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Capítulo 16 - Ya puedes salir del closet.


Con el sonido de una profunda y calmada respiración, más una sensación de calor proveniente de una fuente externa; Caitlin despertó sintiendo algo pesado rodear su cintura, mientras intentaba adaptar sus ojos a la grisácea luz que entraba por la ventana. Barry la tenía envuelta en sus brazos. Estaban alrededor de su cintura, y sentía como el aire caliente de su respiración rozaba directamente la parte izquierda de su cuello.

Girando sobre sí misma, con mucho cuidado de no despertar al chico de los ojos verdes. Su rostro relajado, hacía que se viera mucho más joven, como casi un adolescente sin preocupaciones de la vida. Sus ronquidos leves le sacaron una sonrisa a Caitlin, quien puedo contener las ganas de acariciar las facciones de Barry con la yema de sus dedos.

"Si, me despertaras así todos los días, por mi no habria problema" - dijo con una voz ronca, mientras mantenía los ojos cerrados. Caitlin, se sobresaltó retirando la mano, pero la tomo ponienda en la misma posición en la que hace segundos se encuentraba. "No, no...me gusta" - murmuro, haciendo un silencio entre ellos.

"¿Dormiste bien?"

Asintió, abriendo los ojos y posando sus manos en ellos. Ya que la luz de la mañana comenzaba a molesta su vista. "Claro, sin las patadas. Ya no pateas cuando duermes" - cierto sarcasmo podía ser notado en su voz. Giró la cabeza, para ver la expresión de Caitlin. "Oh vamos, sabes que es cierto mi querida doctora Snow."

"Era...señor Allen, y eran pesadillas" - arrugo la nariz, con una expresión fastidiada. "Tampoco eras el mejor roomie sabes, recuerdo distintivamente el fuerte sonido de tus ronquidos. Casi como un oso." - el oji-verde muchacho a su lado, le dio una sonrisa de labios extendidos y ojos cerrados; intentando segundos después fingir indignación.

"No puede contar mi más profundo secreto, Dr. Snow."

"¿Roncar como un oso?" - el asíntio. "Es una peculiar respuesta, si no me falla la memoria, recuerdo que tu más profundo secreto fue el boxer de hombre araña."

Barry apoyó un codo en la cama, para poder sostener su cabeza y dirigir mejor su mirada hacia ella. "Controlate Dr. Snow, al menos yo no tenía un oso de peluche con el cual dormia en la universidad."

Caitlin, le saco la lengua, mientras él se puso serio. "Prometiste no mencionarlo nunca" - gruño. "Pero, aun así, Mr. Toffee era mejor compañía que tú"

"Igual tú, pero lo acabas de hacer" - una sonrisa se formó en sus labios al decir. "Ademas, no era el hombre araña; era Batman. Niña Fresa."

Las mejillas de Caitlin se tiñeron con un rosado color, "Una vez, paso una vez. Además, fue hace mucho, quizas era una fresa pero nadie te gana cuando de manchar pantalones se trata Señor Allen."

Un jadeo perceptible salió de la garganta de Barry. "Cruzaste la línea Dr. Snow" - dijo comenzando a hacerle cosquillas en el abdomen, luego llevo una mano a su cuello sacando más rosas de la doctora, quien para este punto comenzaba a desear que se detuviera. "No, no, es mi venganza. Juraste guardar mi secreto bajo siete llaves."

"Por favor...para ya...no puedo...más"

Tartamudeó por la risa, lo cual a Barry le pareció adorable. "Nopp" - respondió alargando la p por unas milésimas de segundo más de lo usual, pero al hacerle cosquillas su mano resbalo a la parte bajade su abdomen, donde la camiseta y el pantalón tenían una pequeña división de piel al descubierto. Las yemas de sus dedos, pudieron sentir la suave y tibia piel debajo de sus manos.

Poco a poco las cosquillas, perdieron velocidad y se convirtieron en caricias; caricias las cuales iban desde su cuello hasta su abdomen. Mientras los expectantes y nerviosos ojos avellana de la doctora seguían acercándose más a los ojos verdes de Barry. Sin poder contenerse ambos, siguieron acortando la distancia, más y más hasta el punto en donde los labios de Barry podían rosar los de Caitlin.

"¿Puedo?" - sin respuesta perceptible alguna, volviendo a preguntar - "¿Puedo besarte?" - antes de tragar un poco de saliva. Pensó seriamente en retirarse, antes de que algo más vergonzoso viniera de camino, pero un pequeño movimiento de cabeza por parte de Caitlin, le dio el permiso requerido para tomar sus labios entre los suyos, el beso fue lento y suave, de esos que se siente como una suave caricia; de esos que lograron que Barry extendiera una sonrisa por la comisura de sus labios mientras besaba a Caitlin.

Caitlin, pasó una de sus manos por el cabello de Barry, enterrando sus dedos en la suavidad de sus cabello, permitiendo que pudieran profundizar el beso, mientras una de sus otras manos acariciaba el bicep de su brazo. Barry comenzó a mover sus labios fuera de los de Caitlin, comenzo a dejar un rastro de besos mojados desde su cuello hasta la parte donde se uno con el hombre, dando ciertas mordidas a esa sensible área.

Sacándole un gemido más profundo

"B-Barry ddetente" – pero hizo caso omiso a su petición y, por el contrario, la pasión en sus besos se sentía más y más. Caitlin deslizó la mano de su pecho a su abdomen bajo, dejándose llevar por el calor del momento.

"Si sigues por ahí no me detendré" – dijo con voz ronca, besando su cuello. Provocando que mordiera sus labios para acallar otro gemido por el efecto que sus besos provocaban en ella. "Si haces eso...tampoco"

Maldita voz, pensó Caitlin. Solo lograba confundirla más y que quisiera más sus besos. Pero no contaban con los tres golpes en la puerta y un pequeño llamando su nombre. "¿Caitlin?" – hicieron que los dos se congelaran.

"Mierda Matt" – susurro ella alejándose de Barry – "¿Qué hago? Él no puede verte aquí."

"Cree que somos novios" – contesto – "Déjalo pasar"

"¿Cait?"

"Uh, cariño dame un segundo" – grito en respuesta acomodándose el pijama.

Miro hacia todos los lados posibles como escondite. "Es solo un niño, ¿Cuál crees que será su primera reacción al ver a su tío en mi cama?"

"No te va a decir nada" – la mirada de Caitlin se posó en el escondite perfecto, al retorico la verdad – "No, ni loco."

"Por favor" – le pidio, empujándolo hacia el armario cerrando la puerta. De un movimiento se puso una bata larga y abrió la puerta.

"¿Qué paso Matt?" – pregunto fingiendo voz adormitada.

"¿Te desperté?"

"No, no. ¿Qué pasa?"

"¿Me das un abrazó?" – dijo, poniendo sus brazos alrededor de su cintura. Un pequeño estrujón sintió su corazón, ya había escuchado esas palabras antes. "Tengo hambre" – levanto su cabeza mirándolo con ojos dulces.

Caitlin sonrió. "¿Qué hora es?"

"Son las seis"

"Es algo tarde, bien me lavo la cara y bajo a preparar..." – puso un dedo índice en su barbilla como pensando – "hmmm, no se...puede ser....hmmm"

"Hotcakes"

Aun en la misma posición – "¿de brócoli?"

"Puaj, no eso no. No es mi semana de cumpleaños"

Los ojos de Caitlin se abrieron de par en par. "¿Cuando?"

"El sábado, ¿Eso me da Hotcakes?"

Asintió. "Primero alístate, yo haré lo mismo."

"Vale" – contestó corriendo hacia su habitación.

Se giró cerrando la puerta, antes de acercase a la puerta del armario y dar tres pequeños toques. "Ya puedes salir del closet Barry" – dijo divertida.

"Muy gracioso" – gruñó fastidiado, llevandose, una mano al cuello. "No puedo creer que sea su cumpleaños el sábado."

"Eres un mal tío"

Rodó los ojos. "Lo sé"

"Aún tienes tiempo de hacer algo. Quizás, podria funcionar ¿Una fiesta sorpresa?"

"Seria genial pero mi tiempo en la empresa no me lo permite. Esta semana las conferencias están más pesadas y..." – miro a Caitlin dándole un sonrisa de labios sellados.

Era su típico movimiento para pedirle algo.

"No, no y no. La respuesta es no"

Suspiro resignado. "Entonces solo iremos a comer hamburguesas o al parque, ahh va a estar muy decepcionado el pobre"

"Esa es una carta muy sucia para jugar, Barry" – se sentó en la cama, arrepintiéndose por lo que diría. "Bien, pero tú pagaras todos y cada uno de los caprichos que se me ocurra. Desde un collar hasta un castillo inflable"

"Espera ¿De cuanto dinero estamos hablando?" - Caitlin, solo atino a reir, mientras salia de su habitación.


***


Ni bien se dieron cuenta ya la semana habia pasado en un abrir y cerrar de ojos para ellos; el tiempo de Caitlin paso divido entre su trabajo, conferencia y reuniones en STAR labs, ya que estaban a punto de comenzar un nuevo proyecto, y el otro porcentaje en la fiesta tematica de Matt, para la cual recluto la ayuda de Cisco y Linda. Entro ellos y con un puñado de los mejores contactos de Linda, lograron poner la fiesta en pie en solo días.

Por su parte, Barry paso la semana encerrado en su oficina, saliendo a almorzar con el grupo; Linda, Cisco, Caitlin y Matt. Recogiendo y apagando proveedor, así como en la noche mientras preparaba la cena, escuchaba lo que tenia Caitlin planeado. Llamo a Hale para comentarle sobre la fiesta, ella no pude estar más complacida entregando toda la información sobre los gustos de Matt tales como colores, personajes y demás, así como una larga y detallada lista de invitados.

Para suerte de Barry no encontró otro momento para besar a Caitlin que cuando dejaban a Matt en el colegio.

"Tenemos un problema" – anuncio Barry, comenzando con lo planeado por ellos. "Y es uno grave" – añadió atrayendo la atención de todos los que estaban en su oficina. Linda y Caitlin sentadas con Matt en el mueble más grande mientras Cisco checaba su celular.

"¿Qué pasa Allen?" - pregunto sarcásticamente – "¿Se te acabo el café?"

Barry rodo los ojos. "No es eso Linda. Hay una fuga de gas en la casa." – suspiro pesadamente – "Por lo que dice el tipo este no la controlan hasta mañana por la noche, están trabajando lo más rápido posible pero aun así."

Matt miro a Caitlin preocupado. "Oh no, ¿Qué haremos ahora? ¿No vamos a dormir en la calle, cierto?"

"Quizá tú lo hagas, en cambio yo me reserve una suite" – dijo Barry levantando el celular con orgullo. El niño miró a Caitlin con pena, no queria pasar una noche en la calle, era algo horrendo.

"No te preocupes."

"Déjalo que se vaya" – añadió Linda

"Nos quedaremos en mi apartamento, Matt"

"Y como es viernes, será noche de películas" – añadió Cisco alentando al pequeño. "Veremos muchos films de George Lucas"

"¿Star Wars?"

"Eso es más efectivo, nos quedaremos en el apartamento de Caitlin"

"¿Nos?" – Linda negó – "Eso me suena a mucha gente, yo solo escuche que a Caitlin decir Matt además tú tienes tu hermosa suite."

Matt miró a su tío. "Cierto, no te puede quedar con nosotros."

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