Leonardo respiro tranquilo una vez teniendo la prueba de sangre en sus manos, el examen había dado negativo en embarazo devolviéndole el alma al cuerpo al azabache; cayó de rodillas al piso dejando caer el papel junto con el, su respiración volvió a la normalidad mientras lloraba. Le daba temor de que una de las tantas veces que se habían corrido en él le haya provocado algún embarazo, no había vuelto a clases después de que se salió a escondidas de ella; April lo llamaba como loca al celular, Leonardo no estaba de ánimos en contestarle ahora.

Camino hacia su cama dejando el examen dentro de un cajón y su teléfono móvil que ya marcaba 238 mensajes de sus amigos, se sentó en su cama tomándose la cabeza enredando su cabello entre sus dedos; suspiró esperando que no hubiera algún cliente hoy, pero todo se vino abajo cuando su padre abrió la puerta.

_cambiate de ropa_ ordenó_ tienes un nuevo cliente con mucho dinero, aprovéchalo

_si padre_ de inmediato

Saki salió de la habitación dejando a Leonardo para cambiarse, el azabache amargamente comenzó a desvestirse viendo aquellos moretones que aún no desaparecían de su cuerpo que ocultaba debajo de la ropa.

La puerta se abrió mostrando al nuevo cliente, un señor de edad promedio llevaba un bastón y un sombrero elegante; su ropa parecía sacada de una lujosa tienda de las más caras, Leonardo se volteó hacia el sorprendido.

_me estoy vistiendo_ le dijo_ aún no estoy listo

_no es importante, de todos modos Te la quitaré después_ sonrió malicioso

Leonardo se acercó al hombre ha no sintiendo vergüenza, ya estaba acostumbrado a todo esto; el señor abrazo a Leonardo de la cintura mientras ponía su nariz en el cuello del azabache, ese cliente beso delicadamente el cuello de Leonardo provocando que el muchacho cerrará los ojos y ahogara un leve gemido.

_asi me gusta_ sonrió mientras caminaba llevándose al azabache hacia la cama y acostandolo en ella

No espero mucho tiempo para penetrarlo, nisiquiera lo preparo primero para que no sufriera dolor no me importo y asi como entro fue penetrandolo sin importar la sangre y el dolor de la otra persona.

_¡Te amo preciosura!_ comento mientras seguía con las penetraciones

Sin que nadie se diera cuenta, la puerta se abrió indicando que alguien estaba precensiando esa horrible escena; sorprendido se acercó a los dos hombres que mantenían relaciones sexuales, tomó una enciclopedia de 400 hojas y con ella golpeó al sujeto que permanecía encima de Leonardo.
El sujeto millonario cayó hacia un lado aún estando dentro de Leonardo, el azabache respiraba agitadamente mientras entrecerraba los ojos tratando de ver quién lo había salvado.

_¿Raphael?_ pregunto tratando de levantarse, algo adolorido.

Raphael no dijo nada, solo se levantó y tomó una frazada de la cama con la cual cubrió a Leonardo; lo tomo por los hombros y se lo llevó a un lugar más seguro que esa casa, cuando llegaron a una especie de bosque alejado. Descansaron un poco, Leonardo miraba al suelo sin saber cómo explicar lo que Raphael había visto en su habitación; se sentía avergonzado y humillado, cubría su cuerpo con aquella frazada que el pelirrojo le había entregado.

_porque me mentiste_ comentó el pelirrojo subiendo su mirada hacia leonardo_ porque no me dijiste la verdad cuando te pregunté

_......._

Leonardo no se atrevía a hablar, sentía mucho miedo de lo que pasaría ahora quizás con esto ya había perdido a Raphael para siempre; el pelirrojo se acercó a él tomándole por los hombros mientras hacía que Leonardo lo mirará directamente a los ojos.

_¡Porque me ocultaste algo como esto!_ grito haciendo que las lágrimas comenzarán a caer de los ojos zafiros del contrario

_porque no podía_ sollozo mirando a raphael

_¡Porque no podías!_ grito nuevamente zarandeandolo

_¡Podrían haberte matado!_ anunció_ si tú te llegas a enterar de esto, papá te matará

_es el, el que te obliga a.....prostituirte?

_s~si_

_desde cuando lo haces_ comento tomando su postura sería

_desde los 5 años_ Raphael se paralizó, abrió sus ojos como platos viendo en que postura estaba Leonardo

Raphael notó el cuerpo de Leonardo lleno de moretones y heridas hechas quizás por sus clientes anteriores; el azabache comenzó a llorar de manera fuerte e intensa, el pelirrojo empujó a Leonardo hacia el dándole un abrazo y permitiendo que leo llorara a su gusto.

Leonardo se acomodó en el pecho del pelirrojo, en donde pudo desahogarse; cuando sus lágrimas no cayeron más, Raphael levantó la mirada del azabache para mirarlo una vez más.
Aunque no era planeado, se acercó a él y lo beso con tanto amor que lo reconstruyó por completo; ambos cerraron los ojos disfrutando de ese beso, y hay personas que dicen que

El consuelo está en un beso

Continúara