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❝Magnus Bane❞
Después de haber escoltado a Jace a la Ciudad Silenciosa, Mirko se dirigió hacia su habitación asignada para intentar descansar. Pocas veces dormía, pues sus sueños no eran más que vagar en las nubes, sin nada emocionante. Todo era repetitivo y monótono que prefería no dormir. Deshacerse de sus prendas era un alivio, pues se quedaba con una camiseta blanca y un pantalón gris algo desgastado; podía estar descalzo y ligero en sus horas de dormir.
Eras sus horas de plena libertad.
Y cuando dieron las 3 de la tarde, fue cuando su hermano lo fue a buscar para ordenarle que hiciera algo útil. No había descansado por más que cerrara los ojos y se quedara tranquilo, no podía recuperar la energía arrebatada de la noche y parte de la mañana.
Mirko se encaminó a la cocina para comer algo, o al menos, buscar algo que hacer. Sabía que los chicos sólo comían comida rápida por la multitud de empaques de comida china en la mesa, ya que Maryse no estaba para cocinarles algo. Mirko no era experto en eso, pero había aprendido algo en cada Instituto en el que estuvo.
Examinó cada rincón de los estantes, encontrando diferentes latas de comida y algunos vegetales y frutas en el refrigerador. Dio un suspiro y comenzó a improvisar con lo que había. Se tomaba el tiempo para observar cocinar a Ágatha en el Instituto de Londres, platicando con ella y cubriendo a Will que se robaba algunos postres de chocolate.
Mirko seguía sin creer que a Tessa no le gustara el chocolate.
━ Hola━ habló alguien a su espalda.
El ángel se giró para mirar a Alexander parado en la entrada, con un suéter gris opaco y un pantalón de dormir, descalzo y con la maraña de cabellos negros completamente revueltos. Parecía más joven de lo que era, y más tierno para la vista de Mirko.
━ Hola, joven Alexander━ saludó con amabilidad, para volver a la olla en el fuego━. ¿Dormiste bien?
A Alec le tomó unos minutos responder, pues se quedó atentado por el aroma tan delicioso de lo que sea que Mirko estuviera cocinando.
━ Sí, de hecho sí━ admitió, acercándose a la cafetera━. ¿Puedo hacerte una pregunta?
Mirko realizó un sonido como modo de afirmación mientras cortaba algunas zanahorias.
━ ¿A dónde llevaron a Jace? ¿qué ocurrirá con él? ━ cuestionó, con notoria preocupación plasmada en su voz.
━ Lo escolté a la Ciudad Silenciosa, por ser un insolente con la Inquisidora━ respondió a sólo una de las preguntas.
Alec había olvidado que Mirko tenía un sentido del humor un poco raro, del cual no lograba adaptarse. Podía ser tranquilo, pero su tono juguetón también estaba presente; y una de sus bromas era ser muy literal ante lo que le dicen.
━ ¿Puedo hacerte otro par de preguntas? ━ volvió a hablar, con una sonrisa esta vez curvada en sus labios.
El chico ángel soltó una risita para después mirar al pelinegro, quien ya tenía su taza de café en manos. Asintió con la cabeza y echó algunos condimentos al caldo, o lo que sea que estuviera en la olla.
━ ¿Cuánto tiempo pasará ahí?
Mirko se lo meditó un rato, limpiando sus manos con uno de los trapos. Se recargó en la mesa a un lado de la estufa y miró a Alec.
━ Una noche, y antes de que lo cuestiones, está solo en las celdas.
━ Eso es un alivio━ la preocupación había disminuido para el chico.
━ Supongo━ murmuró y se acercó a la mesa para poderla limpiar.
Las muñequeras de metal brillaron bajo la lámpara de gas, al igual que algunos detalles dorados de las ropas de Mirko. Ahora que lo analizaba, Mirko seguía vestido de la misma forma en que llegó al Instituto, a excepción de que no tenía su capa. Parecía un romano con esas prendas; algo similar a una falda con bordado dorado, una camisa de manga corta del mismo tono que la falda, un tono blanco hueso, al igual que una armadura dorada cubriendo la camiseta, y sus zapatos parecían botas cafés con un lazo negro como agujetas.
Le parecía extraño que siempre visitera igual, o casi semejante; Euclido vestía igual que él a excepción de las muñequeras. Alec se acercó a ayudarlo a levantar después de dejar su taza en el fregadero.
━ ¿Tú quién eres?
Ambos miraron a la puerta. Era un chico menudo de cabellos oscuros, con los ojos medio ocultos por unos lentes. Llevaba unos pantalones y una sudadera extra grande, sosteniendo un libro entre sus manos.
━ Max━ exclamó Alec━, pensé que estabas durmiendo.
━ Estaba en el invernadero, pero tengo hambre━ respondió el chico━. ¿Quién eres tú? ━ volvió a cuestionar.
Mirko había visto pocas veces al hijo menor de los Lightwood, pues siempre estaba ocupado entrenando a los demás antes de prestar atención al niño. Algunas veces lo confundía con Jace, por el peculiar peinado de ambos rubios.
━ ¿Ya me olvidó, señorito Maxwell? ━ sonrió de lado cuando el chico entre abrió los labios con sorpresa.
━ ¡Mirko! ━ corrió a abrazarlo.
━ Señorito Maxwell━ le correspondió el abrazo, revolviendo los cabellos oscuros del niño━. Has crecido.
━ ¿Vienes a entrenarme? ━ parecía entusiasmado cuando se separó del ángel.
━ No, vine por asuntos más importantes━ se giró para mirar el contenido de la olla.
━ Está de paso, Max━ le explicó Alec, mirando a la espalda del chico.
━ Oh, pero vas a entrenarme, ¿verdad? ━ insistió.
Mirko soltó un suspiro y se giró para mirarlo.
━ Sí, lo prometo━ sonrió, haciendo que el gesto del niño se iluminara.
Para Alec, que conocía un poco mejor al ángel, ver aquella sonrisa era como ver una persona rota colocándose una máscara para ocultarlo. Mirko tenía ojeras adornando su rostro pálido, cansado no solo físicamente, también emocional. Max dio media vuelta y se fue feliz, dejando la cocina de nuevo en silencio. Alec volvió para seguir limpiando la mesa, mientras que Mirko miraba el suelo.
━ ¿Tienes hambre? ━ cuestionó el rubio después de un rato.
Alec lo miró, asintiendo un poco. Mirko dio otro suspiro agobiado y apagó a la lumbre. El aroma de las verduras lo dejo atontado, un olor peculiar que le trajo una ola de recuerdos, de cuando su madre cocinaba o cuando Mirko se disponía a hacerles la cena o la comida.
━ Mirko.
El pelinegro pegó un brinco al escuchar la voz dura de alguien, al mirar al marco de la puerta, Euclido estaba parado mirando a su hermano con frivolidad. Su mirada era afilada, casi venenosa que le erizó los vellos del cuerpo a Alec.
El mencionado se giró para mirar a su hermano con tranquilidad.
━ Asesinato de hada en Central Park━ fue su única orden indirecta, para retirarse de la cocina.
Mirko vaciló ante eso, pues en ningún momento miro a Alec o lo saludo. Sabía que su hermano estaba molesto por lo ocurrido, distante a él más de lo que podría haber estado antes.
━ Lo siento━ miró a Alec, con pena━. Debo irme.
━ Descuida, el deber llama━ intentó sonreír.
━ Supongo━ dejó el trapo que tenía en manos y camino a la puerta━. Y, prometo recompensarlo━ le dio una última mirada y se fue.
Recorrió los pasillos para llegar a la sala de armas, donde su hermano ya estaba alistándose con algunos cuchillos serafín en el cinturón. De la pared tomó a Venceslao, reluciente y brillante aún sin que hubiera alguna luz. La metió en su funda y tomó un par de cuchillos para colocarlos en su cinturón junto a una piedra de luz mágica. No necesitaban trajes de combate, pues cualquier herida se curaba de forma instantánea, así esta fuera en el corazón. Pocas veces Mirko vestía como un cazador de sombras común, pero era forzado a vestir como su padre, como muestra de que eran parte ángel.
Ambos salieron de la sala para dirigirse al vestíbulo, donde había al menos una docena de cazadores de sombras equipados y esperando órdenes por parte de la Inquisidora. Entre ellos estaba Maryse, con su armadura negra de caza y una capa.
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Llevaban un par de horas en el parque, buscando respuesta al asesinado de la joven hada. Mirko buscó pistas por todos lados, sintiendo la energía demoníaca en cada paso que daba alrededor de los hechos. No sabía distinguir si era de un hijo de la noche, o un demonio cualquiera, no había mucho que pudiera utilizar para investigar.
No era un ángel demasiado astuto, su don era de sentimientos, poder sentirlos en el ambiente, al igual que poder controlarlos, ¿ese don como lo ayudaría para verse útil? Su hermano no era más que una astilla en ese momento, presionándolo para encontrar una respuesta.
━ Deberíamos volver al Instituto━ habló la Inquisidora mirando a Euclido.
━ Mirko y yo seguiremos buscando alguna respuesta, señora Inquisidora.
El grupo de cazadores siguió a la Inquisidora, dejando a los hermanos en el parque. En ese momento un mensaje de fuego apareció ante Mirko, este lo tomó y lo leyó.
━ ¡Señora Inquisidora! ━ gritó, y la mujer detuvo su paso para girar hacia los ángeles.
Mirko corrió hacia ella, soltando el papel para que se redujera a cenizas.
━ Debemos irnos a la Ciudad Silenciosa.
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El cementerio lo había visitado tantas veces que para Mirko ya era un sitio impresionante. Aunque era de noche, el jardín estaba iluminado por las luces mágicas de todos, incluyendo la de él. Al frente estaba él junto a Maryse Lightwood, pues ambos sabían cómo ingresar a la Ciudad.
Alguien salió de la entrada, dejando ver a Isabelle Lightwood. Se quedó estática, y Mirko pudo escuchar los llamados de una joven niña. Al cabo de un momento, la cabellera pelirroja de una chica se hizo presente, y ella se puso al lado de Isabelle. Mirko se quedó sorprendido de verla, que lo único que logró susurrar fue un nombre, "Jocelyn". Al poco rato Jace y Alec habían salido de la escalera y pestañeaban bajo la inesperada iluminación.
━ Por el Ángel ━ exclamó alguien a la espalda de Mirko━. Maryse... ya había alguien ahí abajo.
━ Lo sé, Malik ━ contestó Maryse━. Estos son mis hijos.
Un quedo murmullo recorrió al grupo, y los cazadores de sombras se quitaron las capuchas, dejando ver a la pequeña pelirroja algo sorprendida.
━ Por el Ángel.
Mirko miró a Jace con preocupación, por su débil manera de mantenerse en pie, y miró a Alec, quien también lo miraba a él con pena, para después bajar la mirada a su celular y comenzar a juguetear con el aparato. Se sintió fatal al ver a Jace apartarse y se mantuvo un poco alejado de los tres, con las manos en los bolsillos.
━ ¿Qué están haciendo aquí? ¿Alec? ¿Isabelle? Ha habido una llamada de auxilio procedente de la Ciudad Silenciosa...
━ Nosotros respondimos a ella ━ contestó Alec.
Estaba nervioso y eso Mirko lo sentía, podía percibir su pequeño terror e inquietud.
━ No estabas en el Instituto... ━ prosiguió Alec━ y no podíamos ponernos en contacto con nadie... así que vinimos nosotros.
━ Alec...
━ No importa, de todos modos ━ concluyó mirando a otro lado━. Están muertos. Los Hermanos Silenciosos. Están todos muertos. Los han asesinado.
El único sonido escuchado fue de Mirko, perdiendo el aire ante dicha noticia, de ahí todos se quedaron inmóviles.
━ ¿Muertos? ━ replicó Mirko, tratando de no verse tan alterado━. ¿Todos?
━ ¿Qué quieres decir con que están muertos? ━ preguntó Maryse.
━ Creo que está muy claro lo que quiere decir ━ habló la Inquisidora, dándose paso entre los nefilim y se colocó entre Mirko y Maryse━. ¿Están todos muertos? ━ preguntó, dirigiéndose a Alec━. ¿No hallaron a nadie con vida en la Ciudad?
Alec negó con la cabeza.
━ No que nosotros viéramos, Inquisidora.
━ Que vieron ━ respondió la Inquisidora, para después volverse hacia Maryse y Mirko━. Aún podría haber supervivientes. Yo enviaría a su gente al interior de la Ciudad para que hicieran una comprobación a fondo.
Maryse apretó los labios.
━ Muy bien ━ aceptó Maryse.
Se volvió hacia el resto de cazadores de sombras. Maryse habló con Malik en voz baja, mientras que Mirko le susurró algo a Euclido. Él asintió y fue el primero en caminar hacia la entrada de la Ciudad de Hueso, y le siguieron los demás. A medida que uno tras otro descendían por la escalera, con sus respectivas luces mágicas en la mano, el resplandor del patio empezó a desvanecerse.
Maryse rompió el silencio formado.
━ ¿Por qué querría nadie asesinar a los Hermanos Silenciosos? No son guerreros, no llevan Marcas de combate...
━ No seas ingenua, Maryse ━ le cortó la Inquisidora━. Esto no ha sido un ataque al azar. Puede que los Hermanos Silenciosos no sean guerreros, pero son ante todo guardianes, y muy buenos en su trabajo. Por no decir difíciles de matar. Alguien quería algo de la Ciudad de Hueso y estaba dispuesto a matar a los Hermanos Silenciosos para obtenerlo. Esto ha sido premeditado.
━ ¿Qué hace que estés tan segura?
━ Lo siento, Maryse━ habló Mirko con respeto━, pero el tiempo perdido en Central Park no fue más que una trampa.
━ Yo no llamaría a eso pérdida de tiempo. A la niña hada le habían sacado toda la sangre, como a los otros. Estos asesinatos podrían ocasionar serios problemas entre los Hijos de la Noche y otros subterráneos...
━ Distracciones ━ replicó la Inquisidora, apoyando a Mirko por primera vez━. Quería que estuviéramos fuera del Instituto para que nadie respondiera a los Hermanos cuando llamaran pidiendo ayuda. Ingenioso, en realidad. Pero claro, él siempre fue muy ingenioso.
━ ¿Él? ━ fue Isabelle quien habló━. Se refiere...
━ Valentine ━ dijo Jace━. Valentine ha cogido la espada Mortal. Por eso ha matado a los Hermanos Silenciosos.
Una fina y repentina sonrisa se curvó en el rostro de la Inquisidora, como si Jace hubiese dicho algo que la complaciera enormemente. Alec dio un brinco y se volvió para mirar a Jace boquiabierto.
━ ¿Valentine? Pero tú no nos habías dicho que estaba aquí.
━ Nadie me lo ha preguntado.
━ Pero él no puede haber matado a los Hermanos. Los han hecho pedazos. Ninguna persona podría haber hecho todo eso.
━ La esencia del lugar, tuvo ayuda de demonios━ explicó Mirko.
━ Así es━ afirmó la Inquisidora━. Ya ha usado antes demonios para que le ayuden. Y con la protección de la Copa, podría invocar a algunas criaturas muy peligrosas. Más peligrosas que los rapiñadores ━ añadió haciendo una mueca con el labio━. O los patéticos repudiados.
━ No sé nada sobre eso━ Jace estaba pálido, con manchas rojizas en los pómulos━. Pero ha sido Valentine. Lo he visto. De hecho, llevaba la Espada cuando bajó a las celdas y se burló de mí a través de los barrotes. Era como una película mala, sólo le ha faltado retorcerse el bigote.
━ ¿La Espada? ━ Mirko parecía más que alterado con eso━. ¿Por qué querría a Maellartach? ━ se dirigió a la Inquisidora, pero esta mantenía la mirada fríamente sobre Jace.
━ ¿Así que dices que Valentine te ha contado todo esto? ¿Te ha contado que mató a los Hermanos Silenciosos porque quería la Espada del Ángel?
━ ¿Qué más te ha contado? ¿Te dijo adónde iba? ¿Qué planea hacer con los dos Instrumentos Mortales? ━ preguntó apresuradamente Maryse.
Jace negó con la cabeza, y la Inquisidora avanzó hacia él. No le cree, pensó Mirko con molestia.
━ No te creo ━ dijo Imogen, provocándole a Mirko un agrio sabor en la boca.
━ No esperaba que lo hiciera.
━ Dudo que la Clave te crea.
━ Jace no es un mentiroso... ━ empezó a decir Alec.
━ Usa tu cerebro, Alexander ━ replicó la Inquisidora, sin apartar los ojos de Jace. Mirko apretó los puños al ver al chico mirar a otro lado━. Deja a un lado tu lealtad hacia tu amigo por un momento. ¿Qué probabilidades existen de que Valentine pasara por la celda de su hijo para una charla paternal sobre la Espada-Alma y no mencionara lo que planeaba hacer con ella, o incluso adónde iba?
━ S'io credesse che mia risposta fosse ━ citó Jace━, a persona che mai tornasse al mondo...
━ Dante ━ la Inquisidora pareció divertida━. El Inferno. Aún no estás en el infierno, Jonathan Morgenstern, aunque si insistes en mentirle a la Clave, desearás estarlo━ volvió la cabeza hacia los demás━. ¿Y no le parece curioso a nadie que la Espada-Alma haya desaparecido la noche antes de que Jonathan Morgenstern tenga que someterse a juicio por su hoja... y que haya sido su padre quien la ha tomado?
━ Perdón, señora Inquisidora, pero eso no es...
━ Mi padre no ha tomado la Espada por mí━ lo cortó Jace━. La ha tomado para él. Dudo que supiese siquiera lo del juicio.
━ Que terrible conveniente para ti, no obstante. Y para él. No tendrá que preocuparse de que cuentes sus secretos.
━ Claro ━ replicó Jace, con notoria ironía━, le aterra que le cuente a todo el mundo que en realidad siempre ha querido ser una bailarina de ballet. No conozco ninguno de los secretos de mi padre ━ afirmó, con menos acritud al sentir la mirada frívola de la Inquisidora━. Jamás me contó nada.
━ Si tu padre no ha tomado la Espada para protegerte, entonces, ¿por qué?
━ Es un Instrumento Mortal ━ dijo la pequeña pelirroja, del cual, Mirko descartó la idea de que fuera Jocelyn Morgenstern━. Es poderosa. Como la Copa. A Valentine le gusta el poder.
━ La Copa tiene una utilidad inmediata ━ replicó la Inquisidora━. Puede usarla para crear un ejército. La Espada se utiliza en juicios. No veo cómo podría interesarle.
━ Tal vez él encontró otra manera de darle utilidad━ intervino Mirko, ganándose la atención de todos━. Usted lo ha dicho, él es ingenioso y cuando quiere algo, pelea por eso. Sabe de magia negra, ¿qué podemos esperar de un fanático como Valentine Morgenstern?
La Inquisidora se lo meditó, por la forma tan segura de Mirko.
━ Podría también haberlo hecho para desestabilizar la Clave ━ sugirió Maryse━. Para socavar nuestra moral. Para indicar que no hay nada que podamos proteger de él si lo desea lo suficiente, así como lo ha dicho Mirko, pelea por lo que quiere ━ a comparación de Mirko, Maryse no sonaba muy convencida de sus palabras━. El hecho es que...
Pero nunca llegaron a oír cuál era el hecho, porque en ese momento Jace alzó la mano como si fuera a hacer una pregunta, puso cara de sorpresa y se sentó en la hierba de golpe, como si sus piernas hubiesen cedido. Alec se arrodilló junto a él, pero Jace desechó su inquietud con un ademán.
━ Déjame tranquilo. Estoy perfectamente.
━ No lo estás.
La pelirroja se unió a Alec, mientras Jace la contemplaba con unos ojos de pupilas enormes y oscuras, a pesar de la luz mágica que iluminaba la noche. Mirko de igual forma se arrodilló junto a ellos, examinando a Jace. De su cinturón sacó su estela y tomó una de las muñecas del rubio. Trazó una runa curativa que le enseñaron los Hermanos Silenciosos y esperó a que hiciera efecto, pero la runa fue desapareciendo, y ni siquiera dejo marca blanca. Levantó la mirada y sus ojos se encontraron con los de Alec y vio su ansiedad reflejada allí.
━ Algo le pasa ━ susurró a Mirko━. Algo malo.
━ Probablemente necesita una runa curativa ━ habló la Inquisidora, indiferente a la debilidad de Jace━. Un iratze, o...
━ Ya hemos probado eso y Mirko le colocó otra runa ━ explicó Alec━. No está funcionando. Creo que hay algo de origen demoníaco actuando aquí.
━ ¿Cómo veneno de demonio? ━ Maryse avanzó como si tuviera intención de ir junto a Jace, pero la Inquisidora la retuvo.
━ Está fingiendo ━ afirmó la mujer━. Debería estar en las celdas de la Ciudad Silenciosa en estos momentos.
Alec se puso en pie al oír aquello y Mirko le siguió.
━ Pero ¿qué está diciendo?... ¡Mírele! ━ señaló a Jace, que había vuelto a desplomarse sobre la hierba, con los ojos cerrados━. Ni siquiera puede mantenerse en pie. Necesita médicos, necesita...
━ Los Hermanos Silenciosos están muertos y Mirko no es útil para eso ━ dijo la Inquisidora━. ¿Estás sugiriendo un hospital mundano?
━ No ━ la voz tensa de Alec se mezcló con la voz calmada de Mirko.
━ Requiere ayuda de más allá de mi nivel de conocimiento, aunque puedo tratarlo no tengo todo el apoyo o guía de los Hermanos Silenciosos━ explicó Mirko, sin perder su postura.
━ Exacto━ apoyó Alec, más aliviado━. Pensaba que podría ir a que le viera Magnus.
━ ¿Magnus?
━ Es un brujo ━ respondió Alec━. En realidad, es el Gran Brujo de Brooklyn.
━ Te refieres a Magnus Bane ━ dijo Maryse, con cierta incomodidad━. Tiene una reputación como...
━ Me curó después de que peleara contra un Demonio Mayor ━ replicó Alec, y Mirko lo miró de inmediato━. Los Hermanos Silenciosos no pudieron hacer nada, pero Magnus...
━ Es ridículo ━ replicó la Inquisidora━. Lo que quieres es ayudar a Jonathan a escapar.
━ Magnus Bane es el mejor brujo con el poder suficiente para tratarlo━ la firmeza con la que Mirko habló hizo a la Inquisidora mirarle con advertencia━. Confío en él para hacerlo, y yo lo ayudaré para vigilar al señorito Jonathan si es necesario.
━ Además, no se encuentra lo bastante bien como para escapar ━ intervino Isabelle con amargura━. ¿Es que no lo ve?
━ Y es verdad, Magnus jamás permitiría que eso sucediera y tiene la palabra de Mirko ━ Alec siguió apoyando las palabras de Mirko, mezclando algo más que el ángel pudo sentir ━. Además, Magnus no está interesado en contrariar a la Clave.
━ ¿Y qué haría para impedirlo? ━ la voz de la Inquisidora rezumaba ácido sarcasmo━. Jonathan es un cazador de sombras; no es tan fácil mantenernos bajo llave.
━ Quizás debería preguntárselo ━ sugirió Alec.
La Inquisidora sonrió con aquella cortante sonrisa suya.
━ Por supuesto. ¿Dónde está?
Alec echó una ojeada al teléfono que tenía en la mano y luego volvió a mirar a la delgada mujer gris situada ante él.
━ Está aquí ━ contestó, y alzó la voz━. ¡Magnus! Magnus, acércate.
Mirko sonrió al ver a Magnus Bane cruzar majestuosamente la verja. El Gran Brujo vestía pantalones de cuero negro, un cinturón con una hebilla enjoyada en forma de «M» y una chaqueta militar prusiana azul cobalto abierta sobre una camisa blanca de encaje. Relucía cubierto de capas de purpurina. Su mirada descansó por un momento en el rostro de Alec con expresión divertida, pero se quedó quieto al ver a Mirko.
El ángel le sonrió, asintiendo con la cabeza de modo de saludo, y el brujo le regresó el gesto, dedicándole también una insinuación de algo más antes de ir hacia Jace, que estaba tendido bocabajo sobre la hierba.
━ ¿Está muerto? ━ preguntó━. Parece muerto.
━ No ━ le espetó Maryse━. No está muerto.
━ ¿Lo han comprobado? Puedo patearlo si quieren ━ Magnus avanzó hacia Jace.
━ ¡Basta! ━ exclamó la Inquisidora ━. No está muerto, pero está herido ━ añadió, casi de mala gana━. Se requieren tus habilidades médicas. Jonathan necesita estar en condiciones para el interrogatorio.
━ Estupendo, pero eso tiene un precio.
━ Yo lo pagaré ━ repuso Maryse.
━ No, yo me haré cargo, Maryse━ aclaró Mirko, sonriéndole a la mujer para intentar calmarla.
━ Muy bien ━ la Inquisidora ni siquiera pestañeó━. Pero no puede quedarse en el Instituto. El hecho de que la Espada haya desaparecido no significa que el interrogatorio no vaya a tener lugar como estaba planeado. Y entretanto, el muchacho debe permanecer bajo observación. Existe un claro riesgo de fuga.
━ ¿Riesgo de fuga? ━ inquirió Isabelle, comenzando de nuevo a molestarse━. Lo dice como si él hubiese intentando escapar de la Ciudad Silenciosa...
━ Bueno ━ replicó la mujer━. Ya no está en su celda ahora, ¿verdad?
━ ¡Eso no es justo! ¡No esperaría dejarlo ahí abajo rodeado de cadáveres!
━ ¿No es justo? ¿No es justo? ¿De verdad esperas que me crea que el motivo por el que tú y tu hermano hubieran ido a la Ciudad de Hueso fue por una llamada de auxilio, y no para liberar a Jonathan de lo que sin duda consideran un confinamiento innecesario? ¿Y esperas que me crea que no van a intentar liberarlo otra vez si se le permite permanecer en el Instituto? ¿Crees que puedes engañarme tan fácilmente como engañas a tus padres, Isabelle Lightwood?
La muchacha enrojeció. Magnus intervino antes de que la chica pudiera replicar otra vez.
━ Mira, no hay ningún problema ━ dijo━. Jace se puede quedar en mi casa.
La Inquisidora volvió la cabeza hacia Alec.
━ ¿Sabe tu brujo que Jonathan es un testigo de la mayor importancia para la Clave?
━ Él no es mi brujo━ aclaró de inmediato, y los angulosos pómulos de Alec enrojecieron violentamente bajo la mirada divertida de Mirko.
━ He tenido a prisioneros de la Clave anteriormente ━ indicó Magnus, y el deje burlón había abandonado su voz━. Creo que descubrirá que tengo un excelente historial en ese terreno. El tipo de contrato que ofrezco es uno de los mejores.
━ Solucionado ━ afirmó la Inquisidora━. Hazme saber cuándo esté lo bastante bien como para hablar, brujo. Todavía tengo muchas preguntas para él. Mirko te ayudará a cuidarlo, solo para mantenerme más informada.
━ Desde luego ━ respondió Magnus.
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