-¿Un baile?-Jongin lo miraba escéptico-esto debe ser una broma, una pésima broma-

-¿Alguna vez he bromeado con algo serio?-Baekhyun ni siquiera le devolvió la mirada, sus ojos estaban centrados leyendo su lista de invitados-asegúrate de preparar todo-

-Pero es una locura, ¿Un jodido baile? ¿Justo cuando tienes a la corte detrás de ti? ¿Cuándo casi mueres a manos de Minseok?-no hubo respuesta, al menos, no la que el moreno esperaba

-Quiero que la decoración sea roja, estandartes con el escudo de mi familia fuera del castillo, la vajilla de oro y el mejor vino-

-Baekhyun, ¿Te estás escuchando? ¿Me escuchaste?-

-¿Necesitas que te lo diga en otro idioma?-el conde dejó de leer las cartas pendientes y lo miro-ire et curam omnia-el moreno suspiro

-Ut vis, tuam maiestatem-con una reverencia se retiró del estudio del conde, sus pupilas yendo y viniendo sobre el pergamino que comunicaba sobre el gran baile que el conde Byun daría en su castillo

"Con motivo de la festividad de la luna roja, tengo el placer de invitarlos a un exquisito baile en mi castillo, cada miembro de la realeza y la corte está invitado, la única condición es portar una máscara que mantenga secreta su identidad.

Atte: Su fiel servidor, el conde Byun"

Aceptar los indicios de las estrellas y sus predicciones nunca es fácil, hay quienes se niegan a acatar las órdenes de un destino y mueren tratando de evitar lo inevitable, Baekhyun era uno de ellos, un rebelde que creía que podía controlar el tiempo, esconderse de la vida y al final decir que era el vencedor, pero la vida siempre nos demuestra lo contrario, el regidor supremo nos aplasta con su bota como animales rastreros y nos recuerda quien tiene el poder.

Quienes están acostumbrados a tenerlo todo no les gusta perder, no ceden, jamás confían en nadie, prefieren perecer a entregar sus más valiosas posesiones, Baekhyun antes era uno de ellos, alguien que hubiera peleado con uñas y dientes por su fortuna, por aquello que le llevó años construir, pudo haber iniciado una guerra solo por mantener su orgullo intacto para demostrarles quien era el verdadero amo, pero no, ya no.

Lejos estaba de ser alguien bueno o amable, lo sabía, era consciente de cuánto daño había causado y a cuantas personas inocentes engatuso, pero todos en algún momento nos cansamos, nos sentimos débiles de pelear, y él ya estaba cansado, se sentía derrotado de luchar para enfrentarse a las bestias solo, de portar una pesada armadura para que al retirarla, su única recompensa fuera un castillo vacío y una cama fría, ¿Eso era por lo que tanto peleaba? ¿Su soledad? ¿La inminente derrota a manos del enemigo? ¿Tenía acaso un objetivo? Podía responder a todo con un no.

Durante toda su vida fue vanidoso, presumido, arrogante y ególatra, consiguió cosas gracias a eso, sí, ¿Las gozo? Por supuesto que lo hizo, la gran vida que llevó, la satisfacción de imponerse a otros nadie jamás se la quitaría, el ver a señores importantes implorar su perdón siempre sería divertido de recordar, narrar todas aquellas veces que doblegó a hombres que se creían poderosos serían de sus historias favoritas, no niega quién es, está orgulloso de a donde llegó, por eso, como un buen jugador recogerá sus cartas, aceptara la derrota y se marchara, vivirá de los recuerdos, los mantendrá frescos en su memoria, pero por ahora, es momento de aceptar que perdió, sí, perdió las joyas, las ropas finas, los castillos, el oro, pero ganó, obtuvo algo mucho más valioso que no está dispuesto a perder en apuestas, este trofeo lo conservará hasta el día en que sus ojos dejen de ver la luz y de sus labios salga su último suspiro.

Los libros dicen que los desalmados no aman a nadie, que los demonios y las bestias están condenados a permanecer solos, que los dioses son incapaces de dar su vida por un mortal, pero, ¿No Hades amo a Perséfone? ¿Por qué entonces se casaron Orfeo y Eurídice? ¿Cómo habrían caído los ángeles si no hubieran amado a los demonios? ¿Existirían los ángeles caídos si no hubieran cuestionado lo que era el amor? ¿No un cíclope como Polifemo amaba a Galatea?, sí todo lo anteriormente tuvo un comienzo y un final donde el amor era el sentimiento predominante, entonces, alguien como él también podría amar, compartir su eternidad junto a Chanyeol, ser el vampiro que amó y fue correspondido, Baekhyun crearía su propia historia, la leyenda sobre el conde y su amante terrenal.

Se lo dijo una vez a Chanyeol y se lo repetía cada noche antes de dormir, no sabía a quién debía agradecerle por ponerlo en su vida, por dar sus sentimientos en bandeja de plata para él, el joven aprendiz puso un hecho de amor tan fuerte sobre él, invirtió los papeles provocando que cayera de rodillas. Pero la satisfacción de todo esto era ser correspondido, que así como él estaba dispuesto a morir por su joven amante, Chanyeol también lo haría, se buscarían en otras dimensiones solo para besarse y fundirse en uno, entregarán sus corazones y caminarán por espinas, se amarían aún si el mundo se consumiera, ellos, su amor, era eterno.

Estaba listo, el plan ya estaba hecho y para eso, Baekhyun creía que se merecía una despedida digna, él abandonaría está vida como su gran majestad, la deidad que sabía que era, cerraría el ciclo mostrándoles a todos el poderío que poseía, el dinero en el que nadaba para que lo recordarán y su historia se escribiera en miles de libros, Byun Baekhyun pasaría a la historia.

-¿Crees que me queda bien?-su amante seguía inspeccionando el traje que le había mandado confeccionar, a Chanyeol no terminaba de convencerle como se le veía-creo que la capa es demasiado, los holanes en la camisa se ven...-

-Estupendos-el conde lo miró de arriba abajo-luces perfecto-

-¿Perfecto?-interrogó el aprendiz-debo admitir que el color es precioso-

-El rojo es nuestro color, representa la fuerza y la valentía de la gran familia Byun-escaneando el cuerpo del joven, el pelirrojo sonrió al verlo portar su anillo-aunque, tal vez debamos cambiar el título-el conde se acercó-si nos pertenecemos, entonces debemos hacer una modificación-

-¿Modificación?-Baekhyun nunca fue un muy buen dibujante, pero tomando una hoja en blanco y la tinta, comenzó a plasmar trazos delicados sobre el papel

-Nuestro poema favorito habla sobre un fénix, un ser al que lo representan las llamas en colores naranja, ese es tu elemento-Chanyeol sonrió-¿Yo podría ser la luz? Sería un chiste usar un demonio sobre un fénix, no, tal vez...-

-Una rosa, para mí, siempre te han representado las rosas-el joven se acercó a observar el dibujo, una sonrisa apareció en sus labios

-Un fénix rodeado por pétalos de rosa, la preciosa criatura extendiendo sus alas envuelto en llamas-Baekhyun suspiró-nuestro escudo-

-¿Ya no será el escudo de los Byun?-el conde fue suave al acariciar su mejilla

-Park-Byun, la honorable familia de la tierra de las montañas, dueños de los cielos, cultivadores de rosas perfumadas-Chanyeol junto sus cuerpos en un abrazo

-Desiderabilia mea et pulcherrima rosa-

-Dulce meum phoenix-.

Ofrecer un baile siempre ha sido una muestra de poder, no muchos pueden darse ese lujo, pero el conde podía hacerlo, podía invertir todo el oro y monedas que quisiera en bandejas de diamantes, vino traído de París, queso fresco de Alemania o telas en manteles exportadas de Roma, si quisiera podría poner enormes coronas de flores en sus jardines y decorarlas con esmeraldas y rubíes, sí le apetecía podía cambiar todos los muebles del salón de baile para mandar colgar un candelabro de diamantes traslucidos, podía reunir a los reyes de la corona, a marqueses del oriente y emperadores del norte, bebería té con los ingleses en su estudio o tomaría champagne en copas de cristal con los ministros, traería a los mejores cantantes de ópera, pediría a los pintores cuadros exclusivos solo para una noche de gala, podía tener al mundo a sus pies.

Su salón de baile parecía la entrada al Olimpo, grandes mesas ofreciendo un delicioso festín de platillos exquisitos de la mejor calidad.

Pirámides de chocolates, bombones y dulces exóticos se exhiben para deleite de los ajenos, champagne, vino tinto, coñac y whisky se ofrecían en distintas copas.

Crepas, sopas, pastas y ensaladas estaban servidas en las bandejas de fina porcelana dorada junto a la carne, pescado, pollo ofrecidos en canapés.

Baekhyun sabía que hablarían, que murmurarían la elegancia de su castillo, que le dirían halagos por tan buena fiesta, las víboras hipócritas le sonreirán con falsa modestia, y, mientras todo esto pasaba a sus espaldas, el conde se pasearía de la mano de Chanyeol bebiendo vino tinto en su copa de oro, él también se reiría de lo patéticos que se ven los títeres de la corte real, lo falsas que se ven las mujeres con sus vestidos de encaje, lo sosos que eran los políticos, sería toda una trágica comedia.

Pero una fiesta no puede ser perfecta si su anfitrión no es perfecto, y sin duda, el conde se ha vestido a la altura de las circunstancias.

Su traje es de tres piezas en color rojo sangre, están confeccionadas en seda traída desde las provincias de China, Baekhyun ha decidido complementarlo con collares en plata sobre su largo cuello junto a anillos en sus delicados dedos, optó por no usar camisa debajo del chaleco de botones, sí la reprimida sociedad real quería escandalizarse, perfecto, podían referirse a él con todos los adjetivos degradantes que quieran, no le importaba, mucho menos sí cuando Chanyeol lo vio vestido lo beso hasta robarle el aliento y le recito poemas de erotismo al oído, todos sus otros amantes, incluidas las mujeres que conoció, podían irse al carajo.

-Me permiten todos su atención-Jongin se hace escuchar por sobre las pláticas de la multitud-por favor, pido una reverencia para nuestro anfitrión de esta noche, su excelencia, el conde Byun y su pareja, el joven Park-detrás de la gran puerta de roble, la pareja permanece junta con sus brazos entrelazados, sus antifaces blancos con bordes dorados sobre sus rostros, cuando los guardias les abren la puerta, Baekhyun y Chanyeol aparecen saludando a la multitud, el conde se aclara la garganta

-Debo agradecer por la presencia de todos esta magnífica noche, espero que disfruten de la velada que yo mismo he organizado, por supuesto, en mi honor, por favor, coman y beban lo que les plazca, vamos a divertirnos en nombre de la luna roja-una corta serie de aplausos se extiende por el salón para dar paso a susurros una vez que comienzan a bajar la escalera imperial, Chanyeol sostiene su mano, el joven lleva el brazo contrario sobre su abdomen mostrando su anillo, una sonrisa satisfecha llena a Baekhyun de emoción por presentar oficialmente al aprendiz como suyo, es momento de que la verdadera diversión, comience.

-Excelente fiesta, mi señor-

-La decoración es preciosa-

-Excelencia, como siempre es un placer acudir a sus festividades-

-Extravagante como siempre, Baekhyun-el pelirrojo se detuvo en la última persona que lo halago, al darse la vuelta, sabía que no tenía que sorprenderse, pues esa voz venía de su invitado de honor

-Minseok, vaya, no pensé que en verdad vinieras-

-Invitaste a toda la realeza-el joven sonó altanero

-¿Eres de la realeza?-la mueca arrogante del castaño flaqueo-bueno, nunca he despreciado a nadie, la gentuza también puede entrar-

-Un boca suelta como siempre-Minseok bebió de su copa-¿Jamás dejarás de ser arrogante?-

-¿Vamos a jugar a las preguntas retóricas, Kim?-Chanyeol no estaba con a su lado, algo que el conde agradeció, no quería que el aprendiz se metiera en problemas o armara un escándalo-no creo que hayas venido por la buena comida y el vino, así que, dime que es lo que buscas-

-¿Te parece si bailamos primero?-el sonido de los violines marcando la próxima danza lo distrajo-¿Tu mascota no te acompaña?-

-Chanyeol, su nombre es Chanyeol-sus labios recalcaron cada sílaba-no pienso hacer un desfiguro en mi propia fiesta, no intentes provocarme si no quieres que te escolten fuera-

-¿Pedir un baile es ser descortés?-debido a la pequeña multitud que empezaba a rodearlos, Baekhyun aceptó la mano de Minseok siendo guiado al centro del salón-si te soy honesto, me sorprende ver hasta dónde has llegado-

-¿Creíste la historia de que era un mantenido? Por favor, era yo quien tenía a Junmyeon comiendo de la palma de mi mano, no al revés-

-Te conozco desde que éramos niños, además, ya lo sabes, no soy un inepto como él o mi tío-la mano de Minseok sobre su cintura lo incomodaba, con su mirada no podía evitar buscar a Chanyeol

-¿Me dirás de una vez a qué has venido?-

-Solo quería decirte que te prepares, que no te sorprendas si mañana recibes una carta del consejo solicitando tu presencia-

-¿No te fue suficiente con torturarme?-las heridas en su espalda aún no sanaban, Baekhyun no entendía cómo podían estar hablando tan tranquilos en medio de un baile-ni aunque la corte me llame te daré el oro-

-¿Y quién dice que te citaran por eso?-su sangre se congeló-no sé sí lo sepas, pero el sacerdote de tu iglesia es muy fácil de persuadir, solo tuve que darle diez monedas para que hablara ante los miembros, tan sencillo como dar limosna-

-Vaya, veo que al final si adquiriste la valentía para retarme, una lástima que ya no estaré aquí para cuando esos ancianos me llamen-en un giro, sus ojos al fin hicieron contacto con Chanyeol-tendrás que pasar sobre mi cadáver para tocar un solo lingote de oro-pasando entre las parejas, el aprendiz hizo su aparición, Baekhyun tomó su mano-no te desharás de mí ni aunque esté muerto-con una sonrisa triunfal dejó al castaño en medio de la pista, por girarse, se perdió de la malévola carcajada profunda que Minseok emitió mientras lo veía marcharse con Chanyeol

-Ay, Baekhyun, no sabes lo que te espera-.

Ire et curam omnia.- Ve y encárgate de todo

Ut vis, tuam maiestatem.- Como desee, majestad

Desiderabilia mea et pulcherrima rosa.- Mi preciosa rosa

Dulce meum phoenix.- Mi dulce fénix