-Pero, majestad-las cejas del adivino se fruncieron-usted no puede estar hablando en serio-el hombre se había puesto de pie-no cuando me he esforzado tanto-

-¿Dar lo mejor es mentirme?-apuntó tranquilo el conde mientras bebía de su vino-me ocultaste el hecho de que usabas sangre para preparar el brebaje, caíste bajo-lo señaló acusatoriamente-ahora comprendo porque la disminución del ganado del pueblo-

-Si insinúa que robe esos animales, se equivoca-respondió ofendido-los compre-

-A mí nombre, usando a mis sirvientes-su voz estaba increíblemente moderada, como si no estuviera molesto, pero, en ese periodo de tiempo en el castillo, Sehun ya había aprendido a conocer al conde-¿Sabes? Yo no permito insolencias como esas, y menos, viniendo de gente a la que le otorgue mi confianza-sus labios se curvaron en una sonrisa-supongo que Jongin debe habértelo dicho-aquella mueca se borró de inmediato de sus labios-se han vuelto cercanos, ¿Verdad?-ahí, justo ahí, ese era su tono de advertencia-¿Qué? ¿Creyeron que no me daría cuenta?-el pelirrojo se puso de pie-tengo informantes en todo el castillo, espías para mis propios sirvientes, ¿Qué te hizo creer que no te espiaría a ti?-

-M-Majestad...-la voz del brujo tembló-mis lazos con su sirviente, no tienen porqué afectar nuestro trato-

-Te equivocas, Sehun-sus pasos poco a poco se acercaban a él-todos aquí son de mi propiedad, así, que si te metes o tocas lo que es mío, indirectamente me estas afectando a mí-Baekhyun tocó su pecho-los aldeanos han venido hasta a mí para quejarse, me reclaman sus vacas y gallinas como si fuera un ladrón, un muerto de hambre que necesita huevos cuando nado en monedas de oro-

-Pero...-la bofetada que el conde le propinó acallo todos sus posibles reclamos

-Lo que pido no es tan difícil-el pelirrojo ni siquiera se inmuto-¿Tan exigente soy?-

-Me está pidiendo que suspendamos el tratamiento-lagrimas se acumularon en sus ojos, pero no las dejó caer-¿Sabe el peligro en que se pondría?-

-Me das sangre camuflajeada con hierbas y agua, ¿Qué daño podría hacer si la bebo directo del portador?-la insinuación aterro a Sehun

-Seguimos hablando de animales, ¿Verdad, eminencia?-el conde soltó una carcajada

-La gente del pueblo es ignorante, su población está conformada por viudas y muchachas ingenuas, hombres enfermos y jóvenes inservibles-el conde tomó nuevamente la copa que dejó olvidada en la mesa-¿Qué es lo que puede desear la gente desamparada? ¿Qué busca el vagabundo y anhela el aldeano?-sus ojos brillaron con malicia-calor, un hogar, un plato de comida caliente y una oportunidad-Sehun no quería ceder, pero, tenía que hacerlo, era su vida por la de ellos, su salvación por complacer a un sádico

-¿Qué planea que haga entonces, mi señor?-

-Ve al pueblo y busca jovenes, no importa si son hombres o mujeres, ofréceles un puesto en el castillo, inventa lo que quieras pero asegúrate que vengan contigo-Baekhyun no podía verlo, pero el brujo asintió, sellando su sentencia

-Me presentaré mañana mismo-el conde dio el trago final a su copa, limpiándose las comisuras de los labios con el dorso de la mano

-Ah, y por cierto-hablo antes de salir-tendrás que conseguir un nuevo aprendiz-cuando sus pupilas conectaron con las suyas, un escalofrío le recorrió el cuerpo-de ahora en adelante, Chanyeol, es mío-esas fueron sus últimas palabras antes de salir por la puerta.

Byun Baekhyun jamás se había caracterizado por ser misericordioso, nunca lo fue, y tal vez se deba a como sus padres lo criaron o por su mismo carácter fuerte, pero el conde creía que mostrarle un lado débil a la gente significaba que podían pasar por encima de ti, que podían pisotearte y tenían el derecho a pedirte lo que quisieran.

Baekhyun no iba a perder los privilegios y ventajas que le otorgaban su apellido o el haber sido esposo del fallecido Kim, no, mucho menos cuando tuvo que lamerle las botas a media corte a base de halagos, sonreír y servir vino a los diplomáticos, dejarse besar y tocar por un hombre al que nunca amó, tener que aguantar que lo miraran como una ramera o que las mujeres murmuraban sobre él, Byun Baekhyun había luchado duro por lo que tenía, escalado sobre sus enemigos para tenerlos a sus pies y comiendo de su mano, jamás se dejaría vencer.

La conversación que había tenido con Sehun era algo que llevaba tiempo planeando, algo que le beneficiaria y lo dejaría en la cadena de los depredadores, porque sabía, que como el supremo heredero de todos los bienes de su difunto esposo y familia, ellos estarían sobre él como cuervos a la carne, zopilotes acechando por un poco de comida.

¿Cómo podría su lazo con el pueblo seguir intacto? Controlándolos, siendo hipócrita como lo fue en sus inicios, tenerlos comiendo de la palma de su mano para que no se levantarán en su contra, hacerse de su propia corona y trono real.

Y primero, para llevar a cabo el plan debía acabar con la población joven, todos aquellos que querían llegar a él por medio de regalos y cortejos, sin importar si eran hombres o mujeres, el pelirrojo debía eliminarlos de raíz, exterminar a la plaga antes de que se reprodujeran de nuevo.

Acabar con los pobres, enfermos y bastardos le daría el tiempo suficiente para convencer a la corte de que era un miembro digno, para así, unirse a ellos y poder llegar directamente al rey, el palacio real era su meta, gobernar a toda una nación se haría realidad, tener el poder solo para él sería su máxima realización.

Y todo podía estar perfecto, solo que, ahora, su plan debía funcionar no solo para uno, sino para dos, para él y Chanyeol.

Baekhyun no lo había visto desde aquella noche hace cuatro días, y no era porque el joven se escondiera de él, sino que Sehun lo mantenía ocupado o simplemente él tenía asuntos que atender, cartas de los ministros que responder o salir ocasionalmente a supervisar sus tierras, pero, a pesar de eso, no había un solo minuto en el que no pensara en el azabache, podía estar sentado fingiendo que escuchaba a sus consejeros cuando en realidad pensaba en los labios del aprendiz, estaría en la terraza bebiendo té y recordaría sus manos sobre su cuerpo, su timidez a la mañana siguiente cuando se despidieron.

El conde se volvía loco de solo pensar en sus jadeos o sus ojos suplicantes, su memoria fotográfica lo atormentaba con imágenes muy vívidas y nítidas de ambos en la cama, bajo las mantas dejando que sus cuerpos se unieran como uno mismo. La situación era nueva y excitante, porque jamás se había sentido tan posesivo por algo o por alguien, y podía ser enfermo, pero no dejaría que alguien se acercara o tocara lo que ya había reclamado como suyo, no soltaría el fruto que ya había probado y le encanto, no dejaría que su tesoro fuera robado por alguien más.

-¿Quería verme, majestad?-Baekhyun sonrió al escuchar esa voz a sus espaldas

-Entra, toma asiento-sin demora, el azabache tomó asiento frente al conde-¿Gustas?-preguntó Baekhyun señalando la tetera

-¿Puedo?-lo que el pelirrojo creyó que era su corazón se agito, el azabache seguía siendo tan tímido en su presencia

-Quiero que dejemos una cosa clara-Baekhyun dejó su propia taza de té sobre la mesa-cuando estemos solo tú y yo, debes dejar las formalidades-Chanyeol mostró signos de querer protestar, pero se lo impidió alzando su mano-no voy a aceptar un no por respuesta-sus pupilas centellearon al ver el asentimiento de parte del azabache

-De acuerdo-aún con dudas, tomó la tetera sirviendo su taza-gracias-ambos dieron un sorbo saboreando el líquido caliente, Baekhyun chasqueo la lengua después de tragar

-¿De dónde eres?, Jongin no me dijo de dónde venían Sehun y tu-

-No sé de dónde es el amo Sehun, pero yo vengo de una provincia del norte, cerca de las montañas y los bosques-

-¿Sehun te sacó de ahí?-preguntó con interés

-No-su mirada bajó a las manos en su regazo-escape de mi casa, huí al bosque y fue cuando el amo me encontró-

-¿Por qué escapaste?-sabía que estaba siendo entrometido, pero no le importaba, no ahora que podía preguntar a voluntad

-Mi madre murió cuando mi tercer hermano nació, soy el mayor, tuve que hacerme cargo de ellos y de...mi padre-sus ojos se achinaron al sentir la duda en su voz-él...nos maltrataba a mis hermanos y a mí, solía golpearnos cuando bebía-sus manos se cerraron en puños al imaginar a alguien haciéndole daño a Chanyeol-estoy consciente que deje a mis hermanos, pero, ya no podía con esa carga, no podía seguir soportando sus insultos diciendo que era un inepto, un bastardo, una basura-había molestia contenida en sus palabras-mi madre me dijo que no debía ser egoísta, pero no pude evitarlo, era mi vida o la de él, prefería subsistir de la basura a morirme porque desperdiciaba su dinero en alcohol-Baekhyun observó que sus manos temblaron, las suyas propias lo hicieron, porque se moría por borrar el semblante culpable de su rostro

-Ven aquí-ordeno con voz suave, su mano palmeando el espacio entre sus piernas-Chanyeol, ven aquí-justo como la noche en su habitación, el alto joven obedeció, cayendo de rodillas a sus pies-haz tenido una vida difícil, ¿No es así?-su mano acarició los cabellos negros-creo, que te mereces una recompensa-su voz se volvió un poco más grave, sus palabras adquirieron otra connotación-¿Serás obediente, verdad?-el joven ronroneo como un gato, restregando su mejilla sobre su muslo-no te escuchó-rumió entre dientes

-Mi...-Baekhyun gruño al ver sus intenciones por llamarlo formalmente-Baekhyun-

-¿Sí?-sus ojos recorrieron las facciones del otro con adoración

-Por favor-era impresionante como sin aún haberle puesto una mano encima, Chanyeol ya se estaba retorciendo, como sus ojos le imploraban su toque, como pedía atención

-Me tendrás, pero antes, debes prometerme algo-el chico a sus pies asintió-no importa lo que pase, lo que escuches o las palabras que salgan de mi boca, debes prometerme ser siempre fiel, seguirme a sol y sombra, tienes que...-

-Baekhyun-el aprendiz frenó sus palabras-no tienes que pedirme nada, no tienes que hacerme callar o jurarte lealtad-la llama que vio en sus pupilas lo derritió-desde el primer momento en que nuestras miradas se cruzaron, aún sin conocernos, supe que mi alma iba a pertenecerte a ti, que mis labios serían tuyos y mi cuerpo un templo para ti-un tipo de excitación diferente lo recorrió-eminencia-Chanyeol se había incorporado hasta acorralarlo en su sillón-le prometo, que siempre será santo de mi devoción, que iría al mismo infierno por usted-

-Chanyeol...-su aliento golpeó sus labios, pero, su sorpresa fue mayor cuando el joven llevó dos de sus dedos hasta su boca bañados en vino, instándolo a que los chupara, Baekhyun dudo unos segundo sobre quien tenía el control

-No le pido mucho-su boca se abrió permitiéndole ingresar sus dedos-solo, que me deje adorarlo como se merece, que me permita mostrarle que tan dulce y placentero puede ser la unión de dos personas cuando se ama-su respiración se cortó-no espero una respuesta, pero, sí quiero al menos una confirmación a mi petición-el sabor del vino sobre los dedos de Chanyeol le provocó escalofríos-¿Me dejaras, Baekhyun? ¿Dejaras que este humilde siervo te complazca?-el pelinegro le permitió beber de sus dedos, degustar el vino y su propio sabor, para así, alejar sus dedos dejando un rastro de saliva en ellos y un hilo conectándolos

-Az alvilág kapui soha nem tűntek ennyire csábítónak-citó el conde repitiendo el mismo proceso que su joven amante, mojo sus dedos en el vino, llevándolos a la boca contraria mirando con deseo como fue correspondido el gesto-kis szeretőm, saját tiltott gyümölcsöm-el azabache dejó ir sus dedos, su cálido aliento provocándolo-Amíg a lángok el nem fogyasztanak minket, amíg a hold nem találkozik a nappal, én teljesen a tiéd vagyok-el conde acortó la distancia entre sus labios, sellando su promesa en un beso pasional, sus promesas escritas en tinta roja sobre su feroz choque de labios, la eterna condena más dulce que el vino que se mezclaba en sus bocas.

-¿Acaso te has vuelto loco?-el sirviente miró a su señor con el ceño fruncido-Baekhyun, ¿Si quiera te estas escuchando?-Jongin se preocupó por un breve segundo sobre la salud de su señor

-Estoy completamente en mis cabales, Jongin-y era verdad, el moreno vio la seguridad y decisión en sus ojos, pero aún había algo que no le gustaba en esa mirada-carajo, no me cuestiones ahora, solo dime que harás lo que te pido-el conde lo había despertado a media noche, él estaba descansando entre sus cálidas mantas con los brazos de Sehun rodeando su pecho, pero, en medio del silencio de la madrugada, unos toques desesperados lo habían despertado, creyendo que era una emergencia, uno de los otros sirvientes que lo buscaba, Jongin no se esperó que al abrir la puerta el mismo Baekhyun estaría delante de ella

-Baekhyun-nunca tenían un contacto tan directo, pero, está vez, Jongin lo creyó necesario, así que acunó el rostro del pelirrojo entre sus manos-¿Por qué está petición tan repentina?-el conde parecía desesperado-Baek, háblame-

-Dime que lo harás-el conde se aferró desesperadamente a su bata-por favor, por lo más sagrado que haya, prométeme que harás lo que te digo-su cuerpo temblaba-no te lo pido como tu amo, lo hago como tu amigo-Jongin no sabía qué hacer para calmar el repentino ataque de pánico que presentaba el pelirrojo, su mejor solución, fue abrazarlo en medio del pasillo, y habló, aún sin saber a qué se estaba comprometiendo

-Jamás te he fallado, nunca lo haría-con cariño acarició su espalda-mis favores siempre van más allá que los de un sirviente, mi lealtad es mayor que la que le tiene un lacayo a su señor-el pelirrojo se dejó abrazar, e inesperadamente, dejó que algunas lágrimas bajaran por sus mejillas-toma mis palabras como una promesa inquebrantable, un juramento eterno-la respiración de Baekhyun se fue calmando poco a poco al escuchar eso-te prometo que lo haré, sin importar que muera, lo haré-

-Gracias...-los ojos brillosos de quien Jongin consideraba el hombre más fuerte e inquebrantable lo perforaron, se veían tan tristes, tan perdidos, pero, a la vez, esperanzados, creyendo ciegamente en su palabra-Jongin, gracias-el moreno asintió, cumpliría las palabras de Baekhyun a la perfección, pero, al mismo tiempo, seguiría aquellas palabras que le dijo a su señor cuando lo convirtió en su mano derecha, lo protegería, siempre lo haría.

Az alvilág kapui soha nem tűntek ennyire csábítónak.- Las puertas del inframundo, jamás lucieron tan tentadoras

Kis szeretőm, saját tiltott gyümölcsöm.- Mi pequeño amante, mi propia fruta prohibida

Amíg a lángok el nem fogyasztanak minket, amíg a hold nem találkozik a nappal, én teljesen a tiéd vagyok.- Hasta que las llamas nos consuman, hasta que la luna se una con el sol, yo, soy completamente tuyo