Willow

Nos miramos fijamente con mil cosas pasando por la mente que aún no son dichas y cada vez más me parece extraño lo que veo. Es su vida tan misteriosa para mí que me abruma en sobremanera lo que descubriré cuando me entere de todo lo que él hace. Tengo el leve presentimiento de que él no solo se dedica los negocios empresariales.

He podido conocer a muchos empresarios porque al trabajar en una cafetería con los mejores pasteles de chocolate y el mejor café del mundo; ellos se aparecen por allí. Pero ninguno como Alexey. No tan misterioso, no tan endiabladamente atractivo y mucho menos que me despierte tanto interés que pueda llegar a quitarme el sueño.

Trago saliva aun mirándolo a los ojos. Tengo tanto miedo de que esto que se está construyendo en mi pecho me termine destruyendo que pongo en duda haber tomado la mejor decisión al aceptar el contrato que me propuso.

Alexey no es el tipo de hombre que mi padre querría para mí. Siempre me mostró que debía de buscarme un hombre que me aprecie y me trate como una reina. Que todo lo que salga de mi boca sea cumplido y que pueda llegar a tener una increíble familia, así como yo la tengo.

No creo que eso pueda suceder si me caso el. No me lo puedo imaginar cargando a un bebe y desvelándose por cumplir los caprichos de su esposa embarazada. Una punzada de dolor corre por mi pecho porque tampoco puedo imaginarlo enamorándose de mí. Mientras nos miramos fijamente puedo decir que mi temor se hará realidad.

Terminare enamorada de este hombre y con el corazón roto por seguir con este juego aun cuando sé que terminare lastimada. Pero el problema es que tampoco puedo dejarlo. No puedo simplemente romper la conexión que tenemos porque estoy segura que no encontrare a nadie más igual que Alexey Volkov.

Nadie que haga palpitar mi corazón como si de alguna manera quiera salírseme del pecho, nadie que este a mi lado incondicionalmente sin llevar más de algunas semanas conociéndonos y nadie que me bese como si quisiera consumir mi alma y a la vez atesorarla como si fuera un gran tesoro que cuidar.

Dios, mis emociones están muy confusas en este momento. Le tengo tanto miedo a lo inesperado que temo que en algún momento me quedare sola y sin lograr nada importante en la vida porque no poder avanzar al pensar en los riesgos que conlleva. ¿Que dios creo a este hombre que parece poder poner el mundo de rodillas si así lo quiere y su hermoso cabello no se despeinará?

Una pisca de celos me ataca solo de pensar que otras mujeres disfrutaron de estas atenciones que el me da. Que las llevo en su Jet privado y que las instalo en su casa con poco tiempo de conocerlas y tratarlas como si no existe nadie mejor que ellas. Me muerdo el labio al recordar como devoró mi intimidad como si fuera el manjar más delicioso.

Aprieto los muslos porque por más retorcido que se vea me prende verlo así todo rebelde, con un cigarro casi gastándose en una de sus manos y esos ojos oscuros que me miran como si quisieran tirarme en una cama y hacerme muchas cosas sucias. Y que parta un rayo si no lo deseo con premura.

-¿Estás bien?-le pregunto dejando mis sucios pensamientos atrás.

Me preocupa que toda esa sangre este saliendo de alguna parte mal herida de su cuerpo o... que sea otra cosa que no me quiero molestar en desarrollar en mi mente. Tira el cigarro al suelo y lo pisa. Se pasa una mano por el cabello rubio cenizo y luego se pasa un dedo por la comisura de ella boca como si quitara algo de ella.

-Esta sangre no es mía-responde y luego me mira de arriba abajo-¿A dónde van?

Frunzo el ceño ante su clara intención de cambiar de tema.

-¿Pero que paso?-me acerco a él cortando la poca distancia que teníamos y pongo una mano en su pecho-¿Por qué estas manchado de esta manera?

Agarra mi mano y la envuelve entre su mano grande y fuerte y con el pulgar la acaricia antes de retirarla. Nuestras miradas se vuelven a conectar y no me molesto en ocultar lo mucho que me descoloca este acto.

-Hubo un accidente en la autopista y me vi en la obligación de interceder porque se dar los primeros auxilios-dice y se vuelve a alborotar el cabello pareciendo tenso-Hubo un tiro tiroteo. Un asalto. Y a la persona asaltada la hirieron de muy mala forma, en el reguero de personas me vi envuelto y terminé así de sucio-mira su ropa con asco.

Lo miro extrañada y proceso todo lo que me acaba de decir. No sé porque este cuento no me cuadra por completo. No tengo tiempo a indagar un poco más porque Natalya se acerca a nosotros y me toma del brazo.

-Me alegro que estes bien y que hayas estado ahí para ayudar a la persona herida, hermano-musita y luego sonríe incomoda mirándolo de arriba abajo-creo que una buena ducha no te caería nada mal en este momento. Sube al apartamento, límpiate y come algo. Pareces cansado. ¡Adiós!

Me arrastra hasta el auto de nuevo, pero no llegamos muy lejos porque Alexey me toma del brazo llevándome hasta donde él. Haciéndome chocar con su fuerte y ancho pecho. No pierde el tiempo y toma mis labios con furor. Como si todo el aire que respira depende de este beso y cuanto lo disfruto.

Mueve sus labios expertos en los míos sin tanta experiencia y me da un leve mordisco antes de soltarme. Por último, deja un beso en la frente de su hermana y se va. Ella me dice que suba al auto porque se nos está haciendo tarde, pero no puedo dejar de mirar la espalda de Alexey y como camina a paso seguro como si tuviera el dominio de todo a su alrededor.

Incluso de mí.

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-Papá, ¿Cómo crees que me iré si ni siquiera has salido del hospital?

No sé qué mosca le ha picado, sin embargo, está convencido de que debo regresar a New York a mi vida con mi novio, trabajo y estudios porque ya el esta como nuevo.

-Hija, este viejo ya tiene suficiente gente que me molesta a diario como para también tenerte aquí a ti querido tenerme como si fuera un bebé-rueda los ojos molestos y luego mira a mis hermanos y a mi madre que lo miran desconcertados-Y sin ánimos de ofender.

Natalya ríe y papa sonríe mirándola con amabilidad como cuando Katty me tiraba la comida y quería hacerme sentir mejor.

-Señor Jones, usted tiene toda la razón. Esta como nuevo, pero su hija solo quiere asegurarse de que quede sin ningún tipo de incomodidades. Quiere cuidarlo y apapacharlo como toda hija preocupada-le dice con obvia ternura.

Aunque papa esta embelesado con la rubia que se parece a la barbie que a mi hermano le encantaba arrancarle la cabeza porque quería molestarnos, no se ablanda, y sacude la cabeza como si estuviera saliendo de una ensoñación.

-Dime Maicol, linda. Ya estamos en familia-le hace un gesto despreocupado con la mano y luego me mira cansado-Will, tu madre y hermanos me cuidarán bien. Vete de regreso a tu casa, nena. Te agradezco por lo buena hija que has sido y sigues siendo a pesar de que soy un viejo cascarrabias, pero ya todo aquí esta perfecto. No tienes que seguir preocupada.

Sonrío y le beso la mejilla porque me alegro verlo revitalizado.

Se siente increíble ya no estar preocupada por lo que pudo haberle pasado y siente aún mejor que todo haya sido gracias al hombre que me trae la cabeza vuelta loca.

-Está bien. Me iré, pero algunas veces le pediré permiso a Peter para venir a visitarlos. También les mandare los jarros que tenía para este momento para que se compren los medicamentos necesarios.

Mi madre se sienta en un lado de la camilla mirando a su esposo con una sonrisa traviesa y luego me mira.

Frunzo el ceño y entrecierro los ojos porque esa sonrisa me dice que algo se guarda.

-No te preocupes por eso hija. Todos los medicamentos ya están en casa.

Una corta risa me abandona y luego ladeo la cabeza.

-¿Cómo que ya están en casa?

Toma la mano de su esposo y el la palmea.

-Pues tu novio antes de que llegaras llamo diciendo que ya amando todo lo necesario a la casa para que no tengamos que preocuparnos por eso-lo dice tan feliz y despreocupada que me da ternura ya la vez pesar porque esto se añade a la lista que le debo a él-Es tan amable que se me aguan los ojos, hija.

Sonrío y froto su brazo sin dejarle ver lo que pienso.

No me molesta el detalle en sí.

Lo me molesta es que este tomándose tantos atrevimientos que no veo porque debe de hacerlo.

Definitivamente Alexei es mucho más de lo que algún día podre manejar.

-Si, mamá. Es muy amable.

***

Holaaa

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Hasta el próximo capítulo ✨