Tizenegyedik rész
Las situaciones felices no son para siempre, la vida real no es un cuento de hadas o una fantasía, los príncipes no son caballeros de brillante armadura y las princesas hermosas jóvenes de cabello largo.
Pertenecer a la realeza no es solo trajes finos y bailes en castillos, los narradores no te hablan de lo que hay detrás, no mencionan las torturas, los maltratos, las vejaciones, fingir sonrisas, falsas modestias, matrimonios arreglados y el peligro acechando, traiciones, muerte, el sufrir por amor.
Todo llega a un punto de quiebre, tarde o temprano llegas al punto sin retorno, ya no puedes disminuir la condena, la corona de espinas ya ha sido puesta sobre tu cabeza.
Solo queda esperar el final, anhelar un milagro, desear una salvación.
Dicen que no hay que lidiar con una pena solo, que siempre es mejor ser escuchado que sufrir en silencio, pero, ¿Cómo tener corazón para arrastrar a alguien más? ¿Ofrecer dos vidas sin obtener nada a cambio? No, uno no puede culpar a otros por sus acciones. Sin embargo, hay sacrificios que son difíciles de devolver, acciones que son imposibles de regresar en el tiempo.
Sehun siempre supo que ir al castillo del conde Byun le traería problemas, no a él, pero sí a su joven aprendiz, Chanyeol. El joven peli plata había nacido con un don, la partera le dijo a su madre que había sido bendecido por las estrellas, que la madre luna lo haría un adivino, y fue así, desde niño Sehun era capaz de ver cosas a futuro muy pequeñas, como la muerte de algún familiar, la suerte de sus padres, enfermedades en algún miembro de la comunidad, no fue hasta que se hizo mayor que logró ver cosas más prometedoras, la sucesión de un nuevo rey, conflictos entre naciones, el nacimiento de almas gemelas.
Pero hubo algo que a Sehun nunca le gusto de su don, saber el futuro, el pasado o el presente de alguien no siempre trae cosas buenas, a veces, mientras realizaba lecturas tenía que disfrazar la verdad prefiriendo que lo tacharan como inexperto a ser la causa de la tristeza de otras personas, el solo quería ver felices a los demás, dar un poco de alegría que los astros le regalaban para los mortales, pero, como lo es todo en la vida, no habría sol sin oscuridad.
Aquel día que encontró a Chanyeol dormido en medio del bosque, supo que la fortuna le había favorecido al brindarle un compañero de vida, un hermano, casi un hijo por la inocencia del muchacho de pueblo, y todo iba perfecto, él solo le enseñaba lo básico como las pociones, como leer el café o los caracoles, pero, una noche mientras descansaban en un hostal, la luna le mostró entre sueños el verdadero destino del joven, fue una serie de flashes donde veía a otro hombre de cabellos rojos, el escudo de una importante familia, la alta cuna de oro, aunque, lo más inquietante, era la sangre que veía fluir por cada memoria robada, la pasión y muerte que desprendían las imágenes eran fuertes, cargadas de un sentimiento inexplicable. Esa misma noche huyeron de ese pueblo, pues Sehun creía que se trataba de algún enemigo inexplicable de él o una venganza contra Chanyeol, sin embargo, ya debió haber sabido que no debía huir del destino, pues tarde o temprano, te alcanza.
Su encuentro con su destino se dio tres días después en el interior de una taberna, Chanyeol había ido a hablar con el dueño sobre un arreglo para dejarlos pasar la noche en su establo, y él le había hecho una consulta a la esposa del hombre sobre su futuro bebé, asegurándole que sería un niño fuerte que en un futuro los sacaría de la pobreza, justo acaba de despedir a la mujer y guardaba sus cartas cuando un hombre encapuchado se le acercó, a Sehun su voz le sonó conocida, parecida a aquella que le hablaba en sueños desde que alcanzó la juventud, pero solo lo comprobó cuando el misterioso joven se retiró la capucha dejando a la visto su rostro al mismo tiempo que se aprendiz regresaba, Sehun lo supo, de nada sirvió escapar.
Su primera lectura hacía el imponente castillo del conde fue, en tres palabras, poder, dominancia y arrogancia, sin embargo, eso cambió cuando lo vio horas después en la cena, pues el conde superaba sus expectativas de muchas maneras, aunque, eso no disminuyó el acelerado latido de su corazón cuando se percató de las miradas que el conde le dirigía a Chanyeol, las cuales, eran correspondidas en secreto, pero el adivino no tenía que enfocarse en eso o las propias miradas que recibía de la mano derecha de Byun, no, Sehun tenía que recordar el propósito de su estancia en ese lugar, ayudar al pelirrojo con su repentina necesidad de consumir sangre, debía dejar de lado su sentimentalismo y el peligro que sentía en sus venas por su deber, actuar como lo había hecho cuando sirvió a reyes o marqueses, debía mantener todo bajo control. El problema fue que ese control no duró mucho tiempo cuando fue el mismo Chanyeol quien se ofreció como voluntario para la preparación del brebaje que ayudaría al conde, Sehun no podía interferir en las decisiones del joven, los temas del corazón era mejor alejarlos, pero, sí lo hacía, condenaría a Chanyeol a una vida de soledad y amargura, su corazón era débil, terminó cediendo, no solo a las nobles peticiones de Chanyeol, también cayó rendido a los pies de aquel sirviente, la mano derecha del conde, Jongin.
Sehun pudo haber dejado que los sentimientos de su aprendiz fueran más lejos y dejarlo acercarse al conde, pero, desechó la idea tan pronto vio la verdadera naturaleza de Baekhyun cuando el pupilo de Jongin le entregó a aquella muchacha casi parecida a un cadáver viviente, aterrado, le saco la información al joven quien le reveló las crueles torturas que la chica había sufrido, no solo por parte del conde, también de los guardias reales que abusaron de ella las veces que desearon, como Baekhyun había sido quien la mandó a la cueva de esas bestias, ¿Y todo porque? Por celos irracionales de una obsesión con su aprendiz, el solo querer poseer y no amar.
Sehun jamás se lo dijo a Chanyeol o a Jongin, pero había enfrentado a Baekhyun dentro de su cuarto de la tortura, dejando salir por accidente, sus visiones sobre el futuro y su relación con el joven de cabellos negros, el hechicero no supo si fue bueno o malo, pues Chanyeol fue llamado a la habitación del conde después. El peli plata nunca fue religioso o creyente en algo más que no fueran las estrellas, pero esa noche junto sus manos y se puso de rodillas para pedirles a todos los dioses que, por primera vez, sus suposiciones fueran equivocadas, que protegieran al chico que quería como un hijo.
No muchas veces los señores del cielo y la madre luna escuchaban las súplicas de sus hijos, pero, el adivino les estaba agradecido cuando sí lo escucharon a él, cuando Jongin le había hablado de una extraña promesa sin objetivo que le hizo a Baekhyun, cuando la sonrisa había aparecido en el rostro de Chanyeol y el conde cambió su actitud con el joven, no importaba que por el momento su conexión solo fuera sexual, Sehun había visto pasión y se lo dijo al pelirrojo, las cosas solo debían seguir su curso, estaban bien y el viento les favorecía, la madre luna iba a protegerlos desde ahora. Sí los destinos se pudieran mantener justo como las estrellas y las cartas lo dictan, la felicidad de todos estaría asegurada, pero, por desgracia, el actuar de los hombres siempre tiene en cambio constante los destinos y las constelaciones, Sehun lo vio una noche de luna llena cuando hecho los caracoles y la desgracia se podía leer desde los espirales hasta las rayas en los caparazones, algo iba mal, terriblemente mal.
Cuando Baekhyun vino a él para decirle que dejaría de consumir el brebaje, Sehun supo que todo se vendría abajo, el descuido del conde al tomar vidas ajenas, querer proteger a Chanyeol de todos y al mismo tiempo buscar subir a la corona, le iban a pasar factura al conde, además, las conspiraciones de la corte para revocarlo de su puesto eran malas jugadas y peligrosas, esos hombres eran despiadados y se deshacían de quién les estorbara, Baekhyun corría mucho peligro si no tomaba las decisiones correctas, sí no escuchaba los consejos acertados. Él trató de guiarlo, orientarlo mediante cartas y algún polvo especial, pero el conde fue necio, precipitado, antepuso su orgullo a muchas cosas, solo era cuestión de tiempo para que la desgracia ocurriera.
Una de las reglas que las personas con dones especiales como él debían seguir era el no interferir, ellos solo eran una guía, simples observadores, repartidores de sabiduría, pero, cuando todo se derrumbaba, cuando la marea los iba a arrastrar a todos a un mar profundo, Sehun tuvo que morderse la lengua y aceptar, que lo que estaba a punto de hacer, lo iba a condenar a él también.
Ninguno era inocente, en un mundo de pecadores ya no queda ningún alma pura aunque su apariencia así lo diga, el peli plata lo confirmó cuando un Chanyeol ebrio le confeso sus pecados, cuando lloró en sus brazos porque sentía que perdía a Baekhyun, cuando le pidió como un niño que hiciera algo para que permanecieran siempre juntos, una vez más, el mayor fue débil, no solo por la tristeza que parecía posarse sobre los hombros del joven, sino por un sentimiento compartido de perder a la persona que amaban, porque así como el de cabellos negros sentía que perdía al pelirrojo él también sentía que perdía al moreno, ¿A quién culparían junto al conde en un juicio? ¿Quién sería el segundo en caer?, Sehun no dejaría ir a Jongin ahora que lo había encontrado, no desperdiciaría la oportunidad que sabía le fue arrebatada en otras vidas, él se encargaría de hacer algo, su principio y final tal vez podrían retroceder.
Pero cometió el mismo error, cayó en las mismas trampas del destino creyendo que todos pensaban como él, sacar el cadáver del ministro fue un golpe de realidad al saber que si antes estaban en peligro, ahora, el precio por sus cabezas aumentaría, debió haber escuchado a Jongin cuando le dijo que era mala idea, que dos en un plan eran mejor que cuatro, Sehun, ya no podía juzgar a Baekhyun, pues él también había hecho lo que quería para proteger a quien amaba, pero lo enredó todo, el hilo del destino solo se tensó a un punto casi imposible, un tiro más y se rompería, la madre luna los habría olvidado.
Sus esperanzas estaban derrumbadas, ya no veía una salida a la tormenta de problemas que estaban por venir, sin embargo, una noche sin luna, la madre que le concedió sus poderes le mostró que aún era su hijo, que de entre todos él era especial, aún quedaba una opción, la única que les aseguraba un futuro juntos en alguna década, por supuesto, requería un sacrificio, pero solo era dar una semilla a cambio de un árbol, la redonda esfera brillante sobre el cielo jamás se equivocaba. En medio de sombras y abandonando el calor de las mantas Sehun tomó una bata, miró al moreno que descansaba al lado contrario de la cama y sonrió, esto era por ellos, por todos, él se aseguraría de buscarles una vida después de está.
El brillo de las velas sobre el altar iluminaba su rostro, las figuras de la suerte en plata formaban un círculo dejando como figura principal a Cloto, una de las tres moiras, la más poderosa, un recipiente de agua con sal de grano reflejaba su figura, además, según la litomancia, tres piedras con un significado diferente formaban un triángulo por fuera del círculo, la luna en color verde representando las emociones, Venus en rojo invocando al amor y el sol en una piedra naranja como la energía, el peli plata tomó una respiración profunda
-Está noche pido permiso a la madre luna y mis hermanas las estrellas para llevar a cabo mi ritual, que la energía se manifieste y las cartas no se equivoquen, confió en ustedes la vida de mis seres amados-cerrando los ojos, el adivino tomó de un costado un pequeño frasco con un líquido negro-azért az erőért, amelyet az ég adott nekem, az ajándékért, amellyel a mennyei fény a világba küldött, a sors és az elmúlt életek kötelékeiért, engedélyt kérek az igazság megismerésére-vaciando tres gotas el agua cambio de color-a cambio de la felicidad, el amor, el bienestar y el poder, solicito saber los secretos de la vida-las cartas fueron barajeadas-a jó lényeinek, a négy elemnek, tudnom kell-una ráfaga de viento cruzo la habitación, el frío aire le hizo abrir los ojos, el color negro del agua fue desapareciendo-madre luna, por favor, habla a través de mí-el peli plata saco tres cartas al azar y las coloco sobre la mesa-A világegyetem kívánságai váljanak valóra-una nueva ráfaga apago las velas, en oscuridad total, Sehun volteo las cartas suspirando-que así sea-con manos temblorosas encendió nuevamente las llamas, su garganta se quedó seca ante la respuesta de las cartas-madre mía, sí este es tu deseo, la promesa de un futuro, yo, como tu fiel hijo y sirviente, me encargare de cumplirla-poniéndose de pie, camino a paso lento a la puerta con la llave en su mano, no miró atrás pasando de largo aquel reflejo sobre el agua, la decisión ya estaba tomada, un futuro juntos, un sacrificio, la luna hablo, y Sehun, no podía contradecirle.
Azért az erőért, amelyet az ég adott nekem, az ajándékért, amellyel a mennyei fény a világba küldött, a sors és az elmúlt életek kötelékeiért, engedélyt kérek az igazság megismerésére.- Por el poder que los cielos me han otorgado, por el don con que la luz celestial me envió al mundo, por los lazos del destino y las vidas pasadas, pido permiso para saber la verdad
A jó lényeinek, a négy elemnek, tudnom kell.- A las criaturas del bien, a los cuatro elementos, necesito saber
A világegyetem kívánságai váljanak valóra.- Que los deseos del universo se hagan realidad
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro