🥀𔘓 ¦ Capítulo 26
JIMIN
Hacía menos de una hora que había anochecido, vi la puesta de Sol desde mi ventana y me pregunté si Jungkook estaría bien. Él fue en lo único que pensé esos dos días que llevaba en aquella desconocida casa.
Solo había hablado con Hoseok y con Namjoon una vez que vino a visitarme a esa habitación la cual ni siquiera había abandonado. Ellos querían que descansara y me fortaleciera pero sin embargo no podía, simplemente me preocupaba más y tenía la necesidad de ir a hablar con Min Daniel, con Yoongi o con quién fuera para que me explicaran que sucedía.
Si quería conseguir eso, debía salir de allí. Si ellos no venían a mí, iría yo hacia ellos.
Me levanté de la repisa volviendo al interior del cuarto y cerré los cristales impidiendo que el viento entrara. Luego caminé hacia la puerta y la abrí dando a un pasillo largo iluminado por velas, supuse que los pasos que escuché antes debió ser algún vampiro encendiéndolas.
Mi amigo y Namjoon me pidieron que no me fuera hasta que Min Daniel me hiciera llamar, pero yo no tengo una eternidad entera como él para estar esperando. Quería respuestas ya y las obtendría aunque me costara mi humanidad.
Salí eligiendo el camino de la derecha, no sé porqué pero me dejé guiar por lo que mi corazón decía. Si era cierto que mi sangre es especial, ella sabrá adónde dirigirse.
Todo el lugar estaba desierto, no se oía ni a un alma, ni un mero insecto volador o animal rectador, tanto silencio me impresionaba. Cualquiera habría estado asustado pero no era mi caso. Mi pulso era estable y relajado, como si mi interior supiera que estaba a salvo y no me harían daño.
Si lo quisieran, ya lo habrían hecho. Oportunidades no les faltaron.
Continué siguiendo a mi corazonada y a medida que avanzaba estaba más y más ansioso. Mis pies buscaban permiso para cruzar la vivienda corriendo sin preocuparse por molestar a alguien.
Pasé por delante de una doble puerta cerrada y me detuve de golpe debido a una fuerte sensación de esperanza. Luego oí una voces inentendibles dentro, dos personas estaban discutiendo por un asunto.
Nada más empujarla con la mano un centímetro, ya fui capaz de comprenderlas y conocer el motivo de la discusión.
- Podemos por la franja norte - dijo Namjoon.
- No, ese lugar es el que más defenderán - continuó una voz grave de señor.
- ¿Cómo estás tan seguro, padre?
¿Ese era Yoongi?
- Saben que su lado más débil es el norte así que mandarán más soldados allí. Por eso debemos atacar por el sur.
- ¡¿El sur?! ¡Es donde está la mansión! ¡¿Qué pretendes?! ¡¿Llevarnos a la muerte?!
- Cálmate. Este es el plan que ideé con mi gran amigo antes de que lo mataran.
- El señor Hao nos cuidó desde el primer día que nos convertimos y sé que nunca haría esta tontería. No arriesgaría tantas vidas.
- Puedo asegurar que lo conozco mejor que tú, Namjoon. El objetivo es destruirlos, pero también cuidar de los nuestros. Si no confías en mí, al menos confía en tu maestro.
La sala quedó en silencio justo cuando la puerta decidió chirriar y advertir de mi llegada. Miré sin más al interior sin miedo a ser visto, total ya sabían que estaba allí.
Alrededor de un escritorio a rebosar de papeles, dibujos y estadísticas estaban el hermano de Jungkook, Yoongi y otro vampiro que debía ser el Señor Min, los tres me miraban como si ya supieran que iría. Quizás incluso me olieron pero no dijeron nada al estar tan concentrados en sus problemas.
- ¿Podéis dejarnos solos? - su tono en vez de interrogativo era más bien una petición.
Los otros dos salieron y, antes de hacerlo, el bárpiro me dirigió una mirada que me otorgaba fuerza y Namjoon tocó mi hombro apretándolo levemente. Me quedé a solas con el mayor quién se sentó y me señaló que yo también lo hiciera, sin embargo estaba tan nervioso que no me moví de mi lugar.
- ¿Eres Jimin, cierto? - me preguntó y yo asintí. - Siento que hayas tenido que pasar por todo esto, sé que ha sido muy duro. Tantas muertes de inocentes en una misma noche.
- Ahora... es cuando usted me dice que sucederá a continuación conmigo, ¿verdad?
Daniel hizo una mueca que era mitad divertida y mitad inconcisa.
- Así es.
- Entonces... ¿qué sucederá conmigo?
- Volverás a casa. Haremos que olvides toda esta pesadilla y regresarás como si nada.
- ¿Ese es el plan?
- Es el que seguimos siempre en estas situaciones.
- Mm... pero mi situación es diferente. No puedo volver a casa como si nada, como ha dicho. Lo primero es que Hoseok no podrá volver conmigo ya que es un vampiro. Me atacarán con preguntas que no sabré responder y si el asunto se llega a complicar podría ir hasta a la cárcel. Lo segundo... es que yo quiero recordar esto.
- ¿Quieres recordar?
- Sí.
- ¿Y por qué?
- Es cierto que tengo muchos malos recuerdos, como cuando casi me mata un halum o cuando ese guardia de los primeriors estuvo a punto de chuparme la sangre; pero tengo otros que no podría borrar de mi memoria por muchos métodos que utilicéis. No todo ha sido desastroso, hubo momentos en los que fui muy feliz.
- ¿Encontraste la felicidad aquí?
- Sí, extrañamente la encontré y creo que también hice que él la hallara.
- ¿Él?
- Jungkook.
- Jungkook es un viliano, no puede sentir tales emociones - explicó confuso.
- Pero le aseguro que lo hizo, su corazón me lo transmitía con cada latido.
- Su corazón no puede latir, es imposible. Solo he leído que puede suceder cuando un vampiro se enamora de una persona muy... poderosa - inclinó su cabeza y entrecerró sus ojos pensando en algo.
- ¿Qué pasa?
- ¿Haerin... te dijo algo referente a ser el elegido antes de que os rescatara?
- Mm. Me habló sobre la importancia de mi sangre, que era la más pura y que pondría fin al reinado de los primeriors.
- Al fin llegó el día - susurró con su vista perdida en el suelo.
- Señor Min, por favor explíqueme. ¿Qué es este lugar?
- En estos momentos estás en mi mansión, no tienes que preocuparte ya que no te haremos ningún daño.
- Eso lo sé, raramente lo sé.
- Tu naturaleza te lo muestra, por eso lo sabes. Desde hace siglos te llevamos buscando, me alegro que por fin lo hiciéramos.
- ¿Quiénes sois vosotros?
- Somos un grupo numerosos de vampiros, podríamos considerarnos una organización formada por bárpiros y vilianos de toda Asia.
- ¿Cuál es vuestro objetivo?
- Creo que ya está claro - sonrió. - Estamos en contra de la caza de humanos. Aunque necesitamos sangre para seguir viviendo no nos gusta la idea de secuestrar, torturar y cazar a las personas como ganado. Hay muchas otras formas de conseguir comida.
- Entonces... salvais a los novas de la cacería.
- Exacto. Intentamos liberar a los que podemos y luego los devolvemos a sus respectivos hogares. Sin embargo necesitamos algo más efectivo, no podemos seguir haciendo esto ya que sucederá de nuevo y cada vez hay más vigilancia.
- ¿Los primeriors lo saben?
- Saben de la existencia de la organización pero no quienes la forman. Le hago creer que soy su mano derecha para así conseguir información pero en realidad lo odio desde hace tantos años que ni lo recuerdo.
- ¿Ese odio... es por el Señor Hao?
- Entre otras razones, sí. Ellos gobiernan sin pensar en los demás, la maldad recorre sus organismos como una infección putrefacta y lo único que les gusta es el sufrimiento ajeno. Además está, como bien dijiste, el asunto de mi amigo.
- A parte de una venganza común, es una venganza personal - él asintió.
- Me crié con Hao. No era solo mi mejor amigo sino también mi hermano mayor, alguien que adoraba y que era mi modelo a seguir. Él tenía muy claro que atacar a los humanos estaba mal, que era despreciable y me orilló a pensar de la misma manera. Los dos fundamos esta organización y prometimos nunca fallar a nuestro código.
- ¿Cómo murió?
- Lo mataron, Jaehyun lo asesinó de la peor forma posible. No sé como se enteró que él pertenecía a nuestro círculo y lo torturó para que dijera quiénes eran los demás. Obviamente él no dijo nada y fue quemado por el Sol... justo enfrente de mí.
- Lo... lo siento - bajé la cabeza lleno de tristeza.
- No es tu culpa, no pidas perdón.
El Señor Min se levantó y anduvo hasta la ventana para observar la Luna Llena, todo era tan melancólico que podría haberme hecho llorar. Me acerqué posicionándome a su lado y viendo el paisaje, era tan hermoso que deseaba que Jungkook estuviera junto a mí.
Suspiré temblorosamente reteniendo mis lágrimas por el temor de que ya no existiera. Quizás lo habían matado al igual que al Señor Hao y, si eso pasó, qué haría yo. Vine sin haber experimentado nunca el amor y ahora me siento feliz de haberlo encontrado pero también con miedo a haberlo perdido.
- ¿Qué te inquieta? - me preguntó.
- Que le hayan hecho algo.
- Tranquilo, él está bien.
- ¿Cómo lo sabe?
- Tenemos contactos en el castillo, tanto Jungkook como Haerin están sanos y salvos aunque encarcelados. Por ello debemos actuar rápido, no sabemos en qué momento podrían matarlos.
Matarlos.
La relajación no me duró ni un solo minuto cuando mis manos se movieron en un espasmo intranquilo. Tenemos que derrotarlos antes de que eso sucediera.
- Ayudaré, haré lo que sea con tal de salvarlo.
- Eres muy decidido. ¿Tanto te importa Jungkook?
- Sí, sin él no podría seguir viviendo.
- Le amas... y, por lo que me has contado, él a ti también.
- Mm. Por eso daría lo que fuera por que esté bien.
- Incluso... tu vida - me miró y supe que no era solo un ejemplo de lo que podría entregar, sino algo que tendría que dar.
- Ya lo he dicho... lo que sea.
Si debía morir por él, lo aceptaba. Nadie le haría daño y menos si yo podía remediarlo. Puede que mi final esté cerca pero ese era mi destino, cuando jugaba de pequeño en el salón de mi casa con Hoseok nunca pensé que él sería un vampiro y yo daría mi vida por salvar a un viliano que se convirtió en mi novio.
Era una buena historia que contar, si pudiera.
Holiis, eso es todo por el capítulo de hoy. Espero os guste y nos vemos mañana. Gracias por todo y se despide:
–almin♡
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