Collar en multimedia

Alexey

Tiene la cara roja de enojo una vez más.

Igual que sus zapatos.

Igual que sus uñas.

Y más importante: igual que esos labios que le quiero arrancar a punta de mordidas de placer.

Se ve como la digna gatita que es tan preciosa que hace que mi verga se ponga como una barra de hierro de lo dura que está. Las pelotas me pulsan de sufrimiento y mi boca saliva por probar su néctar una vez más. Aún recuerdo como me comí su coño y me veo impaciente por hacerlo de nuevo.

En este momento dudo que me permita subirle la falda del vestido y bajar un poco la de tensión que la consume. La haría gozar del más puro gozo del placer, pero es obvio que no estamos en la mejor situación.

Me jode un montón que no podamos volver a la tranquilidad que teníamos antes porque me deja un mal sabor de boca que estemos peleados cuando desde que nos conocemos nunca hemos tenido malos momentos ni silencios incomodos como hasta ahora.

No provoqué que me mirara con reticencia e irritación como lo hace ahora y tampoco que quiera escapar de mí. Sé muy bien que debe estar estructurando un plan para marcharse y dejarme en la mierda.

Debí de verme patético al casi rogarle que se quedara. No me importa. Si ligar un poco de mentira con la verdad es lo que necesito para que se relaje pues eso hare todas las veces que sean necesarias. Lo único que quiero es tenerla a mi lado y que no se valla nunca porque esa cara inocente que oculta tanta perversidad me vuelve loco.

No tiene que saber que nunca la soltaría.

Posiblemente lo sospeche, pero su mente débil debe tener esperanzas de todas maneras.

Sé que será difícil que me perdone en su totalidad sin embargo tiene que entender que no funciono de otra manera. Me enseraron que las cosas siempre que las haga a mi manera y crea que están bien no tiene ningún fallo. Puede haber mil personas que me digan que la respuesta que tengo es incorrecta y siempre que mi instinto piense diferente pues yo tengo la razón.

Si, una completa estupidez, pero gracias a eso he llegado a donde estoy.

Puedo ser un maldito cabrón que es bueno para coger y malo para el amor. Puedo ser la parca de quienes joden con mi organización y tolerante con quienes me interesan que se pueden contar con los dedos de la mano. Sin embargo, no he dado pasos en falsos que me lleven a la quiebra o me dejen mal parado ante la mafia.

Me jode bastante sentirme obligado por una fuerza que no sé de donde viene, para querer acariciar a esta mujer con mis dedos en vez de exterminar su vida o con mi mente maquiavélica llevarla hasta ponerla de rodillas y que me ruegue que la desaparezca por no obedecerme de buena gana. Sé que no haría ninguna de esas cosas aun si me traiciona con mi peor enemigo porque para lo único que me inspira es besarla y cogerla hasta cansarme.

Saco la cajita negra alargada de mi bolsillo y la pongo frente a sus ojos.

La mira curiosa y luego me mira a los ojos interrogante.

La abro y le muestro lo que guarda haciendo que sus ojos se abran maravillados y que se lleve las manos a la boca.

Sonrío por haber logrado lo que me propuse desde que lo mandé a buscar para ella. Hace un tiempo fui a una joyería en busca de un presente para mi madre y hermana y vi la pieza.

Podría habérselo regalado a una de ellas, pero a la mierda.

Por alguna razón siempre supe que ella sería la que lo portaría haciéndolo lucir como lo más exótico y caro que existe.

-Yo... esto es... es hermoso-dice llorando una vez más.

Me excitaba en sobremanera hacer a mis mujeres llorar y encontraba algo hermoso que algunas cercanas a mí lo hicieran cuando sabían que lo tenían prohibido. Pero desde que le desvele la verdad a Willow lo único que hace es llorar de dolor y sea por la razón que sea no quiero verla llorar porque me da una picazón en la piel y una ansiedad que detesto.

-Lo sé. Va completamente contigo-la giro quedando una vez más de espalda a mí y saco la delicada cadena-No quiero que te lo quites ni cuando te vayas a bañar. Es una cosa muy personal mío y no me gustaría encontrarlo tirado en la mesita de noche cuando donde pertenece es contigo.

Le rodeo el cuello con él y lo abrocho rosándolo como quien no quiere la cosa cuando lo que más quiero es chuparlo y llenarlo de mis marcas para que ni el cafetero de cuarta y mucho menos otro estúpido sin sentido de supervivencia intente acercarse a ella.

Lo toca y no puede dejar de admirarla con la misma impresión que yo al principio.

-Es simplemente mágico-susurra sonríe-Gracias. Prometo no quitármelo.

-Lo sé...

Levanta la mirada y me mira a través del espejo mientras yo la miro con total devoción. Entiende al instante que no hablo solo del collar y se relame los labios deseosa de que algo más pase al igual que yo que me muero por tirarla a la cama y olvidarme de esa charada que mis padres armaron allá bajo. Quitarle ese vestido y romper sus paredes mientras miro ese collar que me costó un dineral, pero no me importa porque la encadena aún más a mí.

Es una lástima que esas fantasías se tengan quedar para después porque ya es hora de darle inicio a esto.

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Willow

Posa una de sus calientes y ásperas manos en mi trasero y me empuja levemente a la puerta encaminándonos por la grandiosa escalera que nos da paso a un grupo de personas que no dejan de mirarnos con diferentes expresiones.

Unos con asombro.

Algunos con envidia.

Seriedad y desacuerdo.

Y otros con diversión como si esto fuera un completo chiste.

Tal vez lo último sea real más para mí que para ellos.

Tantas personas agrupadas y que se ven que cagan y mean dinero me intimidan porque sé que ellos pueden oler a kilómetros que yo no pertenezco a este lugar, y sí que lo hacen, pero lo que más me frustra es sentirme inferior a ellos cuando no fui educada para tener ese tipo de sentimientos. Admiro a estas mujeres. A pesar de verse robustas no dejan de ser delicadas y muy femeninas al lado de los hombres altísimos y con rostro de asesinos macabros que sudan testosterona. Puede que no tengan tanta libertad como sus esposos, pero no dejan de verse perfectas porque se nota a leguas que ellos la quieren a su lado sinceramente.

Daría hasta lo que no tengo para ser yo la que mire desde el público y no al revés.

-Que no te intimiden-murmura el hombre a mi lado-Piensa en que esto acabara pronto y que ellos regresaran a sus vidas dejándonos con un alivio eterno.

Me aprieta una chapa y aprieto la mandíbula para contener el gemido que quiere salir.

Su familia está en primera plana al lado de un señor muy guapo cabe decir y dos mujeres, una más adulta que otra, pero con el mismo nivel de imponencia en su porte. Es como si se sintieran-y son-indestructibles. Ruego al cielo por proyectar, aunque sea un piquete de lo que ellos lo hacen.

Resulta que no era una música ambiente sonando por los parlantes como en el supermercado, sino una banda en vivo haciendo que el ambiente se sienta un poco menos tenso.

Aquí hay todo tipo de personas.

Unas se miran con admiración y respeto y otras como si solo compartieran el mismo aire por obligación y no por gusto.

Me he fijado que la mayoría no son rusos. Podría atreverme a decir que solo la mitad e imagino que esos son los que lideran esta organización. Los demás son de distintas nacionalidades que deben de ser líderes de otras mafias que les conviene hacer negocios con la Bratva para evitar estar en la mira de la organización más sangrienta y brutal que he conocido.

Toda la vida han sido la amenaza latente que todos tememos, pero que no mencionamos para evitar admitir que gobierna Rusia y que no solo existen ellos si no otros que no pierden el tiempo a la hora de imponerse como los todopoderosos. En New York hay muchos establecimientos donde ellos se presentan como dueños y señores. Lo sé porque en los primeros meses que solo rumbeaba con Morgan no pude evitar fijarme en ellos.

Una mesera se nos acerca cuando paramos en los últimos tres escalones y nos da una copa de champaña.

Todos tienen una en manos y ya me imagino lo que se viene cuando miran expectantes al hombre a mi lado.

-Agradezco que hayan tomado un poco de su tiempo para estar aquí en este momento. Se lo difícil que es ocuparse de otras cosas cuando lo que quieres es estar bebiéndote un delicioso whisky de las tetas de tu mujer o fumarte un cigarrillo mientras ves los deportes-la multitud ríe y yo me mantengo en mi lugar dedicando una pequeña sonrisa tensa porque no encuentro lo gracioso, pero me mantengo en mi sitio porque él ya me explico lo que se necesita aquí para sobrevivir y tengo un poco de amor por la vida-Hoy estamos celebrando que he encontrado a la mujer que pasara el resto de sus días a mi lado dándome descendencia y estando a mi lado como un apoyo en todos mis planes buenos o malos. Esta mujer que ven aquí será mi esposa y aunque no estoy listo para dejar mi vida de alegría y libertad; es hora de darle paso a esta nueva etapa donde sentamos cabeza y demostramos que seguiremos ascendiendo porque aquí nadie se detiene.

Aplauden y la habitación se llena de murmuro cuando comienzan a hablar entre ellos y por fin terminamos de bajar las escaleras luego del brindis.

Alexey saluda y me presenta con las personas que están al lado de su familia. Por lo que me dice sé que el hombre es el papa de Svetlana, Morel Müller, la mujer más adulta su tía, Florencia Müller, y la otra su prima, Reina Müller

Es cuando me doy cuenta de algo.

-No dijiste mi nombre en ningún momento-le cuchicheo luego de sonreírles a los demás como si nada pasara.

Me doy cuenta al instante que no les interesa que este de cara bonita y me relajo un momento. No son los más interactivos conmigo porque comienzan a hablar unos a otros sin incluirme, pero tampoco me miran despectivamente como los demás y eso es algo que agradezco.

-No era necesario-responde y levanta la copa a una de las meseras para que se la cambie.

No le doy más importancia y Natalya se acerca a nosotros radiante con un vestido plateado de brillo que la hace lucir más como la diva que es.

-¡Chicos! Eso estuvo increíble, hermanito-le guiña un ojo y él se lo regresa con una sonrisa galán.

Una conversación se inicia y no puedo evitar sentirme incomoda porque no sé nada de bienes raíces y mucho menos de publicidad o cualquier cosa que estén hablando sobre sus negocios que parece ser lo interesante aquí.

En algún momento Alexey se pierde de mi vista y lo encuentro en una esquina teniendo una conversación con una chica pelinegra con un cuerpo de infarto que tiene sus manos sobre el pecho de mi futuro esposo. Si no lo conociera diría que él está a gusto porque no la aparta como normalmente lo haría. Como lo ha hecho conmigo, pero su cuerpo me da señales que he aprendido con mucha paciencia.

Esta tenso. Rabioso y loco por acabar con la situación.

Ella es persistente a la hora de seguir hablando con él y mantenerlo a su lado.

Doy un paso al frente con los estúpidos celos carcomiéndome y me detengo cuando ella mira hacia mí y me da una mirada de arriba abajo como si fuera una rata asquerosa.

¿Qué mierda?

Alexei la agarra de la mandíbula y le dice algo que no entiendo. Podría leer sus labios como método viejo, pero no está hablando en inglés. No entiendo en que idioma lo hace y tampoco puedo adivinar porque lo hace muy rápido.

-Pero si es la zorra de Gianna-dice la prima de Alexei que si no equivoco se llama Reina.

Joder. Hasta en su nombre majestuoso no se equivocaron porque eso es lo que parece.

Mi cuerpo entra en convulsión al escuchar ese nombre y aprieto los labios.

-Es la ex de tu futuro esposo. Una puta loca que no le teme a mi primo porque se apareció aquí sin temor de que le clave una bala en el cráneo-ríe y se tira el cabello hacia atrás cuando una pareja viene hacia nosotros, no parece que sean de su agrado-Me retiro. No me ligo con la basura.

Luego de lo que me parecen horas la tipa termina por irse rabiosa y Alexey termina con una sonrisa malvado mirando el camino por el que ella se fue.

No puedo evitar pensar que donde hubo fuego cenias quedan y estos dos vivieron mucho como para olvidarse tan rápido por lo que esa frase toma fuerza.

Toco el collar que descansa en mi pecho y una vez más me deslumbro por su belleza. Tiene un corazón rojo protegido por ramas con espinas y una que otra rosa negra, una de ellas encima de las ramas que protegen el corazón. Abajo pende una piedra roja dándole un toque más sencillo. Lo que sostiene este hermoso diseño es una cadena de plata que le da más fuerza a mi sospecha.

Este está querido marcar territorio y lo hizo de la mejor manera porque hasta a mí me deja con la boca sellada.

Al final de la noche termino en mi cama descansando los pies encima de un montón de almohadas y tomando la decisión de que le sacare hasta el último de los jugos porque si lo que él quiere es jugar con fuego; los dos podemos hacerlo al mismo tiempo.

***

Feliz domingo de actulizacioooooon

¿Qué tal el capítulo?

Espero les haya gustado muchote, no se olviden de darle amor al libro votando y comentando 💃🏽

Cada vez es más corta la espera para que lleguemos al final🌚

¿Ya vieron en multimedia lo hermoso que está el collar que le regaló Alexei a Willow? A mi 😻

Les quiero mucho, gracias por leer la historia de mis chicos❤️

Hasta el próximo capítulo ✨