16: sabio
Salió del valle de duraznos y se dirigió al centro, ya era hora de encontrar al castaño y aunque aún no eran nada, disfrutaba el tiempo al lado de él, en cualquier actividad.
Subió a su vehículo y partió.
Sin percatarse que un ojiverde venía detrás de ella, para hablar con la misma persona en la que pensó Astrid, después de todo, él también era el guardián del conocimiento.
Pero no venía a hablar de sus problemas, necesitaba información para encontrar al que buscaba.
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─ Heather soy una tonta ─ habló una vez que la pelinegra contestó su llamada ─ no puedo creer que huí así, tenía problemas de inseguridad, pero no eran para tanto, me siento tan avergonzada que… ─
─ wou wou wou, tranquila, nadie cree que seas tonta o ridícula, todos creen que es una situación que jamás enfrentaste, a pesar de no saberlo, todos siempre te ven y te verán como una guerrera, no por mostrar debilidad dejas de ser valiente… ahora cuéntame, ¿ya sabes cómo manejarlo? ─ tranquilizó primero para luego preguntar con un tono motivado.
La rubia no podía estar más animada al comprender el apoyo que recibía al ser inexperta, la enternecía, pero por si las dudas, no lo demostraría.
Era Astrid.
─ Claro que sí... ─ respondió con un tono más retador, como si fuera a cumplir con un reto, lista para afrontar su presente y luchar por su futuro y felicidad ─ nos vemos en la cafetería al frente de la universidad ─
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─ gracias maestro, lo encontraré ─ el ojiverde acababa de pedir indicación a Oogway acerca del paradero de otro sabio, el indicado para su problema, según el.
─ Cuando lo necesites… ─ mientras veía al castaño hacer una pequeña reverencia para después salir, se atrevió a preguntar ─ respóndeme algo muchacho… ¿ buscas consejo en el amor? ─ dijo con cara pícara pero enternecida por la situación.
Estos jóvenes de ahora eran muy inseguros en su opinión, pero le agradaba saber que al menos ellos querían hacer las cosas bien.
─ ¿Cómo lo supo? ─ realmente estaba asombrado, si algo trataba de ocultar por ahora eran sus sentimientos…
¿Tan mal lo hacía?
─ no podría decirte nada, mi joven amigo, pero si, que pronto tus respuestas saldrán a la luz… ─
Con esa última afirmación, el castaño sonrió una última vez, y salió rápidamente del lugar para buscar al otro sabio que necesitaba…
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─ Y… ¿Qué hacemos aquí? ─ preguntó la pelinegra intrigada por la razón de su calma, había visto a su amiga irse de la universidad débil y triste, y ahora estaba calmada y sonriendo mientras se deleitaba con un frappuccino de chocolate y crema.
─ relajándonos, primero lo primero ─ respondió de lo más normal, ahora se daba cuenta que nunca podía disfrutar su presente pensando en su futuro y pasado, nunca se había detenido a saborear tan lento y calmadamente un frappuccino.
Detenerse a disfrutar de las cosas que hacía, que veía y que le sucedían era impresionante.
─ ¿no tenemos algo de prisa? ─ inquirió un poco apresurada, tenía demasiada ansiedad por saber que ocurría.
─ hablé con el maestro… ─ con solo esa frase, Heather abrió los ojos y presto mucha atención ─me dijo algo muy importante que jamás me puse a pensar… ─
Y comenzó a relatar con detalle, su encuentro con Oogway.
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─ la próxima vez anotaré todo… ─ se encontraba perdido, llegó al territorio de los defensores del ala, más conocido como Defenla, pero no encontró el pequeño monte cerca de la playa.
Según el maestro, este personaje que buscaba era impreciso, viajaba por todo el archipiélago, de continente en continente, pero este año fue en busca de sabiduría al pequeño valle en Defenla.
Sin embargo, solo conocía a la perfección los territorios de Berk, estos no mucho, y como el maestro solo le dijo como podría encontrarlo dándole referencias, no estaba seguro.
Como un mar de luces blancas con cuatro al centro, una famosa constelación en Berk, o seguir la serpiente morada, el rió que descendía de las montañas de Doneala, ahora le había dicho que como última referencia era un mar de rosadas, o era el cantar del alborada, quizás el danzar de la mañana, no lo recordaba.
Además, algo más le dijo, como que buscará el reflejo de su interior o algo así… la verdad le estresaba que le hablen con misterio y en acertijos.
Frustrado por perder tiempo importante se acercó a un pequeño río que cruzaba el valle cerca a la playa, unos arbustos de rosas se alzaban cerca, de alguna manera era un paisaje bello, podías ver el amanecer desde ahí.
Unas cuantas rocas altas se encontraban cerca, decidió sentarse, pensando en todo su día.
Pero sin objetivo alguno, estaba a punto de irse cuando…
─… asantesana ascashbawana winwidulo asantesana winwidulo asante… ─ una canción extraña empezó a sonar cerca del lugar.
Rápidamente, intrigado levanto la vista cerca de unos árboles.
Un viejito casi calvo, pero con cabello cerca de las orejas, extendido por sus hombros y una barba adorablemente blanca, un bastón larguísimo con calabazas colgando de él, y marcas azules bajo los ojos, colgaba de la rama de un árbol frondoso.
─ Ese señor sí que tiene energía ─ pensó para sí mismo, sin embargo no era relevante.
No le dio mucha importancia, tenía que irse y tratar de encontrar al otro sabio.
Tenía una desventaja, no sabía su descripción física.
Solo espero encontrar a alguna persona meditando o algo por el estilo.
Camino a su motocicleta, se detuvo a observarse en el río, su reflejo mostraba frustración, preocupación, desespero, tristeza, confusión…
Emociones negativas lo consumían...
Una roca voló cerca de su cabeza…
Dio la vuelta molesto, para encontrarse con…
─… asantesana ascashbawana winwidulo asantesana wiiiuuuu jajajajaaaa ─ el viejito de hace rato estaba bailando, colgando de la rama, feliz y haciendo acrobacias.
Ya era molesto.
─ vamos… corta con eso ─ caminó en dirección contraria.
─ Si lo corto, vuelve a crecer… jajajeejei… ─ tenía una voz curiosa y chistosa.
Pero se estaba distrayendo, debía estar en busca del sabio, y luego hablar con Astrid.
─ loco desquiciado… ─ musitó con voz casi insonora pero el personaje se le adelanto ─ ya deja de seguirme ─ la paciencia se le estaba acabando ─ ¿Quién eres? ─ preguntó molesto.
─ la pregunta es, ¿quién eres tú? ─ se acercó al castaño, interrogándolo.
Hipo puso cara de sorpresa, la pegunta era sencilla de responder, pero ahora estaba confundido.
Sería un presidente, un líder, un alumno, un amigo, un posible novio o esposo, esperaba que no, a no ser con la que él quería.
Pero todo eso no le dejaba pensar.
─ Aaa… ─ se quedó sin palabras por un momento ─ creí saberlo… pero no estoy seguro ─
─ yo sé quién eres… shhh ven acá, es secreto ─ con torpeza divertida, jaló de la oreja del ojiverde acercando su mano a su oído ─… asantesana ascashbawana winwidulo asantesana wiiiuuuu… ─Solo logro molestar más al castaño.
─ ya basta, que quiere decir todo eso ─ su tono era realmente irritado.
─ quiere decir que eres un viejo… y yo no… jijijijajaja ─ respondió incoherentemente.
─ Agh creo que estas confundido… ─ trató de finalizar retirándose del lugar.
─ NO… tú eres el confundido, no sabes ni quien eres… ─ puntualizó con un dedo sobre la nariz de Hipo.
─ Y supongo que tú sí ─ sarcásticamente contesto, listo para irse, por enésima vez.
─ Claro, eres el hijo de Estoico, futuro presidente de la empresa Haddock y estás enamorado de Astrid Hofferson ─ respondió con diversión en su hablar.
Paro en seco, quedo totalmente sorprendido.
Primeramente, un extraño sabía su nombre y su procedencia, y segundo, no había mencionado sus sentimientos a nadie más que su madre y Patapez junto con Bocón.
¿Cómo él sabía todo eso?
Se dio la vuelta para hablar con él anciano, pero…
─ Adiós… ─ dio media vuelta y empezó a correr de una manera graciosa, pero rápida para su posible edad.
─ o-oye espera ─ empezó a perseguirlo río arriba, cruzando las rocas y saltando por ellas.
Necesitaba respuestas.
Logro alcanzarlo, lo encontró sentado en una roca, meditando con pose de yoga, cerca de los árboles.
─ ¿supiste quié…─
─ Corrección, se quién eres… ─ el personaje extraño parecía saber perfectamente sus pensamientos.
Vino a su mente varias posibles historias que podría saber de él entonces, cambio a un estado de tristeza con una en particular.
─ no quisiera decírtelo…pero yo, ya no soy el de antes… ─ sin importar que fuera el sabio o no, quería hablar con alguien de una vez por todas.
─ NOP… te equivocas jejejeje ─ se levantó de la roca y se dirigió hacia los arboles ─ eres tú, pero aún no lo sabes, y eso te impide tomar buenas decisiones, y no te permite amar a Astrid… ─
Hipo quedo aún más sorprendido que antes.
Acaso él era el sabio que buscaba…
─ vamos, sigue al viejo Rafiki, el conoce el camino… ─ Rafiki comenzó a correr, adentrándose al pequeño bosque, el castaño comenzó a perseguirlo.
─ espera… Espera un momento, ¡¿adónde vamos?!… ─ pedía mientras corría.
No tenía sentido, él jamás hablo de sus inseguridades con alguien, y que un desconocido, posiblemente el sabio que buscaba, aunque lo dudaba mucho, viniera a decirle que lo conoce, sabe la razón de porque no puede amar completamente a Astrid, o al menos saber lo por completo, y encima llevarlo a un lugar diferente para Thor sabe qué.
Y no entendía porque lo seguía, debió ser algo realmente importante para que lo siguiera ciegamente, fuera de su entendimiento.
Rafiki era realmente rápido, para su edad era muy activo, tanto así que llego primero, a un pequeño claro en medio del bosque.
Hipo diviso el lugar, un claro rodeado de hierba alta y arboles cubriendo todo.
─ ¿porque estamos aquí?─
─ mira chico… sé que deberías estar con ella en este momento, pero para saber completamente como afrontar tu situación y saber cómo amarla, debes saber quién eres… y al saber quién eres, sabrás que quieres…─ Rafiki hablaba con sabiduría, que hizo reflexionar al ojiverde.
─ creo que ya olvide quién soy… ─ bajo el tono y agacho la cabeza, tristeza lo invadía─ siento que falta… me falta la aprobación… quizás el apoyo… o no lo sé ─ no podía expresar como se sentía ─ no me siento seguro conmigo mismo…─
─ Bien, ese es el primer paso…─ Rafiki se dirigió a la orilla el claro ─ ¿que ves ahí? ─
El castaño se acercó y miro, se decepciono al mirar su reflejo ─ es solo un reflejo…─
─ Nooo… mira bien ─ señalo el agua con su índice ─ ahí esta… ─
Hipo se esforzó en mirar bien… ¿qué más podía encontrar?
─ solo me veo a mi… ─ empezaba a desear saber el porqué de su inseguridad, escuchó con atención.
─ exacto… solo tú, no ves ahí a tu padre o a tu madre, tienes el espíritu de ambos, valiente y decidido, noble y compasivo… pero estas tú, tu personalidad… quien eres… ¿Cómo te ves?─
El ojiverde comenzó a pensar.
Era el hijo del presidente, líder de su grupo, buen estudiante universitario, vicepresidente de la empresa, un amigo…
─ no creo haber sido un buen… ─
─ no mires lo que no pudiste ser, mira lo que eres y lo que puedes ser…─ el anciano enérgico, hablaba con mucha razón.
─ como puedo saber que soy, o sentirlo, si nunca tuve ese ejemplo firme de…- el resentimiento salió a luz en su corazón.
Los recuerdos…
─ no recuerdes el pasado para condenar, piensa que todo tiene un motivo, y pronto lo sabrás, pero no te olvides de perdonar el pasado, para avanzar en el futuro…─ puso su mano en el hombro del muchacho e hizo que lo mirara.
─ Hipo Haddock, vive tu presente, no el pasado, mucho menos el futuro, recuerdo quién eres… si fueras una mal amigo, no tendrías a tu grupo a tu lado, si fueras un mal estudiante, no hubieras aprobado la carrera… si fueras un mal líder, no serías el vicepresidente y pronto presidente de una gran empresa… si fueras un mal hijo… ya no tendrías padres…─
Una gran tristeza abordo el corazón del castaño, nunca se había puesto a pensar así.
Solo miraba lo negativo de él, pero nunca en las ventajas y en lo que tenía.
─eres grande muchacho, buena persona… y tienes mucho que ofrecerle a Astrid, así que no veas solo lo que no fuiste, ve lo que eres y lo que serás… y te darás cuenta que quieres en el amor, verás que tu amor por Astrid, es real, pero siempre es importante ver primero que buscas en ti, antes que en los demás─ terminó de decir todo eso y sonrió al joven líder.
El ojiverde también le devolvió la sonrisa, ahora tenía una nueva forma de ver su vida y le agradecía mucho al anciano haber destapado sus ojos de la venda de inseguridad.
─ Pero y que pasa con el compro…─
─ no te preocupes, las respuestas saldrán a la luz, por ahora solo mantente cerca de tu padre, de la princesa… y de Astrid, luego sabrás porque─ guiño un ojo divertido mientras sonreía.
─ Gracias, de verdad muchas gracias…─
Hipo sentía felicidad por haber descubierto la clave en contra de su inseguridad.
Tanta fue su emoción que quiso empezar a buscar sus respuestas.
─ eee a dónde vas ─ pregunto Rafiki viendo al ojiverde correr hacia el valle.
─voy a regresar─ anunció feliz y decidido mientras corría hacia su motocicleta.
─ Ijijijeje eso corre… ve por tu dama ─ el viejito comenzó a saltar de felicidad, sentía alegría al poder guiar a una persona confundida y agobiada, e Hipo Haddock, era una gran ejemplo ahora.
Ahora solo quedaba encontrar a la rubia.
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Entro raídamente al café, su DICIC sí que era muy útil, logró localizarla rápido.
En el camino decido que, antes de tener una relación, primero debía apreciarse a sí mismo, para poder amar a los demás, descubrir quién era y como era.
Y después estaba seguro de amar a Astrid con todo su ser, sabiendo que era su ser…
Por el momento, Astrid aún era su mejor amiga, y debía estar ahí con ella, además tenía que contarle el anuncio de su padre.
─ entonces llegue a esa conclusión…─ una voz conocida sonaba al fondo del lugar.
Camino rápidamente hacia el sonido, y la encontró…
─ Astrid…─ la mencionada levantó la cabeza.
Esperaba que el no haya escuchado nada de su conversación, después la tendría con él.
─ Astrid donde estuviste…─ avanzó hacia ella levantándola de los brazos y abrazándola con fuerza.
Necesitaba ese abrazo discretamente.
─ tranquilo, estoy bien, solo salí a dar un pase…─ tranquilizó al castaño devolviendo el abrazo.
─ tengo que decirte…─ ambos hablaron al mismo tiempo al separarse del abrazo.
Era una escena tierna, solo la pelinegra era testigo del adorable escenario.
Ambos jóvenes enamorados secretamente, sonrojados pero tiernos, con diferente forma de actuar, trataban de decirse algo al parecer importante.
─ empieza tu─ ofreció el chico a la chica.
─ No, primero tú…─ sonrió para inspirar confianza al ojiverde.
─ está bien… es realmente importante, te lo contare en…─trato de explicar el ojiverde a la ojiazul, pero un llamado los distrajo.
─ ¿Hipo…? ─ Una joven pelirroja llamó su nombre.
Una mujer alta y con cabello castaño oscuro, con un semblante serio y una joven no mucho menor que él, entraban al local acompañados de varios agentes uniformados.
El la conocía… pero de donde…
─ ¿Mérida…?─ sus pensamiento se desviaron por completo, que hacia ella ahí, no la había visto en años…
─ ¿eres tú el joven Hipo Haddock? ─ preguntó la mujer con semblante serio interrumpiendo sus pensamientos.
Astrid no entendía nada, pero decidió callar y escuchar.
─ Si… quién pregunta─ respondió el castaño con tono amable.
─ Mi nombre es Elinor, reina del clan Dunbroch e invitadas del presidente, junto con mi hija, Mérida, princesa del clan Dunbroch─ hablo con solemnidad.
El ojiverde quedó estupefacto, no recordaba que Mérida fuera princesa, y aun peor, no sabía que ella era la futura…
─ disculpa la interrupción jovencito pero tenemos prisa para encontrar a tu padre y discutir los términos del compromiso─ dijo la reina una vez más.
Astrid se impactó, de que hablaban.
─ disculpa Hipo pero, ¿de qué están hablando?, ¿Qué compromiso? ─ habló con un poco de tensión en su voz.
─ ¿y quién eres tú?─ preguntó la princesa interrumpiendo al castaño y la rubia.
─me llamó Astrid Hofferson, soy la mejor amiga de Hipo… ¿y tú como conoces a Hipo?─ realmente quería saber quién era ella y porque hablaba la reina de un compromiso.
─ soy una vieja amiga de Hipo, y ahora tenemos un compromiso por obli…─ explicaba la pelirroja.
─ ¿¡un qué?! ─ casi gritó la ojiazul.
─espero que tus consejos funcionen Rafiki─ pensó Hipo algo asustado.
Definitivamente esta no era la forma en la que quería que Astrid se enterara.
Tendría problemas…
─ Compromiso… ─ completó la princesa confundida por la reacción de la chica.
─comprometidos…─ susurro una triste y asustada rubia.
Espero que tus consejos funcionen maestro Oogway….
Continuará…
Hola amigos uwu...
Sigo viva jsjs.
Perdón por no estar tan activa esta semana, solo que el colegio es cargado :')
En fin, venía a decirles que no se preocupen, no los dejaré sin capítulo tanto tiempo jsjs.
También venía a explicarles porque aún no hay mucho hiccstrid... Verán en un historia, yo creo que muchos sucesos están enlazados a la trama principal, no es sólo ellos dos y ya, por eso me gusta poner detalles y personas importantes, porque si no fuera importantes no las podría, entonces... Por eso la historia combina todo un círculo social.
Pero bueno, como la historia trata de Hipo y Astrid, siempre estará relacionado con ellos.
Espero que les esté gustando los personajes especiales su estoy introduciendo.
Y la historia espero que la disfruten como yo al escribirla jsjs...
Me despido
Hasta pronto 😁✨
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