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Capítulo 20: Enamorado de la enemiga.

Matt

Me levante con un enorme dolor de cabeza, al parecer ayer había tomado unas cuantas copas de más, tenía vagos recuerdos de lo de anoche, pero lo que me parecía que había sido un sueño, un maravilloso sueño, había sido el hecho de besar a Jess, aún estaba confundido, no sabía que era cierto y que no, sólo había una manera de saberlo y esa era ver a Jessie, si lo que había pasado anoche había sido un sueño, ella se comportaría igual que siempre, fui al baño y me duché, cuando salí me seque y me vestí, me puse unos jeans, una polera azul marino y unas zapatillas, baje las escaleras y fui por agua a la cocina, cuando llegue vi que Jess estaba ahí, ella no me vio ya que me estaba dando la espalda, Jess estaba bebiendo agua, me apoye en el marco de la puerta y la recorrí con la mirada, de pronto ella se volteó y yo subí la mirada para ver sus hermosos ojos color miel.

-¿Que?- preguntó, se notaba algo nerviosa.

-Que bellas ojeras- bromeé y ella lleveo su mano libre a sus ojos, puso un extraño gesto en su cara, me dieron ganas de reir pero no lo hice- ¿No dormiste bien anoche?.

-No, más bien no dormí casi nada, y todo es por tú culpa- dijo casi gritando.

-¿Podrias hablar más bajo? me duele la cabeza- dije y con mis dedos masajie mis sienes-¿Mi culpa? ¿Y porque es mi culpa?.

-Claro que es tú culpa, por tú culpa me desperté como a las tres de la mañana y no pude dormir en todo el resto de la noche, es tú culpa por que toda la noche estuve recordando que me besa...- se quedo callada de golpe, yo la mire y le sonreí.

-¿Me besa...?- quise saber, aunque ya sabía lo que había pasado, lo de anoche no había sido un sueño.

-Nada, olvidalo- dijo desviando la mirada y dándome la espalda, me acerque a ella y note como se tensaba, agarre su brazo y la di vuelta para poder quedar frente a frente, ella dio dos pasos hacia atras y chocó con el refrigerador, puse una mano en el refrigerador muy cerca de su cara y con la otra mano le levante el mentón para mirarla a los ojos, acerque un poco mi cara a la de ella pero me detuve antes de tocar su nariz con la mia y luego le sonreí.

-¿Me vas a decir lo que paso anoche?- le pregunté, para ver si era capaz de decirme lo del beso.

-No paso nada- respondió, su nerviosismo era casi palpable.

-¿Estas segura?- pregunté ladeando un poco la cabeza y no pude evitar mirar sus labios por un segundo.

-S... Si- dijo y desvío la mirada.

-¿Sabías que te has vuelto una muy mala mentirosa?- le dije sonriendo, al parecer ella iba a decir algo, pero yo me adelante e hice que nuestros labios se rozaran, sus mejillas tomaron un ligero color rojo y yo apegue más nuestros labios, de pronto escuche que algo se quebraba y luego Jessie me empujo para alejarme de ella.

-¿Esta todo bien?- dijo la señora Balwin en la puerta de la cocina.

-Si, no es nada, sólo se me resbaló el vaso- respondió Jess mientras tomaba la pala y la escoba y comenzaba a recoger el vaso roto.

-Jessie, ¿estas bien?- preguntó la señora Balwin un poco preocupada- Estas roja, ¿no tendras fiebre?.

-No, estoy bien mamá- Jess dejó el vaso roto en la basura y salio de la cocina.

-¿Matt ella esta bien?- me preguntó la mamá de Jess, yo le iba a decir que no tenía ni idea pero Jess volvió a la cocina.

-Mamá, ya te dije que estoy bien, no te preocupes y no tienes porque preguntarle a éste nada sobre mi- me quede mirando a Jessie, ella se dio la vuelta para salir nuevamente de la cocina, pero se quedó parada en la puerta y se llevó una mano a la frente, de pronto Jessie se comenzó a desplomar lentamente, corrí al lado de ella y la atrape antes de que se cayera al suelo.

-¡¡Jessie!!- grito la señora Balwin.

-Se desmayo- dije y la tome en brazos- La llevaré a su habitación.

-Si- respondió ella y antes de que yo saliera, ella le tocó la frente a Jess -Dios, esta ardiendo en fiebre.

-¿La llevamos al hospital?- pregunté, la señora Balwin se quedó pensando y luego asintió.

- Si, llevala a mi auto- dijo y ella fue a buscar algo, me dirijí al auto de la señora Balwin y con algo de dificultad abrí la puerta de atrás y metí a Jessie, luego cerré la puerta y me di la vuelta- ¿Me acompañaras?- preguntó la señora Balwin.

-Por supuesto- dije metiéndome al auto, tome la cabeza de Jess y la puse en mi regazo.

Cuando llegamos Jessie ya estaba despertando, estuvimos unos cuantos minutos dentro del hospital, yo estaba esperando afuera de la sala mientras examinaban a Jessie, luego salieron y note que Jessie estaba algo palida.

-¿Todo esta bien?- pregunté y Jess me quedó mirando.

-Si, es sólo que estos días no he comido bien- dijo desviando la mirada.

-Llegaras a casa y comerás algo más que sólo una manzana, ¿me escuchaste bien?- dijo la señora Balwin y Jess asintio, salimos del hospital y nos subimos al auto, cuando llegamos a casa la señora Balwin obligó a Jess a comer algo decente según ella, yo la estuve mirando un buen rato.

-¿Porque me miras tanto?- preguntó Jess, dejando la cuchara de lado y mirándome a los ojos, la señora Balwin había tenido que irse al trabajo así que estábamos solo los dos- ¿Acaso te gusto que me miras tanto?.

-Si- dije sin poder evitarlo, ella se sonrojo y desvío la mirada.

-Me iré a mi habitación- dijo levantándose, pero al parecer se mareó.

-¿Estas bien? ¿quiere que te ayude a subir?- pregunté preocupado.

-No, estoy bien, puedo subir sola- respondió sin mirarme y luego salió de la cocina, yo la seguí lentamente y la miré subir las escaleras.

Estuve un buen rato jugando con Boby, aún me preocupaba Jessie pero no quería molestarla así que la deje tranquila, de pronto sonó el teléfono de la casa y fui a contestar, al otro lado de la linea estaba la señora Balwin, al parecer hoy no iba a llegar a casa porque el señor Balwin había tenido un asunto de negocios y se la había llevado fuera, la señora Balwin me había pedido que cuidase de Jessie y que la mantuviese informada del estado de Jess, unos quince minutos más tarde me llegó un mensaje de Travis, decía que hoy no llegaría ya que estaba tratando unos asuntos pendientes y que por favor alimentase a Boby, nuevamente íbamos a estar solos con Jessie. Fui a la habitación de Jess para informarle que estaríamos solos, aunque a ella no le agradará la idea, toque la puerta dos veces y Jess no contestó, quizás esta dormida, pensé, abrí la puerta con cuidado y vi a Jess en el suelo.

-¡¡Diablos!!- dije y me acerque a ella, la tome en brazos y la deje en la cama, me sente a su lado y toque su frente, me di cuenta que la fiebre no había bajado, ella ya se había tomado los medicamentos así que no le podía dar más, cuando me iba a levantar para ir por una toalla húmeda ella agarró mi brazo.

-Tengo calor- murmuró.

-Si, lo se- dije, ella estaba roja y sus labios estaban un poco inflamados, de pronto Jess comenzó a desabrocharse la blusa- ¿Que estas haciendo?.

-Hace mucho calor -dijo y siguió desabrochando su blusa, yo tome sus manos para detenerla y ella me miró con el ceño fruncido-Matt, quitame la ropa- mi corazón comenzó a latir muy rápido, hace semanas atrás no me habría importado hacerlo, cualquier cosa servía para completar mi venganza, pero ya no, ni aunque yo quisiera desnudarla.

-Sabes que me encantaría, pero no así- dije y me levanté para buscar la toalla, cuando llegue Jess se sento, yo me senté al lado de ella y trate de que se volviera a acostar, pero ella no me dejó.

-Matt, rápido, desvisteme.

-De ninguna manera- nuevamente intente que se acostará pero ella lo impidió y enredo sus brazos en mi cuello- Matt, eres un idiota.

-Lo se- respondí, de pronto ella acercó la cara y me besó, esta era la segunda vez que ella me besaba, siempre era yo el que la besaba a ella, sus labios estaban ardiendo, puse mis manos en sus hombros y la fui acostando de a poco sin separar nuestros labios, cuando ya estaba acostada me separe lentamente de ella, Jess abrió los ojos y me miró mal- Tenemos que bajarte la fiebre- dije y le puse la toalla húmeda en la frente.

Después de un rato, Jessie se quitó la toalla de la frente y la lanzó lejos, me quedó mirando y tomó mi mano.

-¿Que pasa?- le pregunté sorprendido.

-Matt, ¿porque me odias tanto? ¿porque me hiciste firmar ese contrato? ¿ porque me besaste anoche?- ella me miraba directo a los ojos- y ¿porque hiciste que prometiera eso?.

-Jess, yo... Yo no te odio- ella me miró extraña- Y lo del contrato, pues ya sabes porque lo hice, pero lo que no sabes es que el contrato no es válido- Jess quedó con la boca abierta- No recuerdo muy bien lo que paso anoche, así que me tendrás que explicar lo de la promesa.

-Me hiciste prometer, que no volvería a tocar, ni a besar a ningún otro hombre que no fueras tú- ahora el que quedó con la boca abierta fui yo, podía recordar un poco el beso, pero la promesa no la recordaba para nada- Estoy cansada.

-Jessie, te amo- le dije mirándola a los ojos, ella desvío la mirada y sus mejillas se pusieron rojas y está vez estaba seguro que no era por la fiebre.

-Te odio- respondió y yo sonreí, me acerque a ella y bese su frente, Jess se dio vuelta dándome la espalda, me aleje de ella y me estire en el sofa-cama que estaba en su habitación, después de un rato me di cuenta que Jessie estaba dormida, salí de su habitación y miré la hora en mi celular, ya eran las dos de la tarde, fui a la cocina a preparar el almuerzo ya que había aprendido de pequeño y la verdad es que era muy bueno cocinando, prepare espaguetis con albóndigas, lo serví y lo puse en una bandeja con un vaso de jugó, luego subí a la habitación de Jess, entre y vi que Jess aún dormía, deje la bandeja en la mesita de noche y me senté en la cama.

-Jess, Jess despierta- dije y ella se estiro.

-¿Que pasa?- preguntó aún con los ojos cerrados.

-Es hora de almorzar- ella abrió los ojos y me quedó mirando- Vamos sientate.

-¿Mamá preparó el almuerzo?- preguntó, mientras se sentaba.

-No, tus padres no llegaran hoy, al parecer tu padre tuvo un asunto de trabajo- Jess asintió mirando a otro lado- Y Travis tampoco llegara hoy.

-¿Que?- preguntó confundida.

-El también tiene trabajo que hacer- Jess miró la bandeja que estaba en la mesita y luego me miró a mi.

-¿Y quien hizo eso?.

-Yo- respondí y Jess abrio los ojos como platos- No te preocupes, no tienen veneno y no saben mal, ahora debes comer- después de decir eso le puse la bandeja en el regazo y ella tomó el tenedor.

-¿Vas a quedarte viendo?, ve a hacer algo- sonreí y salí de la habitación, no quería incomodarla, baje las escaleras y fui a servirme algo de comer.

Ya más tarde fui a ver como estaba Jess, ella estaba dormida así que sólo toque su frente para ver su temperatura, la fiebre ya había bajado, no quería dejarla sola así que me queda a dormir en el sofa-cama de su habitación, me desperté al escuchar que Jess me hablaba.

- ¿Qué pasó? ¿Estás bien?- le pregunté.

-Matt, te... Tengo fri... Frío- dijo temblando, yo me senté y me di cuenta que Jess tenía los labios morados.

-Ven, vamos a acostarte- le dije y la lleve de vuelta a su cama, la tape y ella agarró mi brazo.

-Matt, que... Quedate conmigo.

-Si, me quedaré aquí no te preocupes.

-No Matthew, quedate conmigo, aquí - dijo mostrándome su cama, la quede mirando unos segundos y luego accedí, me metí en la cama de Jess y ella me abrazó, después de unos minutos Jessie dejó de temblar, cerré mis ojos y trate de dormir.

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~HarunaNanami.

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