si," – respondio incomoda Caitlin. "Agradezco la disculpa, pero eso no es una solución al problema y si es un tema a fondo, les recomendaría hablar con Wells, después de eso ¿Desean algo más?"
Henry levantó una ceja, curioso, mirando a Caitlin. "Como dijo ya mi hermano, papá tiene un mal hábito de meterse en donde no lo llaman, pero cuando me contó que el hombre que le había dado ese ojo morado era nada más que Harrison Wells, no podía créelo..."
"Pensamos poner una demanda" - Dijo el de ojos grises, con voz fría y directa. Linda contuvo su rabia cerrando los puños mientras Caitlin calculaba sus palabras hacia él. "Debieron golpearlo un poco más fuerte."
Al escuchar esto, las dos chicas se miraron curiosas entre sí. Linda desde la silla del escritorio de su amiga, que ocupaba en ese momento y la doctora de ojos miel, desde el mueble.
"No creo que es algo que pueda ganar" – musito divertida- "¿Es solo eso?"
Henry negó, pasándole el folder negro. "Nos topamos con tu proyecto y..."
"¿Mi proyecto? ¿Ustedes eran los inversionistas iniciales?"
Siguió Christian - "Como le dije señorita Snow, mi padre tiene el mal hábito de meterse donde no lo llaman, mi hermano Henry estuvo interesado en su proyecto desde el primer momento"
"Me molesto y sorprendió al saber que mi inversión no iba más, es un gran proyecto sabes. Quede impresionado con la presentación, no todos los días vez este tipo de ideas sueltas en el mercado y bueno..."
Christian, sonrió de lado antes de hablar. "Los dos quedamos impresionados. Entonces no creo que le moleste explicarnos un poco de su proyecto, entendemos lo básico claro, pero preferiría algo más a fondo."
Caitlin, le dio una mirada a Linda, antes de continuar dudosa con la explicación. "Claro" – asintió acomodándose en su sitio. "Bueno, en sí se basa..."
***
Dos horas después de acordar cena, para discutir más a fondo el proyecto de inversión con los Evans, Caitlin salió de S.T.A.R Labs directo a casa de Barry. Para suerte de ella y como no podía mejorar más el día, una tormenta se estaba desarrollando. No tardó en llegar a casa.
La tormenta tampoco tardó en empeorar, los truenos comenzaban a escucharse a la distancia y el miedo se apoderaba de Caitlin.
"No es nada" – se dijo a sí misma, bajando las escaleras luego de cambiarse. "Solo es una tormenta"
Pero para suerte de ella, esa tormenta cortó la luz, dejando la casa completamente a oscuras. Casi corrió con la luz de su celular al mueble donde siempre solía sentarse con Barry a ver películas
"¿Caitlin?" – escucho a alguien llamar desde lejos. La batería de su celular se encontraba peligrosamente baja por lo que no podía distinguir nada. "¿Cait?"
Barry, dijo su mente mientras saltaba fuera del sofá y se acercaba al muchacho de los ojos verdes que estaba iluminando el lugar con la linterna de su celular. "Caitlin"
Casi corrió a abrazarlo. "Al fin llegas" – suspiro como quitándose un peso de encima.
Barry apoyo el mentón en su cabeza, dejando un beso ahí. "Lo siento, el trabajo se acumuló y se me hizo tarde por todo. Y la tormenta ha creado un gran tráfico afuera"
"¿Tan mal está la cosa?"
"Si" – respondió caminando hacia el mueble. "¿Estas bien?"
Asintió. "Es solo que esta casa a oscuras me da algo de miedo y más la tormenta yo..."
Rozo su mejilla con suavidad, como diciéndole que todo estaría bien. Que no había porque temerle a eso. Su molesta corbata comenzó a darle una sensación de fastidio, lo único que quería era cambiarse y dormir estaba realmente agotado.
"Es mejor si la sueltas." – susurro Caitlin, deshaciendo el nudo de la corbata.
"Si, si cierto"
Sonrió, pero un aire frío se coló entre ellos dos. El viento helado soplaba fuerte haciendo que las ventanas y las mamparas sonarán con un toque siniestro asustando a Caitlin.
"Oye tranquila" – le pidió Barry – "¿Cómo estuvo el trabajo hoy?"
"A-agotador igual que siempre. Pero un poco más aliviado gracias a Jace"
"¿Jace?" - Asintió. "¿Entonces tengo que ponerme celoso de este tal Jace?"
"Si piensas que voy a enamorarme de un niño de 19 años pues sí, de lo contrario..." – no termino su oración porque un trueno hizo un horrible estruendo haciendo a Caitlin saltar de miedo.
"Tu nuevo interno cierto" – volvió asentir. "Qué bueno que tengas ayuda. Te importa si me cambio y traje y luego bajo, estoy incómodo en esta cosa."
Negó. "Anda, también debería cambiarme"
Barry ya estaba casi a la mirada de las escaleras cuando otro sonido, de igual intensidad que del primero, hizo otro estruendo haciendo que Caitlin saltara otra vez.
"¿Te importa si te acompaño?" – pregunto una voz desde la puerta de su habitación. Caitlin, no quería estar sola, debido a que los estruendos de los truenas eran considerablemente estrepitosos.
El negó, abriendo la puerta de su habitación. Siguió su camino acomodando sus cosas, dejando el reloj y el celular en la mesa de noche mientras se desabotonaba con una mano la camisa.
"Avísame cuando termines" – sentencio corriendo al baño, sentándose en el piso con las piernas juntas al pecho.
"Pareces una niña" – susurro Barry arrodillado cerca de ella. El viendo jugo a su favor haciendo esos grandes estruendos de nuevo. "Ven, el piso no es nada cómodo"
Los sonidos seguían llegando de igual intensidad, Barry le tendió una mano para que pudiera levantarse pero otro estruendo y esta vez muy parecido al sonido de un fuerte estruendo, llego a oídos de ellos.
A tal punto de que también hizo saltar a Caitlin a los brazos de Barry, él también estaba asustado. No todos los días se vivía una tormenta como esa en Vancouver.
"Es solo un trueno..." – susurro besando su cabello. Él también estaba asustado, pero tenerla en sus brazos en cierta forma lo relajaba. "¿Qué tal si hacemos algo?"
"¿Cómo qué?"
"No se" – se llevó una mano al cuello. "La verdad no sé, no es que tengamos muchas opciones y estoy muerto"
"Entonces mejor te dejo descansar" – le dijo Caitlin. Barry asintió sin ganas, no quería separarse de ella otro trueno oportuno retumbó por toda la casa.
"¿Podría...?"
"Eso ni lo pidas" – respondió abriendo su cama para ella.
Nota:
Henry Evans es interpretado por Henry Cavill.
Christian Evans, por Jamie Dornan.
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