Cap. 6
Finalmente no tuve problemas en las clases, solo que de vez en cuando miraba el reloj para que no siguiera marcando la hora, me sentía nervioso, no sabía que hacer, tengo muchas posibilidades de estar en problemas, realmente estaba nervioso de tan solo imaginarme como estará esperándome para darme una paliza en todo el cuerpo sabiendo que yo no se pelear, pensaba en irme a escabullidas para que no me encuentre, pero por otro lado me irá peor porque me seguirá molestando por ser un cobarde... Estoy realmente perdido...
Cuando sonó la campana del recreo espere a que todos salieran para yo ir con ellos, posiblemente me atrapen cuando este solo y eso me pone de nervios, menos mal que mis amigos y yo fuimos en grupo hasta donde dejamos el peluche y revisar que no le hayan hecho algo, pero estaba intacto por fortuna, para seguridad lo guarde en mi mochila cerrando el cierre para que nadie lo vea, luego de ello bajamos al comedor a servirnos las bandejas y sentarnos en el mesón, deje mi mochila a mi lado para comer tranquilo hasta que sucede lo que me temía...
Alejandro: bien, bien, bien... Que tenemos aquí.
"No molestes por favor."
Alejandro: no digas tonterías, ven que ya es hora de iniciar.
"Ya te los dije,la ciencia no es lo mío."
No le agrado que negara, de hecho no acepta un no como respuesta, su familia es adinerada y es hermano mayor de los que están estudiando en otro colegio lejos de el supongo que era por alguna razón de el porque siendo honesto no lo soporto.
Alejandro: ¡igual la debes hacer!
Y así es como iniciamos una pelea entre el y yo, algunos apostaban pero mis amigos trataban de calmarnos, yo por lo general me estaba cubriendo para no tener un grave golpe hasta que sin quedar derrumbe mi mochila al suelo, Alejandro la tomó y empezó a revisar, jamás creí que mi vida estaría dependiendo de un hilo cuando vi que tomo aquel peluche, su risa era totalmente desconsertante.
Alejandro: miren, el niño trajo a su mascota ¿eh? Que lindo~
"Devuélvemelo, no es tuyo."
Alejandro: ¿no te hablaron acerca de compartir?
Levantó muy alto el dicho peluche para que yo no lo alcanzara.
Alejandro: ya sé, ¿porque no jugamos un poco con él?
"No te atreverías"
Alejandro: oh si, vayamos a ver como el... Eehh... Señor babas tiene que decir.
Dijo riendo mientras que se alejaba, no podía dejarle el muñeco a el, es capas de que descubra que habla y eso sería una catástrofe, al menos para mi.
"Por favor, no le hagas daño..."
Carlos: ¿que acaso no querías dejarlo?
"Yo no dije eso, dije que lo regresaría a casa."
Alejandro: si tanto lo quieres, entonces ven por el.
Comenzó a correr, estaba algo nervioso por los susurros que escuchaba y no entendía, simplemente por un minuto me quede mudo, hasta que Leslie me hizo sacar de mis pensamientos y fui directamente a buscar a Alejandro, no sabía en donde estaba y eso significaba que podría atacarme en cualquier lado, estaba devastado porque puede que la chica que me gusta lo haya escuchado y este ahora hablando de mi, y lo que más me preocupa es que descubra que el conejo puede hablar...
Busqué y busque hasta que por fin lo encontré, alcancé a atraparlo porque Alejandro casi le dejo caer sobre el cesto de basura, bueno cabe mencionar que cuando lo encontré estaba sucio pero no era para tanto, el dicho niño empezó a burlarse de mi diciendome "niño" por haber "traido" a un muñeco de peluche a la escuela y por importarme tanto hasta irlo a buscar, me creerían loco si les dijera, entonces por fin llego un profesor para calmar la situación, solo le conté lo que paso y mando a Alejandro a llamarle el representante, mientras que yo volví al aula de clases con el conejo adentro de mi mochila.
Cuando todo terminó camine lo más lento posible tratando de pensar como quitarme los raspones, Carlos; Mario; Fernando y Leslie me ayudaron un poco con agua y desinfectante durante el camino a casa, ellos me hablaron pero yo por los nervios no respondí hasta llegar a mi casa donde de ellos me despedí, subi a mi habitación saludando a mamá y papá dejando en la cama mi mochila y alado de esta el muñeco en el cual me le quedé mirando fijo.
"¿Estas ahí?"
No obtuve respuesta alguna por unos minutos.
"Se que estas ahí, dime ¿te hicieron algo?"
*N-no.*
Por fin obtuve respuesta.
"Menos mal..."
*¿Esta enojado?*
Solo suspiré un poco.
"No, mas bien estoy intrigado..."
Nos quedamos mirándonos mutuamente.
"Lo bueno es que no te hizo nada... Pero escúchame, no quiero que me sigas a la escuela, no eres bien aceptado como has visto, y tampoco quiero que te hagan daño..."
*¿e-entonces si esta enojado conmigo maestro?*
"No me llames maestro, solo llámame por mi nombre... Y no, no estoy enojado contigo, pero por tu bien no lo vuelvas a hacer ¿si?"
*¿Es por lo de ese niño no?*
"Si, por un momento creí que te había hecho algo pero por fortuna no es así, por tu bien, cuidate de él ¿si?"
*Esta bien ¿pero que hay de usted?*
"Por mi pues... Supongo que mañana me tocará asumir las consecuencias..."
En ese momento escucho a mi mamá llamarme para la cena, es en donde tomo mi toalla y mi cambio de ropa.
"Pero no te preocupes, estaré bien."
*Gracias por salvarme, maestro.*
Bien, eso me intrigo un poco, sigo sin saber el porque me llama así ese conejo, solo me di la vuelta y camine hasta el baño a darme una ducha y al salir me cambio y bajo al comedor para ir a hablar con mi familia sobre las tareas y demás cosas que a partir de mañana empezaré, luego volví a subir hasta mi habitación, abri mi latop para ir al videochat con los chicos durante una hora, apagué todas las luces y deje al peluche en una silla de mi habitación.
"Buenas noches."
Dije antes de quedarme dormido cubierto completamente de las sábanas.
-mientras tanto, en la silla estaba el conejo mirando a su amo dormir cómodamente mientras que se quedaba quieto con un pequeño brillo en sus ojos de botón.-
*Buenas noches, maestro.*
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