Cap 25
Torpemente nos levantamos para ir corriendo a escondernos en alguna parte de la casa aunque de repente algo me agarro del pie arrastrándome con fuerza, si no fuese porque Fernando me agarró hubiera subido las escaleras de golpes, fuerte fue la jalonada ¿Qué si gritaba? Por supuesto pues era grande el susto que me había dado aquella fría sensación en mi tobillo que cuando la dejamos de sentir intentamos abrir las puertas que podíamos, solo pudimos entrar en la habitación de mis padres para intentar calmarnos.
Fernando: hermano, no sé qué paso o que hiciste o lo que sea, realmente esa cosa es un peligro de verdad
"¡Es lo que te estaba diciendo!"
Fernando: bueno ya está, ¿Qué tal si te quedas aquí mientras reviso el camino?
"No seas idiota Fernando, él me quiere a mí, si te ve puede llevarte lejos, será mejor que tú te quedes aquí mientras yo voy."
Fernando: ¿estas realmente seguro de esto?
No dije nada, de verdad que no lo estaba pero no podía ponerlo en peligro por mi culpa así que sin esperar palabra de él salí y lo deje encerrado en la habitación de mis padres mientras custodio la casa en lo que alcanzaba a ver con tanta oscuridad y la poca luz de afuera era muy aterrador, miré a todos lados buscando a esa criatura pero no escuchaba nada de nada en todo el trayecto, sin embargo... De repente sentí un rasguño de algo detrás de mí, en mi brazo izquierdo, dolía demasiado, cuando volteo y veo sangre me asuste se verdad, tres marcas me dejaron en el brazo en toda la extensión.
"¿Qué es lo que realmente quieres?"
Mire arriba, abajo, a todos los lugares mientras escuchaba una risa de niño muy al fondo
"¡Dime qué quieres!"
Esa risa se volvía cada vez más audible, cerré los ojos para concentrarme en pensarlo y tratar de no sentir miedo pero esas risas se detuvieron, sentía una mirada en mí pero aún no quise abrir los ojos, temblaba bastante y no por el frío, realmente creía que no saldría vivo de aquí o que de alguna manera debo de acabar con esto, sea lo que sea que haya sucedido con esa cosa, y llámenme loco, pero sentía que me estaba mirando muy de cerca pero aun así no abrí los ojos.
"Dime, ¿por qué haces esto?"
-el pequeño conejo, con el listón roto y algunas grietas en sus bracitos se quedó mirando al niño con algo de resentimiento.-
*Necesito que el maestro se quede conmigo.*
"¿Por qué? ¿Y por qué me llamas maestro?"
No recibí respuesta de su parte, a lo que apreté los puños.
"Dime, y dejare de hacerte la misma pregunta."
De nueva cuenta había silencio pero sentía su mirada en mi.
"No le diré a nadie de esto, o si quieres, puedo quedarme más rato contigo si así lo deseas."
En ese entonces escuche el sonido de un mueble cerca, de golpe abrí los ojos y al ver que era una de las sillas me dio a entender que estaba dispuesto a hablar conmigo, lo miré, no sé porque me dio cosa verlo con esas heridas, estaba dispuesto a escucharle, me senté y volví a cerrar los ojos.
*Fu hace mucho tiempo, nadie quiso jugar conmigo otra vez.*
"¿Puedes decirme que paso?"
Flashback
-a mediados de los años 1700 dentro de los campos del estado, todo era cambiante debido a las guerras mundiales que se libraban dentro y fuera del país las cosas ciertamente eran complicadas, las clases eran totalmente obligatorias para todos los niños y jóvenes debido a que a aquellos que no estudiaban los usaban en la armada (y la gran mayoría mueren en combate) así que era muy poco el tiempo libre que tenían después de las clases, las demandas eran bastante obvias, incluyendo en las tiendas pues aprovechando que en vacaciones los niños quieren juguetes las compañías hacían juguetes para los infantes, a pesar de que pasaban por ciertas demandas negativas.-
-tal fue el caso de Johnny Cortoun de 8 meses, en navidad recibió su primer regalo de parte de sus padres, un lujoso y radiante conejo azul de listón celeste, barriguita con tres botones bien cocidos en ella y bastante apretable, el bebé feliz con su regalo en ese mismo día declaro al pequeño animal su mejor amigo, y así fue, Johnny no dejaba al peluche con el paso del tiempo tanto así que quiso llamarlo "Kai" que ese era su segundo nombre, solía salir con Kai todos los días a jugar incluso con los otros niños, no había nada de extraño que se la pasara el resto del día en su habitación jugando y hablando con el pequeño muñeco.-
-tiempo después cuando Johnny cumplió 6 años tuvo que ser inscrito en una escuela cuyo tiempo apenas le dejaba para hacer sus tareas y comer por lo que no podía compartir mucho con su pequeño amigo al grado de que sus padres tuvieron que quitárselo y dejarlo en su habitación para que se concentrara en sus estudios, sin embargo en las noches retomaba el tiempo perdido platicándole al pequeño todo lo que había aprendido en clases por lo que se puede decir que en las noches él era "el maestro" así que todas las noches era una lección nueva junto a las tareas que realizaba, sinceramente para un muñeco era un paraíso.-
"Te quiero mucho Kai"
-esas palabras viniendo del niño llenaban el corazón el pequeño animalito, cuantas ganas tenía para decirle que también le quería. Cuando Johnny cumplió 9 años fue ingresado en la academia para menores militares donde será preparado para entrenamiento militar en caso de que sea reclutado, eso provocaba mucho tiempo fuera de casa que la habitación comenzaba a tener menos luz, la madre de Johnny dono sus cosas y dejo al pequeño peluche encerrado en un cofre durante años. Ya cuando Johnny era un adolescente de 19 regresó a su vieja casa para restablecerse, sus padres murieron por un accidente por lo que tuvo que heredar la casa.-
-entre acomodos encontró el cofre y tras abrirlo rápidamente tomo entre felicidad el peluche, claro que no se olvidó del pequeño conejo, aprovechando que tenía tiempo libre conversaba con el afirmando que su novia le encantaría conocerlo, eso para el pequeño fue de sorpresa y bastante doloroso, la chica no gustaba de ver al muñeco por razones personales por más que trataba de convencer a Johnny que no hablara tanto tiempo con el nunca funcionó.-
-Un día, se le ocurrió una idea que muchos consideraron bastante alocada incluyendo para sus sirvientes (que por si los tuvo que contratar para mantener la casa pues empezó a trabajar en una zapateria) y era tener que hacer que el muñeco hablara, y no por un chip... Fue a diversos lugares y en un grupo de africanos practicando vudú encontró la solución, siguiendo los pasos dentro del sótano de la casa una noche dejo al muñeco rodeado de velas encendidas, a l día siguiente Johnny fue a recoger las cosas que ya se habian consumido mientras que el pequeño solo estaba quieto en su sitio.-
"Bueno, supongo que lo intente."
-de pronto una voz infantil y algo cómica comenzó a sonar por el a habitación diciendo.-
*Maestro*
-el joven se había asustado en verdad, giro a ver al muñeco antes de ir a recogerlo entre sus manos.-
"¿acabas de decir...?"
*Maestro.*
-grande fue la felicidad de Johnny al saber que su mejor amigo finalmente podía hablar, entrelazar conversaciones seria mas interesante y entretenido, la noticia se hizo correr por la ciudad y rumores sobre que el joven había practicado magia negra se tornaban muy negativos. La novia de Johnny no quería tener nada que ver con el muñeco ya que consideraba que era el mismo demonio (es cristiana) al que le consumió el cuerpo pero Johnny nunca la escucho.-
-un día, los compañeros de Johnny le esperaban afuera para conversar sobre que pasaría en los futuros de cada uno, Johnny seguía poniéndole velas blancas alrededor del muñeco para que la oscuridad no el diera miedo y así tenga tranquilidad, sus amigos no estaban muy de acuerdo pues aseguraban que escuchaban pasos en el techo ciando entraban en la casa, los vecinos afirman que han visto al muñeco en la ventana mirándolos fijamente, los otros niños no querían acercarse a esa casa, Johnny ignoro todo eso pues consideraba que era una grosería que hablaran mal del muñeco, tanto así que le llamaban "el dueño del conejo azul".-
-cuando cumplió 28 años una guerra se desato cerca de la ciudad por el ejercito enemigo provocando la evacuación de las personas, Johnny desesperado buscaba al pequeño de un lado a otro, la casa se consumió en fuego y humo terminando por colapsar completamente, Kai estaba dentro de una caja de cobre debido a que la novia de Johnny lo puso ahí para "evitar que salga el demonio" pero por ese colapso logro abrirse y ver que todo estaba hecho cenizas, los bomberos iban e un lado a otro y el muñeco solo podía quedarse a ver y buscar con la mirada a su maestro encontrandolo muerto en la escena.-
*Maestro, esta bañado en rojo.*
-fue lo que dijo mirando con tristeza toda la escena antes de que enterraran el cuerpo, el funeral fue enorme por las víctimas y el conejo solo podía quedarse en luto, con el pasar de los días nadie se le ha acercado ni siquiera la novia de Johnny quien declaró en publico que era el mismo demonio en vida lo que provoco que muchos curiosos practicaran con el artes demoniacas diversas para ver como lograr que se manifieste, para el pequeño no le fue bien por tantos dolores en el proceso, hasta 1800 que dejo de ser visto y fue abandonado calle x calle, iglesia x iglesia y casa x casa hasta la actualidad donde finalmente encontró a alguien que podría amarlo de vuelta y esta vez nadie podría impedirlo.-
Fin flashback
*Por eso le digo maestro, se parece mucho a mi maestro.*
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