Capítulo 10🥀
¡Ya volví, que felicidad!
A leer😻🔥
Willow
Estoy ardiendo.
No
Esa no es la palabra.
Mi cabeza está que explota con todas las imagines de él besándose con ella o sonriéndole como lo hizo antes conmigo.
«¿Eso no puede ser celos, cierto? »
El simplemente fue amable desde que me conoció. Eso no quiere decir que iba a ser algo más haya que un amigo o cualquier mierda que el planee ser.
Soy patética.
Lo peor es que no puedo competir con esa chica. Tiene el pelo rubio platinado y un rostro juvenil tan hermoso que mis intentos por ligar con el quedarían menos que a medias.
Pero que estoy pensando»
Debo de ser una mujer madura y posar los ojos en alguien más. Como, por ejemplo, Logan. Sí. Ese es el prospecto de chico que a papá le gustaría que le lleve a casa.
«Sin embargo, no el que me hace comerme la cabeza»
Escucho la molesta voz que me incitaba a cometer cosas malas en la niñez. La ignoro y sigo mirando como una tonta a la pareja hasta que Morgan se gira luego de tomar sus pedidos y no me cuesta leer en su expresión el "disimula o se dará cuenta de que mueres de celos". Pero no son celos. No soy ese tipo de personas. Soy pasiva y amable.
«Eso fue hasta que viste lo hermosos que son juntos. Piénsalo negro y rubio combina muy bien»
Ugh, terminaré volviéndome loca.
—Ya, deja de mirar como una loca obsesionada—murmuro mi amiga entre dientes y empujándome hasta que las dos quedamos detrás del mostrador.
—¿Escuchaste algo que nos sirva?—pregunto masticando la uña de mi dedo meñique.
—¿Que si escuché...?_se corta antes de terminar y entrecierra los ojos—¡¿Desde cuando eres una cotilla?!, y vendrán cosas peores dicen—niega con la cabeza.
—No sabes lo que dices.
—Ahí viene tu príncipe azul. Ocúpate de que esta vez no te babee encima, con eso de que "muere" por ti—rueda los ojos y se aleja para atender a una familia de turistas que desde hace rato nos miran raro.
Este no es el mejor momento para hablar con Logan por lo que le sonrío apenada y camino-corro al baño. Me echo agua en la cara y trato de normalizar mi reparación acelerada. Estoy siendo una total exagerada, lo admito. No tengo el derecho de sentir esto, pero tampoco lo puedo evitar y es lo que me carcome.
Salgo con toda la normalidad que puedo aparentar.
Morgan niega con la cabeza y abre la boca para decir Dios sabe qué, pero...
—No digas nada que quiero que la tierra me trague en este momento—bufo antes de que pueda decir algo que me moleste aún más sintiendo el sabor de la decepción.
—Te juro que lo veo y no lo puedo creer—dice sacando una manzana de su bolso y dándole un mordisco—Ese hombre te sigue comiendo con los ojos a pesar de estar acompañado, amiga mía.
Le arranco la manzana y muerdo con rabia. «Yo tampoco puedo dejar de mirarlo»
—Chicas, ¿salida esta noche?—pregunta Maguie.
Es la asistente de cocina de Logan. Es una buena amiga que de vez en cuando sale con nosotras a cenar o a pasar el rato en nuestro apartamento.
—Perdón, pero yo no entro—le doy una pequeña sonrisa tratando de evitar la escena que tanto me perturba—Tengo que hacer algunas tareas pendientes que tengo para mañana. Además, aún puedo sentir la resaca de hace unos días. Paso de ese dolor de cabeza.
Morgan ríe y me doy cuenta de que está recordando algún momento de travesura porque se enrolla un mechón de cabello y los ojos le brillan.
_—No seas aburrida, cariño. La cosa no estuvo tan mal—dice, y mira a nuestra compañera que no pierde el tiempo a la hora de pasar la noche pegada de una botella de tequila—Yo sí que entro, querida Maguie. Invitaré a unos amigos que recientemente conocí y que te encantarán.
Ruedo los ojos y me erguí al ver a Peter venir caminando apresurado hacia nosotras. No quiero peleas con él por andar de vaga por lo que cojo un paño y me encamino a una de las mesas que tengo asignada.
—Me despido. Que disfruten planeando su noche—digo interrumpiendo su conversación de lo que se pondrán hoy, sin embargo, no salgo librada ya que mi jefe viene directamente a mí.
—Ya voy a trabajar...
—Claro que lo harás—dice con su acostumbrado tono de reprimenda—Mesa cinco, te solicitan especialmente a ti. Espero no tener quejas, señorita. Ya estoy cansado de disculparme por tus indiscreciones.
«Mesa cinco», mátame Dios. No sé a lo que este hombre juega, pero si él puede hacerlo, yo también. No me dejaré intimidar y no quedaré como una niñata decepcionada. «Tú puedes, Willow. Solo es un tipo que se cae de bueno y con el que por un momento te ilusionaste, pero terminaste quedando como una payasa», sí, soy excelente motivador.
Morgan se aclara la garganta y ruego al cielo porque convenza al viejo Peter para que no me mande al matadero.
—Ella ya está domesticada, jefe—me da una pequeña sonrisa y se encoge de hombros cuando la taladro con la mirada—No tendrá ni una pequeña queja.
—Eso espero—el viejo levanta la barbilla y me señala la mesa con un leve movimiento—Andando.
Suelto un pesado suspiro.
—Como ordene—respondo dejando el paño encima del mostrador y tomando mi blog de notas.
Siento como si tuviera plomo en los zapatos porque el peso que siento mientras mas que acerco a ellos es inmenso.
—¿Estuvo bueno el pastel? ¿Necesitan algo más?—pregunto inmediatamente llego y por el rabillo del ojo puedo ver una pequeña sonrisa del hombre que me atormenta desde hace unos días.
—Excelente. Mis felicitaciones para el chef—es la chica quien responde y no puedo entender como su voz no me causa dolor de cabeza a pesar de ser un poco chillona. Digo, en las películas las rubias le caen mal a las chicas buenas porque ellas son las villanas. Pero que mierda digo, ¿soy la chica buena? ¿ella es una villana?, ya ni sé lo que pienso.
Me aclaro la garganta y aprieto el blog de notas contra mi pecho.
—Se las haré llegar, gracias—miro con disimulo al hombre frente a ella cuando siento su ardiente mirada sobre mí—¿Algo más?—añado.
—Para mi nada—dice y mira a Alexei a la espera de una respuesta, cuando ve que él no deja de mirarme me renuevo en mi lugar incómoda. «¿Qué le pasa?», No puede mirarme como si quiera saltarme encima y devorarme cuando anda acompañado por una mujer a la que no le llego ni por los tobillos—Por cierto, Me llamo Mía, él señor con cara de bobo aquí presente es mi hermano, Alexey.
Casi me caigo de bruces al escuchar lo último. Que mierda, ¿su hermano...?
—Ya la conozco, Mía. He venido antes a este sitio y he tenido el placer de conversar con ella—dice, su voz ronca y rasposa, como si llevará varios días sin hablar causa cosquilleo en todo mi cuerpo—Willow, ¿cómo estás?
Sin poder salir todavía del shock de saber que he estado armando un montón de escenas en mi cabeza sin fundamento, respondo lo más normal posible.
—Muy bien gracias, señor. ¿Usted qué tal?—la sonrisa de medio lado vuelve a su rostro y me pregunto si es porque me encuentro bien o porque le he llamado señor luego de los momentos de intimidad sin llegar a la segunda base que hemos tenido.
—Me encuentro perfectamente—responde aún sin cambiar esa mirada sospecha. Se acomoda sobre su asiento y aunque esté sentado siento que su presencia le da peso al ambiente y que me roba el aire que con tanto esfuerzo llega a mis pulmones.
—También me encuentro bien por si de casualidad te lo preguntabas;—interviene la rubia que ya tiene nombre, uno muy lindo, por cierto. Ja, y pensar que antes imaginaba mil formas de sacarle los ojos.
Todavía me pregunto qué es lo que tiene este hombre que causa tantas emociones en mí, que antes ni fantaseaba con tener.
Temo porque esto que está tomando forma en mi pecho termine destruyéndome y de paso a los míos. No conozco a Alexey Volkov, pero tampoco me hace falta mucha información para saber que es peligroso. Alguien que ande con tanta seguridad detrás, autos de último modelo y que sea tan sofocante no puede ser un turista normal que quiere conocer los encantos de New York.
La curiosidad pica en mi interior, queriendo saber lo que esconde detrás de esa atractiva sonrisa.
—Eh, me alegro por los dos. Si no necesitan nada más me retiro—les doy una sonrisa de boca cerrada y me retiro a paso rápido.
—Esto me recuerda algo—dice Morgan sonriendo con burla cuando llego donde ella. Ya quisiera yo estar tan relajada como ella—Me recuerda el día en el que lo viste por primera vez y te alejabas de él como alma que lleva el diablo.
—Mejor cállate. No estás siendo de ayuda—ruedo los ojos y paso una mano por mi rebelde cabello castaño—Quedamos como tontas—añado entre dientes.
—¿Qué? ¿Por qué?—pregunta ahora con menos diversión bailando en su mirada al verme comiéndome las uñas. Hace una mueca asqueada y me manotea.
—Es su hermana. Su puta hermana, ¿puedes creerlo?, Me mortifiques por nada—respondo incrédula—Es que se parecen. Si bien no lo es mucho; tienen algo en común porque de una u otra manera te das cuenta de que están emparentados, pero claro, nosotras de estúpidas creímos lo contrario—dejo salir el aire que contenía y me pongo una mano en el estómago al sentir que en comienza a doler—Esto es una mierda.
—Ay que dramática. Hasta me ganaste, cotorra—dice de nuevo con la sonrisa burlesca que me comienza a molestar—Era obvio que lo íbamos a pensar. Vamos, ese hombre solo sonríe contigo y con nadie más desde que lo conocimos A leguas se nota que le gustas por lo que pensábamos que tenía algo con la rubita, pero gracias al cielo que todo quedó en simple suposiciones.
—Debe pensar que soy una loca—me recojo el molesto cabello en una coleta—Cuando ella dijo, que por cierto se llama Mía, que él era su hermano quise que la tierra me tragara y me devolviera en casa. Debí tener una cara de tonta.
—Viendolo bien, sí que la tuviste, eh—le saco la lengua y le doy un empujón con las calderas—Ya, deja el drama y agradece que todavía tienes oportunidad de darte ese rico bombón—mueve las cejas de un lado a otro.
Muerdo el labio inferior y escondo la sonrisa que quiere salir. Es cierto. Tengo la oportunidad de saber a qué saben esos labios que tiene tan apetecibles y sentir el cliente de su piel en mi cuerpo.
«Ay, Willow. Te irás al infierno por jugar con fuego de tan cerca» sin embargo, me daré el gusto de decir que luego de tanto tiempo pude estar con el hombre más hermoso que haya visto nunca.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro