Cap. 16
En el momento que llegamos a la terraza el sonido dejó de escucharse, nos quedamos frente a la puerta y pusimos la oreja en ella para oír si no había más ruido detrás de la puerta pero no escuchamos más nada lo que nos pareció muy extraño así que abrimos la puerta y estaba como siempre ha estado desde que tengo memoria, las cajas estaban en su lugar y las cosas igualmente estaban guardadas dentro de las cajas y nada parecía estar fuera de lo normal, nos adentramos en el interior antes de mirar alrededor con la mirada y nada que estaba fuera de su lugar, era totalmente extraño porque juramos que el ruido venía de aquí, un aire nos helo el cuerpo.
Seguimos investigando hasta que andando más a fondo sentí que había pisado algo, miré hacia abajo y era la antigua pelota de basket que hace años no he sacado desde la última vez que intenta hacer deporte ¿qué hacía afuera? La tome con cuidado y la regrese a su caja, luego bajamos y regresamos a la sala donde nos sentamos en el sofá.
"¿Tú si lo escuchaste verdad?"
Leslie: así es, pero no hay nada arriba.
"Seguro el viento fue que derrumbó la pelota, la ventana estaba un poco abierta."
Leslie: supongo, oye, ¿te sigo contando la historia?
"Por favor, te habías quedado en la mejor parte."
Leslie: bueno, lo que venía después era que tanto el peluche como algunos otros que sobrevivieron posiblemente pertenecieron a esa época.
"Todos niños ¿verdad?"
Leslie: así es, sin embargo la ciudad es algo tenebrosa, mi abuela dijo que nunca fuera allá porque está muy lejos y que si voy sola pueden atraparme los fantasmas que se quedaron a vivir en ese lugar.
Más extraña la historia no me podía resultar, pero en parte podría haber tenido lógica pues si hay muchos muertos obviamente debe haber muchos fantasmas ¿y para que quisieran los muñecos? Puede que sean para una exposición cuando lo hicimos en la escuela con algunos animales de la casa, tal vez para algo así pero en versión adulta, a lo mejor también quieran conocer algunas cosas como nosotros.
"Ya veo. Tal vez hubiese sido genial tener una imagen sobre ese lugar."
Leslie: ¿no puedes buscarlo en tu computadora?
"Prácticamente no sé cómo se llama."
Leslie: podemos averiguarlo, ¿vamos?
Asentí con la cabeza y tomé al pequeño peluche, subimos a la habitación, deje al peluche en la cama y encendí el computador para comenzar a buscar entre imágenes de ciudades olvidadas por la guerra.
"Avísame si ves la que dices."
Fuimos viendo de imagen en imagen, realmente no sabía que hubieron muchas que fueron acabadas, era como en los videojuegos pero más real, tardamos un poco pero finalmente la encontramos.
"En verdad que está muy destrozada, las bombas debieron ser muy fuertes."
Leslie: sí que lo fueron.
En el momento miré de reojo al muñeco que nos estaba mirando fijamente a los dos, sonaba raro pero conocer su origen era realmente interesante pero al mismo tiempo aterrador por lo que al momento de regresar la mirada a las imágenes si estaban algunos muñecos... Bastante aterradores por cierto.
"No sé cómo podían jugar con esos juguetes."
Leslie: ni yo, pero creo que eran los más famosos.
"Puede ser porque para tenerlos sin duda deben estar mal de la cabeza."
Nos reímos un poco ante la idea, imaginarnos como sería ese momento en que obtuviéramos unos juguetes tan feos como esos y estar alegres como esos de verdad era gracioso, y para pasar el rato nos fuimos riendo de los que encontrábamos asimilando las cosas en las que se parecían hasta soltar carcajadas por un buen rato. Nos entró hambre y eran casi las 3, me fui abajo a buscar unos jugos para refrescarnos la garganta de tanta risa, pero apenas abrí el estante para ver si hay galletas estaba ahí, vaya susto me dio.
"¿Qué haces aquí?"
*Maestro, ella se está riendo.*
"¿Riendo?"
*Si, se está riendo de mi.*
"Oye no lo tomes así, solo se está riendo por lo gracioso que se ven los muñecos de la ciudad pero no de ti."
*Claro que sí, quiero que se vaya.*
Suspire pesado antes de bajarlo y llevarlo en mis brazos de regreso.
Leslie: sí que amas al peluche ¿verdad?
"¿Yo amarlo?"
Cuestioné dejándolo de regreso a la cama, Leslie y yo nos sentamos en casi la orilla.
Leslie: ¿a qué hora más o menos llegan tus padres?
"Lo más seguro es que vendrán a las 7."
Leslie: entonces me quedare hasta las 6, si no te importa.
"No para nada."
Y así paso el rato, dejamos de hablar de aquella ciudad y nos centramos en otras cosas, la computadora seguía encendida pues no se sabe si jugaríamos algunos videojuegos después o seguiríamos en la risa de ver a los muñecos desgastados, aunque no sabía el por qué ese conejo dijo que se burlaba de él sí solo lo hacemos con los otros por pura broma, llegando las seis el auto de la madre de Leslie sonó frente a la casa dando la señal de que ya era hora de irse, la acompañe hasta la puerta y nos despedimos, una vez quedando solo cerré la puerta y de nuevo volví a escuchar un ruido extraño, venía del ático, rápidamente subí las escaleras y al abrir la puerta el mismo balón de basket estaba rebotando hacia adelante, lo detuve y regresé a su lugar, miré la ventana y la cerré.
*¿Qué es esa pelota maestro?*
Volví a saltar del susto cuando lo escuche, estaba detrás de mí alado de la caja donde deje la pelota, suspire levemente y tome la dicha.
"Es una pelota para jugar basketball"
*¿Cómo se juega?*
No debería ser raro, tal vez en su época apenas y conocían ese deporte o nunca escucharon hablar de él, así que le empecé a explicar y trate de hacerle demostraciones, por ser bajo no me salían la mayoría de las maniobras.
"¿Comprendido?"
*Oh maestro, en verdad es sorprendente.*
"No es para tanto..."
Luego llegaron mis padres llamando, lo cargue y bajé las escaleras para saludarlos y seguir en la misma rutina.
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