Capítulo 25
Willow
Es como si pudiera ver nuestros años de hermandad echados a la basura como si no valieran anda. Su cara está roja de una mezcla de ira, decepción, extrañeza y un poco de lo que me parte en pedazos por dentro y de lo que no sé si me voy a recuperar algún día: odio.
Sentimientos tan destructivos que jamás pensé ver en su rostro de constante felicidad a pesar de todas las mierdas que pasa en su vida a pesar de que no todos los días le va bien y tiene que enfrentarse a su controladora madre que le maneja hasta la talla de sujetador que debe usar.
Doy un paso al frente y levanto la mano para tocarla, sin embargo, ella se aleja como si le hubiera clavado una daga en las tripas y se la retorcí en la más pura traición.
Y aunque no lo hice literalmente, eso no quita que de cierta manera lo haya hecho.
Niega con la cabeza y se muerde el labio. Pasa una mano por su cabello y se mueve de un lado a otro.
-Solo... ¿Por qué tú?-inquiere deteniéndose.
Sus ojos heridos.
Rasgados de dolor porque su mejor amiga mató a su problemático hermano. No sé cómo se pudo dar cuenta porque Dalton es muy eficiente y dudo que en un problema en el que su jefe puede ser involucrado por ocultar a una asesina; haya dejado pruebas de que alguien murió en nuestra casa.
-Encontré al guardaespaldas de tu novio en casa cubriendo con una sábana a mi hermano-dice y se limpia la caras sucia de rimer corrido.
Siento que si abro la boca en este momento no diré nada que me justifique.
Eso es porque tal vez nada realmente importante lo hace.
Travis era un estorbo en su camino, pero eso a ella no le importa. Lo único que me ha mostrado es que, aunque él la lleve a un precipicio ella siempre elegirá preguntar que si está bien antes de cuestionar por qué lo hizo o alejarse sin terminar dañada en el proceso.
Me quiero dar una cachetada porque no debería estar pensando en esto.
No debería estar pensando en que le hice un favor cuando lo maté, aunque obviamente no era mi intención, porque no soy así. Ese tipo de pensamientos no van con los principios que me dieron en mi hogar. Alexey y Damien no dicen ni muestran ninguna emoción al respecto. No intervienen y prefiero que sea así.
-Yo... lo siento-le digo y siento cómo mi garganta se reseca a cada minuto que pasa.
-¿Es lo único que tienes para decir?-pregunta y de sus ojos no dejan de brotar lagrimas-No puedo decirle eso a mi madre cuando la llame para avisarle que su niño mimado y malditamente drogadicto murió a manos de mi mejor amiga.
Un sollozo se escapa de mi garganta y me tapo la boca con las manos.
Es horrible verla decir cada palabra sin ninguna emoción. Es como si su alma alegre murió igual que Travis. Damien se acerca y la toma por el brazo susurrándole algo al oído.
No sé qué le está diciendo pero sus nervios se aplacan solo... mínimamente.
-¿Por qué lo hiciste?-pregunta con la voz más apacible dejándome un rastro de amargura.
Es inaceptable que se tranquilice ante algunas palabras de su amante recién aparecido y no que trate de entender a su mejor amiga que no sirve ni para matar un mosquito.
Unos pasos se escuchan arrastrándose por el piso y Natalya sale por el pasillo en pijama como si acabara de salir de una siesta.
-¿Qué está pasando aquí?-nos señala y arruga la nariz.
Sí, yo también lo siento.
Esa tensión que no te deja respirar.
Esa pesadez que te anuncia que no se está hablando de cosas dulces y que las consecuencias serán terribles.
-Pasa que tu cuñada mató a mi hermano y siento que nos volveremos de piedra aquí esperando a que me dé una justificación mínimamente válida para no llamar a la policía en este momento-escupe mi ahora ex mejor amiga.
Cierro los ojos y los aprieto.
Si no veo la escena frente a mí no es real.
¡Maldición!
«Esa mierda nunca me funciono»
Menos lo hará ahora que no es simplemente un robo de un chocolate en el supermercado como en la niñez.
Natalya debe tener esa mirada.
Esa mira de asco y temor porque su hermano esté involucrado con una chica que aparentemente era dulce, pero que resulta es una problemática de lo peor. De forma indirecta también quedaría involucrada y estarían en la mira de la policía. Cosa que nadie quiere.
Debe estar cuestionando a su hermano con la mirada porque él se metió en la boca del lobo sin siquiera saberlo. Solo que nada de lo que puede estar pensando va con... mi vida normal y aburrida, hasta hoy claro está.
-Willow, abre los ojos-la dulce voz exigente de Natalya me saca de mis retorcidos pensamientos.
Lo hago con los labios temblando-como siempre cuando me pongo nerviosa-por temor a lo que encontraré.
Ella está parada frente a mí con los brazos cruzados y una mirada de reproche. Solo que ese reproche no es por nada de lo que me estuve pintando en mi traicionera mente. Trago saliva sonoramente y retuerzo los dedos entre ellos nerviosa por lo que dirá a continuación.
-No debes temer ni un poco de lo que se está pintando aquí, ¿entiendes? -inquiere y aunque es más baja que yo y luce como una muñeca rubia de porcelana; logra que mis huesos tiemblen con su exigencia y termine asintiendo-Llevo poco conociéndote. Diablos, menos de una semana. Sin embargo, estoy cien por ciento segura de que no eres capaz de hacerle daño a nadie sin ningún motivo. Rayos, aun con motivos no lo harías sin que tu mano tiemble. No te sientas culpable porque mataste a ese chico porque algo realmente malo te hizo para que termines haciendo lo que hiciste.
Un sollozo desgarrador se me escapa y con manos temblorosas me rodeo.
-Juro que no quise... él me iba a hacer daño... y yo...-niego con la cabeza y Alexei me rodea con sus brazos apretándome contra su duro y tibio cuerpo. Todo lo que necesito en este momento que me siento más fría que nunca-Te andaba buscando. Estaba drogado y actuando muy violento. Lo enfrenté, comenzó a preguntar por Damien y luego... intento violarme-Morgan se tapa la boca y niega con la cabeza como si no pudiera creer lo que digo-Me comenzó a manosear y se sintió asqueroso. Muy asqueroso. Solo me defendí. Lo empujé y su cuello se fracturo. No quise hacerlo lo juro.
Natalya se acerca y me frota el brazo.
-¿Ves? nada de lo que hiciste lo abrías hecho sin ningún motivo-me mira a los ojos y asiento nuevamente porque me hace sentir más segura.
-No. No. No-Morgan repite una y otra vez y comienza moverse de un lado a otro-Nada de esto puede ser verdad. Es cierto que él tiene problemas de drogas y que suele ponerse violento a veces. Pero él no haría esto. Él no te haría eso a ti. Sabe que eres como mi hermana y que me perdería para siempre si se acerca a ti para hacerte daño...
Se detiene y me mira desconsolada.
-Dime que es mentira y que él no te tocó-me ruega.
Sorbo la nariz y me limpio las mejillas rabiosa.
-Sabes que haría eso y algo más-le guiño y salgo de los brazos del hombre que más seguridad me da en este momento-Te golpeaba cuando nadie los veía en lugares que nadie más que tú podías ver. Por eso nunca te desnudabas delante de mí. Siempre supe que era por eso y dejé que con él tiempo me lo dijeras, pero nunca lo hacías. Él era cruel contigo y créeme odio haberme ensuciado las manos con él , pero en este momento agradezco haber eliminado una plaga de las calles.
Todo lo que digo es desde el fondo de mi iracunda y rencoroso interior. Y aunque nada de lo que dije realmente me hace sentir feliz conmigo misma por haberla lastimado en el proceso; a mí me lastima aún más que ella no quiera quitarse el pañuelo de los ojos y ver lo que realmente era su hermano. Un desgraciado narcisista drogadicto.
-Tú no eres así-dice y ladea la cabeza-¿Por qué dices esas cosas?-me mira como si me desconociera.
Vuelvo a hacer el intento de acercarme y esta vez no se aleja.
-No. No soy así. Pero tu ceguera me está empujando a decir cosas que son reales y que ninguna de las dos quería hablar hasta ahora-relamo mis labios resecos y una leve sonrisa desganada surge de entre mis labios- Te volvería a pedir perdón, pero nada de lo que diga te hará entenderme y mediar la situación.
Me mira por un momento sin mostrar ninguna reacción y luego deposita un beso en mi frente y peina mi cabello desarreglado.
-Espero que en esta nueva vida que estás construyendo te valla bien-lo que me dice suena a despedida y me rompe que así sea-Tienes razón. Nada de lo que me digas en este momento me hará entrar en cabeza. Es por eso que por ahora debo tomar distancia y meditar en todo esto, ¿sí?
Asiento y lloro con más fuerza.
Nos abrazamos fuertemente y con pesar veo como se marcha junto a Damien. Natalya me da una sonrisa de boca cerrada y se retira al segundo piso.
Me siento en el sofá sintiendo le peso de esta situación.
-Creo que yo también necesito un descanso de todo esto-susurro.
«¿Pero a donde huiré si el único lugar al que tengo que ir es a la casa de mis papas?»
Qué triste vida.
El parece leer mis pensamientos.
-Sé una manera de distraerte-dice y tamborilea los dedos en su rodilla-Es un tanto peligroso. O, mejor dicho: mucho. Pero creo que te servirá de distracción.
Está bien.
No importa lo que conozca continuación porque él me ha ayudado mucho y...
-Es hora de que conozcas a mi familia. Espero estés preparada para conocer la familia líder de la Bratva. Creo que te llevarás bien con ellos... o eso creo.
Mis labios se separan y creo que entraré en convulsión porque nada de lo que dice parece real.
Solo que sí lo es.
***
Hola, mis amoressss
¿Cómo les trata el domingo?
A mi de maravilla (hasta que recuerdo que mañana es lunes y llega el afán de la semana)
En fin, Alexei como siempre de directo🤦🏽♀️
¿Qué harías si te sueltan esta pregunta de repente?
Yo literalmente saldría corriendo.
Recuerden que pueden seguirme en mis redes sociales para informarse más sobre mis historias, tener un mejor acercamiento conmigo y aprender sobre de algunos post de escritura que comparto de las lindas instagrammer
¡No olviden votar y comentar!
Gracias por leer la historia de mis niños❤️
Hasta el próximo capítulo ✨
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro