Pasaron las horas y todavía no encontraba la respuesta que ni sabia el porque estaba esperando de un peluche, es decir, suena muy tonto tener que esperar a que un peluche te vaya a hablar y saludar como si fueras uno de ellos o algo así por el estilo, como se puede uno imaginar que un muñeco que solamente fue hecho para los que tienen una mente realmente mal fuera de este mundo creyeran que son otra cosa salida de la fábrica de donde se creo para dar a la casa de uno y ser utilizado como si fuera una cosa de utilidad, ademas de entretener a los más pequeños y de dejarles creer que tienen vida propia, aveces son una buena simulación de alguien o algo, también son buenos blancos para cuando se vaya a practicar algo.

Miraba a ese muñeco fijamente, estaba realmente degastado y con falta de limpieza, me levante de la cama para abrir la puerta de mi habitación para ir directo al cuarto de lavado, tome el detergente y encendi la lavadora, fui a buscar al conejo y tomandolo apenas con las yemas de mis dedos iba bajando las escaleras.

"Espero que aguante la lavadora."

Una vez dentro del cuarto del lavado abrí la lavadora y lo metí adentro y la cerré dejando que se llene de agua y colocando el detergente esperaba a que el conejo ese lavado, me senté y mire como giraba, pocas veces mire como se pegaba por pocos seguntos al vidrio de la lavadora y continuaba su trayecto hasta que finalizó, abrí y saque al peluche y me lo lleve a la secadora que era como la lavadora solo que en vez de agua y detergente era solamente aire.

Cuando ya estaba todo seco pude relajarme por el dulce olor a limpio entonces en mis brazos me lo llevé de regreso a la habitación para recostarme en la cama dejando al peluche sobre mi estomago y en silencio pude mirarle, realmente era un hermoso color azul que portaba, no es que me gustasen los peluches al grado de considerarlo un amigo como a ciertos niños les ha pasado, solamente quería saber si lo que ha contado la señora fuese real o simplemente un cuento más del cual serviría de excusa para contarle a los mas pequeños.

"Bueno, espero que te sientas cómodo aquí"

Dicho esto deje al peluche a un lado y me levanté de la cama para ir a mi computadora e ir a hablar con mis amigos o quizás jugar algún que otro juego en la computadora mientras esperaba a mi madre que regresara del trabajo, simplemente el silencio del lugar aveces puede llegar a ser un tanto aburrido o inquietante, por esa razón me decidí estar en la computadora para pasar el rato y no dejar que ese silencio me atormentara entonces me quede en videochat con mis amigos mientras jugábamos un juego de acción.

Fernando: oye, y ya tienes una idea de como invitarla a salir un poco?

"De que estas hablando?"

Fernando: me refiero a ella... Ya le vas a hablar?

"Oh! Pues... Tengo algunos planes pero no se si ella acepte..."

Carlos: vamos amigo, vas a perder una oportunidad como esa, aprovecha que aun no le ha aceptado a ese tipo

"Lo intentare, solo que necesitare algo de animo..."

Mario: te apoyaremos en todo lo posible!

"Gracias amigos"

Leslie: oye por cierto Adrian

"Que pasa Leslie?"

Leslie: -después de matar a un troll- acaso te gusto mucho la historia que quieres compañía de cualquier tipo?

"Eh??"

Realmente no había entendido lo que ella me quizo decir, pero mirando la pequeña risa de los demás mire extrañado a todos lados hasta que supe a donde mirar y sobresaltandome del susto, ese conejo estaba en mis piernas mirando la pantalla, realmente no me espere eso, pero si lo deje en la cama!

Fernando: que pasa adrian? Jajaja tienes miedo?

"No es gracioso... Que raro..."

Leslie: que ocurre?

"Jure que lo había dejado en la cama..."

Carlos: debió ser tu imaginación amigo.

"Te digo la verdad, lo he dejado en la cama y no sé como ha llegado a mis piernas"

Pero como era de saberse ninguno de ellos me creyo, solo me han molestado un poco con el tema pero al rato se calmaron con ello y seguimos como si nada hasta acabar el juego en donde nos despedimos y al levantarme de la silla cargue al conejo mientras le miraba curioso y volvi a dejarlo sobre mi cama y esta vez ponerme yo frente a el mirandolo fijo.

No cabe duda que algo no andaba bien, no le quitaría los ojos de encima hasta que tenga respuesta alguna sobre que estaba pasando con ese muñeco que tanto me estaba siguiendo o apareciendo de la nada donde yo estoy, además de no avisar como lo hace y de darme sorpresas una tras otra frunci el ceño levemente perdiendo un poco la paciencia

"Bueno, si no vas a decirme entonces te haré hablar..."

Me levante de la cama para ir en mi habitación buscando en el armario hasta salir con unas tijeras en manos mientras que me acercaba al muñeco con esas tijeras en las manos mirando fijamente al muñeco estando sobre la cama sonando las tijeras al abrir y cerrar*

"Muy bien conejo... Dime que quieres y nadie saldrá herido"

De pronto las luces se han apagado y las cosas se han desconectado de sus lugares, mire a los lados y las ventanas se cerraron con fuerza, una extraña brisa se pasaba por la habitación hasta que segundos después se ha detenido, mire al muñeco y este giro la cabeza, yo sobresalte del susto a casi caerme de la cama por lo que me quede mudo al ver como ese pequeño animal se me acerco un poco mientras con sus ojos de botón me miraban fijamente a los mios.

*estas bien?*

Por fin, después de tanto tiempo de duda ese muñeco me hablo, me rasque los ojos y hasta pellisque para intentar probar que no estaba soñando.

"Tu... De verdad hablas?"