Capítulo 16
Alexey
Mi mente está nublada de un deseo incontrolable que si no lo controlo me volverá a loco. No sé qué me ha hecho esta mujer, o sí lo sé, solo que no puedo digerir el hecho de que aceptó el contrato y que eso me haya excitado.
He conocido a un montón de mujeres y ningúna-exceptuando a una chiquilla molesta que tengo tiempo sin ver-por respeto o miedo, se atreve a joderme como ella.
Sus ojos echando fuego, sus tetas subiendo y bajando con cada respiración acelerada que toma.
Es alucinante.
Debo de controlarme y recordar el propósito por el cual la tengo conmigo. Pero mi mente se niega ya que cuando termino de quitarle la última pieza de ropa lo que tengo enfrenté es simplemente... increíble.
-Eres hermosa-el susurro se me escapa sin poder evitarlo.
Su piel lechosa, sus bonitos pechos que doy por seguro se amoldan a mis manos, la pequeña cintura y las piernas increíbles que esta mujer conserva es una delicia.
Antes tal vez me burle con los chicos de ella ya que siempre vestía conservadora. A la mierda. Ahora confirmo que mataría a cualquier hombre que se atreviera a mirarla de forma lasciva.
«¡Mía!»
El órgano que late en mi pecho lo grita y su cuerpo hambriento de mí me lo confirma.
-Alexey...
-Shhh-coloco un dedo en sus carnosos y suaves labios hinchados por nuestro apasionado beso-Déjame admirar tu delicioso cuerpo. Solo por un momento.
Ya he perdido la cabeza.
Si Damien o Aiko se enteraran de que ando de cursi, se burlarían de mí el resto la vida luego de decirles en pocas palabras que ella no era importante.
-Te necesito-ruega con la mirada desorientada.
Dejo un dulce beso en su cuello, voy bajando a sus pequeños pechos y chupo el capullo arrugado, gime y se retuerce por lo que coloco una mano en su cuello sin hacer demasiada presión, solo para que sepa que si se mueve me detengo.
La miro a los ojos y chupo más fuerte.
-Más-sus labios tiemblan.
Me muevo al otro dándole la misma atención.
-¿Más?-pregunto y asiente frenética-¿Quieres que te folle, Willow? ¿Qué taladre tu bonito coño con mi polla?
Se impacienta y soy rápido a la hora de agarrarle las dos manos por encima de su cabeza y presionarlas contra el colchón.
-No te muevas, maldita sea-gruño.
Asiente y me complazco al verla tan sumisa ante mis demandas.
Esta vez voy más allá y cuando la veo con la intensión de juntar las piernas la amonesto dándole una palmada en el muslo. Tímidamente las separa y yo me deleito con el dulce olor de su feminidad.
Le doy un lametazo y compruebo que mis fantasías eran ciertas, «sus jugos son dulces».
-Nunca he probado nada cómo tú, Malishka-le digo con la voz engrosada por el deseo-Eres como un bombón deliciosamente dulce y amargo, cariño.
Me prendo de nuevo y chupo como desahuciado, ella gime y se retuerce.
-Maldición, Alexey-se retuerce y le recuerdo su lugar.
Siento como su cuerpo comienza a temblar y le doy una palmada a la húmeda vagina.
-¡Oh!-grita mojando mi boca cuando llega a un orgasmos arrollador.
Cuando me quedo satisfecho me limpio la cara con el edredón bajo su cuerpo y le dejo un último beso que hace que su cuerpo tiemble aún más.
Me termino de quitar toda la ropa y la tiro a un lado.
A pesar de lo agotado de su cuerpo, veo su intención de devolverme el favor cuando intenta tomar el grueso falo con la punta chorreante que desea meterse en su cueva.
-No-le digo firme.
Parece desconcertada y herida cuando se tapa con la sábana hasta el cuello.
-Lo siento, yo solo quería...
-No tienes que disculparte. No lo hago por lo que piensas. Quiero que lo lamas y disfrutes al tenerlo en tu boca, pero ahora no es el momento.
Asiente aún confundida, pero más tranquila.
Voy al baño y cuando regreso con un paño húmedo limpio su rosado sexo.
Nos mantenemos en un cómodo silencio y cuando termino le beso la frente.
-Estuviste muy bien-murmuro antes de encerrarme en la ducha y bajarme la calentura con el chorro de agua helada.
Sé que está dispuesta a ir más allá. Pero necesito arreglar algunas cosas antes de hacerla mía completamente y que no pueda escapar.
Como organizar el anuncio de nuestro compromiso.
Es muy importante casarme lo más rápido posible, el mundo me lo exige, ya que, si el padre de Gianna le da por tomar represalias contra mí o los míos, estaré más preparado y con una sola orden podré matarlo. La perra de su hija no se quedará con los brazos cruzados. La conozco demasiado como para permitirme subestimarla.
Tengo que cuidar de Willow, de mi pequeña e inocente virgen mujer.
De no ser un experto en el ámbito del sexo su poca seguridad me hubiera engañado. He probado lo bastante como para darme cuenta cuando tengo una mujer experta en mis manos y una que simplemente se está dejado llevar.
Willow se dejó llevar por el momento.
Una vez más sonare cursi, pero me siento jodidamente halagado de ser quien probará su manzana primero. Vamos, hoy en día no encuentras ni a una menor de edad que se pueda guardar para el correcto. No te equivoques, no soy un moralista, eso es obvio, pero no está de más dársela a alguien que verdad quieras y no a cualquier pendejo que no es merecedor ni de tus putos labios.
Pero a la mierda.
-¿Va todo bien?-pregunta cuando salgo con la cintura envuelva en una toalla y secandome el cabello con una más pequeña.
-Claro, ¿por qué no?-inquiero.
Dejo la toalla encima de un mueble y me pongo un bóxer.
Cuando me giro la encuentro mirando sus manos y mordiéndose el labio.
-Nada, no te preocupes.
Mhm.
He descubierto con mi hermana que cuando una mujer dice nada es porque significa todo.
-Dime tu inquietud.
Detengo el movimiento de sus dedos al sentarme a su lado.
-Solo quería que lo lleváramos más allá. A lo mejor yo no te...
Pongo el dedo índice en sus labios deteniendo las palabras que dirá y que es muy notorio que le está comiendo la cabeza.
-Mírame-ordeno. Lo hace inmediatamente y acaricio su labio inferior con el purgar-estuvo increíble. El sexo es importante, pero en la construcción de una relación no lo es todo. Eres maravillosa y el que yo no lo haya llevado más allá es cosa mía. Simplemente para mí este no es el momento el que deberíamos hacerlo. No por eso eres menos. Lo eres todo, ¿está bien?
Asiente con los ojos nublados por las lágrimas y me regala un beso fugaz.
Me acuesto y ella pone su cabeza en mi pecho a la vez que enreda nuestras piernas.
Joder, en este momento no podría pedir más.
Quien diría que Alexey Volkov se conformaría solo con un poco de jugueteo.
***
Uy, estuvimos calentones por aquí 🔥
Perdón por el capítulo tan corto. Prometo que el próximo será un poquito más largo. También espero que el capítulo les haya gustado mucho.
Hasta el próximo capítulo ✨
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