Capítulo 1: La Firma
Sorbió otro poco de aquel líquido humeante mientras sus ojos recorrían aquel libro que leía con pasión, o así fue hasta que su teléfono interrumpiera su único momento de tranquilidad. Amy observó en la pantalla el nombre de quien la llamada, un tanto extrañada y sorprendida.
–¿Tails?– habló respondiendo el teléfono, extrañada por la llamada del zorro.
–Amm... hola Amy– escuchó tímidamente del otro lado del auricular, era él.
–Tiempo sin saber de ti– dijo sorbiendo un trago más de aquella bebida caliente. Era una agradable sorpresa.
–Sí... bastante– dijo vagamente el zorro. Amy sintió algo extraño, más de lo normal, pues no parecía una llamada casual –¿Qué tal la universidad?– preguntó de pronto.
–Con mucho trabajo– respondió cortante dejando un billete sobre la mesa de aquella cafetería y tomar su mochila –Escucha Tails tengo un examen en cinco minutos y yo...
–¡Oh, claro!– dijo Tails aprisa –Yo te llamaba para que tal vez nos juntáramos en mi casa... hoy, a las 6.
Amy paró en seco ante su petición para ver con desconfianza su celular. Era obvio que no era una llamada casual, aunque invitarla a su casa era aún más extraño todavía. Permaneció en silencio, sin saber si sería una buena idea hasta que el zorro habló otra vez.
–¿Amy?– llamó para que ella soltara un suspiro, haciéndole saber que aún está ahí –Ya sabes, por los viejos tiempos...
–¿Sólo nosotros?– inquirió Amy desconfiada.
–Ya sabes, el grupo, como antes– respondió Tails con inocencia. Amy soltó una pesada exhalación, no podía decirle que no a eso, al menos no esta vez. Ya había pasado mucho tiempo.
–De acuerdo, pero será una visita rápida, pues mañana tengo dos ensayos que entregar– aceptó al fin.
–¡Perfecto, te veré aquí más tarde!– exclamó con una alegría desbordante, una que la obligó a sonreír. –Hasta entonces Ames– cortó para que una punzada de dolor recorriera velozmente su pecho. Llevaba muchos años sin escuchar que nadie la llamara Ames; era un apodo que sólo él utilizaba.
–Debes de dejarlo ir Amy– se dijo a sí mismo para fruncir el ceño y caminar en dirección a su facultad. Tenía cosas más importantes que hacer.
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Caminó desganada para detenerse frente a ese taller que durante muchos años sólo la lleno de felicidad y ahora, le oprimía el pecho con una nube de malos recuerdos. Amy aspiró hondo para así asentir con la cabeza y armarse de valor, tocando el timbre. Escuchó pasos del otro lado de la puerta sintiendo su corazón acelerarse, para que ésta se abriera y así ver la mirada inocente y dulce del zorrito.
–¡Amy!– dijo Tails con alegría –¡Viniste!
–Te dije que lo haría– habló un tanto distante, pero con una sonrisa por ver a su viejo amigo.
–¡Pasa, pasa!– pidió tomando su mano y adentrarla a su hogar.
Amy caminó aprisa siendo guiada por el zorro, para que así la llevara a la salda de su morada, en donde pudo ver a Knuckles, Rouge, Shadow, Espio, Vector, Cream y Charmy. No mentía con juntarse con el grupo como antes, aunque siendo honesta no esperaba a nadie más que Cream, Knuckles y tal vez Rouge.
–¡Miren quien llego!– habló con felicidad el zorro.
–¡Amy!– la saludó Cream para correr hacia ella y darle un fuerte abrazo. –¡Tanto tiempo sin verte!– dijo con lágrimas en sus ojos.
–Hola Cream– saludó para abrazarla de regreso –Haz crecido mucho...
–Vaya, vaya, miren quien salió de su escondite– dijo Rouge a modo de bienvenida, con una media sonrisa.
–Rose– habló Shadow cortante sin darle mayor importancia. El mismo Shadow de siempre.
–Hola a todos– saludó con cierta timidez. Tail le ofreció un asiento, a lo cual ella aceptó sin reparo y así sentarse enfrente de todos en aquella pequeña sala, sintiendo como de pronto todas las miradas se dirigieran hacia ella, en silencio. Haciéndola sentir más incómoda de lo que ya lo hacía. –Amm... Y bien, ¿Cómo ha estado todo?– intentó hacer conversación.
Tails le sonrió con cierto nerviosismo sintiendo como todos a su alrededor desviaban la mirada, ahora se sentía más incómoda que antes. Parecía que no sería una reunión casual, aunque realmente no lo esperaba.
–Escuche que ahora vas a la universidad– habló Cream para intentar romper la tensión que se había formado de pronto.
–Amm... sí, periodismo, muy pronto voy a...
–Terminemos con esta pantomima ¿quieren?– la interrumpió Shadow de pronto para que todos dirigieran su mirada al erizo negro de mala actitud –Te convocamos por una razón.
–Imagine que algo pasaba– asintió Amy, estoica –¿Y bien, cuál es el problema?
–Necesitamos que te cases– soltó Shadow amargamente.
Los ojos de Amy se abrieron de par en par sin entender qué era lo que estaba diciéndole; volteó a ver a Tails rápidamente para que el zorrito le lanzara una mirada intensa a Shadow, quien no respondió ante la misma. Amy lo vio confusa, provocando que Tails soltara un pesado suspiro y así asintiera con la cabeza. No era la forma en que quería darle esa información, pero ya que Shadow había ido directo al grano, debería de saltarse toda cortesía.
–Verás Amy, tenemos razones para creer que Eggman está formulando un complot nuevo y tal vez el más peligro hasta ahora– empezó a explicar el zorro –Creemos que quiere reactivar el ARK y completar su plan de amenazar y destruir el mundo si no caemos ante sus demandas.
–¿Y eso qué tiene que ver conmigo?– preguntó Amy molesta.
–Eggman se está codeando con la elite de Station Square, y no cualquiera puede entrar a dicha elite– explicó Rouge para que los ojos de la eriza se dirigieran a la murciélago –Ni yo con todas mis gemas tengo acceso a ese círculo social.
–Y desde que Eggman está en el tope de la sociedad elitista ha reforzado cualquier acceso a lo que ellos llaman Cristal Empire, la cumbre de la sociedad rodeada de lo más exorbitantes lujos– indicó Shadow con fastidio.
–De acuerdo...– murmuró Amy aún confundida –¿Y cómo todo esto tiene que ver conmigo?
–Sencillo– habló Espio –La única forma de entrar es con los más altos niveles de reputación, tú vienes de una familia rica, ¿no es cierto?– cuestionó Espio para que ella apenas asintiera a señal de respuesta –Pues bien, tú tienes ya de por sí tienes el dinero para pertenecer a dicha elite, y ahora con tus 23 años estás en la edad adecuada para casarte y ser presentada en sociedad.
–Saben perfectamente que yo me aleje de ese estilo de vida por esas estúpidas reglas– les recordó irritada –No me casaré sólo para entrar a un lugar tan snob como Cristal Empire.
–Creo que no terminas de entender Amy– espetó Tails cabizbaja –El dinero no es suficiente si tu reputación no te precede...
–¿Qué tratas de decirme?
–El único entre nosotros que tiene el nivel de fama y reputación necesaria para poder entrar ahí es...
Tails silenció para que todos en la habitación desviaran la mirada, entendiendo a dónde se dirigía aquella conversación.
–¡Me rehuso!– vociferó Amy poniéndose en pie de un golpe sintiendo la ira empezar a carcomerla. –¡No pienso hacerlo y no pueden obligarme!– gritó enfurecida.
–¡¿Eres estúpida o qué te pasa?!– se involucró Knuckles al ver la reacción de la eriza, quien al escuchar sus duras palabras le lanzó una mirada fulminante –¡Si no lo haces todos viviremos bajo en mandato de Eggman!– puntualizó –¡No es tiempo para viejos sentimentalismos!
Amy intentó controlar la ira que la recorría, sabiendo que el precio a pagar era demasiado alto como para que su orgullo prevaleciera. Vio con desespere a todos, quienes se mantenían atentos a su respuesta; sin embargo era demasiado lo que ellos pedían de ella. Estaba dispuesta en hacer cualquier otra cosa menos esa, robar, engañar, matar incluso, pero no casarse, no con él.
–¡¿Por qué no lo hace Rouge?!– señaló intentando poder eludir lo que le parecía un terrible destino –¡Ella tiene mucho dinero, más que toda mi familia, seguro!
–Eso es irrelevante– soltó Espio, estoico –Tú eres aristócrata por nacimiento, tiene más peso, aún así fueses pobre tu estatus no te será removido. Créeme, lo investigamos.
–Pero...
–Y Sonic es el único que tiene el nivel de buena fama que se necesita– insistió Rouge –Shadow digamos que no está en buenos términos con la alta sociedad– habló divertida para que el erizo bufara molesto por el comentario.
–¿No lo ves Amy?– habló Tails nuevamente –Ustedes son la única pareja adecuada para esto.
–Eso... no puede ser– dijo Amy dejándose caer sobre la silla. Anonadada por lo que le decían.
–Si te niegas todos seremos condenados– murmuro Vector cabizbaja.
–No habrá un futuro para Mobius si no haces esto– insistió Knuckles.
–¡Por favor Señorita Amy!– suplicó Charmy con lágrimas en los ojos.
Amy sabía que la única razón por la cual Tails la contactaría después de todo lo que había pasado sería por una emergencia, y vaya que si era una emergencia. Mordió su labio inferior intentando procesar toda la información que le estaban dando y se percató de algo que había obviado, faltaba la otra parte indispensable del plan que estaban elaborando.
–De acuerdo– se resignó al fin –¿Y Sonic, qué piensa él sobre todo esto?
–Bueno, él...
–¡Hey Tails!– escuchó decir a sus espaldas a una voz que la hizo temblar, una que la dejo inmóvil, sin atreverse a voltear –Lamento la tardanza– se disculpó para adentrarse a la sala donde todos parecían verlo con una expresión extraña –¿Qué sucede?– inquirió el erizo azul caminando hacia el centro del salón –¿Por qué todos...
Sonic acalló al ver a la eriza rosa, quien le desviaba la mirada a toda costa con una clara expresión de molestia, sorprendido por su presencia. Frunció el ceño al acto para lanzarle una mirada intensa al zorro quien rió nervioso ante su clara molestia.
–Tenemos noticias sobre Eggman, cariño– habló Rouge para que la mirada molesta se dirigiera ahora a ella.
–Nuestras hipótesis eran correctas– confirmó Shadow –Debemos infiltrarnos en Cristal Empire si queremos evitar la inevitable dominación mundial.
La expresión de molestia se borró de su rostro para que una de preocupación tomara su lugar, así obviando la existencia de la eriza rosa.
–Perfecto, Tails ¿cuál es el plan?– inquirió el erizo azul, cual líder lo haría.
–Debes de casarte Sonic– dijo Tails hundiendo su cabeza entre sus hombros, desviándole la mirada, para que el erizo azul arqueara una ceja.
–¿Quieres decir que debo de casar algo?– intentó Sonic entender, forzando una sonrisa de preocupación.
–No– intervino Espio –Necesitamos que desposes a Amy Rose para completar con éxito esta misión.
Sonic regresó su mirada a la eriza, quien seguía sin poder verlo a los ojos, con una clara expresión de molestia en su rostro.
–¡¿Acaso han perdido la razón?!– explotó el erizo azul –¡Si hago eso el plan nunca funcionara!
–¿Por qué no, Señor Sonic?– inquirió la coneja, tan perpleja como los demás por sus palabras.
–Es imposible que alguien como yo despose a alguien como ella, nadie jamás se tragaría semejante mentira.
–¡¿A qué te refieres con eso?!– exclamó la eriza para ponerse de pie y encararlo al fin. Ofendida por su comentario.
–Por favor, en serio crees que alguien puede pensar en nosotros como pareja– respondió alzando los hombros en señal de desinterés –Todos saben que puedo conseguir a alguien menos... ¿cómo decirlo? Loca.
–¡Prefiero ver que este mundo se pudra antes de pensar en compartir un minuto más contigo en esta habitación!
–¡No eres necesaria, puedes irte por donde viniste!
–¡Eso pienso hacer, yo...
–¡Suficiente los dos!– se impuso Shadow para caminar hacia ellos y tomar a cada uno del brazo, obligándolos a verlo –¡Esto es serio!– regañó –Si no logran conciliar sus diferencias por lo que dure esta misión nos condenaran a todos y no pienso permitir que eso pase– habló para que ambos lo vieran con sorpresa –No me interesa lo que tengan que hacer para que esto funcione, pero lo harán. Por Chaos si es necesario yo mismos los arrastraré al altar y créanme no querrán que eso pase– amenazó de tal forma que ambos se estremecieron bajo sus palabras.
Amy bufó molesta por sus palabras; realmente no quería que Shadow cumpliera su amenaza, estaba más que consciente que lo haría si era necesario. Intentó soltarse de su agarre, lo cual le fue imposible para verlo con ira en su mirada
–¡No debes de decirme eso a mí, él es quien se rehúsa a hacerlo!– le recordó mientras aún forcejeaba.
La expresión de molestia de Sonic pareció borrarse poco a poco para que un mohín de sorpresa tomara su lugar. Sus ojos se dirigieron a la eriza quien intentaba desesperada soltarse del agarre de Shadow y así murmurar al viento:
–¿Tú aceptaste?– dijo con asombro a penas audible el erizo azul, para que el forcejeó se detuviera y ella lo viera nuevamente, casi como deteniendo el tiempo.
Amy bufó molesta sonrojándose al ser expuesta y así en susurro responderle: –...Claro–dijo a penas audible para alguien más que para él –Es para salvar el mundo... es lo que hacemos.
Sonic suavizó su duro mirar para así soltar un pesado suspiro asintiendo con la cabeza. Si ella podía dejar todas sus diferencias atrás para una misión tan importante como esta, él lo haría también.
–Bien, lo haré...– accedió al fin –Para salvar el mundo.
–Bien– dijo Shadow para soltarlos a ambos. Se volteó para ver al equipo que se había reunido quienes tenían un esbozo de sonrisa en su rostro –Cada uno de ustedes sabe que lo debe de hacer– instruyó a todos, quienes asintieron decididos –No hay tiempo que perder, si Eggman logra su objetivo todos estaremos perdidos– aseveró. Shadow regresó su mirada a Sonic y Amy, quienes se daban la espalda respectivamente –En cuanto a ustedes, su única tarea es infiltrarse en la ciudad y lograr llegar hacia donde Eggman esté, una vez ahí daremos el golpe para desmantelar el ARK de una vez y para siempre.
–Como sea– dijo Amy tomando su mochila del suelo, lista para irse.
–Amy, debes estar aquí mañana a primera hora– pidió el zorrito –Eso va para ti también, Sonic.
–Sí, sí, de acuerdo– respondió sin interés, imitando a la eriza.
Amy no dijo nada más para salir a toda prisa de aquella casa, sin despedirse de nadie, sólo huyendo de lo que parecería el inicio de su peor pesadilla.
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Llegó muy temprano aquella mañana, como Tails le había pedido, quedándose de pie frente a la puerta de su casa. Elevó su puño tembloroso para tocar la puerta, pero se detuvo a unos cuantos centímetros de la misma. Tragó pesado, mientras el miedo la recorría; no quería entrar, no quería participar en esa locura, pero sabía que no había opción, si no lo hacía condenaría al mundo entero... sólo debería de sobrevivirlo un par de días y luego regresaría a su vida normal, lejos de él, lejos de todos.
Amy tocó la puerta tan suave que esperaba no ser escuchada y así poder irse con la excusa que no hubiera nadie en casa; pero no pasó. Le abrieron casi al acto para que un zorrito muy animado le sonriera, algo que empezaba a odiar.
–¡Te esperábamos!– habló Tails para jalarla a los adentros de la casa, casi en contra de su voluntad. –Ya se encuentra aquí Tikal, ella oficiará la ceremonia y podremos empezar.
–¡E-Espera!– dijo Amy resistiéndose a su agarre –¡¿Hablas que esto será en serio?!
–Claro– le respondió confundido por su reacción, deteniéndose a la mitad del pasillo –Si no lo oficiamos ellos jamás les creerán y perderemos nuestra oportunidad.
–¡Pero...
–Por fin te presentas– escuchó decir a Sonic, quien yacía con una mirada de reproche al final del corto pasillo –¿Puedes apresurarte? quiero que terminemos de una vez por todas con esto.
Amy lo vio enfadada lista para decirle un par de verdades cuando sintió como alguien la empujaba con cierta brusquedad por la espalda, para obligarla a caminar. Vio de reojo a Shadow, quien al igual que Sonic tenía una expresión de impaciencia en su rostro. No bromeaba con llevarla altar eso hacía falta. La dejo en la sala, a la par de él, en donde del otro extremo de una pequeña mesa yacía la equidna con una sonrisa un tanto triste, pues sabía que no era deseo de ninguno de los dos realizar dicho acto.
–Lo discutirás después, ahora necesitamos terminar con esto– ordenó Shadow y con un ademán de mano indicarle de iniciar la ceremonia.
–De acuerdo, lo único que deben de hacer es firmar esto– habló la equidna para enseñarles a ambos una hoja de papel –Una vez lo hagan serán oficialmente marido y mujer– explicó.
–Sí, sí, sí– masculló Sonic molesto arrebatándole el pedazo de papel para firmarlo velozmente.
–¿No vas a leerlo?– curioseó Amy.
–Básicamente dice que me encadeno a ti hasta que la bendita muerte me libre de mi sufrir– respondió malhumorado para terminar su firma –Listo.
Amy frunció el ceño, pero sabía que pelear con él no haría que ese momento fuera más tolerable. Le dio un vistazo rápido al documento y efectivamente decía eso, claro está en otras palabras. Asintió con la cabeza para colocar la pluma sobre la línea punteada, deteniéndose un momento... Nunca imagino que el día que se casara sería de esa forma o con aquel sentimiento que le oprimía el pecho.
–¿Puedes darte prisa?– apresuró Sonic con una expresión de molestia. –Quiero terminar con esto antes del siguiente año nuevo.
Amy frunció el ceño para bufar molesta, y sin pensarlo dos veces firmó aquel documento. Vio su firma sobre la hoja de papel y un vacío se le hizo en el estómago, sentía que vomitaría. Era oficial, estaba casada con su peor pesadilla.
–¡Perfecto!– dijo Tikal con una alegría que ninguno de los dos compartía –Ahora los anillos.
–¿Anillos?– repitió Amy con cierta sorpresa.
–Debe ser lo más real posible– le recordó Shadow, para sacar dos argollas de oro –Estas poseen un pequeño transmisor que nos hará saber su ubicación en todo momento, en caso de que algo suceda.
–¡Espera!– detuvo Tails –¡Casi lo olvido!– habló corriendo hacia la eriza, y así sacar una pequeña caja y entregársela –El anillo de compromiso va primero.
Amy tomó la caja aterciopelada azul y sin poder evitarlo ver de reojo Sonic, quien no parecía poner atención a lo que sucedía a su alrededor. Abrió la caja para ver un anillo de oro rosa con un diamante en forma de capullo. Era un anillo simplemente exquisito.
–Veo que lograste conseguir un buen anillo en la tienda de segunda mano– habló Sonic para admirar el anillo a la distancia, estoico –No pensé que hubieran tan buenas cosas en esa tienda de ladrones y estafadores– dijo con desdén.
–Pues Tails tiene buen gusto– habló la eriza para colocarse el anillo en el dedo anular y admirarlo por unos segundos –Si fuera por ti tendría un alambre en mi dedo.
–Tenlo por seguro– sonrió Sonic divertido.
–Basta los dos– intervino Shadow nuevamente –Ahora sí, usen estos– entregó Shadow ya cansado de la pelea infantil. –Hoy en la noche tendrán la recepción oficial en donde la elite de la elite ha sido invitada– explicó –Eso significa que deberán aparentar no sólo agradarse sino estar locamente enamorado uno del otro... el mundo depende de eso.
Bien este es el primer capítulo y la verdad al momento de empezar esta historia estaba más que decidida a darle una vuelta a las típicas historias de amor. ¿Cómo volver a amar después de que te rompieron el corazón? Y lo más importante ¿cómo poder perdonar? ¡De eso se trata esta historia!
Como sabrán esta fue la historia ganadora ente la votación que realice y la verdad ha sido más fácil y rápido de lo que pensé. Sin embargo, para aquellos que votaron por un Shadamy no se preocupen, mi siguiente proyecto será Bloody Rose; pero eso será hasta que esta tenga su final.
¡GrAcIaS pOr LeEr!
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