Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 8🥀

¡Buenos días, gente!

Por favor, ayúdenme votando y comentando. Escribo este libro porque desde hace mucho quería leer algo como esto,
la principal lectora soy yo, pero si usted se animó a leer el libro y continúa con la lectura demuestre que le gusta. Desanima mucho esforzarse y no recibir un poco de apoyo.

Nada me deben pero aprendamos a apoyar al escritor cuando nos gusta lo que escribe. Dejemos atrás el síndrome de lector fantasma, por favor.

Hasta aquí mi charla, se despide esta escritora quejona deseándoles una buena lectura ❤️

Willow

Morgan y yo somos amigas desde el jardín de niños. Al momento de decidir venir a vivir juntas a New York, nuestras familias pensaban que era una pésima idea ya que una cosa era verse algunos días y otra muy distinta convivir a diario. Mentiría si dijera que allá vivíamos mal. La cosa es que siempre tuvimos el apetito de más por lo que decidimos independizarnos de nuestros padres y conocer más allá de lo que ellos nos permitían. Al llegar, nos quedamos a vivir en el bloque de apartamentos del que se encarga de cuidar el señor Jorge.

Hasta ahora yo misma me sorprendo de lo bien que hemos funcionado. Si, Morgan no es la persona más compatible con la gente al ser tan extrovertida y querer vivir la vida como si no tendrá un mañana. Aunque no está equivocada, a las personas de hoy en día no le gusta ver un rostro tan feliz como el que ella tiene siempre.

Menos a los clientes mañaneros del café que entran como si el mundo entero le debiera y aun no le pagara. No es algo que moleste, en lo absoluto, tampoco me gustan los que vienen en hora de la tarde; básicamente se dedican a sonreír y las voces no se pueden diferenciar entre tanta algarabía.

El motivo es porque esa es la hora en la que los trabajadores tienen tiempo libre y aprovechan para tomarse un café, comer un pedazo de pastel de chocolate o beber un te frio.

La primera vez que llegue aquí me pregunte como soportaría tantas emociones diferentes todos los días. Lo bueno de mi trabajo nocturno es que es tres veces por semana y no tengo que aguantar a los borrachos que les encantan azotar culos para quedar bien frente a sus amigos. Lo digo porque ya me paso, por suerte tenia a Dereck—el seguridad del bar— se encargó rápidamente de la situación. Cuando llegue a casa llore toda la noche con mi mejor amiga acariciando mi cabello y diciéndome que todo estaría bien y que el sacrificio lo vale.

Con eso se ferrería al precio que tenía que pagar por los medicamentos de papá. Tampoco me puedo quejar mucho porque como pueden, los padres de Morgan ayudan a los míos y su madre lleva a Katty todas las mañanas a la secundaria. Morgan y yo hemos sido partes esenciales en la vida de cada una y nunca podre estar más agradecida de la amiga que el destino me mando.

A la hora de la comida nos sentamos en el callejón de la parte trasera del local con nuestras hamburguesas y malteadas.

Por alguna extraña razón que aun desconozco nos gusta comer aquí.

—Dios, estas hamburguesas son de la cosa más deliciosas que he probado—cierra los ojos saboreando el mordisco que le pego a su comida.

—Confirmo, son increíbles—casi gimo de gusto.

Ríe y continuamos comiendo en la tranquilidad que nos brinda el lugar.

—¿Por qué no me cuentas sobre ese nuevo amigo tuyo?

Me mira y luego de tragar sonríe.

—¿No te lo podías aguantar más, eh?—inquiere.

—Admito que no. Así que comienza a contar—la ánimo.

—No sé cómo consiguió mi número, pero en la noche luego de que casi me terminara durmiendo un numero privado entro con una llamada a mi teléfono y al escuchar su voz lo reconocí al instante. ¿Quién olvidaría a semejante manjar?, entre preguntas y respuesta me invito a una salida para la noche siguiente—recuesta la cabeza de la pared y rasca la pegatina de carita feliz del vaso de malteada entre sus manos—Pensé que sería una aventura digna de vivir. No todos los días tengo a un hombre que hace lo imposible por conseguir mi número de teléfono y conocerme—se encoge de hombros.

—Es un poco escalofriante saber que alguien consiguió llegar a mí a horas de conocerme—pienso en voz alta.

—La verdad es que si—responde—Fui muy egoísta. Te arrastré conmigo porque tenía miedo de cómo iban a surgir las cosas. ¿Me perdona?

—Claro, no te preocupes. Mejor dos que una desamparada. Además, no estaría tranquila en casa sabiendo que estas con un extraño.

—Eres muy linda, no te merezco—envuelve nuestros brazos y recuesta la cabeza en mi hombro.

—¿Valió la pena?

—No te lo imaginas—se endereza y suspira—coge como nadie y su polla es...

—Ok, mucha información—la interrumpo incomoda.

Por un momento me pregunto cómo seria acostarse con su amigo, Alexei, y sacudo la cabeza ante esa idea. Nop. No es mi tipo de hombre. Lo mío es más Logan. El lindo Logan.

—¿Y qué tal con el guapote que te llevo a casa?—choca nuestros hombres y niego con la cabeza.

—Nada que te puedas imaginar. No es hombre para mí y sabes que no ando buscando "aventuras" como llamas a tus acostones.

—Vamos, él es el tipo de todas. No me digas que tus ideas anti-amor están por encima de ese chocolatito relleno de cositas deliciosas—mueve las dos cejas y me rio porque es muy chistoso verla haciendo tal cosa.

—Sí, está más que bueno. No lo negare. Sin embargo, solo sería una distracción...

—Pues que lo sea—me calla y agarra mis cachetes—Ese es el tipo de demonios que debes de aceptar con gusto en tui vida. Pruébalo y te dará cosas que no te imaginas. Llévate de la voz de la experiencia, cariño. Nunca estuve tan relajada como lo estoy ahora que cada noche me estoy cogiendo a Damien. Tu necesitas más que relajarte, necesitas olvidarte de lo que se espera de ti para enfocarte en lo que tú quieres para ti. Debes se volver a ser la Will que yo conozco porque esta está olvidando el sentido de la vida.

Suspiro y me levanto sacudiendo mi ropa y echo la basura al contenedor.

—Es hora de entrar. No queremos al viejo Peter encima de nosotras. Y no de manera agradable—hago una mueca y sacudo la cabeza.

Sonríe y niego con la cabeza. Solo ella puede tener esos pensamientos pervertidos.

—¿Que?—pregunta ante mi mirada reprobatoria—Puede ser mi Sugar Daddy.

Trato de borrar esa imagen de mi mente y camino hasta la puerta, pero me detengo

—¿Que pasa?—pregunta frunciendo el ceño.

Miro a otro lado esquivando su mirada y entro un flequillo detrás de ni oreja.

—¿Me castigara mamá por querer follar con un hombre del que apenas sé su nombre?—pregunto con la voz lo más inocente que puedo.

Se tira encima de mí y brincamos riendo como cuando éramos niñas que les gustaba jugar bajo la lluvia.

—¡Esa es mi Will!—besa repetidas veces mi cachete y sin querer me termina dando uno en la boca.

Trato de contener la risa, pero las dos explotamos al mismo tiempo.

—¿Se puede saber cuál es el motivo de esas risas de cabra desquiciada que tienen?

Las lágrimas salen de nuestros ojos y la risa empeora al ver al señor Peter con las manos a cada lado de su cadera y su barriga cervecera que sobresale.

—Sería el perfecto Daddy para ti—le digo a mi amiga que está roja y que trata de controlarse, pero sus intentos fallan.

Peter hace una mueca.

—Vallan a trabaja en vez de estar aquí de vagas que para eso les pago.

Volvemos adentro y le sonrío a Logan cuando me lo encuentro acomodando las cajas de las que yo debía encargarme.

—Eres el mejor—le doy un beso en el cachete y voy detrás de mi amiga al mostrador.

La campana que avisa que hay un nuevo cliente suena y quedo a medias cuando voy a dar mi acostumbrado saludo.

Son dos personas. Una, es el hombre del que antes estaba hablando que me quiero follar y la otra, es una chica con la mano entrelazada a la de él riendo probablemente de algo que dijo.

Morgan me acaricia el brazo repetidas veces dándome una mirada apenada y va a la mesa donde la pareja se sienta dejándome con una conocida pesadez en el pecho.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro