Kang Haerin

Esto no puede estar pasando, simplemente es imposible. Tengo que hacer algo rápidamente o será muy tarde, creo que ya voy tarde.

El salón principal del palacio estaba lleno de vampiros de todas las clases. Todos se dividían en pequeños grupos que charlaban animadamente y bebían sangre. Mi padre mandó organizar un gran banquete para ellos y las grandes urnas de cristal contenían aquel líquido indispensable para nuestra vida pero sacada de un acto detestable.

Caminé entre la gente buscando localizar a mis familiares. Tenía que mantenerlos vigilados para que no me descubrieran mientras llevaba a cabo mi plan.

Mi padre estaba hablando con el señor Min por lo que no debía preocuparme por él. Daniel y su hijo Yoongi me cubrirían las espaldas si llegaba a verme. El que me preocupaba era mi hermano, él suele ser silencioso y se esconde fácilmente. Puede aparecer y desaparecer con la agilidad del viento por lo que es un problema.

Seguía con mi búsqueda cuando noté que alguien me tomaba de la muñeca. Me giré y le vi, sentí algo removiéndose en mi interior pero también me enfurecí.

- Suéltame - me alejé de él.

- Haerin... hablemos.

- No tengo nada que hablar contigo SeokJin - seguí adelante con él pisándome los talones.

- Yo creo que sí - no le eché cuenta a sus palabras. - Por favor, hablemos.

Frené ante su insistencia y pensé que sería buena idea hablar y decirle unas cuantas cosas a la cara.

- Bien, hablemos. Acompáñame.

Le llevé a una parte más tranquila, a los pies de la gran escalera que subía a los pisos superiores.

- Hae...

- Hace mucho tiempo que te dije que dejaras de llamarme así.

- ¿Qué te hice para que ahora no quieras hablarme?

- ¿Qué que hiciste?

- Sí, no creo que haya hecho nada malo.

- ¿Participar en esta matanza e idolatrar a mi padre no es suficiente? ¿Aún sigues diciendo que no hiciste nada malo?

- Tranquilízate.

- No voy a hacerlo. El señor Hao estaría muy decepcionado de ti si te viera ahora - él bajó la cabeza apenado. - Él no nos enseñó a matar a sangre fría, recuérdalo. Y tú, solo por el hecho de caerle bien a Jaehyun has matado a novas inocentes.

- Lo hice para que me considerara apto para casarme contigo.

- Pero nunca te importó lo que yo quería. Mi padre te mandaría matar, pero yo no quiero que mates por mí. Si de verdad me amaras no le habrías hecho caso a él - me di la vuelta y me dirigí a mi objetivo olvidando por completo que todavía no sabía dónde estaba mi hermano.

- ¿Todo es por Jungkook? - le escuché decir.

- ¿Qué?

- Siempre te gustó Jungkook ¿no?

- Cada año te vuelves más idiota - apreté mis dientes. - Quiero a Jungkook y a NamJoon, son como mis hermanos pero yo siempre te quise a ti y lo peor es que aún lo sigo haciendo. Debería de haberme enamorado de alguno de ellos y haberme ahorrado mucho dolor.

- Si dices que me quieres, entonces por qué me odias.

- Por si no fuera suficiente lo que has hecho, lo que más me ha dolido es que traicionaras a Jungkook.

- ¿Traicionarle?

- Sabías que él pensaba salvar al nova puro por eso le advertiste a mi hermano para que los retuvieran en la entrada.

- Yo...

- No intentes defenderte, Yoongi me dijo que durante la noche te perdiste y ya no te encontró. Fuiste a hablar con Jaehyun ¿cierto?

- Haerin... - intentó tomarme la mano.

- Aléjate de mí para siempre o te arrancaré la cabeza.

Me fui dejándolo solo y sin hacer caso a sus llamados, tenía cosas más importantes que hacer como para perder tiempo hablando con alguien indeseado aunque lo deseara en el fondo.

Fui a la zona de cocinas y toqué la puerta con una cancioncita que solo una persona podía reconocer. Esta se abrió mostrando el rostro de mi Nana, la cual me sonrió y miró a los lados antes de darme un plato tapado.

- Ten mucho cuidado, hija mía.

- Lo tendré tranquila, no es la primera vez que lo hago.

- Lo sé pero hay mucha más vigilancia que antes. Tu padre y tu hermano han ordenado triplicar el número de guardias.

- Estaré bien.

La tranquilicé y luego me alejé de allí ocultándome con una capa negra que se confundía con la poca luz. Iba apagando las velas para que la oscuridad me tapara y me recogiera en su seno. Así logré entrar en las mazmorras donde era evidente que estaba más concurrido de lo normal. Por suerte un gran grupo se marchó a otra parte ya que uno consiguió, no sé cómo, una gran cantidad de sangre y se pusieron a celebrar el final de la cacería.

Revisé celda por celda hasta dar con la que quería. El chico estaba atado con grilletes y todavía continuaba inconsciente. Con las llaves que tenía de la cárcel, abrí la verja sin hacer ruido y entré para ayudarlo.

Le di unos golpecitos en la cara para que reaccionase, necesitaba que despertara.

- Despierta - susurré. - Despierta.

JIMIN

- Despierta. Despierta.

Esa voz se me hacía conocida.

- Despierta.

Un vago recuerdo vino a mente y unas palabras se hicieron presentes en mi cabeza:

"Despierta, ya es hora. Enfrenta a tu destino, sigue el camino que comenzaste, finaliza tu misión. Despierta, ya es hora. Hora de que la sangre se derrame, de que el Sol queme, de que la Luna se esconda. Despierta, despierta"

Era la misma, la misma voz que me hablaba en sueños. ¿Qué quería esta vez?

- Despierta.

Sentía unos golpes en mi rostro y poco a poco me hice más consciente de lo que me rodeaba. Una figura me llamaba con insistencia.

- ¿Qui... quién e... eres?

Mi boca estaba seca. ¿Cuánto tiempo llevaba dormido?

- Menos mal, estás despierto - su expresión se relajó.

Aunque había poca luz vi a una chica delante de mí, su rostro era blanco y por su aspecto supe que era una vampiresa. Me eché hacia atrás temeroso de que quisiera comerme.

- No voy a hacerte daño.

- ¿Cómo puedo saberlo?

- Soy amiga de Jungkook, además no bebo sangre humana - explicó. - Relaja tu corazón.

- Todos los vampiros creéis que es fácil relajarlo, pero no lo es.

- Lo siento.

Ella descubrió un plato que estaba en el suelo y lo llevó a mi boca. La cerré al no saber que era.

- Es sopa, no debes preocuparte.

Estaba tenso pero mi interior confiaba en ella. Era diferente al resto, al igual que Jungkook y Namjoon, lo notaba.

Acepté la comida y tomé el alimento directamente del plato ayudado por la chica. Mi estómago agradeció la ingesta y me sentí un poco mejor.

- ¿Quién eres?

- Soy Kang Haerin.

- ¿Cuánto tiempo llevo inconsciente?

- Un día entero, no pude venir antes debido a la vigilancia.

- Mm - me callé durante un rato. - Gracias.

- No debes dármelas.

- ¿Dónde está Jungkook?

- Por lo poco que sé lo han encarcelado en alguna parte del castillo, es difícil saber dónde. Lo único que puedo asegurar es que sea donde sea, mi padre lo matará tarde o temprano.

- ¿Tu padre?

Miré hacia abajo y noté que debajo de la capa que llevaba, tenía puesto un vestido muy elegante.

- ¿Eres una primerior?

- Sí, lo soy. Pero no soy como mi clase, nunca mataría a un humano. Quiero ayudaros a salir de aquí. Solo aguarda hasta que encuentre a Jungkook, con su ayuda podremos sacarte de este lugar.

- ¿Qué harán conmigo?

- Hasta que no despiertes no te harán nada. A ellos les gusta el sufrimiento, así que si estás inconsciente no verán divertido matarte.

- Pero estoy despierto.

- No lo estás - entendí lo que quiso decir.

- De acuerdo.

- Debo irme, corremos mucho peligro si me ven aquí - se levantó y caminó hacia la puerta.

- Un momento...

- ¿Sí?

- Yo... estoy seguro que escuché tu voz antes... en sueños. Me repetías que debía cumplir con mi destino o algo así - se quedó estática.

- ¿Eres tú?

- ¿Yo qué?

- Eres tú - volvió a acercarse.

- Explícame que ocurre.

- Ahora mismo no tenemos tiempo pero lo haré cuando pueda. Estuvimos esperando muchísimo este momento.

- ¿Quién lo estuvo esperando?

- Nosotros. Tú eres el elegido del que habló el señor Hao. Por eso eres tan especial, por eso tu sangre es más pura que la del resto de novas.

- ¿Elegido para qué?

- Para acabar con todo este reinado de muerte.

- No lo entiendo.

- Ya lo harás, ahora vuelve a dormirte. No abras los ojos escuches lo que escuches.

- Vale.

- Vendré más tarde para verte, cuando todo esté más tranquilo.

- Mm.

Cerré mis párpados y oí como la verja se cerraba lentamente con mucho cuidado. Le haría caso a Kang Haerin para poder salir de esta pesadilla, aunque me quedé intrigado por lo de ser el elegido. No quiero ser especial, solo normal. ¿Por qué me estaba pasando esto?

Holiis, eso es todo por el capítulo de hoy. Espero os guste y nos vemos mañana. Gracias por todo y se despide:

-almin♡