Capítulo 16
¡EMPIECEN!
La poderosa voz del Jolteon atravesó el aire como si fuera un rayo, y al igual que una tormenta, no pasó mucho tiempo hasta que el rugido del trueno la siguió. Unos momentos antes, Ash estaba mirándose cara a cara en medio de un enorme campo de tierra con unos Inteleon, un Pokémon que se hacía llamar uno de los mejores luchadores del equipo de campo de los guardianes de Moonshine.
Ya había una enorme nube de polvo en el campo cuando Ash despegó como un cohete, superando fácilmente la mitad del campo con solo un par de saltos. El Flareon tenía una sonrisa salvaje, ansiosa de pelea, con los colmillos brillando bajo el sol mientras prácticamente se reía de la emoción.
"¡Si sos tan buen luchador, entonces demostralo acá y ahora, Mark!"
El Inteleon, supuestamente llamado Mark, se quedó en su lugar, con una mueca despreocupada en su cara, simplemente extendiendo uno de sus largos y delgados brazos, con la palma hacia adelante como si estuviera esperando atrapar una pelota. Estaba completamente tranquilo con Ash viniendo hacia él con una embestida directa desde el otro lado del campo.
La distancia ya estaba casi cerrada. Fue justo entonces, cuando Ash estaba a pocos metros del Inteleon, que la palma de Mark comenzó a emitir un suave resplandor azul, trayendo a la vida un torbellino furioso en su mano. El remolino de agua rápidamente se envolvió sobre sí mismo formando una esfera, que duró hasta que la masa de agua fue lanzada hacia adelante a increíble velocidad, tomando la forma de un disco. Era una técnica de pulso de agua de nivel altísimo.
Ash, que había estado anticipando algún tipo de ataque, no estaba preparado para un proyectil con tal velocidad. La mayoría de los ataques de agua eran lentos y fáciles de esquivar, compensando su falta de alcance con su amplia área de efecto y gran daño. Ash metió las patas en la tierra blanda del campo, frenando su impulso justo lo suficiente para lanzarse de costado sin caer de lleno. El disco lo rozó, causándole una leve sacudida en la mejilla.
Antes de que Ash pudiera recuperar el equilibrio, miró hacia arriba y vio que Mark había cerrado la poca distancia que quedaba, con el brazo levantado por encima de su cabeza, cubierto con una capa acuática densa y brillante, como si fuera una espada de agua. En un movimiento rápido, el Inteleon bajó su ataque de liquidación, apuntando directamente a la parte superior de la cabeza de Ash.
Ash no tuvo tiempo de correr, y un movimiento tan fuerte probablemente lo dejaría en muy malas condiciones para el resto del combate. Necesitaba bloquearlo de alguna manera, pero no tenía opciones para algo tan potente; todo lo que podía hacer era tratar de desviar el ataque.
En un acto de desesperación, Ash extendió las patas frente a él, intentando agarrar la liquidación con ellas, obligando a cada músculo de su cuerpo a empujar el ataque hacia un lado. Con el impulso restante de Ash y un poco de la espada acuática cortándole las patas, logró desviar la puntería del Inteleon lo suficiente para ganar algo de respiro.
Ash saltó rápidamente hacia atrás, creando espacio entre los dos Pokémon, con la respiración ya agitada. Mark simplemente se rió, el aura azul de su brazo derritiéndose y filtrándose mágicamente en el suelo, como si nunca hubiera existido.
"¿Ya cansado? Ni siquiera pasó un minuto completo y ya estás hecho polvo por dos ataques. ¿No sos el Ash de quien todos hablan? ¿El Flareon que quiere ser uno de los mejores luchadores?~"
Ash no dejó que las venenosas bromas de Mark afectaran su fortaleza mental, respondiendo con la misma sonrisa llena de colmillos que había mostrado al principio, durante su embestida inicial.
"¡Cerrá el pico, labios de lagarto, hablá con las patas, no con la boca!"
Con su grito de guerra, Ash volvió a arrancar en otro sprint. Todo el ruido estaba comenzando a atraer una verdadera multitud ahora, algunos Pokémon que andaban por ahí empezaron a interesarse por tanto griterío.
Mark no tuvo tiempo de sacar un pulso de agua, en cambio, volvió a cubrir su brazo con una sustancia azul para otro golpe de liquidación. Ash estaba mucho más preparado esta vez. Siguió cargando de frente, con sus movimientos volviéndose cada vez más rápidos cada vez que despegaba del suelo. Tan pronto como estuvo dentro del rango de ataque, el Inteleon intentó contrarrestar la obvia embestida, que era justo lo que Ash quería.
Clavando sus patas en el suelo una vez más, Ash se agachó hacia un lado, esquivando limpiamente el contragolpe de liquidación, y preparó un golpe de fuego, retrocediendo para lanzarlo justo al costado del Inteleon, empujando al delgado Pokémon hacia atrás con el golpe antes de ir a su persecución.
Ash saltó del suelo y voló por el aire, convirtiéndose en un meteorito llameante mientras rodeaba su cuerpo con fuego, cayendo con un cargado de llamas. Golpeó al Inteleon nuevamente con una doble patada en el aire respaldada por la velocidad del cargado de llamas, haciendo que el Pokémon retrocediera otra vez.
Ash se lanzó para un tercer golpe, queriendo seguir con la combinación, pero Mark estaba perdiendo la paciencia. Moviendo su brazo hacia adelante, el Inteleon golpeó a Ash de costado antes de que pudiera reaccionar, haciendo que el Flareon cayera al suelo con un gruñido por haber sido tomado por sorpresa con el golpe bajo. Inmediatamente, Mark siguió con un pulso de agua, enviando el disco directamente al suelo hacia Ash, levantando una explosión de polvo cuando lo alcanzó de lleno.
Tempest estaba totalmente metido en el combate, inclinándose hacia adelante y animando en silencio a Ash, mordiéndose la lengua para no gritar. La pequeña multitud parecía igualmente impresionada por la demostración, ya que Mark tenía una batalla que duró más de unos pocos golpes por una vez. Fue una verdadera pelea.
"Te metiste unos buenos golpes, me sorprendiste. Quizás debería dejar de ir tan fácil con vos, roedor de fuego crecido.~"
Desde la nube de polvo surgió un rugido llameante, Ash emergiendo de la niebla arenosa con todo su cuerpo en llamas. Mark solo se rió ante la demostración, sin inmutarse por el Flareon que ya estaba a solo unos pocos pies de él. Ambos sabían que ahora solo quedaba cerrar la distancia.
Ash estaba bastante golpeado, pero eso no lo detuvo. Cada vez que se levantaba, lo hacía más rápido que antes,y su velocidad comenzaba a intimidar un poco a Mark. El Inteleon ni siquiera pensó en que Ash pudiera hacer alguna jugada sorpresiva, en vez de eso, preparó un pulso de agua al instante para cortar su avance.
El disco fue lanzado directamente hacia Ash una vez más, a una velocidad casi incomprensible, como todos los anteriores, pero Ash se deslizó justo por debajo con un salto de cabeza al suelo. Mientras caía, agarró un poco de tierra blanda con sus patas y la lanzó al aire, directo a la cara de Mark, cegándolo momentáneamente.
En ese instante, Ash creó una oportunidad para golpear con uno de sus mejores movimientos, su cuerpo cubierto en Ilamas nuevamente mientras Ilevaba sus rodillas al pecho en medio de su voltereta en el suelo, empujándolas hacia afuera como pistones para impulsarse hacia el suelo en el ángulo perfecto. El golpe de su flare blitz le cayó de lleno a Mark, a pesar de sus resistencias, enviando a los dos Pokémon volando en la misma dirección.
Mark fue el primero en recuperarse rodando con agilidad hasta ponerse de pie y levantando su brazo hacia su boca para toser, casi a punto de reventar por la rabia. La pelea ya debería haber terminado hace rato, y el hecho de que estuviera recibiendo tantos golpes le parecía absurdo.
Ash, mientras tanto, estaba recibiendo las consecuencias de su ataque, cayendo de cara al suelo con un gruñido mientras sus llamas se apagaban. Aunque se recuperó un poco, usando sus patas delanteras para redirigir su cuerpo hacia arriba, todavía no había aterrizado sin consecuencias.
"¡Basta, estoy harto de esto! ¡La actuación ya terminó! Metiste tus golpes, ahora es hora de que el show siga, en vez de seguir con este intento inútil tuyo."
Ash solo sonrió de costado mientras miraba hacia el Inteleon, quien tenía la palma extendida. Otro pulso de agua, nada que Ash no pudiera manejar. El vórtice de agua salió disparado desde el resplandor azul de la mano de Mark, pero esta vez, en lugar de ser lanzado hacia adelante, se condensó en un tamaño mucho más pequeño.
Ash ya corría hacia adelante manteniendo la vista en la mano de Mark. Mientras no dejara fuera de su vista la fuente principal de los ataques, podría terminar con eso fácilmente, ni un pulso de agua a gran velocidad podría detenerlo.
Fue entonces cuando un sonido aterrador perforó el aire, haciendo que toda la multitud se quedara en silencio.
Mark había agarrado la pequeñia esfera de agua con la palma de su mano, y en lugar de retroceder como si fuera a lanzar la bola, apuntó su dedo hacia el Flareon como si fuera un arma concentrando toda la aura azul en la punta de su dedo.
Más rápido que lo que cualquiera pudiera parpadear, un sonido agudo resonó y una bala de agua salió disparada, golpeando a Ash en la cara con tal fuerza que lo lanzó hasta el borde del campo. Rodó por el suelo, rebotando un par de veces antes de deslizarse hasta detenerse, gruñendo con cada impacto que sufrió.
Tempest observó en shock, volteando rápidamente hacia el Golduck que estaba a su lado. El Pokémon azul parecía completamente indiferente a lo que sucedía, a pesar de ver claramente a Ash rodando por el suelo, agarrándose la cara con agonia
"¿¡Qué carajo fue eso!?"
El Golduck simplemente se encogió de hombros, ni siquiera girando la cabeza hacia el Jolteon que animaba a Mark probablemente siendo un amigo cercano o compañero de él.
"Es el movimiento especial de Mark disparo de francotirador. Siempre golpea un punto vital, un lugar vulnerable de su oponente, y nunca ha fallado un tiro en toda su vida. Por eso lo llaman el Marksmon."
Tempest frunció el ceño al pensar en Ash siendo disparado en el pecho
rápidamente volvió su mirada a la pelea a medida que crecía su incomodidad. Esto podía salir mal si seguía así.
Mark no perdió tiempo en aprovechar el estado lamentable de Ash, caminando lentamente hacia él mientras lanzaba pulso de agua tras pulso de agua al Flareon inmovilizado, cada golpe empujándolo un poco más sobre la tierra. Estaba completamente empapado, con vapor saliendo de su cuerpo mientras sus órganos trataban desesperadamente
de regular su temperatura interna, que estaba cayendo peligrosamente.
"¡¿Dónde está tu tenacidad, pendejo?! Pensé que eras un gran luchador, pero mirate, tirado en la tierra como un eevee Ilorando para que mami te bese los moretones."
Ash jadeaba por aire mientras su pelaje se pegaba a su cuerpo, sujetándose el pecho mientras intentaba levantarse, con las patas temblando horriblemente. Todo lo que habia podido hacer era poner las
patas frente a él para minimizar el daño, pero la presión del agua le estaba destrozando, dejando una imagen fea para todos los que miraban. Tempest quería gritar y ayudar a Ash desesperadamente, pero no podía hacer nada más que esperar un movimiento ilegal.
"Tch. Como si la vieja maldita se hubiera preocupado... ivas a dejar de esconderte detrás de tus balas y pelear o...?"
Ash gimió de dolor cuando lo interrumpieron, recibiendo una bofetada directa en la cara con liquidación. Ash cayó al suelo nuevamente, Mark clavando su talón en el pecho del Flareon y manteniéndolo en el suelo, inclinándose hacia él con una sonrisa maliciosa.
"¿¡Pensás que estás en posición de hablar!? Temblando como una hoja de mierda, no podías salvar a nadie de un criminal de bajo nivel. Te creés tan crack, y ni siquiera podés aguantar un poco de agua.
Mark escupió en la cara de Ash mientras hablaba, lo que lo hizo enfurecer. Gruñó mostrando sus colmillos que brillaban con Ilamas, aunque solo fuera un débil destello. Tanto su energia como su fuego
interno estaban en condiciones críticas. Ash intentó lanzar a Mark de encima, tratando de rodar fuera de su talón, pero Mark simplemente estampó su pie aún más fuerte en el pecho de Ash, haciéndolo retroceder y gritar de agonía.
Cuando Tempest creyó escuchar un crujido, supo que era la última gota
¡BASTA! ¡Estás yendo demasiado lejos, aflojá!" Tempest gritó, con la cara roja de bronca. Sabía que esta idea era pésima desde el principio. Mark simplemente miró a Tempest desde donde estaba agachado sobre Ash, manteniendo una sonrisa maliciosa.
"¿Y qué vas a hacer al respecto? El pibe sigue consciente, ¿no? La idea de una batalla es noquear al oponente."
Tempest negó con la cabeza, sintiendo una ola de náuseas que le apretaba el estómago. Podía sentir cómo su pelaje se erizaba, con la electricidad fluyendo por cada uno de sus pelos.
"Se supone que tenés que debilitar al oponente, ¡y ya claramente ganaste! Además, ya cruzaste la línea de la lesión, así que la pelea ya terminó igual."
Tempest gruñó y dio un paso al frente mientras hablaba, su pelaje crepitando con electricidad. En todos esos últimos años, no había sentido una rabia tan profunda, roja, como la que sentía en ese momento. Apenas dio un paso fuera del área del árbitro, Mark fingió una expresión de sorpresa, levantando las manos al aire.
"¡Oooooh, el outsider salvaje está enojado! ¿Qué voy a hacer ahora?"
Mark clavó de nuevo su talón en el pecho de Ash, y se oyó otro crujido en medio del terrible grito que resonó por el aire. Tempest luchaba por contenerse, abandonando toda compostura y marchando hacia el Inteleon. Finalmente, Mark levantó el pie de encima de Ash, girando hacia Tempest mientras él se acercaba, el aire tan denso de presión que casi era difícil respirar.
"¡Awwww, ¿está enojado el hurón eléctrico? ¿Ahora querés venir a pelear conmigo, Mr. Héroe?"
Tempest ignoró la burla venenosa, agachándose para levantar a Ash en brazos. Ash lo miró débilmente, tosiendo y jadeando con dificultad mientras intentaba hablar.
"Te-Tempest, estoy bien, sólo es lo que pasa cuando se pierde. No es más que un amistoso."
Tempest le lanzó una mirada fulminante a Ash, una mirada que atravesó su alma, y sus orejas cayeron aún más, su sonrisa forzada desvaneciéndose. Era la misma sensación que tenés cuando tus padres te atrapan haciendo algo peligroso y te lastimás.
"No está bien, Ash. Rompió las reglas. Y un par de costillas, creo. Vamos a Aria antes de que empeore."
Ash no pudo argumentar, sabía que Tempest tenía razón. Sin decir una palabra, asintió con la cabeza, dejando que su cuerpo se relajara mientras el Jolteon lo sostenía en su pecho. Los dos empezaron a caminar hacia un hueco en la multitud, donde podían regresar al refugio de Aria.
De repente, Tempest sintió que el mundo comenzaba a girar, sus patas se levantaron del suelo mientras el terreno volaba hacia su cara a una velocidad alarmante. Tempest oyó la risa de Mark mientras caía, el lagarto enrollando su cola alrededor del tobillo del Jolteon antes de retirarla rápidamente.
"Parece que no tenés agallas para defender a tu amigo, qué lástima. Supongo que lo llamaré un empate doble en los registros."
Tempest se hizo un giro para proteger a Ash y su guitarra, sintiendo una chispa encenderse dentro suyo. Silenciosamente, en el borde del campo, dejó a Ash y sus pertenencias, incluso su amada guitarra, y dio la vuelta para enfrentar a Mark, caminando hacia el Inteleon con calma.
"Oho, ¿y esto? Tal vez sí tenés algo de pelea después de todo."
Mark fue interrumpido por una patada rápida al estómago, derrapando al suelo. Tempest disparó una llamarada eléctrica hacia el Golduck, que no se había movido, señalando hacia el vacío del área del árbitro.
"La pelea comienza ahora, cabeza de termo."
El pelaje de Tempest crepitaba violentamente, haciéndolo parecer mucho más intimidante. El Golduck entró en pánico, sintiendo la piel erizarse mientras tomaba su posición rápidamente. El resto de la multitud murmuraba en voz baja, apenas se escuchaban las palabras.
"Siento la tensión desde acá."
"Mark ya la cagó, a ver si es tan invencible después de enojar a este Pokémon."
"No hay forma de que el nuevo mon tenga chance contra el Marksmon."
Mark ya estaba de pie, con los brazos extendidos, riendo maniáticamente como un villano de historia. Aunque era bastante cliché, de alguna manera le quedaba el rol.
"Qué movimiento tan cobarde, ¡ni siquiera dejaste que la pelea comience bien! Me voy a divertir mucho bajándote, porque recordá, no podés usar tus ataques eléctricos. ¿No es así?"
Un nube de polvo se levantó, y en un abrir y cerrar de ojos, la distancia entre Tempest y Mark se redujo. Mark fue interrumpido una vez más cuando una brutal patada doble impulsada por velocidad lo derrapó por el suelo nuevamente.
"Dejá de hacer monólogos, me tiene podrido tu voz. Si tanto querés hablar, entonces hablá con las manos."
Mark le lanzó una mirada furiosa a Tempest mientras se levantaba del suelo, con la cara roja de ira, al intentar tirar otra burla que Tempest cortó de raíz cada vez.
"Vos sos un... F-fácil, ¡vamos a jugar según tus reglas!"
Se puso de pie rápidamente, y Mark no perdió tiempo, lanzando una lluvia de pulsos de agua hacia Tempest. Por lo rápido que los tiraba, no eran muy precisos, y Tempest se movía con facilidad, esquivando entre cada disco de agua, tejiendo entre la tormenta hasta que la distancia se redujo nuevamente en apenas unos segundos.
Tempest estaba a punto de probar un movimiento que nunca había tenido la oportunidad de usar antes, y esa era la mejor oportunidad que iba a tener. A quemarropa, Tempest concentró su furia y pensamientos en Ash, que estaba mirando la batalla desde el suelo al borde del campo. Le pegó a Mark con la pata en la quijada, mandando al Inteleon volando alto al cielo antes de caer de nuevo al suelo, rebotando una o dos veces antes de ponerse de rodillas. Hasta Tempest se sorprendió por el poder de ese movimiento.
"¿Q-Qué carajo fue eso?! ¿Estás haciendo trampa?"
Mark escupió mientras hablaba, mirando a Tempest que estaba ahí parado con las patas atrás, con una sonrisa relajada en la cara, ahora un poco más tranquilo. Negó con la cabeza como respuesta.
"Represalia. Un movimiento mucho más poderoso después de que un compañero haya sido derrotado."
Tempest estaba increíblemente tranquilo, lo que hizo que Mark se calentara aún más, apretando los dientes. Señaló dramáticamente a Tempest, la mano envuelta en un aura acuática azul mientras comenzaba a formar una esfera pequeña de agua en sus dedos, su mirada transformándose en una sonrisa maliciosa.
"Puede que tengas tu As, pero yo tengo el mío."
El mismo sonido de antes atravesó el aire, un zumbido agudo que desgarró la atmósfera misma: disparo certero. En ese momento, Tempest vio la bala venir directo hacia él, todo parecía ralentizarse y distorsionarse mientras su foco estaba puesto solo en el ataque. Giró su cuerpo para esquivar la trayectoria de la bala, solo apartando los ojos del disparo una vez que pasó a su lado, escuchando cómo silbaba y explotaba contra una roca fuera de los límites del campo, destrozándola por completo.
Mark estaba atónito, mirando a Tempest con la mandíbula caída. Nunca había fallado un disparo certero en toda su vida. Y lo peor, nadie había esquivado ese ataque, parecía completamente ileso. A la misma velocidad con la que viajó el disparo, Tempest rompió en una carrera, chocando de cabeza contra el Inteleon antes de que pudiera recobrar el aliento.
El cabezazo en el pecho hizo que el lagarto se doblara, permitiéndole a Tempest seguir. Usando una de sus patas traseras, barrió las piernas de Mark, tirándolo de espaldas al suelo. Girando para darle la espalda a Mark con el mismo movimiento, Tempest se lanzó hacia atrás, aterrizando sobre el Inteleon, usando todo su cuerpo para inmovilizarlo en el suelo.
Los dos se miraron, Mark con cara de horror mientras Tempest sonreía por sobre su hombro, el collar de pelaje blanco y espinoso en su cuello comenzando a brillar y chisporrotear. Un misil de pinchos tan cerca de él iba a terminar con la pelea en una sola explosión fantástica.
...
"L-lo siento mucho, Aria, no sabía que esa bolita era tan d-dangerosa."
Las aletas de Vanessa se cayeron mientras miraba hacia abajo, avergonzada, con la cabeza agachada y los ojos llenos de lágrimas. Aria tenía una pata sobre su frente, con bolsas debajo de los ojos como si estuviera muerta de cansancio.
"En el futuro, por favor no toques cosas raras que no entiendas. Todos cometemos errores, pero te pido que, si vas a aprender de alguno, que sea este."
Vanessa hizo un pequeño sollozo y asintió, su cola arrastrándose por el suelo mientras caminaba al lado de la Espeon. Las dos se dirigían de vuelta a la madriguera de los hermanos, ya que ninguna de las dos tenía ganas de seguir después de su pequeño accidente. La energía de Aria se había agotado por completo, y Vanessa tenía demasiado miedo de hacer otro lío como para intentar algo nuevo.
Vanessa sintió una suave pata frotándole la espalda, lo que la sorprendió un poco, pero no se asustó, sabiendo que no era un extraño.
"Te voy a decir, estás haciendo bastante bien en general. Lograste ayudarme con esa intoxicación, y estás aprendiendo rápido. Después de una o dos lecciones más, deberías tener una comprensión básica de cómo tratar heridas comunes."
El toque reconfortante y las palabras amables ayudaron a calmar un poco a Vanessa, aunque la culpa aún la atormentaba mientras miraba el pavimento gris de piedra. Un par de minutos después, las chicas finalmente llegaron a las escaleras de su destino. Aria subió para golpear la puerta y ver si los chicos estaban adentro.
Su pregunta no hecha fue respondida rápidamente. Antes de que pudiera siquiera poner un dedo en la puerta de madera, una fuerte explosión se oyó a lo lejos, captando la atención tanto de Aria como de Vanessa, que giraron la cabeza hacia el lugar de donde ahora se alzaba una gran nube de polvo.
Varios fragmentos de roca parecían volar por el aire, y uno de esos fragmentos afilados venía directo hacia Vanessa, silbando mientras volaba. La Vaporeon chilló y levantó las patas defensivamente frente a su cara, cerrando los ojos con fuerza y mirando hacia otro lado en vez de intentar esquivarlo. Sin embargo, el impacto que esperaba nunca llegó.
Poco a poco, abriendo sus ojos amarillos con curiosidad, vio el fragmento de roca flotando a solo un pie de su cara, envuelto en un resplandeciente aura rosa antes de caer al suelo, sonando cuando rebotó de un ladrillo a otro hasta que se detuvo. Aria tenía el brazo extendido, la pata apretada y respirando con dificultad, las orejas hacia atrás en señal de irritación.
"Ugh, el que está peleando ahí necesita tener un poco más de cuidado... ¡¿Estás herida o algo!?"
Aria gruñó mientras hablaba con una cara agria, su mirada cansada clavada en el campo ahora lleno de gente. Vanessa sonrió y negó con la cabeza cuando Aria la miró, sin ni un rasguño en su cuerpo escamoso.
"Y-yo estoy bien, gracias a vos. ¿Quién c-creés que está ah...?"
Aria solo rodó los ojos, entrecerrando la vista y agachándose un poco para intentar ver algo en la dirección del campo, con algo de polvo despejándose.
"Tengo dos suposiciones, y no me gustan ninguna de las dos. No pienso dejar a esos pibes juntos nunca más.
A través de los huecos en la multitud, Aria alcanzó a distinguir los colores de una figura azul y otra amarilla en el campo, agradecida por su visión aguda. Había otra figura de interés tirada, herida, fuera de los límites del campo, justo en la esquina más cercana a ellas. Aria alcanzó a distinguir un color de pelaje naranja y crema que reconocería en cualquier parte.
"Vanessa.. tenemos que ir allá. Ahora."
Vanessa miró a Aria, preocupada, casi tropezando cuando Aria la agarró de lamuñeca con su pata y empezó a marchar hacia el campo. Tuvo que casi correr para mantener el paso con la larga zancada de Aria, balbuceando mientras intentaba formar alguna palabra para preguntar qué estaba pasando.
"Veo a Ash en el suelo, parece que está desmayado. Tempest probablemente le está pegando fuerte al pobre por una razón completamente legítima y entendible, pero igualmente tengo que asegurarme de que esté bien."
Vanessa frunció el ceño ante la predicción tan específica de la Espeon, pero no tenía motivos para dudar de ella. Con el estómago de Aria retorciéndose, las dos Eeveelutions corrieron hacia la multitud y el alboroto, las guaridas volando a su alrededor como un borrón.
A medida que se acercaban, empezaron a distinguir más y más detalles de la situación. En el ring estaba Tempest, enfrentándose a un Inteleon que ninguna de las dos había visto antes. Aria lo había visto alguna vez por ahí, pero nunca le prestó atención ni estuvo cerca como para interactuar con él. Lo único que sabía era que hablaban mucho de él por sus habilidades para apuntar.
Detrás de Tempest había una roca completamente rota, solo un muñón
sobresaliendo del suelo con lo que quedaba, probablemente de donde había salido la explosión y los escombros. El Inteleon parecía haber visto un Gengar, con el dedo apuntando hacia Tempest. Justo fuera del campo estaba Ash, que parecía un desastre, completamente golpeado. Sin embargo, todavía tenía la cabeza levantada para poder ver la batalla.
"Ash, ¿¡que carajo?!" Aria susurró con dureza mientras corría hacia su
compañero, agachándose y poniendo una pata sobre su espalda. Ash la miró débilmente, sonriendo levemente. Su voz sonaba rasposa, como si estuviera agotado, y estaba cubierto de moratones. También estaba empapado, y terriblemente débil.
"H-hola, Aria. el lizardito este me pegó bastante.." Ash fue interrumpido por una tos fuerte, escupiendo un poco de sangre, aunque parecía intentar ignorarlo como si no hubiera pasado nada.
"Me pegó bastante mal. Creo que me rompió un par de costillas, pero ya está todo bien. Tempest le está dando una paliza..."
Aria detuvo a Ash antes de que pudiera seguir hablando, ya que comenzó otra tos violenta. Sentía un torbellino de furia y pavor, negando con la cabeza con desánimo mientras levantaba la vista para ver la pelea entre Tempest y el Inteleon.
Tempest, más rápido de lo que Aria pudo procesar, se había movido desde donde estaba hasta estar justo enfrente del Inteleon, lanzándole una serie de ataques físicos que lo derribaron al suelo y lo dejaron atrapado debajo de su espalda. El Jolteon empezó a brillar, sonriendo
mientras miraba al Pokémon asustado que tenía debajo.
Aria sintió que le apretaban la pata de repente, mirando hacia abajo para ver a Vanessa acurrucada cerca de ella, con lágrimas llenando sus ojos nuevamente mientras agarraba fuertemente su pata. Estaba visiblemente angustiada por lo
que estaba viendo. Aria suspiró y se
agachó, rodeando con un brazo a la
Vaporeon y atrayéndola hacia ella,
dándole una sonrisa tranquilizadora
"Che, todo va a estar bien, V. Si las cosas se complican, yo me meto, ¿dale?"
Vanessa levantó su rostro empapado en lágrimas hacia Aria, asintiendo sin decir palabra. Tratando de calmarse mutuamente, ambas sentían la tensión que se palpaba en el aire mientras volvían a mirar la pelea, que había dado un giro interesante.
De repente, Tempest fue lanzado hacia adelante cuando Mark logró quitarlo de encima, aunque el misil aún disparó. Cada misil golpeó el suelo alrededor de Mark mientras saltaba hacia arriba y se ponía de pie, sin que ninguno de los misiles hiciera más que infundirle miedo al
Pokémon lagarto. Continuaba mirando a Tempest con una expresión confundida mientras se estampaba contra el suelo pero rápidamente se levantó de nuevo.
¿Qué sos...? ¡¿QUÉ CARAJO SOS?! ¡Nunca fallé un tiro, ni una sola vez! ¡Y vos venís caminando como si nada, todo tranqui, y me pegás una paliza después de esquivar un tiro de sniper?!"
Tempest simplemente se encogió de
hombros, manteniendo su postura
mientras miraba fijamente al Inteleon.
"La batalla no terminó aún. ¡Qué era lo que decías? La batalla no termina hasta que el rival queda inconsciente'?"
Mark estaba furioso, todo lo veía rojo. Sus propias palabras le estaban siendo tiradas en la cara mientras quedaba en ridículo frente a la multitud que crecía cada vez más. La vena de su cabeza casi explotaba, y sus dos palmas se llenaron de vórtices de agua, señalando con los
dedos hacia Tempest. Ya no pensaba en administrar su energía; iba a tirar toda la última gota que le quedaba en un ataque a lo bestia.
"¡YA CERRÁ EL CULO! NO IMPORTA QUÉ TAN HÉROE TE CREAS, iSOMOS UNAS MALDITAS RATA ELECTRIFICADA!"
Uno tras otro, los sonidos ensordecedores atravesaron el aire a un ritmo constante, seguidos de explosiones que retumbaban. Tempest relajó todos los músculos, manteniendo su expresión tranquila, aunque por dentro estaba a mil, con todas las alarmas sonando.
"Lo único que tengo a favor es la
velocidad... Si me pega alguno de esos, soy un pedazo de vidrio roto..."
Tempest volvió a esquivar el primer
disparo, usando su impulso para hacer un giro en el aire y saltar por encima del segundo. Tanto él como Mark sabían que si uno de esos proyectiles lo tocaba, el Jolteon quedaría inconsciente, y quizá
peor, porque esos ataques no tenían ni un poco de restricción. Tempest aterrizó sobre sus patas delanteras y rodó debajo del tercer disparo, con los tres proyectiles explotando detrás de él al chocar con lo que encontraban en el camino.
La mayoría de los Pokémon que miraban la batalla ni siquiera podían ver lo que pasaba, los disparos de sniper eran más rápidos que lo que podía percibir la vista, y Tempest se movía casi igual de rápido, haciendo ráfagas cortas, sintiendo la presión de su cuerpo cada vez. Era agotador, pero tenía que concentrarse en ser más rápido que Mark, que estaba volcando toda su energía en atacar. Era la única mínima oportunidad que tenía
Tempest de ganar.
"¡NO PODÉS AGUANTAR ESTO PARA
SIEMPRE!" gritó Mark, cada vez más
enojado con cada tiro. Aceleró el ritmo, disparando cada vez más rápido, apuntando mejor, aunque sentía que su energía se agotaba rápido.
Tempest tuvo que moverse aún más
rápido, cambiando sus movimientos para no volverse predecible, rozando varias veces su pelaje cuando ambos empezaron a torcerse. Por más que Tempest quería cerrar la distancia, no podía hacerlo sin volverse más fácil de
golpear. Contraatacar con proyectiles propios violaría la regla de la electricidad, o le tomaría demasiado tiempo y esfuerzo mientras se movía de manera tan errática.
Encima de todo eso, Mark se estaba
volviendo astuto, apuntando al suelo
justo debajo de donde Tempest estaba, o iba a estar, pensando que, aunque fallara el primer tiro, la explosión del impacto contra el suelo lo podría desviar lo suficiente como para conseguir un golpe directo.
Sin embargo, Mark mostró sus cartas demasiado pronto, disparando al suelo justo cuando Tempest saltó alto al aire. El Jolteon miró hacia abajo, sudando frío,
sabiendo que ese tiro había sido el más cercano a un impacto directo.
Desafortunadamente, Tempest también cometió un error. Ahora suspendido en el aire sin forma de controlar su trayectoria era un blanco fácil, un objetivo predecible
pidiendo a gritos ser disparado. Mark tambiến lo había notado, y su ceño fruncido se convirtió en una sonrisa asquerosa mientras miraba al Jolteon suspendido, apuntando no con una, sino con ambas manos directamente hacia él, disparando ambas a la vez,en un curso de colisión directa, con el sonido
ensordecedor.
El sonido de las costillas de Ash
rompiéndose no dejaba de sonar en la cabeza de Tempest mientras pensaba desesperado en algo que pudiera hacer, pero no había nada. Incluso si rompía las reglas y trataba de contraatacar con un ataque eléctrico, no saldría lo suficientemente rápido, o alguien podría salir lastimado si intentaba algo como un zap cannon, que era increfblemente difícil de controlar.
Había perdido. Al menos eso pensaba él. Mark pensaba que ya había ganado, y hasta la multitud se estaba preparando mentalmente para lo que parecía que se venía. Sin embargo, no pasó nada. Ni un solo sonido. Tempest abrió los ojos, que
había mantenido cerrados mientras se preparaba para lo peor, solo para ver que su visión estaba teñida de violeta, con la gravedad distorsionada a su alrededor. En la esquina de su vista, en medio del
paisaje morado, vio un destello azul y pudo distinguir la forma de un Espeon entre la multitud, justo al lado de donde había dejado a Ash. Ella apretaba los dientes, con la pata extendida, fuertemente apretada, mirándolo fijamente.
"No puede ser...'Es Aria? Me está
moviendo con psíquico?"
Justo al lado de Aria, pudo distinguir la forma de un Vaporeon, aferrándose con fuerza al Espeon con cara de cagazo. Tempest no tenía ni idea de cuándo habían llegado, pero...no podría estar más agradecido por su presencia. El
resto de la gente en la multitud miraba con la boca abierta mientras el Jolteon parecía estar flotando, haciendo una maniobra imposible.
Tempest seguía suspendido en el aire cuando el resplandor rosa empezó a desvanecerse, todos mirando con los ojos más grandes que platos. Nadie podía creer lo que acababan de ver, especialmente Mark, que dio unos pasos atrás, completamente sorprendido. Si
Tempest quería contraatacar, ese era su mejor momento, mientras Mark no disparaba.
Uniendo ambos puños, sacando una
página del libro de Ash para los ataques a corta distancia, empezó a descender en cuanto Aria lo soltó, con sus patas crackeando de electricidad. Las reglas decían que no se podían usar ataques especiales de fuego o eléctricos, pero nunca dijeron nada de los golpes físicos.
En cuanto Tempest tocó el suelo, pegó un patadón hacia adelante a una velocidad más rápida de lo que Mark podía reaccionar. Con el brazo estirado, le clavó la pata en el pecho de Mark, dejándolo sin aire. No tenía mucha fuerza en el golpe, pero lo que sí tenía era velocidad. Usó su otra pata para pegar otro golpe, y otro, y otro, golpeando a Mark con una lluvia de puñetazos eléctricos tipo thunder.
Con un último golpe, estiró un poco más el brazo, esta vez apuntando
directamente a la barbilla de Mark, mandándolo a volar por los aires con un uppercut, su cara llena de una mezcla de dolor y terror. Tempest mantenía sus ataques dentro de los límites legales del
torneo, pero... justo al límite.
Como última jugada, Tempest se puso en cuclillas, una postura que solo tomaba si no tenía otra opción. A pesar de ser su forma natural de caminar, prefería mucho más sus patas traseras. Agachándose
hacia adelante, su pelaje empezó a vibrar y crujir violentamente con electricidad mirando a Mark, que no podía mirar a otro lado más que hacia abajo.
"¡Este es para Ash!"
Con su último grito, Tempest soltó la
mayor cantidad de misiles pin que había conjurado en su vida, cada uno golpeando a Mark y mandándolo para todos lados mientras caía hacia el suelo aterrizando con un golpe seco y un
gemido en medio de una tormenta de polvo.
El Golduck se acercó a Mark en el campo de batalla, agachándose y revisando al Inteleon. Su visión daba vueltas, y estaba casi inconsciente, completamente inmóvil, pero sin heridas graves. Tempest había peleado de forma completamente
justa y legal, al menos hasta donde
cualquier otra persona podía ver. El
Golduck levantó una pata con membranas nerviosamente, llamando a la multitud silenciosa, que esperaba con desesperación el fallo del árbitro
"En contra de todo pronóstico, Mark ha perdido, lo que significa que el Jolteon ha ganado la batalla contra el Marksmon."
Continuará...
Escriban la palabra o expresión de Argentina que no entienden aquí 👉🏻
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