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Tizenhatodik rész

Durante décadas la humanidad ha tenido el concepto equivocado sobre el sexo, muchos, lo llaman de manera errónea hacer el amor, pero lo cierto, es que no es lo mismo satisfacer un placer carnal que entregar el alma, no hablamos de las mismas palabras cuando todo es desenfrenado y solo se busca la culminación, no son los mismos significados un "te amo" a "te deseo", las caricias y el roce de los cuerpos no es igual, los susurros, los jadeos, nada se puede comparar. Las diferencias son claras, tan marcadas como la división de los continentes, polos opuestos como el norte y el sur, matices, colores, luces y sombras como en una pintura, puntuados como una partitura musical, se podría decir, que un momento íntimo es tan parecido al arte.

Adorar a una persona es sencillo, para eso existen palabras enredadas sacadas de libros y poemas, hay canciones que describen al ser amado, pinturas que muestran el éxtasis de un solo beso, pero, adorar el cuerpo de una persona requiere de sentimientos, palabras cuidadosamente escogidas, cantos en lenguas exóticas que expresen la belleza de esa persona, libros tan detallados como las guías de Afrodita o Cupido, toques frescos y únicos sobre la piel, besos suaves sobre cada zona erógena del amante, miradas de fascinación y amor.

Muchos se dicen maestros en el arte de la seducción, saben cómo manifestar el deseo con solo una caricia, descifran el movimiento de los cuerpos como un libro en braille, tienen las palabras perfectas en la punta de la lengua, pero, sí en verdad se dicen maestros, ¿Por qué les es tan difícil rodear sus brazos sobre el cuerpo de su amante? ¿Cómo es que sus besos saben a frutos secos? ¿Hay alguna razón para que su piel se sienta tan fría?.

La pasión es el fuego que se desprende del pecho de quienes se enredan en las sábanas y el amor es lo que expresan los besos sobre la boca de quienes comparten un solo corazón.

¿Qué es sentirse amado? ¿Qué es dar amor? ¿Cómo saber si eres amado y das amor? Tres preguntas para las que el conde no tuvo respuesta en sus años de vida, pero, que ahora, en su última noche comprendía y podía responder.

Chanyeol siempre lo amo, estaba en sus peores momentos y aceptó a la bestia, sacrifico algo tan valioso como su libertad por permanecer a su lado, beso sus labios con dulzura susurrando palabras de cariño sobre sus oídos al abrazarlo, aceptó una propuesta de amor eterno sin saber sí se cumpliría o no, unió sus hilos rojos para sellarlos como una cadena de hierro ardiente, prometió encontrarlo y jamás soltarlo, su joven aprendiz, su amor más dulce y puro en una tierra de pecadores, él, y solo él, se merecía que lo amaran con la misma intensidad, que besaran sus labios hasta dejarlos rojos como las cerezas, que lo tocaran hasta hacerlo delirar, que le susurraran poemas líricos al oído y cumplieran cada una de las promesas hechas en el pasado. Baekhyun sabía que no era el indicado, que era indigno de amar a un ángel perdido en los brazos de un demonio, pero si ambos iban a cerrar sus ojos, si dejarían este mundo, entonces, podía ser por una sola vez el príncipe con el que soñó, el caballero de brillante armadura, sería el rey en su propio castillo dorado.

-¿Alguna vez te dije que eres tan bello como los querubines?-el joven pelinegro lo miraba con sus párpados a medio caer y sus pupilas dilatas, sus labios estaban entreabiertos mientras el conde desataba el cordón de su bata-mí Chanyeol, mi amor-las yemas de sus dedos acariciaban cada tramo de piel expuesta

-Baekhyun...-las manos del joven acariciaron los brazos aún vestidos del conde-amor...-su espalda formó un medio arco el sentir los besos húmedos de su amado sobre su cuello, sus delicados dedos enterrando sus uñas sobre sus costillas-cariño...-

-Shhh...-su lengua recorriendo su hombro lo hizo callar-no tienes que decir nada-frenando sus caricias sobre el sensible cuerpo del aprendiz, Baekhyun se fue deshaciendo de sus propias ropas sobre el más joven-cada noche y cada día, has sido tú quien me demuestra cuánto está dispuesto a dar por mí, pero no hoy-desnudo, dejando que su piel brillara bajo las luces cálidas, enredos sus dedos con los contrarios-mi joven amante, el pequeño ángel que cayó en mi cama de espinas-

-¿Cuándo va a entender su majestad que las palabras sobran?-la mano libre del aprendiz se deslizó por su cuerpo hasta su costado, acariciando las cicatrices de su espalda, alzándose para juntar sus frentes-Baekhyun, conozco tus sentimientos, se tu pensar-Chanyeol conectó sus miradas-creo en tu amor, en cada beso y toque sincero pero, ahora, quiero que me lo demuestres-rindiéndose como la primera vez, tomó el papel secundario, dejando caer su cabeza sobre las blancas almohadas dejando que la cadera del conde bajara de su regazo para colocarse entre sus piernas-¿Serás eterno conmigo?-

-Cariño-sonriendo amoroso se irguió sobre el cuerpo cincelado hasta alcanzar el aceite sobre el buró, un mimo inocente sobre la mejilla del joven los hizo sonrojarse-¿Estás seguro?-

-¿Nuestras miradas se volverán a encontrar?-besando con todos sus sentimientos a flor de piel, acumulando lágrimas en sus ojos, asintió para calmar el corazón del aprendiz

-Es una promesa, mi radiante fénix-.

La oscuridad era total en cada pasillo del castillo, no se percibía ni un solo sonido, las corrientes de aire quedaban atascadas en las ventanas cerradas, solo, una pequeña luz se hacía notar el final del ala de las habitaciones de lo que fue la servidumbre, era la habitación que compartían el moreno y el adivino

-Están por llegar-Sehun miraba por la ventana, las pequeñas casas del pueblo parecían estar sumidas en el silencio y las tinieblas, pero, si mirabas por el camino de tierra, podrías observar la brillante luz de las antorchas, percibir el filo de las hachas y cuchillos-no nos queda mucho tiempo, la luna también está por cambiar-la madre de todo apenas era plateada, destellos de rojo comenzaban a eclipsarla-Jongin, tengo miedo-el fiel sirviente no tardó en envolverlo entre sus brazos alejándolo de la ventana

-Estaremos bien, lo sabes, solo debemos esperar-el moreno trataba de mantenerse tranquilo, pero su corazón corría dentro de su pecho como un caballo salvaje-¿Tienes todo lo que necesitas?-

-No-la voz del hechicero se apagó-¿Cómo puedo tener todo si no te llevó a ti?-

-Sehun-sus manos acariciaron las mejillas contrarias-sabíamos que esto pasaría, él lo sabe también-recordar al pelirrojo le dio escalofríos-eres tú quien merece vivir, nuestro destino está en tus manos-

-Odio mi don-el peli plata escondió su rostro en el pecho de Jongin-lo odio, lo odio tanto-

-No, no lo haces, ambos sabemos que gracias a eso estás salvando de la condena a un par de almas destinadas a sufrir por un amor demasiado grande para esta época-beso la coronilla del adivino-me estás salvando a mí, revivirás nuestra promesa y me harás recordar cuanto te amo cuando nuestras manos vuelvan a estrecharse-Sehun se separó para mirarlo

-¿Y si no puedo recordar? Sí este don que me fue otorgado solo es para esta vida, ¿Cómo te encontrare?-Jongin nunca tuvo una joya preciosa como Baekhyun para demostrar su amor dado por sus antepasados, pero, había algo que su padre le dio al morir que conservaba como su más grande tesoro

-Sabrás que soy yo cuando toques esto-llevando una mano a su cuello, el moreno le mostró un collar de caracoles hecho en cuero-mi padre me lo dio antes de morir, después de ti, es lo más especial que tengo-siendo cuidadoso, lo ató sobre el cuello del peli plata-Sehun, te amo-cerrando sus ojos unieron sus labios mientras la brillante luna comenzaba a pintarse de rojo, era como un reloj de arena, faltaban pocos granos para que llegara el final.

Dicen que el jardín del Edén olía a flores, que en el cielo se escucha el coro de los ángeles, Baekhyun no necesitaba vivir en un jardín para percibir la embriagadora colonia de Chanyeol o poseer un arpa para escuchar la melodiosa voz ronca del pelinegro deshaciéndose en gemidos de placer, sus ojos no necesitaban ser bendecidos por la vista de las puertas del paraíso sí su propio lugar sagrado estaba en las paredes internas del cuerpo de su amado.

Su dulzura al preparar a Chanyeol podía ser comparada con el toque de la seda, tan suave y excitante, acelerando su pulso cuando encontró su próstata, deteniendo su respiración cuando el más joven rasguño su espalda con satisfacción. Cumplir cada exigencia del cuerpo debajo de él le mandaba escalofríos, su miembro pulsaba por hundirse en su interior, enlazarse como uno solo alcanzando el máximo placer.

Sentir las piernas del azabache aprisionar su cadera mientras ambos jadeaban lo derritió, sus manos fueron ágiles en separar sus nalgas y entrar en su cuerpo, tembló mientras escondía su cara en el espacio del hombro y el cuello de Chanyeol, su nuca siendo acariciada por esos dedos fuertes lo hizo gemir.

Los instintos animales dentro de él le decían que perdiera el control, que hundiera el cuerpo del aprendiz en el colchón mientras lo hacía gritar, pero los besos sobre su mejilla derecha le recordaron respirar, los brazos rodeando sus hombros lo trajeron de vuelta a la realidad, suspirando, salió de su escondite y miró directo a los pozos oscuros de su joven amor

-Chanyeol...-sus manos hicieron puños sobre las sábanas

-Baekhyun...-Chanyeol fue quien guió el primer movimiento de caderas, sus párpados se cerraron y el pelirrojo rodó los ojos-p-por...f-favor...-

-Mi amor...-sus manos tomaron posesión de la cintura del azabache dejando marcas, el sudor bajó por las frentes de ambos bañando a sus cuerpos de brillo bajo la luz-Chanyeol...-fue lento amando cada movimiento que sus cuerpo hacían en sincronía, con el joven aferrándose a su espalda sin dejar de repetir su nombre en susurros, con el pelirrojo besando su pecho con adoración.

Sí Baekhyun pudiera, si tuviera el tiempo suficiente para prolongar el dulce momento antes de que la luna roja los cubriera, lo haría, le haría el amor hasta que el amanecer los despertara con el olor de una nueva y fresca mañana, pero no, sus ojos nublados se dirigieron a la ventana notando los tonos rojos reflejar su sombra sobre la alfombra, la luz amarilla perdía poder cediendo su gobierno a la escarlata, su tiempo se les acababa

-T-Te amo-sus palabras fueron dichas con saladas gotas bajando por sus pómulos, su cuerpo temblando de pies a cabeza por lo que iba a hacer-Chanyeol...te amo-sus estocadas fueron más rápidas, sus labios subieron por el pecho del aprendiz

-B-Baekhyun...-su cabeza fue hacia atrás sobre la almohada de plumas dejando su cuello expuesto-mi d-dulce conde...te amo-esas fueron sus últimas palabras antes de soltar un grito de placer mezclado con un dulce dolor adormecedor, Baekhyun, su amado conde, lo había mordido.

Un fuerte golpe hizo retumbar las paredes de todo el castillo, la puerta de madera había sido derribada por los aldeanos, quienes armados con hachas, antorchas y cuchillos se dividieron por los pasillos en busca del conde y sus cómplices.

El furioso pueblo quemo todo a su paso, rompió jarrones y destrozó los candeleros, saqueo las bodegas de vino, hurto la vajilla de oro, rasgo finas vestimentas, pero, su objetivo principal era hallar al amo de todo eso, arrastrarlo por el camino de tierra hasta el pueblo para clavarle una estaca en el pecho, cortarle la cabeza y enterrar su cuerpo mirando al sur.

Tiraron cada puerta de cada habitación sin encontrar a nadie, creyeron que estaban solos, pero se equivocaron cuando fueron acorralados y encerrados en el salón de baile, la multitud grito del miedo al creer que era su fin justo cuando las cortinas cayeron y las ventanas se abrieron por una ráfaga de viento revelando a la luna roja, todos se encogieron en sus posiciones cuando un fuerte grito penetro las paredes reventando los vidrios de las ventanas, pedazos de cristal esparcidos sobre el mosaico del piso como diamantes, una metáfora de las lágrimas de quien lloraba en la habitación más alta.

-P-Perdóname...por f-favor...perdóname...-meciendo el cuerpo inerte del aprendiz fue como Jongin encontró al conde-m-mi amor...-

-Baekhyun...-el moreno aceleró el paso hacia la cama blanca manchada en sangre-tenemos que irnos, vamos, no podemos quedarnos aquí-

-N-No puedo d-dejarlo-sus labios rojos temblaban-le dije que me iría con él, le mentí...-con caricias delicadas aparto los mechones negros de la frente del joven-S-Sehun se equivocó-

-Su predicción no será acertada si no salimos de aquí-a sus oídos llegaron los golpes de los aldeanos en el salón de baile-te dije que podías confiar en mí, te hice una promesa-Jongin acunó el rostro de Baekhyun-se encontrarán, te mantendré a salvo y lo harán, Baekhyun, no eres el único que sacrifico algo-el conde hasta ese momento fue consciente de la falta del collar de caracoles sobre el cuello del moreno-mi señor, tenemos que irnos-el pelirrojo asintió, pero antes de partir, acarició las mejillas de Chanyeol, besando sus labios que por primera vez no correspondieron la caricia

-Te encontrare, lo haré-sus lágrimas mancharon los pómulos del cadáver-y cuando lo haga, te prometo que nunca te dejare ir-tomando la mano del moreno corrieron por los pasillos dirigiéndose a los pasadizos, escaparían por el río y las montañas, se perderían entre los poblados vagando como almas en pena, cargando sobre sus hombros con una condena diferente que la de la muerte, una muerte eterna viviendo en soledad, atormentados con el recuerdo de sus amores, escondiéndose como cobardes hasta que sus enemigos murieran y ellos pudieran salir a la luz.

Lo que los aldeanos encontraron al subir fue el cadáver de un hermoso joven recostado sobre una cama de sábanas blancas, su torso estaba descubierto, sus cabellos negros creaban ondas sobre la almohada, sus facciones eran tranquilas como si estuviera sumido en un profundo sueño, la única diferencia, lo que delataba la verdadera naturaleza de la escena, eran los orificios que se podían observar en su cuello justo sobre su yugular, era la marca de su muerte, sin embargo, también era la liberación de un destino peor, de las cadenas de un calabozo, de la soga sobre su cuello, escapar de un juicio público donde lo denigrarían. No fue una muerte digna para lo que como persona era, no le hacía justicia a su corazón puro, pero, era mejor que quedará como una víctima y su nombre permaneciera limpio, que fuera recordado como alguien inocente, después de todo, Park Chanyeol no merecía cargar con los crímenes de un monstruo, al menos, uno de los dos merecía ser libre.

Las cosas debían ser así, Baekhyun lo sabía, y aunque le dolió mentir, tenía que aceptar perder lo que más amaba, era un precio alto a pagar por su egoísmo, Sehun se lo dijo cuándo le reveló su consulta a las estrellas, marcando así su destino

-No serán felices si ambos están vivos-aquellas palabras lo habían destrozado-no eres un inocente, ella sabe que todo lo provocaste tú, es el castigo más honesto que la madre luna pudo darte-

-Condenarme a la soledad, a vagar por el mundo durante las décadas siguientes sufriendo por lo que no supe valorar-decirlo era aún más doloroso-no puedo morir, no puedo amar, ¿No crees que me ha dado su peor condena?-

-¿No crees que es justo?-el peli plata dejó sin habla al conde-su castigo era peor, pero, yo hice un sacrificio-sus palabras impactaron al pelirrojo-aunque tu corazón no es del todo puro y lo justo es que permanecieras solo, no puedes quedarte sin compañía, debes tener una guía-

-No-a pesar del golpe que dio sobre su escritorio, no provocó ninguna reacción en el adivino-¿No lo dijiste tú mismo? Quién debe pagar soy yo, todo el tiempo he sido yo-

-Él está dispuesto a hacerlo-Sehun trato de tragar el nudo en su garganta-hizo una promesa-

-¿Y lo aceptaste?-la respuesta era clara-¿Cómo sé que lo que me dices se cumplirá? Estoy aceptando mentir, arrebatarle la vida a quien más amo solo por mandato de las estrellas-

-Tienes mi palabra, la tuviste desde el principio-el peli plata fue firme-aprenderás que dejar ir es lo mejor que puedes hacer-

-¿Tan ingenuo eres que crees que un monstruo puede cambiar?-

-¿Das por sentado algo tan rápido?-sus miradas se enfrentaron-conviértelo entonces, hazlo un prófugo infeliz a tu lado, vivan como ladrones temiendo que los separen en cualquier momento, si te consideras tan fuerte como para afrontarlo clávale los dientes esta noche, mantenlo en las sombras viviendo de migajas prometiéndole las estrellas sin jamar poder dárselas-a su discurso fue el pelirrojo quien apartó la mirada primero-Baekhyun...-

-Confiare en ti-limpiándose unas cuantas lágrimas ante la desgarradora verdad, miro por la ventana a la luna-me dije a mi mismo que aceptaría la culpa, siempre busque protegerlo, y sí la única manera de hacerlo es que nos separemos, entonces, lo aceptare-

-No estarás solo-

-Pero tú sí-Sehun también desvió la mirada-pero te prometo que me encargare de unirlos-el peli plata se quedó mudo-te ganaste mi confianza y mi gratitud-

-Y-Yo, no podría pedirte eso-

-Y no tienes que hacerlo, ambos somos más parecidos de lo que quisiéramos-en ese momento, el adivino vio la primera sonrisa sincera en el conde-jamás olvides la luna roja-

-No, no lo haré-.

La historia dice que tres cuerpos fueron enterrados en el cementerio de Ecsed al noroeste, pero, la verdad es que solo el cuerpo del joven aprendiz fue enterrado, algo que solo los miembros de la corte y el rey sabían, engañaron al pueblo haciéndoles creer que el conde Byun también estaba ahí, preferían mantener al pueblo en la ignorancia a decir que su cuerpo jamás fue hallado al igual que el de su sirviente. Claro que los rumores siempre existen, las voces se corren y gracias a esto se crean las leyendas, pues en las noches de luna roja los pueblerinos decían ver una figura encapuchada caminar por entre las casas con dirección al cementerio, varios aseguraban escuchar sollozos provenientes de la tumba del joven asesinado, otros, se quedaban helados cuando por la mañana al pie de la tumba encontraban flores frescas, rosas, hermosas rosas rojas que no se marchitaban hasta la próxima luna.

Con el pasar de los años y el tiempo, los historiadores se vieron fascinados por la historia de los amantes, por los crímenes y el misterio que envolvía a la figura del conde Byun, escribieron libros en su honor, se crearon pinturas recreando la escena de la habitación donde el pelirrojo le arrebató la vida a su amante, se habló sobre la riqueza que embelleció el castillo en su época dorada.

En la época actual se crearon teorías sobre su muerte, en foros de internet los fieles creyentes aseguraban que el conde aún vivía, que vagaba condenado por el mundo en busca de su amor, y tal vez, que aún seguía agregando a su lista unas cuantas víctimas, pero todo esto eran solo habladurías, retorcidas telarañas de fans obsesionados con los vampiros y sus historias de amor trágicas, a menos claro, que, como se dijo antes, los rumores dejan de ser rumores cuando hay pruebas.


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