🥀𔘓 ¦ Capítulo 15
JUNGKOOK (1375)
- Ah, mi cabeza.
Me hallaba muy mareado y con un dolor punzante como si me clavaran una daga en la frente. Mi tacto era gélido pero extrañamente no sentía frío.
Había pasado medio día desde la visita de ese señor y estaba inquieto porque en esos momentos él sabía el paradero de mi hermano y yo no.
El vacío en mi estómago se acrecentó y el hambre provocado por el ayuno de todos esos días se hizo presente haciendo que pensara en aceptar la comida que estaba bajo el paño. Con desconfianza lo levanté y me horrorizó lo que vi dentro de ese cuenco de porcelana.
Un líquido rojo y brillante destacaba en aquel recipiente blanco, la sangre simulaba las tranquilas aguas de una alberca. Cuando la veía siempre terminaba vomitando. Incluso en la terrible tarde cuando salvé a NamJoon y lo perdimos todo, los pocos alimentos que tome abandonado mi cuerpo al ver mis manos manchadas de rojo. Pero esa vez fue distinta, solo me sorprendió verla y no sentí ni asco ni arcadas, al revés, otro sentimiento se manifestó en mi interior.
Un sonido fuerte y constante me ensordeció y tras ello todo quedo en silencio. Poco a poco mi respiración fue aumentando y mi corazón palpitó como el de un caballo al galope, era la primera vez que sentí aquello desde que llegué a ese lugar.
Algo dentro de mí intentaba opacar mi razón y una voz desconocida me pedía que la dejara salir, ¿pero salir a dónde? ¿Quién me hablaba?
Casi sin darme cuenta de lo que hacía agarre el cuento con la sangre y lo llevé a mi boca. ¿Qué estaba haciendo? Mi cuerpo no me respondía, otra persona o tal vez cosa lo controlaba por mí y solo era un mero espectador de lo que ocurría.
Ese líquido espeso rozó mi lengua y el sabor se me hizo conocido. Lo bebí rápidamente saciando un poco mi hambre, pero quería y necesitaba más.
Unos leves ruidos los cuales escuché realmente fuerte me llamaron la atención. Mi vista se fijó en la esquina de la habitación y vi como una rata luchaba para entrar en un pequeño hueco en la pared. Movido por esa misma fuerza interna, me puse de pie sin notar el cansancio que antes sentía y me arrodillé en el suelo tomando al animal en mis manos. No pensé ni un segundo antes de morderla con mis colmillos mientras que ella se quejaba por el dolor y su sangre entraba directamente hacia mi garganta.
Me asusté y reaccione rápidamente cuando comprendí que me estaba gustando y la solté batiéndome en duelo conmigo mismo. Mi corazón volvió a dejar de latir y mis dientes regresaron a su tamaño normal. ¿Qué me estaba pasando?
Esa fue la primera ocasión en la que mi instinto me dominó y, aunque no quería que volviera a hacerlo, la siguiente vez fue más trágica aún.
JIMIN
- ¡Hoseok
- ¡Jimin, para!
Jungkook tomó mi brazo haciendo que me detuviera de golpe. Me agarró por los hombros y me zarandeó un poco para que me centrara en él.
- ¡¿Qué crees que haces?!
- ¡Debo ir a por él!
- ¡Es muy peligroso!
- ¡Me da igual! - me solté de sus brazos y continué corriendo. - ¡Hoseok!
- ¡Jimin! - me seguía llamando y venía tras de mí pero avanzaba sin mirar atrás.
Llegué a un pequeño claro y mi piel se erizó con la escena que mis ojos veían. Decenas de esos monstruos estaban atacando a NamJoon y a mi amigo, los cuales tenían algunas heridas. El vampiro mordió el cuello de un halum y le arrancó un trozo de carne intentando protegerlo, aún así uno de ellos la cogió del tobillo y lo arrastró para llevárselo al bosque.
- ¡Ahhh! ¡Ayuda!
- ¡Hoseok!
Fui hacia él para intentar salvarlo pero otra bestia se interpuso en mi camino separándome de mi objetivo. Se tiró sobre mí dejándome caer de espaldas sobre la tierra y me atacó abriendo su boca para clavarme sus dientes. Utilicé todas mis fuerzas para alejar su cabeza de la mía pero cada vez empujaba más y noté la debilidad de mis músculos debido al cansancio y a lo poco que comí durante esos días.
Sentí como otras dos manos agarraban al halum y, con un crujido, mi atacante cayó desplomado encima de mí. Le habían roto el cuello y perdió la vida en ese mismo instante. Lo aparté y Jungkook me ayudó a levantarme del suelo. Observé a mi alrededor buscando localizar a Hoseok pero no podía verlo, no estaba por ningún lado.
Ambos vilianos me protegían mientras yo me dedicaba a dar vueltas sobre mí mismo con un nudo en la garganta y con la cabeza mareada. ¿Dónde se la llevaron?
"Cálmate, piensa y respira. No le han hecho nada, él está bien"
Por mucho que me lo dijera no podía creerme, él estaba en peligro.
- ¡Ahhh! - su grito movió mi cuerpo antes de que la orden saliera de mi cerebro.
Aunque se dieron cuenta de que me fui, los dos estaban ocupados luchando y, por mucho que Jungkook me rogara y gritara que no fuera, no le hice caso. Mi amigo era lo único que me importaba y no dudaría en ir a por él.
Me adentré en el frondoso bosque siguiendo sus chillidos y el rugido del monstruo que la atrapó y se lo llevó de mi lado. Casi estuve por perderme entre todo el eco y el caos que estaba ocurriendo en ese lugar, pero seguí buscando.
- ¡Ahhh!
- ¡Hoseok!
No me rendiría hasta que lo encontrara, no le harían daño, no mientras estuviera vivo.
Al pasar unos árboles, vi como el halum lo tenía acorralado contra unas rocas enormes sin darle oportunidad de escapar. Sin temor a que notaran mi presencia me acerqué para alejarlo de él.
- ¡Hoseok! ¡Déjalo en paz, maldito monstruo! - le grité provocando que se girara hacia mí.
Gruñía como el animal salvaje que era y se separó unos pasos de Hoseok para dirigirse contra mí. Retrocedí con inquietud mientras él avanzaba a cuatro patas y lentamente con su boca entreabierta. Cuando mi espalda chocó contra el tronco de un robusto árbol supe que no podría escapar, me tenía a su merced.
Con movimientos rápidos recortó toda la distancia entre nosotros y chilló justo frente a mi cara echándome su apestoso aliento encima y colocando sus garras a ambos lados de mi cuerpo. Giré la cabeza cerrando mis ojos, solo pedía que fuera rápido y no me doliera mucho. Por lo menos si moría fue por una buena causa, mi mejor amigo y hermano se salvaría gracias a mi sacrificio.
- ¡Suéltalo, bicho asqueroso!
Lo único que vi fue una mancha grande y gris volando y golpeando al halum en la cabeza. Tras eso cayó al suelo a mi derecha y Hoseok fue a por él con otra roca dándole sin parar en la cabeza y el cuerpo. Tenía su típica mirada de asesino y parecía un sádico mientras mataba a golpes a esa bestia.
- ¡Esto es por atacarnos! - le dio con la piedra. - ¡Esto, por intentar comerme! - volvió a darle. - ¡Esto por herir a mi NamJoon! ¡Y esto por ser tan feo!
- Hoseok - toqué su hombro y él se volteó con algunas gotas de sangre del monstruo en la cara y la roca aún en sus manos.
"Tengo miedo "
- Jimin... no sabes la que hemos tenido que pasar - soltó lo que sostenía. - Cuando os perdimos de vista estuvimos un rato dando vueltas y más vueltas, por un momento me pareció verte a ti o a Jungkook pero no... era un puto animal de estos - le metió una patada en el costado. - Después de este, vinieron quinientos más, y menos mal que Joonie estaba allí o sino habría muerto en el primer segundo. Fue muy... - lo interrumpí con un abrazo.
Tenerlo de nuevo entre mis brazos y sentir su calor me reconfortó y solté las lágrimas que retenía. Estaba bien y se encontraba junto a mí, no podía ocultar mi felicidad aunque estuviera llorando.
- No llores, Jimin - me acarició el pelo.
- Me asustaba pensar que te había pasado algo malo.
- Ya... nada puede conmigo, soy el cabezota y arrogante Jung Hoseok- rió un poco.
- Aún así te quiero mucho.
- Igual, hermanito.
Oculté mi cara en el hueco entre su cuello y su hombro mojando su camiseta con mi llanto. Parecía una pequeña cría abrazado a su madre tras pasar por un momento triste y estresante.
Reinaba la alegría en cuerpo pero todo se torció en un instante.
¿Cómo puede ser capaz la vida de dártelo todo y arrebatártelo en un segundo? ¿Cómo podía hacerte feliz para que luego caigas en la más profunda tristeza?
Bajé la guardia al sentirme seguro con él, un error el cual me costó muy muy caro. A causa de eso, no vi como otro halum se acercaba a nosotros sigilosamente, bastante inteligente de su parte. No fue hasta que gruñó a nuestro lado cuando mis sentidos se activaron pero ya era tarde. Hoseok se movió antes que yo y se interpuso entre ambos, las largas uñas de ese monstruo se clavaron en su estómago volviendo su prenda rojiza y sacándole un quejido de dolor.
Estaba tan impactado que no me moví ni siquiera cuando lo dejó caer al suelo y vino a por mí. Mi vista solo miraba el cuerpo de mi mejor amigo formando un charco de sangre en la hierba con una expresión vacía.
Una sombra pasó frente a mis ojos y mató a la bestia pero ¿qué más daba? ¿Qué más me quedaba? ¿Por qué seguir viviendo?
- Ho... Seok - me arrodillé en el suelo tomando su rostro entre mis manos. - Despierta - le pedí sabiendo que era una tontería. - Despierta. ¡Despierta! No me dejes...
Las lágrimas escapaban de la cárcel de mis ojos y temblaba por el nerviosismo y el terror. No moriría, él no moriría, lo juré. Ambos teníamos que salir de allí juntos y volver a casa con nuestros padres.
- Abre tus ojos, por favor - sollozaba.
Una figura se colocó al otro lado de su cuerpo y agarró su mano con pesar, otra presencia estaba junto a mí y pasó su brazo por mis hombros. Aunque lo hacía para animarme, no lo conseguía. ¿Qué podría animarme?
- Hoseok... No te vayas... - apoyé mi frente en la suya.
Miles de recuerdos que vivimos juntos pasaron por mi mente y me lamenté por eso. Lo único que me quedaría de él sería justamente eso: recuerdos antiguos. No podríamos hacer otros nuevos, nos quitaron la oportunidad de hacerlo.
Muchos gritos nos comunicaron que seguían tras nosotros y que no tardarían en estar allí. No me importaba que vinieran un ejército entero, no me separaría de ella.
- Tenéis que iros - dijo NamJoon con un tono extraño, dolido.
- ¿Y tú? - siguió Jungkook.
Hablaban y los escuchaba pero no prestaba atención a lo que decían.
- Voy a hacerlo.
- Puede que no salga bien...
- Tengo que intentarlo.
- Nam...
- Llévate al chico, en las condiciones que está no creo que ni se pueda mover.
- Ven con nosotros.
- No, prometí que lo salvaría y le fallé.
- Tú no tienes la culpa.
- ¡Sí, la tengo! - se voz estaba por romperse. - Iros - se escuchó rugidos muy cerca. - ¡Iros, ya!
Una fuerza exterior me tomó de la cintura queriendo separarme de él. Forcejeé para que no le hiciera, no iba a dejarlo, ¡no pensaba hacerlo!
- ¡Déjame! ¡Suéltame! - me retorcí pero al final perdí la batalla. - ¡Déjame!
Fui cargado por Jungkook y vi como comenzaba a alejarse del lugar donde una parte de mi vida se fue.
- Da la vuelta - le rogué entre llantos. - Por favor, da la vuelta. ¡Da la vuelta! - por mucho que lo intentaba no me podía soltar de su agarre.
No sé cuánto tiempo estuve peleando y pidiendo que volviéramos pero estaba seguro que lo hice hasta que toda la situación me superó y acabé durmiéndome en sus brazos.
Holiis, eso es todo por el capítulo de hoy. Espero os guste y nos vemos mañana. Gracias por todo y se despide:
–almin♡
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro