–Dime...– continuó él para con su dedo índice tomar gentilmente su barbilla atrayéndola cual imán hacia él –¿No desearías saber cómo sería hacerlo conmigo?

Estaba tan cerca de sus labios que sabía que no necesitaría más que un movimiento para que los suyos cayeran sobre los de ella y sin cabeza para pensar en las consecuencias de sus acciones por fin pudo pronunciar la primera respuesta a todas sus interrogantes.

–Sí– soltó de pronto, para que Sonic esbozara una amplia sonrisa y así retrocediera un par de pasos tomando distancia de la eriza.

–Es una lastima que ahora no esté interesado– dijo Sonic alzando los hombros en señal de desinterés. –Hubieras aprovechado la oportunidad cuando estuvimos juntos.

–Eh...– exclamó la eriza al verlo caminar lejos de ella con una expresión triunfante en su rostro.

Amy sintió su cara tornase roja cual tomate para que un nuevo sentimiento borrara cualquiera previo... humillación. Le lanzó una mirada fulminante frunciendo el ceño iracunda.

–¡Eres un...

–Tranquilízate Ames– interrumpió Sonic el alegato que sabría que vendría, para así sentarse sobre la cama y dejarse caer de espaldas sobre la misma, fijando su vista al techo de su ostentosa recámara desinteresadamente –Fuiste honesta conmigo y prometo serlo contigo.

–¡¿De qué rayos hablas?!– cuestionó con una obvia molestia en su voz.

–Te contaré sobre Sally– respondió con su mirada al techo, sin interesarse por verla en ningún momento –Eso querías ¿no?

Amy se tragó su enojo y vergüenza; parecía que su humillación sacaría provecho ante un erizo azul que con suerte había dicho algo sobre lo que pensaba o sentía desde que se habían aventurado en esa nefasta misión.

–De acuerdo– asintió Amy caminando hacia aquel diván al fondo de la habitación y tomar asiento de mala gana –Te escuchó– dijo molesta.

–No la elegí porque fuera tu amiga– empezó adentrándose a sus recuerdos –Una tarde llegue a la universidad...

–¿Fuiste a mí universidad?– cuestionó Amy incrédula, interrumpiendo el relato –¿Por qué?

–Fui a buscarte– espetó secamente –Recuerdo que llegue no mucho después de que, ya sabes... decidieras terminar todo– recordó Sonic con un dejo de reclamo la voz –En fin, me encontré a Sally en mi vano intento de poder ubicarte y cuando le pregunte por ti fue mi sorpresa escuchar de su boca que habías salido con un chico...– rememoró sintiendo de nuevo la puñalada en el corazón tan vívidamente como aquella tarde de verano –Estaba molesto y dolido y bueno, ella me invitó a un café para, ya sabes, tener una amiga con quien hablar– recordó con un amago de sonrisa –No nos volvimos a ver en un par de semanas y luego me llamó para salir nuevamente y así nos empezamos a ver cada vez un poco más, hasta que un día algo pasó...– recordó aquel beso que la ardilla le había robado en aquel bar en medio de una amena charla, un acto que lo dejo anonadado; después de todo sabía que ella y Amy eran amigas –Iniciamos una relación informal durante los meses siguientes hasta que yo decidí tomar un tiempo para decidir cuál sería el siguiente paso en la relación y claro, poco después paso esto– dijo levantando su mano izquierda para enseñar aquel anillo que ahora lo amarraba a ella –Así que la decisión se tomó por mí– concluyó rodando los ojos exasperado.

Sonic se quedó recostado sobre aquella cama, sin interés de voltear a ver a la eriza, no quería enfrentar la mirada que tuviera, ¿estaría molesta, dolida o simplemente indiferente a su historia? Se quedó inmóvil hasta que el rostro de ella apareció de pronto sobre el de él, alarmándose por la cercanía.

–¡¿Pero qué...

–¿Por qué fuiste a buscarme?– interrumpió Amy serenamente con su mirada clavada sobre la de él.

–¡¿EH?!– soltó aún más incómodo que antes, sin poder quitar su vista del rostro de ella y de la mirada suave que tenía sobre él. –D-Deja de pensar en cosas que ya pasaron– dijo nervioso para intentar levantarse, pero ella colocó sus manos sobre los hombros de él, obligándolo a permanecer recostado sobre la cama. –¡Suel...

–Dime por qué– insistió Amy autoritaria.

Sonic chasqueó molesto para desviarle la mirada. Sentía el latir de su corazón en sus oídos y un extraño e indeseado nerviosismo mientras la atenta mirada de ella sobre él no ayudaba a calmar el mar de sensaciones que ahora lo invadían.

–¿Acaso es importante?– inquirió Sonic febril al fin.

–Lo es para mí...– murmuró Amy tan suavemente que las mejillas de él se sonrojaron intensamente ante la dulzura de su voz, clavando así sus ojos en los de ella. –Prometiste ser honesto conmigo– le recordó.

Sonic suavizo la mirada, asintiendo con la cabeza para así responderle: –Bien, si lo tienes que saber...

La puerta se abrió de pronto para que las palabras del erizo se vieran interrumpidas por una mirada llena de sorpresa por parte de la felina, quien ahora yacía en el marco de la puerta; silenciando por completo la habitación en un mar de miradas.

–¡L-Lo lamento!– habló aprisa Blaze sonrojándose por lo que parecía ser una inoportuna situación –¡No pensé que ustedes dos estarían...

Amy sintió su rostro enrojecer para lanzar de nuevo una mirada fugaz al erizo quien también se sonrojaba por lo que ella parecía haber asumido. Lo soltó al acto para retroceder de la cercanía del erizo quien al acto se levantó de aquella cama, y al igual que ella, tomar distancia.

–Regresaré después que...

–¡No!– exclamaron ambos al unísono, para voltearse a ver al acto observando las mejillas carmín del otro.

–Lo que queremos decir es...– rectificó el erizo –¿Hay algo que podamos ayudarla su majestad?– preguntó Sonic con una sonrisa nerviosa intentado borrar el sonroje de sus mejillas, el cual aún no sabía por qué persistía en mantenerse.

–Lamento la intromisión, pero me gustaría poder hablar con ustedes– explicó Blaze apenada.

–¿Sucede algo?– inquirió Amy curiosa.

–Nada malo si es lo que preguntas– aclaró la felina –Verán hay un evento importante que se dará en las afueras de Cristal Empire, es la celebración del solsticio de verano– explicó –Será un evento de tres días en una playa privada, toda la elite de Cristal Empire estará allá y me preguntaba si ¿ustedes desean asistir?

–¿Playa?– repitió Sonic burlesco –No creo que...

–Lo discutiremos y le haremos saber su majestad– interrumpió Amy con una cordial sonrisa.

–Oh, de acuerdo– asintió la felina para tomar el tomo de la puerta lista para irse –Espero su respuesta al final de la tarde– indicó –De esa manera podré darle una respuesta al Dr. Robotnik– informó –Hasta entonces– se despidió cerrando la puerta.

Sonic y Amy se vieron a los ojos, en silencio interpretando la mirada del otro para así ambos esbozar una amplia sonrisa.

–¡¿Sabes lo que eso significa?!– exclamó Sonic con alegría.

–¡Sí!– dijo Amy acercándose a él con emoción mientras una sonrisa se pintaba en su rostro –¡Todo terminara pronto!– respondió entusiasta.

–¡Y tú y yo seremos libres al fin!– habló el erizo azul con alegría.

–¡Es increíble!– exclamó Amy extasiada para abalanzarse sobre él y abrazarlo con fuerza, para que él la recibiera cálidamente y así cargarla en sus brazos dando una media vuelta con ella en brazos, en un estado de euforia.

Sonic se detuvo para ver a Amy en sus brazos sonreírle cálidamente para que él la imitará, sintiendo su pequeño cuerpo entre sus brazos, advirtiendo en la situación en la que ambos se encontraran, provocando que su sonrisa se borrara poco a poco al igual que ella, percatándose de lo que había hecho. Ambos se vieron fijamente en silencio, para que un silencio sepulcral cayera en la habitación.

El sonido de una llamada entrante cortó el momento para escuchar el cuadro fotográfico que Tails les había dado ser el responsable del sonido. Se separaron a prisa, sonrojados por el momento ameno vivido. Sonic caminó a prisa al marco para así presionar el pequeño botón oculto del mismo y desplegar la pantalla y ver al zorrito de dos colas del otro lado.

–¿Tails?– dijo Sonic extrañado por la llamada.

–¡Sonic, Amy!– saludó Tails con emoción –Me alegra que ambos estén ahí.

–¿Qué sucede Tails?– cuestionó el erizo azul –Pensé que no debíamos de hablar por aquí a menos que fuera una emergencia.

–Vi el localizador y me percaté que estaban juntos, así que tome el riesgo– explicó Tails velozmente sin darle importancia –¡Pero esto no podía esperar!– dijo con emoción –La celebración del solsticio de verano será en Emerald Coast y por fin Eggman saldrá de su escondite, lo que significa que podrán verlo ¡y podremos ver de detenerlo al fin!

–La princesa nos ha invitado al evento– explicó Amy –Espera nuestra respuesta para confirmarla a Eggman.

–¿Eh? ¿Eggman pidió su respuesta?– inquirió Tails extrañado.

–Sí, me parece muy sospechoso– habló Sonic pensativo –No creo que nos deje acercarnos a él fácilmente, no sin un plan de por medio.

–Eso significa que debemos de ir un paso adelante.– concordó Tails.

–¿De qué hablas?

–Nosotros...

Amy y Sonic escucharon pasos acercarse para ambos verse alarmados; si los atrapaban sería todo.

–¡Hablaremos después!– se despidió Sonic velozmente para terminar la llamada.

Ambos permanecieron en silencio para escuchar los pasos seguir de largo, suspirando de alivio. Por fin tenían el primer indicio para atrapar a Eggman y no lo dejarían pasar, así fuese una trampa.

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Observaba el fuego crepitar frente a ella en silencio, mientras una copa de vino tinto bailaba en su mano. Ahora Blaze yacía más confundida que antes; al Silver regresar de su pequeño viaje a la universidad le contó una historia interesante sobre esta pareja, problemas de infidelidad o lo que parecía; peleas que parecían florecer en la soledad y al momento de irrumpir en su habitación, había esperado encontrarlos en una acalorada discusión, pero en su lugar una escena que le pareció de lo más dulce tomó su lugar, una que podría preceder a algo más. ¿Sería que Silver simplemente había estado en una inoportuna pelea entre ambos?

–¿Ya hablaste con ellos?– escuchó Blaze a sus espaldas, para ver al erizo plateado llegar hacia ella.

–Sí– asintió la felina con la cabeza –Espero su respuesta.

Silver la observó curioso, se le miraba extrañamente pensativa, parecía que algo la inquietaba más de lo normal, aunque no le extrañaba. Desde que Eggman le había pedido el favor de hospedar a los dos erizos para poder descartar que no quisieran adueñarse de las Sol Emeralds ella había estado intranquila y sin posibilidad de obtener un poco de paz. Cuando no estaba cerca de ellos pasaba la mayor parte del tiempo cerca de las esmeraldas para custodiarlas y prever cualquier altercado, o bien lo mandaba a él a hacerlo. Era un trabajo desgastante y para este punto lo único que Silver deseaba era poder librarse de ellos y volver a tener paz y quietud, en especial para su princesa.

–¿Esta todo bien?– preguntó Silver para romper el silencio.

–Estoy meditando sobre lo que he visto de ellos– respondió Blaze con su mirada en la chimenea frente a ella.

–¿Algo interesante?– curioseó Silver tomando asiento en un sillón adyacente.

–Estoy confundida– expresó Blaze con una expresión de confusión en sus ojos –Algo en mí me dice que hay algo extraño en esos dos, algo que requiere de mi atención– dijo con desconfianza –Sin embargo, al mismo tiempo no siento que sus sentimientos de amor sean falsos... sólo...– acalló para repasar mentalmente la dinámica de la pareja –No lo sé...– dijo soltando un suspiro.

–Entiendo a qué te refieres– concordó Silver pensativo –Me da la impresión que existe algo entre ellos, algún tipo de problema, pero a su vez...– silenció reflexivo –Sea lo que sea no lo expresaran abiertamente, ellos saben las consecuencias de eso.

–¿De qué hablas?– preguntó Blaze para verlo intrigada.

–Es decir, si mostrar problemas en su relación los sacaría de esta utopía casi de forma inmediata deberán de fingir frente a todos aquellos que pueden provocar eso– explicó –Es decir, no es como que estén rodeado de caras amigables– habló Silver con un dejo de diversión en su voz.

–¡Eso es!– soltó Blaze con entusiasmo para voltearlo a ver con una amplia sonrisa –¡Te convertirás en su amigo!

–¡¿QUÉ?!– exclamó Silver con horror.

–Vuélvete su amigo, averigua como es su relación y descubre cuál es la pieza faltante de este absurdo rompecabezas– conspiró la felina.

–¡¿Acaso has perdido la cabeza?!– inquirió molesto el erizo plateado. Sabía que estaba a sus ordenes pero sentía que cada tarea era peor a la anterior. –¡¿Pretendes que me vuelva su consejero matrimonial o qué te pasa?!

–No su consejero– negó la felina –, pero si pudieras infiltrarte de alguna forma...

–Por favor, saben que soy tu guardián– cortó molesto –Ellos jamás se abrirían conmigo.

–Tal vez tienes razón– murmuró Blaze pensativa, para luego volver a esbozar una sonrisa nuevamente –, pero que tal ser su confidente.

–¿De qué hablas?

–De Sonic– sonrió divertida –Sonic es de los dos el que más problemas ha mostrado en el poco tiempo que tengo de conocerlo; puede que hablar con otro hombre es lo que necesite.

–Claro, porque los hombres es lo que amamos hacer, hablar de nuestros problemas– dijo Silver sarcástico.

–Sonic es un volcán a punto de estallar, puedo verlo– habló Blaze con cierta malicia –Inventa un problema y ábrete con él, estoy segura que eso ayudará a que él haga lo mismo. Gánate su confianza.

–¿Un problema?– repitió Silver aún inconforme por la petición de la princesa.

–Uno de amor– aclaró Blaze para sonreírle divertida, provocando que aquella expresión de molestia del erizo plateado se borrara al acto y un sonroje tiñera sus pálidas mejillas, desviándole la mirada. –Puede ser sobre una relación fallida ¡O mejor aún!– exclamó Blaze entusiasta –Tal vez problemas sobre cómo lidiar con una chica o qué decirle, o...

–Lidiar con un amor no correspondido– soltó Silver con su mirada entristecida.

–¡Perfecto!– aplaudió Blaze –Estoy segura que eso ayudaría a que Sonic pueda hablarte un poco sobre sus problemas con relación a su esposa.

Silver soltó un pesado suspiro, asintiendo con la cabeza. Después de todo él debería de hacer lo que su princesa le indicara.

–¿Qué hay de la eriza?– preguntó Silver –Siempre están juntos.

–Yo me encargaré de ella, tú encárgate de Sonic.

–Pero...

–Su majestad– interrumpieron su conversación para ver a Sonic y Amy llegar hacia ellos. Sonic le sonrió galante, para que con un suave movimiento de cabeza Blaze le indicara que podía acceder al pequeño estudio. –Quería informarle que iremos con usted a la festividad– informó el erizo azul.

–Esplendido– dijo Blaze sonriente –De ser el caso, tal vez Amy pueda acompañarme mañana de compras para dicha actividad.

–¿Eh?– soltó la eriza con sorpresa ante la extraña petición.

–Un día de chicas– habló Blaze divertida, para que la eriza viera de reojo a Sonic, quien al igual que ella se miraba un tanto confundido por dicha petición –No te preocupes por Sonic, mi guardián encontrara seguramente algo que hacer con él. ¿No es así, Silver?– preguntó para ver al erizo plateado con intensidad.

–¡A-Ahh... claro!– asintió Silver febril.

–Perfecto, esta dicho– dijo Blaze sonriente –Entonces mañana nos veremos a primera hora.

La eriza asintió con la cabeza, desconcertada por la petición de Blaze, al igual que Sonic, pero ninguno de los dos se negó. Así se retiraron del pequeño estudio para que nuevamente ellos se quedaran a solas.

–Listo– dijo Blaze sorbiendo un trago de aquella copa de vino, victoriosa.

–Tú odias ir de compras– le recordó Silver, inconforme.

–Puedo tolerar un día de absurdo despilfarre si puedo conseguir información.

–¿Y qué se supone que hago yo con él todo el día aquí?– se quejó Silver molesto –¿Jugar a las cartas?

–Llévalo a un aventura

–¿Disculpa?– soltó Silver para arquear una ceja –¿Quieres que tenga una cita con Sonic ahora?

–No, quiero que lo lleves a un lugar donde él se sienta cómodo, será más fácil hablar con él de esa forma.

–Supongo que lo puedo llevar a las ruinas de Babylon Garden– murmuró pensativo.

–Suena bien para mí– asintió la felina –Encárgate de que se sienta cómodo, y consigue tanta información como sea posible– ordenó –Los quiero fuera de Cristal Empire lo más pronto posible.

La relación de Sonic y Amy a empezado a limar asperezas y las cosas están por cambiar aún más, esta falso matrimonio aún deberás de superar más pruebas antes de por salir victoriosos. Capítulo 7: ¿Amigos?

¡GrAcIaS pOr LeEr!