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Capítulo 7: Periódico.

Narra Adeline York:



Desperté y lo primero que vi fue el rostro de Riddle a escasos centímetros del mío. Él estaba dormido, como lo estaba yo hacía unos segundos. Me alejé un poco y noté que yo estaba agarrando su mano. La solté y él la cerró, como si tratara de retener algo. Me senté y bostecé. Debí haber dormido varias horas. Lo extraño era que nadie nos haya despertado. ¡Mierda! ¿Y si alguien nos vio? ¡Qué vergonzoso!

Miré a Tom, él se veía tranquilo y relajado, cosa que no se ve cuando está despierto. Sus facciones bien definidas, su nariz recta, sus gruesas pestañas, sus cejas... ¡Diablos! ¿Por qué tenía que ser un Slytherin amargado? ¡Es un desperdicio de belleza!

La puerta de Pomfrey se abrió y la vi levantar el pulgar, en señal de que ya podía largarme. Volvió a meterse en su oficina después de eso.

-Tom... -lo llamé- Oye, Riddle. -nada- ¡Un muggle en Hogwarts! -chillé escandalosamente. Tom abrió los ojos alarmado y sacó su varita-

-¿Dónde? -dijo con la voz más gruesa de lo normal, con los ojos apenas abiertos y con una expresión de susto y sorpresa en la cara. Comencé a reír, sosteniéndome el estómago- No seas estúpida. ¿Cómo vas a bromear con algo así? -reí aún más-

-¡Debiste ver tu cara! -seguí riendo y vi dos panecillos en la mesa junto a un zumo de calabaza- Oh, comida. -agarré uno de los panecillos y me lo metí a la boca-

-Podría haber envenenado eso y tú te lo metes así como así. -murmuró. Había vuelto a apoyar la cabeza sobre sus brazos mientras me miraba-

-Moriría comiendo, moriría feliz. -contesté con convicción (y con la boca llena) mientras lo señalaba con medio panecillo. Él se rió levemente- Pienso que deberías reírte más seguido. -dije-

-Y tú deberías hablar menos. -bostezó y se estiró-

-Hagamos un trato. -dije- Tú te ríes más y yo hablo menos. -me levanté de la cama-

-¿Para qué querría yo reír más? -preguntó-

-¿Para qué querría yo hablar menos? -contraataqué-

-Buen punto. -se levantó de la silla e hizo desaparecer la comida que había quedado en la mesita- ¿Qué hora es? -preguntó-

-¡Poppy! ¡¿Qué hora es?! -grité-

-¡Las tres de la tarde, dormilones! -contestó desde su oficina- ¡Ya están justificados con Dippet! ¡No perderán puntos por ausentarse a sus clases!

-¡Gracias! -grité en respuesta y comencé a caminar hacia la puerta-

-Incivilizadas. -murmuró Riddle-

-Gruñón. -le dije y abrí la puerta- En la noche iré al aula de Pociones para que me enseñes. Adiós. -me fui caminando por el pasillo-


***


-¡Finn! ¡Dile a éste que me deje salir a mi tutoría! -grité mirando a un prefecto necio que no me dejaba salir-

-¡Simmons, déjala salir, tiene permiso del director! -le gritó Haker al prefecto y éste se movió-

-Gracias, Simmons. -sonreí con falsedad- Por cierto, tu cremallera está abajo. -dije antes de salir. Pasé por la redonda puerta y choqué contra alguien- Mi cara... -me quejé y saqué mi varita- Lumos... -encendí la luz- Riddle, sé que me odias y que quieres matarme de un susto, pero no hace falta que sea tan pronto. Tengo mucho que experimentar todavía.

-Acabo de llegar. -dijo- Te estuve esperando como diez minutos y no llegabas. Iba a volver a mi sala común.

-Vivo llegando tarde, cariño. Acostúmbrate. -comencé a caminar- ¡Espera! -lo detuve y miré a la nada por un momento. Él se alarmó, pensando que algo grave estaba pasando, y miró para todos lados. Estornudé y seguí caminando-

-¿Eso es todo? -preguntó. Estaba a punto de reír. Apuesto a que sus compañeritos no son tan graciosos como yo- Eres extraña. -sonrió. Pero no era una sonrisa falsa ni sarcástica. Era una real-

-No puedo estornudar en movimiento. -me encogí de hombros- Tienes una linda sonrisa. Deberías usarla más. -subimos por una se las escaleras. Él no me había dicho nada, pero sabía que me miraba- Peeves tiró pimienta y estamos en todo Hufflepuff estornudando. -me reí al recordar la cara de Clifford. Luego recordé lo que hice y volví a preocuparme- ¿Cual es el hechizo para volver a los animales a la normalidad? -pregunté "casualmente"-

-¿A quién agrandaste? -preguntó-

-Clifford ahora es una pantera. No recuerdo que hechizo usé. No es un gato gigante. ¡Es una pantera! Intenté volverlo a la normalidad, pero sigue en igual. -llegamos al aula, la luz estaba encendida y la mesa con ingredientes estaba preparada-

-Tendría que verlo y saber qué hechizos usaste. -se sentó-

-No importa, tu sólo enséñame Pociones. -me senté a su lado y esperé a que me diera indicaciones-


Narra Tom Riddle:



Nos pasamos horas haciendo pociones, era bastante inútil. Tuvimos que repetir como dos veces cada una por alguna equivocación. Sus reacciones eran graciosas. A veces se golpeaba la frente y negaba con la cabeza. También golpeaba la mesa y le dolía la mano por haber usado más fuerza de la que hubiera querido. Me reí más de lo normal. Pero ella evitaba hablar de otra cosa que no fuera de la materia. Se había tomado muy en serio lo que me dijo en la mañana cuando discutimos y le agarró el ataque de tos. Lo de hablarle únicamente acerca de las pociones.

Hoy era un nuevo día. Desperté en la misma habitación fría y solitaria. Yo era uno de los pocos con habitación propia en mi casa. Los demás eran prefectos. Me levanté, me di una ducha y salí de allí para dirigirme al gran comedor a desayunar. Hoy era sábado, así que tendría todo el día libre. Caminé desde las mazmorras hasta el gran comedor y me senté a desayunar en la mesa de Slytherin. Vi a algunos con el periódico escolar y no presté atención sino hasta que empezaron a mirarme y a murmurar. Escuché un grito de furia en la mesa de Hufflepuff y vi a Adeline levantarse.

-¡Te mataré! -le gritó a la Ravenclaw encargada de las noticias. Me dio curiosidad. Todos las miraban. La Ravenclaw palideció y comenzó a levantarse lentamente- ¡Más te vale correr, Olson! -arrojó el diario hacia atrás, dispersando todas las hojas y se levantó bruscamente. La chica de la otra casa empezó a correr y Adeline se fue por atrás. Uno de mis compañeros me acercó un ejemplar del periódico y vi lo que sucedía-

"¿NUEVO ROMANCE EN HOGWARTS?"

Ese título acompañado de una gran foto de Adeline y yo en la enfermería durmiendo. Ella sostenía mi mano y nuestras caras estaban muy cerca.

"El día de ayer, descubrimos una nueva relación en donde los partícipes son Adeline York, de Hufflepuff, y el codiciado y misteriosos Tom Riddle, de nada más y nada menos que Slytherin. Primero la lleva en brazos a la enfermería, y luego se queda a cuidarla. (foto en la página 2) ¿Quién diría que una relación así se podría dar?"

Miré la foto de la segunda pagina (porque, claro, la noticia estaba en primera plana) y era una en donde yo llevaba a Adeline hacia la enfermería. Me veía preocupado. Al principio no me reconocí a mi mismo. La foto terminaba cuando yo doblaba el pasillo y desaparecía.

Me levanté, dejé el diario, miré a mis compañeros, quienes no decían una sola palabra respecto al periódico, y me fui del gran comedor. ¿Con qué necesidad publicaban chismes tan idiotas?

Visualicé a Adeline correteando a la Ravenclaw cerca del lago y decidí ir hacia allí.

-¡Felicidades, Tom! -dijo Slughorn. No entendí al principio acerca de qué me felicitaba ahora, hasta que vi el periódico en sus manos-

-No estoy saliendo con ella. -dije- Es un rumor solamente.

-Oh, vamos. No puedes negarme que no te gusta. Es una chica hermosa. -dijo. Yo asentí, dándole la razón sólo para callarlo y seguí mi camino-

-¡¿No pensaste en que algo como esto podría pasar?! -exclamó Adeline, intentando agarrar a Olson, mientras rodeaba un árbol. La Ravenclaw corrió y chocó contra mí. Levantó la vista y palideció aún más- ¡Te haré crecer forúnculos en todo el cuerpo! -gritó Adeline enojada-

-¡No! -chilló levantando las manos- ¡No fui yo! -lloriqueó- ¡Yo no tuve la idea!

-No trates de encubrirte. -dijo Adeline con la voz peligrosamente baja mientras se acercaba a la chica con lentitud y sigilo digno de una pantera-

-Entonces, ¿es cierto que salen? -preguntó la chica. Adeline quedó quieta y dura. Yo estaba descolocado por esa pregunta-

-¡No! -dijimos los dos al mismo tiempo. Pero la chica había aprovechado para salir corriendo en el momento en el que nos quedamos en blanco-

-¡Será mejor que ésta noche no pegues un ojo, maldita! -amenazó Adeline-

-¿Segura que no eres una Slytherin? -pregunté- Acabas de amenazar como una.

-¿Seguro que eres Tom Riddle? -preguntó ella- Porque él habría intimidado a esa chica.

-¿Yo? ¿Para qué? Si tú estabas haciendo un excelente trabajo. -reí-

-¿No te molesta que publiquen estas cosas? -preguntó-

-Me da igual. -me encogí de hombros-

-¿Por qué estás aquí? -preguntó, cruzándose de brazos y apoyándose en un arbol-

-¡Beso! -gritó un alumno de Griffindor-

-Tonto. -murmuró Adeline. Sacó su varita, le apuntó y el Griffindor se cayó. Se rió en voz baja y se fue en dirección al lago-

-¿Por qué te enoja tanto que hayan inventado algo así, sabiendo que no es verdad? -le pregunté, caminando por atrás-

-¿Por qué estás aquí, Riddle? -preguntó nuevamente y se paró frente a un gran árbol-

-Sinceramente no lo... -me desconcentré- sé. ¿Qué estás haciendo? -pregunté mirando cómo se agarraba de las ramas del árbol-

-Pensé que eras inteligente. ¿Qué te parece que hago? -se fue agarrando de más y más ramas hasta llegar muy alto-

-Vas a caerte. -dije- ¿Por qué no usas magia para hacerlo más fácil?

-¿Para qué quiero hacerlo más fácil? -se sentó en una de las ramas-

-¿Para prevenir caídas? -pregunté con sarcasmo-

-¿Y si quiero caerme? -preguntó-

-¿Para qué querrías caerte? -la vi levantarse y comenzar a bajar-

-No lo sé... -llegó a una de las ramas más bajas (que estaban sobre mi cabeza) que se rompió, haciendo que se cayera. Me apresuré a agarrarla y logré hacerlo antes de que se estampara contra el suelo- Tal vez para ver si tú me salvarías en una situación de riesgo. -dijo sin expresión alguna mientras me miraba a los ojos. Fruncí el ceño-

-¿Te caíste a propósito? -pregunté. Ella se rió y se removió para que la bajara. La sostuve más fuerte, pero ella luchó y se zafó de mi agarre-

-Puede que sí... Puede que no... -rió y corrió hacia el lago, dejándome solo y confundido-

¿Acabo de ganarme su confianza?

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