Leonardo abrió los ojos desorientado por la luz, giró su cabeza hacia los lados dándose cuenta que se encontraba en una habitación de hospital con un cuello ortopédico puesto; al fijar mejor su vista se encontró con Raphael quién está emocionado al verlo, Leonardo sintió su corazón romperse al recordar lo que minutos atrás pasó.

_¿Leo?_ pregunto acercándose a la camilla_ ¿Sucede algo?

Leonardo apretó las sábanas con sus delgados dedos, aguantaba el mar de lagrimas que deseaban salir en ese momento; Raphael tomó una de sus manos pero Leonardo la quitó rápidamente, el pelirrojo quedó confundido ante esa acción.

_leo...

El azabache comenzó a llorar repentinamente, cubrió su rostro con sus manos llenandolas de sus lágrimas;Raphael con el corazón en la mano lo vio derramar lágrimas que sabían que era su culpa, Leonardo no dejo en ningún momento de llorar.

_leo, lamento lo que has visto pero no son como tus ojos lo precensiaron_ Raphael tomó nuevamente las manos de leo_ mi amor por ti es cada vez más grande, tus ojos son maravillosos, amo cada parte de tu cuerpo.

Leonardo lo miro con los ojos abiertos y aún con pequeños rastros de lágrimas en ellos, Raphael le dolía verlo de esa manera pero se asustó más al ver que pudo haber perdido al amor de su vida.

Raphael se fue acercando a Leonardo depositandole un beso en sus labios, justamente la puerta se abrió en ese momento dándose a conocer a los demás quienes al ver a la pareja besarse se sintieron muy felices; cuando los jóvenes dejaron de besarse los chicos se acercaron a ellos sonriendoles, diciéndole al azabache el gran susto que vivieron ante el accidente.

_¡Nos diste un gran susto!_ alegó Mike acercándose a abrazar a leo

_lo siento chicos_ comentó sonriendo, sintiendo sus ojos pesados

_lo mejor es que estás bien ahora_ sonrió donatello

_si.....

Esperaron unos momentos en silencio, mientras que Raphael buscaba algo en sus bolsillos para luego arrodillarse frente a la camilla.

_se que no es el lugar más romántico del mundo para pedírtelo, pero la Verdad no puedo aguantar más en preguntarte

Leonardo aguantó la respiración mientras veía que las palabras de Raphael se iban acortando.

_pero de lo que estoy seguro......esque quiero pasar toda mi vida a tu lado_ sonrió raphael_ aunque lo que debería preguntarte es.......¿Quieres casarte conmigo?

Todos veían atentamente la reacción de Leonardo, quien estaba muy tenso y en silencio; Raphael mostró el anillo de diamantes hacia leo, esperando su respuesta..

_te amo.....pero no puedo aceptar

Continúara