❝Mirada peculiar❞

Su cuerpo volvió a azotar contra el suelo, y por un momento se escuchó el sonido de un hueso romperse. Aitana pegó un grito de dolor provocando que Mirko la mirada de inmediato, para después dar un salto de las vigas y caer, una comparación de la rubia, con la misma gracia de un gato.

━ ¿Hace cuanto no entrenas?

Extendió su mano, la cual tomó y de un tirón la levantó. Aitana ya estaba sudada, cansada y preguntándose como su hermano podía soportar un entrenamiento tan pesado. Y que él estuviera de lo más relajado.

━ Te recuerdo que ayudo en la Isla Wrangel. Hace mucho que no hago este tipo de entrenamientos━ tomó aire.

Mirko soltó una melodiosa risa, caminando hacia donde había dejado su espada. Venceslao centelló cuando estuvo en las manos de su dueño, el oro refulgente de la hoja. Se giró para mirar a su hermana.

━ Eso para mí fue el calentamiento. Quiero ver si realmente eres buena con la espada━ con un movimiento de cabeza señaló a Clely.

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"━ ¿Mirko?"

"━ Joven Alexander, ¿ocurre algo?"

"━ Simon Lewis ha muerto, y será resucitado para ser un vampiro."

━ No estás rompiendo las reglas, solo las sigues━ comentó Aitana, caminando por la colina.

━ ¡Jace!

Mirko miró como Alec corría cuesta arriba cargando con la bolsa de plástico en su mano. Lo iban siguiendo, pero Mirko era el único desconfiado de estar ahí. Alec fue a detenerse frente a Jace y le tendió la bolsa.

━ He traído la sangre ━ dijo━. Como me has pedido.

Jace abrió la parte superior de la bolsa, miró dentro y arrugó la nariz.

━ ¿Debería preguntarte dónde la conseguiste?

━ De una carnicería en Greenpoint ━ respondió Magnus, reuniéndose con ellos. Fueron los arcángeles quienes se mantuvieron apartados, logrando escuchar aun así la conversación━. Desangran a los animales para que la carne cumpla con la ley musulmana. Es sangre de animal.

━ La sangre es sangre ━ declaró Jace, y se levantó; entonces miró a Clary y vaciló━. Cuando Raphael dijo que esto no sería agradable, no mentía. Puedes quedarte aquí. Enviaré a Isabelle para que espere contigo.

Ella echó la cabeza hacia atrás para mirarle, y la luz de la luna proyectó la sombra de las ramas sobre su rostro.

━ ¿Has visto alguna vez alzarse a un vampiro?

━ No, pero...

━ Entonces tampoco lo saben, ¿verdad?

━ Señorita Fairchild, esto no será agradable━ le dijo Mirko, en un tono disimulado de advertencia.

Los ojos verdes de Clary lo miraron, algo inquietos, pero aun así se puso de pie.

━ Quiero estar allí. Tengo que estar allí.

━ Sé que no puedo impedírtelo ━ admitió Jace━. Vayamos.

Terminaron de subir la colina para llegar a un claro, Mirko miró a uno de los Hijos de la Noche. Lo conocía por la noche en que Jonathan Morgenstern llegó a Nueva York.

Raphael Santiago estaba apisonando un gran rectángulo de tierra. Los hermanos Scaleweather se mantuvieron atrás de Jace y Clary, pero adelante de Magnus y Alec, que parecían estar discutiendo sobre algo que Mirko se daba una idea. Isabelle estaba sentada en el suelo, con el látigo enroscado a los tobillos en un círculo dorado. Tiritaba.

━ ¡Por Dios, qué frío hace! ━ exclamó Clary, envolviéndose mejor con su abrigo━. Es como si hubiera llegado el invierno de la noche a la mañana.

━ Alégrate de que aún no sea invierno ━ dijo Raphael, depositando la pala apoyada contra el tronco de un árbol próximo━. El suelo se congela como el hierro en invierno. En ocasiones es imposible cavar, y el polluelo debe guardarse meses, muriéndose de hambre bajo tierra, antes de poder nacer.

━ ¿Es así como los llaman? ¿Polluelos? ━ preguntó Clary.

━ Es como un apodo, señorita Fairchild━ explicó Mirko, poniéndose recto━. Significa los que aún no son o los recién nacidos.

Entonces los vio, a ellos y a Magnus, y por una fracción de segundo pareció sorprendido antes de borrar la expresión cuidadosamente de sus facciones.

━ Gran Brujo, arcángeles ━ saludó━, no esperaba verlos aquí.

━ Tenía curiosidad ━ repuso Magnus, y sus ojos felinos centellearon━. Jamás he visto alzarse a uno de los Hijos de la Noche.

━ Yo debo cuidar al señorito Jonathan, Aitana quería distraerse.

Raphael echó una mirada veloz a Jace, que estaba apoyó contra el tronco de un árbol.

━ Andas en compañía de gente sorprendentemente ilustre, cazador de sombras.

━ ¿Vuelves a hablar de ti? ━ bromeó Jace, y salió la tierra removida con la punta de una bota━. Eso parece jactancioso.

━ A lo mejor se refería a mí ━ soltó Alec. Todo el mundo le miró con sorpresa. Alec hacia chistes en muy raras ocasiones. Este sonrió nerviosamente por la mirada peculiar de Mirko━. Lo siento. Nervios.

━ No tienes que disculparte ━ intervino Magnus, alargando el brazo para tocar el hombro de Alec. Alec se movió rápidamente fuera de su alcance, y la mano extendida de Magnus cayó al costado del brujo.

Sus ojos azules buscaron a Mirko, casi de forma instantánea y este hizo un gesto para que se apartaran. Sin decir nada los dos caminaron para alejarse de ellos mientras Clary interrogaba algo a Raphael.

━ ¿Por qué te fuiste? Creí que te quedarías con nosotros━ algo nervioso Alec lo miró, se sentía diferente.

━ No tenía nada que hacer ahí, joven Alexander.

━ Creí que podíamos pasar tiempo juntos━ su susurro fue algo que le aceleró el pulso.

Mirko suspiró sin darse cuenta, dejando de mirarlo para ver las lápidas.

━ De ser así, el señor Bane no tendría que estar ahí. Es tu pareja, por supuesto que yo sobraba en el departamento.

━ ¿Qué quieres decir?

Pudo sentir el cambio en sus sentimientos, de tristeza a terror. Mirko volvió a mirarlo algo desconcertado, Alec lo miraba pasmado.

━ ¿Ocurre algo, Alexander?

Iba a responder, pero se oyó un sonido en el claro, un sonido que no se parecía a ninguno que Alec hubiese oído antes; una especie de martilleo rítmico que surgía de las profundidades, como si de improvisación el latido del mundo resultase audible. Ambos se acercaron de nuevo con los demás.

La tumba se agitó como la superficie de un océano. Apareciendo ondulaciones en la superficie y, de repente, reventó, con terrones de tierra volando por los aires. Una pequeña montaña de tierra, como un hormiguero, se levantó penosamente. En el centro de la montaña había una mano, los dedos abiertos y separados, arañando la tierra.

━ ¡Simon! ━ Clary intentó lanzarse hacia adelante, pero Raphael tiró de ella hacia atrás━. ¡Suéltame! ━ intentó desasirse, pero Raphael la sujetaba con manos férreas━. ¿No te das cuenta de que necesita nuestra ayuda?

━ Debería hacerlo por sí mismo ━ replicó él, sin aflorar la presión━. Es mejor de ese modo.

━ ¡Es tu modo! ¡No el mío!

Clary se soltó violentamente y corrió hacia la tumba justo cuando esta se alzó, arrojándola de nuevo al suelo. Una figura encorvada iba saliendo con dificultad de la sepultura cavada a toda prisa, unos dedos que parecían garras mugrientas se hundieron profundamente en la tierra. Los brazos desnudos estaban cubiertos de negros surcos de mugre y sangre. La cosa se liberó violentamente de la succión de la tierra, gateó unos pocos metros y se desplomó sobre el suelo.

━ Simon.

━ ¡Clary! ━ gritó Jace━. ¿Qué haces?

Ella dio un traspié, el tobillo se le torció al hundirse la pierna en la tierra y cayó de rodillas junto a Simon, que yacía tan inmóvil como si estuviera realmente muerto. Tenía los cabellos mugrientos y apelmazados por grumos de tierra, las gafas habían desaparecido, la camiseta estaba desgarrada por el costado y había sangre en la piel que se veía bajo ella.

━ Simon ━ dijo Clary, y alargó la mano para tocarle el hombro━. Simon, ¿estás... ━ El cuerpo del muchacho se tensó bajo sus dedos━ bien?

Él volvió la cabeza, y ella le vio los ojos. Carecían de expresión, de vida. Con un grito agudo, Simon rodó sobre sí mismo y saltó sobre ella, veloz como una serpiente al atacar. La golpeó de pleno, volviendo a derribarla sobre la tierra.

━ ¡Simón! ━ chilló ella, pero él no parecía oír.

El muchacho tenía el cuerpo crispado, irreconocible, mientras se erguía sobre ella, curvando los labios hacia atrás. Clary vio los afilados caninos, los colmillos, centellear a la luz de la luna igual que agujas de hueso blanco. Repentinamente aterrada, le pateó, pero él la agarró por los hombros y la inmovilizó contra el suelo. Tenía las manos ensangrentadas y las uñas rotas, pero era increíblemente fuerte, más fuerte incluso que los músculos de cazadora de sombras de la muchacha. Los huesos de los hombros le rechinaron dolorosamente cuando él se inclinó sobre ella...

Y fue arrancado de allí y lanzado por los aires como si no pesara más que un guijarro. Clary se puso en pie de un salto, sin aliento, y se encontró con la mirada sombría de Mirko.

━ Te dije que te mantuvieras lejos de él ━ la riñó Raphael, mientras que Mirko llevaba su mano al mango de su espada

Raphael se volvió para arrodillarse junto a Simon, que había aterrizado a poca distancia y estaba enroscado en el suelo en medio de fuertes convulsiones.

━ No me conoce.

━ Te conoce. No le importa ━ Raphael miró por encima del hombro a Jace━. Está hambriento. Necesita sangre.

Jace, que había permanecido de pie al borde de la tumba, lívido y paralizado, se adelantó y le tendió la bolsa de plástico en silencio, como una ofrenda. Rafael la cogió y la desgarró. Varios paquetes de plástico que contienen un líquido rojo cayeron fuera. Tomó uno, mascullando, y lo desgarró con uñas afiladas, salpicando de sangre la parte delantera de su camisa blanca ya manchada de tierra. Simon, como si olfateara la sangre, se hizo un ovillo y profirió un gemido lastimero. Seguí retorciéndose; las manos de uñas rotas abrían surcos en el suelo y tenía los ojos en blanco. Raphael alargó el paquete de sangre, dejando que un poco de fluido rojo goteara sobre el rostro de Simon, manchando de escarlata la piel blanca.

━ Ahí tienes ━ dijo, casi en un canturreo suave━. Bebe, pequeño polluelo. Bebe.

Simon arrancó el paquete de sangre de la delgada mano morena de Raphael y lo desgarró con los dientes. Consumió la sangre en unos pocos tragos y arrojó el paquete a un lado con otro gemido; Raphael tenía preparado un segundo paquete, y se lo puso en la mano.

━ No bebas demasiado de prisa ━ advirtió━. Te entrarán ganas de vomitar.

Raphael miró a Clary. Esta pudo sentir que también Jace la miró fijamente, al igual que los demás, todos con expresiones idénticas de horror y repugnancia.

━ La próxima vez que se alimente ━ dijo Raphael con calma━, no resultará tan chapucero.

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Sacudió su cabeza, revolviendo sus mechones rubios empapados de agua. Regularizó su respiración, mirándose en el espejo del baño. Sus ojos, que jamás habían perdido el color azul a pesar de los años, ahora estaban más pálidos. Más que ser azules podía decir que eran de un tono gris azulado.

━ Mirko, ¿puedo entrar?

Salió del baño y se dirigió a la puerta, abriendo la misma se encontró con Alec, que tenía entre sus manos una bandeja con comida.

━ No te vi en el comedor a la hora del desayuno, así que supuse que tendrías hambre━ se limitó a no mirarlo.

Mirko no tenía más que un pantalón cubriendo su cuerpo, y si Alec era observador, podría notar la curvatura en la prenda. Sus ojos se mantuvieron en la comida, había llamado a Taki's por algo que al arcángel le gustaba: sopa de fideos con pollo.

━ Gracias, Alexander, aunque...

━ ¿Me estás evitando? ━ no podía evitar esa pregunta.

Lo miró a los ojos, Mirko vaciló ante ello y se hizo a un lado para dejarlo pasar a la habitación. Alec no dudó en entrar, dejando la bandeja en la mesita al lado de la cama y se giró para ver al rubio.

━ No entiendo a qué viene esa pregunta━ llevo sus manos a su espalda, cosa que dejo marcar su cuerpo y Alec tuvo que mirar a otro lado antes de ponerse rojo.

━ Después de lo de Simon, no me hablaste. Ni siquiera me dirigiste la mirada, ¿estás enojado?

━ No estoy enojado━ habló en un tono confuso.

━ ¿Entonces por qué no bajaste a desayunar?

━ Quería descansar━ se acercó hacía él, sentándose en la cama y Alec imitó su movimiento.

━ Legué a pensar que tú no descansabas━ bromeó, o lo intentó.

━ Después de mucho tiempo, creo que es el primer Instituto en el que puedo dormir tranquilo. Tal vez porque Aitana está aquí se me hace más sencillo desaparecer de la vista de todos━ soltó un suspiro, cosa que hizo a Alec voltear a verlo━. Menos de la tuya.

━ ¿Qué quieres decir? ━ había tartamudeo en su pregunta, haciendo reír a Mirko.

━ Su mirada peculiar, joven Alexander━ lo miró, logrando poner más nervioso al pelinegro━. El color de sus ojos es especial, y siempre se mantiene atento a muchos detalles que nadie llega a notar.

Las mejillas de Alec ya estaban rojas, no podía ocultar el hecho de que Mirko lo había vuelto a sonrojar y le había generado una interminable feria en su estómago.

━ Deberías comer, yo... ammm... estaré en la biblioteca.

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No habían pasado ni un par de horas desde que había llegado al departamento de Magnus Bane cuando tuvieron que caminar a la casa de Luke Garroway. Jace no esperó que abrieran la puerta, ni siquiera se había molestado en tocar, simplemente abrió y Mirko de inmediato llevo su mano a Venceslao.

━ ¿Qué crees que estás haciendo? ━ preguntó Jace, con una irritación aguda y deliberada.

Clary se echó una mirada a sí misma. Estaba arriba de la mesa de centro, cuchillo en mano. Reprimió el impulso de ocultarlo tras la espalda.

━ Hemos tenido un incidente. Ya me he ocupado de él.

━ ¿De verdad? ━ la voz de Jace rezumaba sarcasmo━. ¿Sabes siquiera usar ese cuchillo, Clarissa? ¿Sin clavártelo a ti misma o a cualquier transeúnte inocente?

━ No he herido a nadie ━ replicó Clary entre dientes.

━ Ha acuchillado el sofá ━ explicó alguien más en una voz apagada.

Las mejillas de la muchacha estaban enrojecidas por la fiebre y la cólera, pero el resto del rostro parecía alarmantemente pálido.

Simon la miró con precaución.

━ Creo que está empeorando.

Magnus carraspeó. Cuando Simon no se movió, dijo: «Aparta, mundano», en un tono de inmensa irritación, y se echó la capa hacia atrás mientras cruzaba la habitación muy digno hasta donde yacía en el sofá una joven morena.

━ ¿Doy por supuesto que eres mi paciente? ━ inquirió, contemplándola a través de sus pestañas revestidas de purpurina.

La chica alzó la mirada para contemplarle con mirada extraviada.

━ Soy Magnus Bane ━ prosiguió él en un tono tranquilizador, extendiendo las manos cubiertas de anillos; chispas azules habían empezado a danzar entre ellas como bioluminiscencia danzando en agua━. Soy el brujo que está aquí para curarte. ¿No te han dicho que venía?

━ Sé quién eres, pero... ━ Maia parecía aturdida━. Tienes un aspecto tan... tan... reluciente.

Alec emitió un ruidito que sonó muy parecido a una carcajada sofocada por una tos, algo que le sacó una pequeña sonrisa a Mirko. Mientras, las finas manos de Magnus tejían una resplandeciente cortina azul de magia alrededor de la muchacha.

Jace no reía.

━ ¿Dónde está Luke? ━ preguntó.

━ Está fuera ━ respondió Simon━. Estaba sacando la camioneta del césped.

Jace y Alec intercambiaron una mirada fugaz, mientras que el ceño de Mirko se fruncía con suavidad.

━ Es curioso ━ repuso Jace, que no parecía contento━, no le he visto cuando subíamos la escalera.

Un fino zarcillo de pánico se desplegó como una hoja en el interior del pecho de Clary.

━ ¿No vieron la camioneta?

━ Yo sí ━ contestó Alec━. Estaba en la entrada. Las luces estaban apagadas.

Al oír aquello incluso Magnus, concentrado en Maia, alzó la mirada. A través de la red mágica que había tejido alrededor de sí mismo y de la muchacha herida, sus facciones parecieron desdibujadas y vagas, como si los mirara a través de agua.

━ No me gusta ━ declaró con voz hueca y distante━. No tras un ataque drevak. Deambulan en manadas.

La mano de Jace se dirigía ya hacia uno de sus cuchillos serafín y miró a su entrenador, que ya tenía a Venceslao centellante en su mano dominante.

━ Iremos a ver.

━ Joven Alexander, mantén la casa segura━ extendió a Venceslao hacia Alec, quien vacilante la tomó y tuvo que poner mucha fuerza para evitar soltarla.

Era realmente pesada a comparación de los cuchillos serafín. Y con ello salió de la casa deglamurizando su arco.

Mirko de alguna manera sabía que entre Clary y Jace había una pelea, y no estaría dispuesto a perder tiempo en presenciar dicha pelea entre dos niños. El aire frío que se alzaba del East River le atravesó la fina camiseta en cuanto salió al porche oscuro. Sus prendas "medievales" le cubrían como armadura, pero no contra el frío.

La camioneta estaba aparcada en el camino de acceso, con una de las puertas abiertas de par en par. La luz del techo estaba encendida y emitía un resplandor tenue. Mirko observó los alrededores, atento y cuidadoso.

No lograba escuchar algo inusual, por lo que colocó una flecha y tensó la cuerda, listo de soltarla si era necesario.

━ Las llaves están en el contacto. El coche está al ralentí ━ escuchó a Jace.

━ ¿Cómo lo sabes? ━ preguntó Simon mientras cerraba la puerta de la casa.

━ Puedo oírlo. Y tú también podrías hacerlo si lo intentaras, chupasangre ━ trotó escalera abajo con la leve risita flotando tras él en el viento.

━ Creo que me gustaba más «mundano» que «chupasangre» ━ masculló Simon.

━ Con Jace ni siquiera puedes elegir tu propio apodo insultante.

━ ¿Hay algo? ━ interrogó al colocarse al lado de Mirko, mientras miraba el auto.

━ No que pueda sentir.

Un resplandor irradió por el jardín, dejando ver algo en el vehículo.

━ Acerca más esa luz mágica.

Mirko se arrodilló en la hierba y pasó los dedos suavemente por encima. De un bolsillo interior extrajo un sensor muy diferente a los que Jace y Clary conocían. Tenía un aspecto más antiguo y podría decirse que personalizado. Lo pasó por encima de la hierba, y este le devolvió una serie de sonoros chasquidos, como un contador Geiger que se hubiese vuelto loco.

━ Actuación demoníaca confirmada. Estoy detectando rastros fuertes.

━ ¿Podría haberlos dejado el demonio que atacó a Maia? ━ preguntó Simon.

━ Los niveles son demasiado altos, señorito Simon. Ha habido más de un demonio aquí esta noche y dudo que se hayan ido━ se puso en pie━. Quizá ustedes deberían volver adentro y enviar a Alec aquí fuera. Necesito un adulto aquí, no a tres niños.

━ Mirko no pienso...

Jace estaba molesto, pero su reproche se interrumpió cuando algo atrajo su mirada. Fue un fugaz movimiento al otro lado de la calle, junto a la orilla de cemento salpicada de rocas del East River.

Hubo algo en el movimiento... un ángulo cuando un gesto captó la luz, algo demasiado veloz, demasiado alargado para ser humano...

━ ¡Miren! ¡Junto al agua! ━ señaló Clary.

La mirada de ambos rubios siguió la suya. Mirko fue el primero en echarse a correr para ser seguido por Jace. Clary y Simon corrieron tras ellos cruzando el asfalto de la calle Kent y alcanzando la hierba rapa que bordeaba la orilla. La luz mágica se balanceaba en la mano de Clary mientras esta corría, iluminando pedazos del margen del río con una luz irregular: un montón de malas hierbas allí, un saliente de hormigón roto que casi la hizo tropezar, un montón de basura y cristales rotos.

Mirko soltó la cuerda hacia una de las criaturas encorvadas, estas se echaron hacia atrás, siseando a través de bocas perfectamente circulares sin labios, y logro ver que la cabeza de un hombre descansaba sobre la orilla de grava. El rostro estaba flácido y gris.

━ Demonios raum ━ susurró Jace.

━ ¿Son esas las mismas cosas que atacaron a Maia...?

━ No, señorito Simon. Estos son mucho peores.

Jace hizo una seña a Simon y a Clary para que se colocaran detrás de él.

━ Ustedes dos, quédense atrás━ alzó su cuchillo serafín━. ¡Israfiel! ━ gritó, y hubo un repentino estallido de ardiente luz cuando este se iluminó con una llamarada.

Mientras Jace peleaba con uno de ellos, Mirko saltó hacia adelante, blandiendo dos flechas ante el más próximo de los demonios. A la luz de la punta de las flechas, el aspecto del demonio resultó desagradablemente visible: piel lívida y escamosa, un agujero negro por boca, ojos saltones como los de un sapo y brazos que terminaban en tentáculos, chasqueándolos en dirección a Mirko a una velocidad increíble.

No debían preocuparse, pensó Clary, pues Mirko llevaba años de entrenamiento.

Se oyó una especie de repugnante chasquido cortante cuando una de las flechas atravesó la muñeca del demonio y la otra el apéndice con tentáculos salió volando por los aires. La punta con los tentáculos fue a parar a los pies de Clary, retorciéndose aún. Era de un gris blanquecino, coronada por ventosas rojas como la sangre. Dentro de cada ventosa había un ramillete de diminutos dientes afilados como agujas.

Tuvo que sacar otra flecha para poder acabar con aquel demonio, y se giró hacia Jace, que había derribado a un demonio herido y rodaban juntos sobre las rocas del borde del río. El resplandor del cuchillo serafín del joven proyectaba elegantes arcos de luz que se hacían añicos sobre el agua mientras él se revolvía y contorsionaba para evitar los tentáculos que le quedaban a la criatura; por no mencionar la sangre negra que brotaba como un surtidor de la muñeca cercenada.

━ ¡Clary, cuidado!

Mirko se giró de inmediato, pero al segundo de mirar, el demonio arremetía directamente contra Clary.

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