¿Cómo diferenciamos un sueño de la realidad? Muchas veces, nuestra mente es tan poderosa que nos hace ver más allá de lo que imaginamos, recrea escenarios y sentimientos que sentimos como reales, trae a nosotros olores y sabores familiares, pero, nada de esto es real. Entonces, ¿Por qué nos confundimos? Tal vez la respuesta sea que por medio de nuestros sueños representamos lo que más anhelamos, deseamos o sentimos, Baekhyun desea un toque suave sobre su cuerpo, el aliento cálido de alguien sobre sus labios, un olor penetrante que llenara su olfato, besos seductores, movimientos acompasados bajos las mantas.

Aquellas noches en que logra conciliar el sueño, sus pensamientos se pierden entre sombras oscuras y roces efímeros, susurros bajos y graves acompañados de palabras obscenas en murmullos, fuego que parece nacer desde su centro caliente y que se extiende hasta los dedos de sus pies, caricias lentas y tortuosas que lo hacen apretar las sábanas, una simple fantasía erótica.

Estaría mintiendo si dijera que no sabe qué es lo que lo provoca, porque aquel ser que lo está llevando a sucumbir, tiene nombre y apellido, el aprendiz de su adivino, Park Chanyeol.

El conde ha tenido que mantenerse alejado del joven para no caer, aunque, en las reuniones con Sehun, no puede evitar mirarlo, recorrerlo de arriba abajo admirando su fisonomía, un espécimen bello que, sin duda, se vería mejor en su cama.

Chanyeol tiene una belleza que no había visto jamás, hay algo en su piel ligeramente bronceada que lo hace querer encajarle los dientes y pasar su lengua por la dorada extensión, sus ojos castaños parecen un pozo sin fondo en el que se dejaría caer, aquellos rojizos labios parecían cerezas, tan dulces, que Baekhyun ya se imagina pasando la punta de su lengua sobre ellos, su cabello tan negro como el cielo en noche de tormenta se ve tan suave, con ligeros rizos naturales, el solo recuerdo de cuando lo tomo en un puño en su mano en aquella estancia, lo hace estremecer.

Su altura es imponente para ser solo el ayudante, aquella espalda gruesa y anchos hombros lo volvían loco, podía sentir sus uñas hundiéndose en su piel creando marcas rojas, ya podía ver esas manos sujetar las suyas o a sus dedos apretar su cabello o, tal vez, serpentear por sus piernas hasta perderse en su lugar más privado, y su voz, maldita sea, esa voz la oía en sueños, tan grave, tan profunda, tan autoritaria, el conde podría dejar de lado su orgullo si esa voz le ordenara ponerse de rodillas.

Baekhyun sabe y está consciente que el tan solo pensar en eso es humillante, porque en todos sus años lidiando con amantes, o posibles amantes, jamás deseo, quiso y anhelo tanto ser sometido por alguien, verse bajo su figura mientras se deshacía de placer, nunca espero que se muriera por ver las expresiones de otra persona al llegar al orgasmo, dentro de miles de posibilidades, no creyó nunca querer dejarse amar.

Por momentos quiere engañar a su mente, se repite día a día que no puede dejarse caer tan bajo por un simple aprendiz, que no puede estar considerando ceder ante otro ser humano, trata de meter en sus pensamientos que todo es culpa de Sehun y la lectura a su mano, que le metió ideas absurdas que no había escuchado jamás, que lo embruja a través de aquel brebaje que le prepara desde hace semanas.

Desgraciadamente, no importa cuánto se mienta, cada noche soñará con Chanyeol enredado entre sus sábanas oscuras como el vino, seguirá queriendo su toque en la penumbra de su habitación, se morirá por ponerle las manos encima y hacerlo gruñir como una bestia, pasará de largo cada día con deseos reprimidos por el orgullo y la dignidad.

Claro que, no puede tener su conciencia tranquila, pues Jongin se encarga una y mil veces de decirle que no hay nada que le impida "tener" a Chanyeol, habla como una serpiente sobre su oído diciéndole lo mucho que podría disfrutar de su carne, que no perderá nada por una noche de pasión con el pelinegro, pero, Baekhyun piensa diferente y no sabe porque, la sensación lo ahoga, lo asusta, se frustra de darle vueltas y vueltas al mismo asunto todos los días, y, siendo honestos, su autocontrol se pierde cada vez un poco más.

-Debería tratar de buscar a alguien más-las palabras del moreno se oyen sencillas, tan fáciles de cumplir-ha recibido muchos regalos de pretendientes, una nueva herencia no le haría mal-el conde lo fulmina con la mirada-era una broma, mi señor-sin embargo, hay tintes de burla en su voz

-Si tan solo fuera tan fácil-su mirada se pierde entre el jardín, ha decidido tomar un poco de sol, Sehun le dijo que ayudaría a calentar su piel-quisiera poder dejar de mirarlo, ignorarlo como lo hago con mi servidumbre...pero no puedo-sus pupilas son rápidas en ubicar al pelinegro, quien camina tranquilo absorbiendo la luz del sol, ¿Cómo es que puede parecer un ángel?-el problema, es que solo lo quiero a él-

-Entonces debería darse prisa, eminencia-el conde solo apartó sus ojos un momento de la figura del alto para mirar a su sirviente-parece que no es el único interesado-para probar su punto, Jongin señaló en dirección a Chanyeol, el pelirrojo se sintió hervir ante la escena que vio

-Az a rohadt csúszós macska-aquella muchacha de cabellos rubios y vestido ceñido no había dejado de perseguir al azabache desde que puso un pie en el castillo-a szar mindig vonzza a legyeket, mint a lepkék a fényre, a méz a méhekre-despectivo y desdeñoso, señaló a la joven-de ő, rosszabb, mint egy leprás, egy kibaszott kurva, forróságban elárasztja feromonjait, hogy vonzza az enyémet-despacio, Jongin se deslizó a su lado hablando como serpiente sobre su oído

-Majd mutasd meg neki, ki a főnök, eminenciád-.

Sehun lo había citado por la tarde, al parecer, había un problema con su dosis de tratamiento para la siguiente semana y era urgente que lo resolvieran. Baekhyun jamás le preguntó cómo es que preparaba el brebaje o qué ingredientes usaba, no cuestiono o hizo preguntas tontas, ya que, aunque sabía sobre algunos temas de ocultismo, no era un experto.

El lugar que le había dado al adivino para trabajar fue el viejo establo, el conde le había ofrecido una habitación o un estudio, pero el peli gris se negó al argumentar que así se sentiría más en casa y que le era mucho más fácil trabajar, ordenar sus implementos y utensilios, además, de que era un lugar más grande para moverse con facilidad.

Pero Sehun y Chanyeol solo trabajaban ahí por la tarde, pues pasaban la noche en el castillo del lado de las habitaciones de la servidumbre.

Arrastrando su capa por la paja, tocó dos veces la puerta de roble, siendo recibido por Chanyeol

-Tu maestro me llamó-el alto le ofreció una reverencia abriendo la puerta

-Adelante, mi señor-al entrar, el conde casi perdió el aire al ver el sudor correr y bajar por la frente del aprendiz, unos celos irracionales se apoderaron de él al imaginar a la mucha y el joven juntos, por inercia, apretó sus manos sobre la tela de su capa-perdone mi apariencia, pero estaba ayudando al maestro a mover unos baúles-

-No te pedí una explicación-respondió tajante, el pelinegro agachó la cabeza en sumisión

-Sé que no lo hizo, pero sentí que debía darla-sus ojos se conectaron por unos segundos, Baekhyun creyó ver un tinte de sonrojo sobre sus mejillas-m-majestad...-tartamudeo Chanyeol cuando volvió a hablar, esperen, ¿Cómo llegó su mano hasta el hombro del aprendiz?

-Chanyeol...-pero, antes de poder susurrar otra palabra, el sonido de algo rompiéndose los hizo separarse

-¡Chanyeol!-Sehun apareció en escena con la túnica llena de un pigmento de color amarillo-¿No te dije que me ayudaras?-sus ojos viajaron hasta Baekhyun-oh, eminencia, veo que acudió a mi llamado-

-Dijiste que era importante-el aprendiz se separó de su lado, el conde sintió que perdió su calor

-Venga, tenemos que hablar-su cabeza se movió en dirección al final del lugar-y tú-señaló a Chanyeol-arregla el desastre, por tu culpa he arruinado mi única túnica buena-

-Enseguida, maestro-por desgracia, el conde no pudo verlo por más tiempo, Sehun y su problema eran más importantes.

Lo que le dijo Sehun debía ser una broma, tenía que serlo, porque, si no lo era, iba a mandar a degollar al brujo ahora mismo

-Debes estar jodiéndome-soltó un suspiro frustrado-todo este tiempo estuve evitando lanzarme a la yugular de alguien, para que al final vengas y me digas que necesitas un cuerpo fresco para sacar sangre-el pelirrojo se movía de un lado a otro-¿Bromeas? Sangre real para preparar un brebaje que calma mi sed-

-Jamás preguntaste cómo lo preparaba-

-No, pero de haber sabido que la "solución" a mi problema, era beber directamente del envase, entonces no habría contratado tus servicios-

-¿Ni siquiera porque él venía conmigo?-carajo, ¿En dónde había escuchado ese tono de voz? Casi juraba que estaba escuchando a Jongin-mis predicciones no son solo visiones tontas, fui bendecido con el don de la adivinación-

-Al punto, Sehun-su cabeza ya comenzaba a doler

-Tienes un interés por mi aprendiz-no era una pregunta, era una afirmación-tu línea de la vida muestra una gran pasión, creo habértelo dicho-

-No estoy interesado en los niños-el peli gris soltó una carcajada

-La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio-Sehun paso a su lado rodeándolo-Cicerón era muy acertado, ¿No cree, eminencia?-pero Baekhyun no pudo argumentar nada, Chanyeol llegó hasta ambos interrumpiendo su conversación

-Los polvos están en orden, sus especias acomodadas por nombre y sus libros sobre los estantes-

-Eficaz como siempre-lo felicito Sehun mirando de costado a Baekhyun-bien, ¿Qué habrá para la cena?-.

El conde tenía dividido al personal, a cada uno de ellos les había asignado una tarea en específico, por eso, es que no se explicaba qué hacía esa niña ahí, soltando risitas tontas cuando Jongin decía un chiste, o rozando "accidentalmente" el brazo de Chanyeol al servir la sopa, incluso, fue más que servicial con él, llenando primero su copa y colocando los cubiertos para su uso, pobre tonta, ¿Creía que por hacer su deber le iba a ceder a Chanyeol? ¿Qué renunciaría a aquello sobre lo que puso sus ojos?, no, si aquella prostituta barata no lo conocía, lo haría pronto.

-De rodillas-el pobre cuerpo que antes permanecía atado a una silla se desplomó al piso-no me gusta repetir las cosas-sus botas hicieron eco sobre el suelo de mármol-de rodillas, ahora-su voz fue más grave, más peligrosa y amenazante

-S-Señor...-su murmullo era apenas una palabra, hilos de sangre escurrían por la boca de la chica-p-por f-favor...-el conde rodó los ojos

-Levántenla-sus guardias obedecieron la orden, el rostro magullado de la sirvienta se enfrentó al suyo, completamente estoico-¿Acaso te crees muy lista?-un golpe fue directo al estómago de la chica haciéndola escupir sangre-¿Crees que puedes tener lo que es mío?-sus dientes chirriaban

-Yo...no sé...de lo que e-está hablando...-una fuerte cachetada la hizo morderse la lengua

-Perra malagradecida, sabes perfectamente de lo que hablo-con los guardias sosteniéndola, Baekhyun aprovecho para retroceder un poco y admirar los resultados de su "obra maestra"-todas ustedes son iguales, llegan aquí pidiendo trabajo o refugio, ¿Y para qué? ¿Para terminar entre las piernas de los capitanes? ¿O las de mis sirvientes?-de pronto, la puerta de la habitación se abrió, el pupilo de Jongin entro

-¿Me llamó, mi señor?-

-¿Mi guardia real sigue despierta?-preguntó mientras se limpiaba las manos manchadas de sangre con un pañuelo blanco

-Están celebrando en las bodegas, algunas mujeres están con ellos-

-Perfecto-una vez que tuvo las manos limpias, tomó la daga que siempre cargaba, empuñándola se acercó a la joven, quien, del miedo, se terminó orinando encima-diles que su majestad les manda un obsequio-con la cuchilla afilada rajó el vestido de la sirvienta, dejándola desnuda-cuando hayan terminado de divertirse con ella, llévala con mi adivino-

-Como ordene-con un asentimiento de parte de Baekhyun, los guardias siguieron al muchacho con dirección a las bodegas, a esa pobre chica le esperaba el sufrimiento más grande de su vida. ¿Debería arrepentirse? Por supuesto que no, después de todo, solo estaba dejando el camino libre, ¿No es lo que hace la gente por amor?.

La habitación estaba iluminada por una luz tenue, las velas aromáticas desprendían su olor a vainilla, el doncel de la cama estaba corrido, las sábanas vino perfectamente puestas, los almohadones cubiertos en seda decoraban el colchón y la cabecera dorada con incrustaciones de diamantes coronaba el conjunto, justo como la cereza del pastel.

Había mandado a las sirvientas a preparar el baño, agua tibia con jabón para después, llevar a cabo un ritual que recordaba de sus antiguos libros.

Cleopatra siempre fue consideraba un símbolo de la sensualidad por su elegancia y belleza, su juventud impactaba a más de uno, y, su secreto, siempre fue tomar baños con leche y miel para mantener la piel fresca y al mismo tiempo joven.

Baekhyun sabía sobre la belleza que poseía, conocía sus atributos, pero siempre considero que no estaba de más exaltar aún más esos encantos.

El baño que tomaría después consistía en leche, miel, vainilla, aceite y al final pondría pétalos de rosa, aplicaría la mezcla sobre todo su cuerpo y el resto lo dejaría a su propia voluntad, está noche tendría un invitado especial.

-Justo como lo pidió-Jongin lo ayudó a colocarse la bata de seda-una botella de vino y dos copas-al darse la vuelta, el moreno le sonrió travieso-el aceite está en la mesa de noche-

-¿Los sirvientes?-el conde quería asegurarse que nadie los molestaría

-Sabe que su habitación en la única en esta parte del castillo-el pelirrojo avanzó al espejo-puedo dejar un guardia custodiando-

-No soy un niño indefenso-una sonrisa apareció en su rostro-no soy yo quien corre peligro dentro de estas cuatro paredes-

-Su invitado tampoco-el conde estaba por responder, cuando unos toques en la puerta los pusieron en alerta-debe ser él-

-Hazlo pasar-con toda la paciencia del mundo, y como si no llevara solo una bata puesta, se sentó al filo de la cama esperando a ver aquella figura traspasar la puerta

-Eminencia-su voz grave le puso la piel de gallina-¿Quería verme?-

-Los dejo solos, majestad-Jongin desapareció sonriente dándoles privacidad.

Baekhyun sabía que no era el único que sentía la tensión en el aire, había una bruma caliente entre ambos, una fina cortina que podía ser cortada con tijeras, suspiros de anticipación, pequeñas e imperceptibles gotas de sudor bajando por sus sienes, miradas que gritaban atención, el calor, un toque piadoso.

No fue difícil convencer a Chanyeol de tomar una copa o pedirle que se sentara a su lado, el joven lo obedecía como una mascota a su amo, se dejaba hacer y manejar al antojo del conde, porque no era solo el pelirrojo quien ansiaba su toque, Chanyeol también se moría por tocarlo, besarlo, adorarlo como lo hacía en sus sueños, ¿Esto era real? ¿En verdad era merecedor de los encantos de su eminencia?.

La botella de vino había quedado olvidada en el momento en que el conde dejó las copas con la excusa de conversar, pero, la conversación que Baekhyun tenía en mente no involucraba palabras o frases largas, si no suspiros y jadeos, hablarse por medio de toques indecentes, reconocerse moviéndose al compás del otro diciendo solamente sus nombres mientras culminaban en placer. Su acercamiento fue sutil, primero, llevó su mano al muslo del joven para comenzar a deslizarse hasta llegar a su cuello y terminar en su mentón

-¿Sabes por qué estás aquí?-aquellos finos dedos blancos sostenían su mentón-¿Lo sabes?-

-No...-su sumisa respuesta provocó un brillo en los ojos ajenos, el conde se acercó hasta esconder su rostro en el espacio de su cuello y hombro

-Has venido aquí para servirme, para complacerme-la punta de su lengua tocó su lóbulo-tan fresco-el roce de unos dientes contra su cuello, cerca de su yugular-tan delicioso-

-M-Majestad...-toda caricia abandonó su cuerpo, aquel bello y hermoso conde lo miró a los ojos

-Ahora, ya nunca podrás escapar de mí-su boca se abrió ligeramente dejando ver el comienzo de sus dientes, sin embargo, no fue eso lo que el joven pelinegro vio, sino el brillo de unos afilados colmillos-üdvözlet a pokolba bébi-.

Az a rohadt csúszós macska.- Esa maldita gata resbalosa

A szar mindig vonzza a legyeket, mint a lepkék a fényre, a méz a méhekre.- La mierda siempre atrae a las moscas, como las polillas a la luz, la miel a las abejas

De ő, rosszabb, mint egy leprás, egy kibaszott kurva, forróságban elárasztja feromonjait, hogy vonzza az enyémet.- Pero ella, es peor que un leproso, una jodida perra en celo desprendiendo sus feromonas para atraer lo que es mío

Majd mutasd meg neki, ki a főnök, eminenciád.- Entonces, demuéstrele quien manda, eminencia

Üdvözlet a pokolba bébi.- Bienvenido al infierno, cariño