Willow

Abro los ojos despavorida cuando siento que me clavan vidrios fríos en la piel. Estoy empapada de agua. Miro a todos lados y lo único que veo es oscuridad. Muevo las manos y estas se me maltratan al forzar lo que por ruido y material puedo notar es una cadena. Muevo los pies y estos también están encadenados al parecer unidos a la de mis manos.

Mis labios tiemblan y las malditas lagrimas traicioneras me abandonan al traer el recuerdo de como llegue aquí.

Estaba adolorida y extasiada acostada en la cama pensando en todo lo que había pasado cuando un hombre vestido completamente de negro con un traje camuflado y con la cara tapada apareció por el ventanal que daba paso a la playa con un arma apuntándome a la cabeza.

Me asusté en sobremanera y mire hacia la puerta del baño, en ese momento el hombre encapuchado me tomo del brazo desprevenida y me arrastro desnuda por la habitación. Queriendo reusarme termine tumbando una de las maletas y por eso ahora tengo un golpe que sangra en mi cabeza y que en ese momento me dejo inconsciente.

Siento que si no me pegan un tiro en la cabeza en este momento me terminare muriendo de miedo. Mi cuerpo tiembla sin control porque además del agua helada el lugar tiene una temperatura muy baja a la que no estoy acostumbrada.

No veo por ningún lado al encapuchado y tampoco a quien me levanto de mi sueño en el que estaba de luna de miel con Alexey para llevarme a esta pesadilla.

Alexey...

Debe estar volviéndose loco armando muchísimas cosas en su cabeza. Lo más probable es que esté pensando que me escape y que de alguna manera compre al piloto para que me llevara lejos. A pesar de que ya había dejado la pelea atrás sé que de todas maneras la duda debió de quedarle.

Mi familia...

Se van a enterar.

Es imposible que después de esto no sepan todo lo que pasa entre nosotros y que por su culpa estoy aquí. Es obvio que con mi vida de una pobre chica de New York que no se enfrenta ni a una mosca no pude haber hecho un enemigo que tenga este nivel de locura como para secuestrarme.

¿Quién es?

Se que la vida que lleva Alexey trae enemigos, sin embargo, ¿que ha hecho el tan grande como para que secuestren a su esposa en medio de su luna de miel? ¿tendrá que ver con su comportamiento sospechoso? Es posible que se haya presentido esto y por eso acelero la boda y este apresurado con que nos vallamos a la luna de miel. Lloro recordando lo tranquila que era mi vida antes. No soy tan fuerte. Lo amo, pero no me creo capaz de poder con este martirio.

Si a mí me hacen esto, ¿Qué les espera a los niños que en un futuro voy a tener?

Dios...

Las agujas de unos tacones suenan repiqueteando por el suelo. No puedo identificar de dónde vienen. Estoy mareada, tengo sed y creo que dentro de poco me dará hipotermia si no me quito esta ropa.

De las sombras sale una mujer y me quedo mirándola frunciendo el ceño. Su cara se me hace conocida, sin embargo, en este momento no recuerdo de dónde. Debe ser alguien que he visto muy poco como para que eso pase.

Es alta, pelo negro, con un cuerpo bien proporcionado y una actitud de diva. Y no una diva soportable como Natalya. Sino una de esas mujeres que se creen que lo tienen todo y merecen todo aun si pisotean a todo el mundo.

—Bienvenida a Italia, putana—sonríe y se cruza de brazos mirándome despectiva.

¿Italia?

Me lleva el diablo.

¿Putana?

No soy tan tonta como para no entender lo que dice. Mis padres me obligaron a coger unos años idiomas extranjeros y sé que esta chica no me ha dicho que me ayudara a salir de aquí.

—¿Quién eres? —le pregunto y jaloneo las cadenas sintiéndome una estúpida delante de ella.

Debo de verme como una mierda con solo una bata que parece que fue recogida del basurero, el cabello como si me hubiera electrocutado y llena de marcas que las manos fuertes de Alexey dejaron en mi piel blanquecina. Marcas que ella mira con asco cuando se inclina poniéndose a mi altura, haciéndome sentir más como si no valiera nada delante de ella.

—Esa es la pregunta de los diamantes, Willow.

Sabe mi nombre.

Debe saber hasta cuantas veces voy al baño y yo aquí de ignorante que no se ni en que parte de la puta Italia me encuentro, lejos de mi familia y las pocas personas que se preocupan por mí. Rodeada de los que parecen ser los enemigos de mi esposo y que no perderán el tiempo a la hora de dejarle en claro que su orgullo y poderío se lo pasaron por el culo.

El estómago me comienza a doler y las náuseas que me embargan por la falta de alimentos me resta energía que no veo como recuperar en este hoyo de satanás. Me mira con esa pedantería como si estuviera en la sima de su castillo de la mafia y yo en la mierda de donde es difícil que salga viva.

La cosa es que no me miente dándome señales de que estoy muy jodida porque a pesar de que pueda ser importante para Alexey no dejo de serlo solamente para su interés.

Ya cumplió con casarse.

Ya no tiene que seguir fingiendo que me aprecia o que estaba segura en sus manos porque queda demostrado que por más que ponga mil hombres de seguridad a nuestro alrededor esta gente no dejara de encontrarnos. Ellos no dejaran de querer demostrar quién es el que mea más lejos y tiene los cojones bien puestos quedándose como los mejores.

—Soy tu peor pesadilla, niña—contesta y mis huesos comienzan a temblar de nuevo como si estuviera recibiendo electrochoques. Se levanta y comienza a rodearme—Pero me conocen como .

Mi boca se termina de secar al escuchar su nombre.

Es la ex novia loca de Alexey.

Ahora sí que me he chocado contra la pared de la realidad porque en medio del aturdimiento recuerdo su rostro de la fiesta. Esta mujer quiere venganza por lo que no pudo tener y yo sí y eso solo me acojona más porque mientras prácticamente yo lo hice por obligación; eso es lo que ella más desea.

—Se lo que estás pensando—ríe y tamborilea las uñas unas con la otra creando un molesto sonido—Puede que si sea por venganza porque te quedaste con mi hombre. Puede que solo sea por gusto. Pero por la razón que sea, me encanta ver en persona que solo eres una perra desabrida. El peor error de Alexei fue meterse contigo. No eres ni la mitad de lo que yo soy y nunca lograras lo que yo he logrado.

Una risa seca sale de su garganta y ella se detiene frente a mi apretando los dientes.

—¿Has logrado? Mírate, es obvio que eres una niña de mama y papa que no sabe lo que es ganarse el pan de cada día. Lo que tienes no lo has trabajado. Lo único que has hecho es dar el culo como la puta que eras para mi esposo—le escupo en los pies y ella se va a pasos rápidos hacia la oscuridad. Es muy probable que esta haya sido el peor error que pude cometer, sin embargo, no puedo evitar sentir esa rabia que baña mis venas cada vez que habla—¡Eres nada!

La poca luz que alumbraba encima de mi cabeza se apaga y miro a todos lados al escuchar pasos de todos lados viniendo hacia mí.

—¿Qué pasa? —pregunto mirando a todos lados sin poder ver una maldita mierda.

Un sonido conocido retumba en el eco del lugar y toda la valentía que cogí antes se va al caño.

—¡No! —grito al sentir que me rozan con un afilado cuchillo por el costado.

No me hace una herida profunda, pero sí que me lastima.

No es el único rose.

Vienen más por todos lados.

Intento hacerme un ovillo, pero las cadenas de mis pies parecen extenderse aún más para que puedan tener más ascenso a mi cuerpo y no solo me acuchillan, sino que me patean y escupen.

Cada vez llegan más.

Y más.

Y más.

Me patean la cabeza haciendo que esta choque contra en suelo.

Esta vez me acuchillan más profundo los brazos y las piernas.

Me gritan toda clase de malas palabras degradantes que hacen que el llanto más desgarrador abandone mi cuerpo:

Puta.

Basura americana.

Desecho humano.

No vales nada.

No te comparas a nuestra princesa.

De aquí no sales viva.

El único lugar que no me tocan es el vientre y no hace falta porque de todas maneras siento como si me hubieren proporcionado golpes ahí al darme en las costillas.

—¡Alto! —una fuerte voz hace que las paredes tiemblen y todos se retiren de encima de mí.

La luz encima de mi se enciende y no soy capaz de moverme. No tengo las fuerzas para mirar ninguna parte de mi cuerpo más que para escupir sangre por la boca.

Estoy tirada en el suelo mirando la oscuridad.

A donde ahora pertenezco.

Si es que salgo viva de esta no sé cómo voy a poder levantarme y contarle a mi papá todo el daño que me han hecho para que me cante como cuando era pequeña y así poder conciliar el sueño. No sé cómo podré darle la cara al mundo luego de que me hayan pisoteado de esta manera como si en realidad fuera la basura que te encuentras en la calle y pateas. Todo rastro de esperanza que mamá me enseñó a tener ya no existe.

La Willow que lo único que quería era una vida mejor se fue al diablo porque siempre quedara en mi memoria este momento y lo único que deseo ahora es que me maten porque no creo tener las fuerzas para seguir soportando esto.

No soy fuerte.

Debería tener un poco más de resistencia, pero es que últimamente han roto tan mi espíritu que ya no sé cómo salir de este hoyo donde me han metido. Un hombre mayor sale de la oscuridad de donde antes salió la loca de la ex de mi esposo y veo en su mirada la desaprobación a todo esto.

Tarde señor, el daño ya está hecho: hacerme entender que no valgo nada delante de Gianna D' Luca.

Se parece a Mijaíl en porte como si fueran uno de esos hombres mayores con rastros de cana que los años los ponen más galanes y son unos modelos de revista. Tiene algo que no me termina de cuadrar, pero si puede detener esta locura se lo agradecería por el resto de mi vida. Se detiene a mis pies y mira a todos lados como si estuviera viendo a las personas que me lastimaron.

—Son unos imbéciles—escupe y los mira rabioso—¿Cómo vamos a negociar con el cavernícola de Alexei si están moliendo a nuestro pase tener lo que merecemos, imbéciles?

Adiós libertad, era demasiado bueno para ser creíble.

Gianna sale de la oscuridad detrás del hombre imponente y se pone a su lado.

—Yo di la orden, padre—me mira sonriente como si hubiera logrado su cometido.

Ahora entiendo porque no me terminaba de encajar.

Su padre se frota la frente exasperado y pasa una mano por la cara de la hija.

—Princesa, ¿Qué no has entendido cuando te digo que la clave para tenerlo todo es la paciencia?

—Déjenme ir—digo con la voz ahogada escupiendo más sangre—No le importo tanto a Alexey como ustedes creen. Él no le dará nada a cambio de mí. No valgo tanto para él, solo llevamos un día casados. Ni un hijo le di para serlo mínimamente...

Ellos se miran y luego ríen como si les hubiera hecho el chiste más grande del mundo.

Miro a estos dos psicópatas desconcertada y las náuseas vienen a mí de nuevo al ver toda esta sangre regada por el suelo, que salen de las pequeñas heridas que sus matones me hicieron.

—Querida, mucho gusto, Soy Donato. El hombre que te dará una triste y linda noticia—dice burlesco poniéndose a mi altura—Llevas un mes sedada aquí con nosotros.

Un escalofrío me recorre al escuchar esto último.

¿Cómo que un mes?

—Y, para tu sorpresa, en su mágica noche de luna de miel quedaste embarazada del gran Alexey Volkov convirtiéndote en el objeto que hará que ese maldito imbécil me de todo lo que le pida.

***

Holaaa

Admito que me dolió mucho escribir este cap porque Willow están buena y le pasan estas cosas macabras, sin embargo, ya luego recuerdo que todo es necesario para que nuestra chica crezca 🥺

¡Señores vamos a tener bebé Volkov Jones!

Hahahahaha

¿Qué creen que pasará en el siguiente capítulo?

¿Qué piensan del embarazo?

¿Cómo creen que va a reaccionar Alexei?

Recuerden dejar sus votos y comentarios. Ayudan mucho a que otros puedan conocer a nuestros chicos❤️

Hasta el próximo capítulo ✨