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Capítulo 11

Alexey

Tiro el humo mirando el techo y luego dirijo una corta mirada a la chica afortunada de esta noche y a la vez desdichada que trata de tragarse toda mi polla, pero el que tenga saliva regada por la cara y las tetas, confirma que no puede con lo larga y gorda que es.

Es nueva en el trabajo, así que le daré una oportunidad y no la despediré.

-Брат¹-aparece Damien.

Mira a la pelirroja, no me esforcé en saber su nombre, que se detiene y le sonríe coqueta.

-Veo que estás ocupado-recibe el trago que le trae una de las meseras-No perdiste el tiempo y viniste a decir lo fiel que eres con las chicas puras de Perverse-dice destilando sarcasmo.

Perverse es un club que abrí hace unos pocos meses. El uniforme de las meseras es un tanga de látex, con las tetas al aire y tacones. El club es bastante exclusivo, solo con una mensualidad de la membresía te compras un apartamento de lo más cómodo por esta zona.

No es para menos.

Las mujeres que están disponibles son de todo tipo de nacionalidad y de las mejores, hacen que no te pese a la hora de pagar una noche de sexo. Además de que cubre los vicios de los clientes, ya sea drogas o cualquier mierda que te quieras meter.

El servicio es el mejor.

-Un poco, si vienes a joder puedes retirarte-le respondo indiferente, haciendo caso omiso a lo último.

Ríe y me golpea el brazo juguetón.

-¿Qué me dices de tu amada y repentina noviecita, eh?-molesta-Después de todo parece que el romance no duró lo suficiente.

Lo reprendo con la mirada por entrometido.

-Es una pieza más del juego, no te emociones-respodo fingiendo desinterés. La mentira pica en mi lengua.

Los dos sabemos que ella es mucho más que eso y es por eso que me jode.

Finge desilusión.

-Ya hasta estaba planeando ser el padrino de sus hermosos hijos. Pero descuida, aún tengo fe de que algo pueda salir de eso. Después de todo, te has acostado con todo New York mientras la deseabas desde la oscuridad.

Aiko llega y enarcó una ceja en dirección a la pobre chica que aún no me ha hecho venir, sinceramente esperaba más de ella, pero en estos días he tenido en la mente un delicioso culo que quiero invadir, cosa que no me da inspiración.

-Lárgate-le ordeno.

Me mira un poco desorientada al principio, pero luego con una leve inclinación se retira.

-Verdaderamente nunca creí en que hubieses cambiado por esa chica, ella no es tu tipo, es demasiado buena para ti-musita mi gran amigo hijo de puta. Otro que no siempre opina pero que cuando lo haces sientes el peso de sus palabras.

Toma asiento a mi lado haciéndole seña a una mesera.

-Tal parece que no me conocen-mascullo. Me están haciendo enojar y es por eso que lo digo en doble sentido.

Niega con la cabeza burlón.

-Problemas vas a tener cuando veas el regalito que te mandó tu querido ex suegro.

Puta mierda.

Como si la invocaran, la morena de piernas largas y tetas exuberantes camina en nuestra dirección.

Maldigo mil veces más.

Sabía que ver a Massiel en el restaurante anoche mientras cenaba no fue una coincidencia.

Esto va a ser un problema para los planes que tengo, no solo porque Gianna era mi novia que terminé el mismo día que conocí a Willow, sino que si está aquí es porque viene a arruinarlo todo.

Últimamente es a lo que se dedica todo el mundo.

Gianna es la hija del jefe de la mafia siciliana, un buen amigo de la niñez, Alessio De Luca, cuando nos unimos me acerqué más de lo debido a Gianna-por lo menos más de lo que me fue permitido en la adolescencia- terminamos siendo novios por un tiempo. Al principio era entretenido follarla, pero ya luego vinieron sus celos y una de las cosas que más odio es sentirme acorralado por lo que la terminé dejando.

A mi padre le dio igual ya que tampoco estaba muy de acuerdo con ese trato, pero mi madre siempre quiso que estuviera con una mujer de las mismas raíces que su madre, cosa que me valió tres tiras de mierda a la hora de dejarla, aun cuando ella estaba aficionada con que nos casemos.

Claro, eso era antes de que viera lo putamente loca que es.

-Bambino²-me saluda en su idioma natal sin darle importancia a las personas a mi lado.

«Ese maldito apodo que me dan ganas de arrancarle la garganta»

-Buenas noches para ti también, querida-la saluda Damien.

Ella lo señala con sus largas y puntiagudas uñas.

-Tú ni me dirijas la palabra, pequeño hijo idiota-su mirada ponzoñosa se dirige a Aiko-Esperaba más de ti asiático-le gruñe.

Es una víbora.

Sabe que Aiko es silencioso y que casi nunca anda en nuestras mierdas.

-¿Qué quieres?-le pregunto con sequedad atrayendo su atención hacia mí.

Su mirada berrinchuda y sus labios regordetes haciendo puchero me dan repulsión. A veces me pregunto en que pensaba cuando decidí follarme a esta víbora.

-Quiero que vuelvas conmigo-se cruza de brazos y aprieta los labios-... y que dejes a la putita de cuarta que tienes.

Me levanto bruscamente y ella da dos pasos atrás. Toda su seguridad se va al caño al mirarme a los ojos.

-Repite lo que has dicho y atente a las consecuencias. Y te prometo que no será bonito-escupo.

Sonríe y corta la distancia entre nosotros acariciando mi pecho. Solo ella, que parece que perdió el sentido de la vida y la dignidad, se atreve a tocarme.

-Eres mío. Y si te ordeno que la dejes, pues la dejas-dice melosa y trata de besarme, pero no se lo permito tomándola del cuello y tirándola a uno de los mullidos asientos.

-Déjate de joder y lárgate. Papi no está aquí para defenderte-me arreglo las mangas del traje y le dedico mi mejor mirada de odio.

-¿Pero por qué me tratas así?-pregunta levantándose y haciendo ese indeseable puchero de nuevo-Nos amamos. Ya deja de hacerte el duro, bambino. Ya no está siendo vertido.

-No se supone que lo sea-Pamela entra en escena luciendo un corto vestido de cuero negro y unos tacones tan altos que de no saber que es una experta en ello, temería por sus tobillos.

Gianna rueda los ojos y la mira de arriba abajo.

-Mucho tardaste en aparecer, puta-escupe lo último tan engreída como siempre.

«Que ironía que venga de ella»

-Mejor tarde que nunca, querida Gianna-Pamela sonríe ladilla.

-Chicas, no comiencen una discusión que hoy es nuestro día libre y necesitamos completa paz para poder... disfrutar el espectáculo-interviene Damien con una pisca de diversión en su voz.

Maldito. Le gusta este tipo de espectáculos.

Las dos mujeres se miran, mostrando sus deseos más profundos y es ver muerta a la otra.

-Tengo que trabajar. Nos vemos por ahí-Pamela tan descarada como es me guiña el ojo y sonríe picara.

Me acomodo la polla viendo el vaivén de su cadera.

Tan prohibido.

Se que si quiero mantener a Willow a mi lado debo de mantenerme en pasos finos porque, como he dicho millones de veces, ella no es como las mujeres del mundo en el que me muevo.

No soportara que me acueste con cuanta mujer quiera solo por mero placer. Inmediatamente la tenga para mí de una vez por todas, todo cambiara.

Solo espero que sea para bien porque no estoy en andar para juegos a estas alturas de la maldita obsesión que tengo con esa chica.

Las luces se atenúan volviéndose de un rojo apagado y las chicas de Pamela y la susodicha comienzan a bailar en los tubos que salen del techo. Usan bragas y sujetador de perlas dejando muy poco a la imaginación.

Los socios del club inician con el mismo juego de todas las noches. Quien tira más dinero al escenario para llamar la atención y poder tener la dicha de llevarse a una a la cama.

Gianna entrecierra los ojos en mí y sonríe malévola con el rostro bañado en altanería.

-Solo espero que tu nueva amada sea flexible con este tipo de diversión. Nunca sabemos cuándo nos van a sacar de la burbuja en la que vivimos y dejarnos ver los tonos oscuros que tanto adoramos evitar para terminar chocando con ellos-me guiña un ojo imitando a Pamela y se encamina a la salida.

Mi mandíbula se aprieta y mis hermanos y yo intercambiamos mirada.

Esta perra está buscando lo que no se le perdió y está colmando mi paciencia.

Como dicen: nuca hay descanso para los malvados y ya es hora de tener a mi lindura a mi lado porque la cuerda esta floja y no sé cuánto peso podrá seguir aguantando.

Fin del rodeo, ya es hora de mostrar las cartas.

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Брат: Hermano¹

Bambino: Bebé²

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