Cap. 12
Finalmente todo ha terminado, todo estaba en su respectivo lugar esperando a la abuela a su llegada, papá y yo nos quedamos hablando sobre cosas con respecto a como tratar a la abuela hasta que se me ocurrió el tema del peluche que he tomado, entonces le pregunté a mi padre que si alguna vez lo ha visto y el respondió que su padre, osea mi abuelo, solo los veía en tiendas de colecciones pero eran vendidos a un muy alto precio por eso solo los millonarios pueden obtenerlos para ya sea jugar o tenerlos para exhibición como evidencia de aquella guerra que ocurrió hace siglos atrás, pero cuando le menciono que puede hablar el me responde que ellos no estaban hechos para hablar pues en ese tiempo ningún muñeco tenía un artefacto que les permitiera hablar con los humanos, luego me dijo que solo sería mi imaginación en que ese conejo azul me este hablando, pero sé que no es así.
Finalizando la charla recogí al muñeco para enseñárselo a mi madre para que lo viera, me dijo que es muy bonito pero que aun tiene cosas por arreglarse y coserse por eso mismo le pedí que me ayudara, pues si llegara la abuela debería de estar presentable ¿no? En lo que pudimos sin deñar el diseño original le cocimos los brazos y orejas, le pusimos un lazo azul celeste para que se viera más adorable, luego de lavarlo le hicimos todo eso claro... Y de verdad era una gran diferencia.
"Se ve muy bonito ¿verdad?"
Mamá: si, a la abuela le va a encantar.
Luego de ello finalmente nos fuimos todos a ver una película familiar, deje al conejo en medio de todos para que el también viera aquella película, papá trajo las palomitas y mamá algunos dulces, como aun no teníamos sueño pues decidimos ver esa película.
-no recordaba cuando fue la última vez que ha sentido el agua, ni cuando el filo de una aguja le atravesaba su piel para unir sus tejidos nuevamente en un solo cuerpo, se miró a sí mismo cuando todo estaba listo, se veía realmente adorable como solía verse antes para todos los niños, y ahora en manos de uno no hay más alegría que esa.-
-estaba quieto mirando la película, era extraña para el pues nunca la vio y al mismo tiempo relajante porque por fin estaba con una familia... Sin embargo escuchaba como el padre y su maestro estaban casi hablando en susurros sobre lo que harán el fin de semana, le atraía el hecho de ver como su maestro estaría ejerciendo sus labores, y no se perderá ningún detalle sobre ello, y de ser necesario le ayudaría en todo lo posible hasta en lo que le llaman tarea.-
Cuando finalizó la película todos recogimos y guardamos todo, tome al pequeño conejo y me fui hasta la habitación con un sonrisa en mi rostro para así tumbarme en la cama dejándolo encima de mi.
"te ves realmente lindo pequeño, ahora entiendo porque muchos te quieren jejeje"
*¿d-de verdad lo cree maestro?*
"claro, tienes suerte que alguien te ha recogido sino no te hubiera conocido"
Le sonreí amable, este pequeño por su forma de hablar es realmente adorable.
*B-bueno en verdad... N-no se que decir...*
"con un solo gracias es suficiente."
*B-bueno... G-gracias maestro*
"De nada."
Como final me arrope para acostarme y quedarme dormido profundamente, deje el peluche sobre mí antes de caer dormido, mañana seguro será un día agotador con movimientos de un lado a otro por cosas de tareas.
-una vez que su maestro se quedo dormido, despacio se fue moviendo de su lugar para así mover una pequeña silla frente al espejo y así subirse y verse en el dicho con atención, realmente extrañaba verse en un estado tan nuevo como ahora mismo, ahora realmente estaba con una sonrisa tan grande que parece que nada la puede romper, de inmediato baja de la silla y la regresa a su lugar para ir caminando por el pasillo en silencio buscando con la mirada alrededor, continuo caminando hasta bajar las escaleras en quedando frente a la habitación de los padres.-
-abriendo la puerta observo a los adultos dormidos y en silencio se fue acercando hasta el mostrador femenino donde se subió a la silla y se miro en el enorme espejo frente a el, miro los artefactos que habían en la mesa para así ir tomando uno a uno curiosamente observándolos y apenas pudo reconocer algunas cosas que de cierta manera usaban en su época para que las mujeres se arreglasen, examinó por completo el lugar hasta dar con lo que parecía ser el joyero donde curioso le intento abrir pero al sentir movimiento asustado se quedó nuevamente quieto para no ser descubierto.-
Mamá: -se había despertado porque necesitaba ir al baño por eso mismo estaba despertando, pero en la oscuridad necesitaba tener sus lentes para no tener una vista distorsionada hasta que al encender una pequeña luz para buscarlos se encuentra con aquel peluche sentado sobre su silla, por lo cual se queda confundida.- ¿Cómo llegaste aquí?
-tomo con cuidado al peluche para verlo un tiempo y luego cargarlo mientras se levantaba para caminar a paso lento y silencioso hasta dejar al pequeño muñeco en una caja de la sala-
"Mi hijo debió olvidarte afuera."
-fue todo lo que dijo antes de ir al baño, aquellas palabras para el conejo no le sonaron muy bonitas y de la forma tan camada en que lo dijo tampoco le daba buena espina, sin embargo no se movió hasta que la mujer salió del lugar y como si no fuese poco cerró nuevamente la puerta de la habitación con seguro dejando detrás un silencio y oscuridad en toda la sala donde el pequeño se encontraba en silencio sin moverse para nada, solo movió los ojos para cerrarlos y quedarse dormido profundamente hasta la mañana siguiente que con solo el cantar de los pájaros le basto para volverlos a abrir y ver el sol saliendo del horizonte.-
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