Capítulo XXXIII
Por la mañana me despierto algo aturdida y cansada, pero directamente hago mi rutina diaria.
Me pongo de pie dirigiendome hacia él baño, para asearme, lavó mi rostro, cepillo mis dientes, tomo una rápida ducha y después de colocarme la ropa interior procedo a llevar a cabo las indicaciones que me dieron ayer.
Unto las cremas en mi cuerpo, sérum, protector solar, para mantenerme todo humectado.
Escucho mucho ruido proveniente de la parte trasera de la mansión, por lo que me pongo la bata de seda y me dirijo al balcón a ver de donde proviene el ruido.
A lo lejos se veía un enorme carpa que apenas comenzaban a armar, posicionada en el extenso patio del castillo, además de que habian mesas y sillas esparcidas por doquier, por lo menos habian mas de treinta personas organizando.
Hestia estaba ahí, bien abrigada, con su usual ropa negra, con la cabellera oscura recogida y las mejillas sonrojadas por el frío de la mañana.
La puerta de mi habitación se abre llamando mi atención y de inmediato me volteo a esta, Aghata y dos mujeres más que habia visto en la mansión, no recordaba con exactitud sus nombres, pero tampoco solia mediar palabras con ellas.
—Buenos días señorita Kramer —dice Aghata —ellas son Franchesca y Abigail —señala a la castaña y a la rubia.
—Buenos días, señoritas —le sonrió —¿Que las trae por aquí?
—El señor Volkov nos envió a ayudarle a elegir la ropa que se llevara a la luna de miel —dice sonrojada.
—Oh, perfecto Aghata.
Las otras dos chicas sin pedir permiso entran a mis vestidor y las sigo con Aghata a mi espada, estas comienzan a urgar en este como si conocieran cada centímetros de la habitación, sacan por lo menos cinco malestas y doblan y meten ropa como profesionales.
—Señorita —dice Aghata llamando mi atención —el señor la está esperando, en su habitación —dice sonrojada —necesita verla en privado, pero la señorita Hestia, me ordenó no dejarlos estar en privado hasta la boda, a partir de este momento debo convertirme en su sombra.
—Aghta por Dios —me sonrojo —seguramente solo quiere charlar.
—No lo creo señorita —se remueve incómoda.
Mi cuerpo se activa de inmediato al pensar que Eros quiere verme en privado y yo quiero estar en privado con él, me urgía verlos en privado, un cosquilleo se expande por mi cuerpo.
Aunque me sentía un poco confundida, la pesadilla que había tenido anoche y las cosas que me había dicho Aghata sobre Karenina y Eros no dejaban de dar vueltas en mi cabeza, además, estaba la actitud que tenía él cuando ella estaba cerca.
Por lo que ignorando por completo las palabras de Aghata, solo me quedo sentada a observar a las dos chicas meter toda clase de ropa a las maletas.
—¿Es necesario tanta ropa? —pregunto asombrada.
Aghata se voltea a mirarme.
—Señorita, según el cronograma estaremos fuera por lo menos un mes, así que quiero que esté cómoda, de igual forma puede comprar lo que se le apetezca en sus viajes —responde entonces.
—¿El cronograma? —la miro perpleja.
¿Hay un cronograma? ¿Por qué yo no sabía que había un cronograma?
Desde mi posición escucho la puerta de mi habitación abrirse con brutalidad, lo que me hace sobresaltar igual que las chicas, me pongo de pie de un brinco y de inmediato me dirijo al área proviniente de aquel ruido.
Ahí están parado él, con el ceño fruncido y las manos metidas a las bolsillos, sus mirada barre mi cuerpo y después ve a las chicas detrás de mi.
—Todas fuera —dice firme.
—Pero señor... —este le lanza una mirada y Aghata se queda muda de inmediato —como ordene —esta asiente y sale directo a la puerta seguida de las otras dos chicas.
La puerta de mi habitación se cierra dejándome sola con mi depredador, el cual está listo para darme casería.
—¿No le dieron mi recado, señorita Kramer?
—Buenos días, Eros —no le respondo un poco seca.
—Annemarie no estoy para jueguitos.
—Y yo no estoy para aguantar tu humor —contraataco altiva —y respondiendo a tu pregunta, si, si me dieron tu recado, pero la verdad no me apetecía verlo.
—¿Y hoy? ¿En el altar?
—Para eso me compraste ¿No es cierto?
—Annemarie...
—Eros, no puedo con esto ahora, solo quiero descansar de tantas cosas.
—¿Que más tengo que hacer para que me creas?
—No es lo que tengas que hacer, es lo que ya hiciste, tuviste la oportunidad de contarme lo que pasaba o lo que había pasado, pero lo ocultaste, quizás si hubiera tenido tiempo para procesarlo todo estaría perfecto en este preciso instante.
—¿Que quieres hacer entonces?
—Por ahora solo necesito arreglarme, desayunar, ya todos deben estar por llegar, no puedo ser la novia más despampanante de toda Rusia si estamos hablando de algo que ya pasó.
Este rompiendo la distancia se acerca a mi, sus olor a macho hace su efecto en mi, sus ojos me envuelven y la boca se me llena de saliva.
—Eros, por favor —me tiemblan la barbilla.
—Te extraño, discúlpame si he sido un mal novio, pero no dudes de que yo soy solo tuyo, extraño tu cercanía, tu olor, te necesito —este se lame los labios ansioso por besarme —se que estás molestas, se que estás dolida, solo quiero que sepas.
—No, Eros, sigues mintiendome y no te das cuenta que eso es lo que me duele, que no me digas la verdad, siempre creí que tú eras honesto conmigo, en una forma cruel y hasta irreal, pero ahora, no se que pensar de ti, lo que haz construido se está derrumbando.
—Anne, sino te conté lo de Karenina fue para no herirte.
—Pero eso fue lo que hiciste.
Este suspira frustrado.
—Te lo voy a contar todo ¿vale? —asiento en respuesta —pero después de la boda.
Este se acerca y me da un corto beso cargado de anhelo para después depositar un beso más en mi frente y sin decir nada más se va, dejándome aquí parada, sin tener la más mínima idea de como debería sentirme.
Inmediatamente entra Aghata con las otras dos mujeres, sin darme lugar a un solo respiro, mientras que ella siguen en mi vestidor, por mi parte me acuesto en la cama viendo directamente el techo.
¿Qué voy a hacer con Eros? Pero más importante ¿Qué voy a hacer con Karenina? Y aún más importante ¿Qué voy a hacer en mi mandato como Matrioska?
Con Eros todo es relativamente fácil, nos entendemos, nos compaginamos, como colmo el Ying Yang. Por otra parte no sabía mucho sobre el llevar una familia y mucho menos una tan grande, las palabras del señor Vladimir Volkov resuenan en mi cabeza en este momento, la vida no seria fácil no para mí y eso es lo que vive Eros, decidiendo siempre por la vida de los demás.
¡Dios! ¿Por qué mi vida tiene que ser tan difícil?
Suspiro pesado antes de poner de pie, para ponerme algo de ropa, pero justo en ese instante Fenna y Lotte entran a mi habitación. ¡Ay no!
—Buenos días chicas —les sonrió amable.
—Buenos días, Anne —se miran complices.
—Trajimos algo para ti —alzan las cejas juguetona y procede a enseñarme una botella de vino blanco que tenía ocutal en su espalda.
En respuesta suelto una carcajada y ellas conmigo.
—Ni siquiera he desayunado —digo riéndome.
—Ni nosotras, pero vamos a relajarnos un poco antes de que comiencen a arreglarnos.
Los ojos se me llenan de lágrimas, por un momento creí que ella venían a abrumarme con todas sus preguntas, pero no aquí estaban ayudandome a estar bien.
—Gracias chicas —le sonrió amable.
Las tres nos unimos en un abrazo y nos quedamos un instante ahí, para ser nuevamente interrumpidas por el desayuno.
Las tres tomamos asiento en el pequeño comedor que hay en la habitación.
—Tu cuñada está frenética, no para de gritar en ruso —comenta Fenna.
—Es normal, ella quiere que todo salga perfecto, muchas personas importantes vienen el día de hoy —les sonrió amable —y mañana más.
—¿Y tú? —interviene Lotte —¿Quieres que todo salga perfecto?
—Por supuesto, pero no todo es perfecto o color de rosas, todo puede pasar —tomo un bocado de mi panqueques con fresas.
—Esa tipa Karenina anoche estuvo tratando de llamar la atención de Eros.
—Ella es así —le resto importancia.
—Es muy pesada —dice con fastidios —de verdad —agrega —anoche después que te fuiste no paraba de insistir en que debíamos salir a la disco, hacerle una despedida de soltero a Eros por todo lo alto y bla bla.
—Uy si, es insoportable, además hay algo que todavía no entiendo ¿Por qué llaman a Eros como su líder? —interviene Fenna.
—No se a que te refieres, pero yo trato de no prestarle mucha atención, los rusos son extraños —le resto importancia.
—En exceso diría yo —agrega dudosa —en fin, hoy llegó tu gran día, Hestia nos dijo que en unos minutos llegaría todo el staff de novia.
—Ah si, ya deberían de estar por llegar —respondo ausente.
—Escuche algo sobre que Karenina estuvo anoche en la habitación de Eros —dice Lotte llamando mi atención por completo —segun la vieron saliendo del lugar.
—Si, tienes razón Lotte yo escuché a una muchacha hablando del tema, por lo que entendí ellos tienen un amorío, ella fue su amante o algo eso.
—Timofey me contó algo al respecto —agrega Lotte.
La puerta de la habitación se abre de parte a par, interrumpiendo por completo la conversa y dejándome xon la integra al mil, balbuceo frases incomprensibles, pero ellas se ponen de pie dejándome sentada sola.
Por lo menos unas 20 personas entran a la habitación, seguidos de ellos mi madre, mi abuela, Hestia y la señora Isabel.
—¡Annemarie, querida! —me saluda la señora Isabel —que felicidad verte ya de pie —se acerca y me da un besos en los cachetes.
—Por supuesto, no podía dormir más de la emoción, llegó el gran día —le sonrió con finguds emoción.
—Hoy será la novia más bellas de todas hija —me sonríe mi madre.
Me pongo de pie y me acerco a ella, con las manos entrelazadas en mi regazo.
—Gracias por estar aquí mamá, abuela —les soy un beso a las dos —no saben lo importante que estén hoy conmigo —se me quiebra la voz.
—Si ese muchacho es tu felicidad hija, estaremos aquí siempre para ti —dice mi abuela.
—Lo es, yo... Yo realmente lo amo y veo mi vida junto a él —le digo con un nudo en la garganta.
—Me alegra escucharlo pequeña —me abraza con amor.
Hestia da un aplauso llamando a atención de todos.
—Basta de charla, tenemos que comenzar con todo, justo ahora —anuncia la chica gótica —comencemos con el maquillaje peinado, para poder darle inicio a la sesión de fotos, tenemos 6 horas antes de que inicie la ceremonia.
Inmediatamente todo el personal comienza a moverse por todos el lugar preparando absolutamente todo para comenzar a con el cronograma.
Primero me pongo una bata blanca que lleva unas letras en ruso en la parte trasera con una corona que significa novia.
Rápidamente arreglando una área de mi habitación con una silla estilo tijeras plegables en dónde colocan iluminación y demás cosas, tomo asiento justo en el centro y de inmediato comienza a preparar mi rostro mientras que comienzan a tomarme fotos y grabar videos.
Me dejó llevar por el momento, mientras que tomo un par de copas de vino sin excederme y las bromas no tardan en salir.
Nota de autora:
Me perdí unos meses, lo sé.
¿Tengo excusas? Muchísimas, pero ninguna vale la pena explicarlas aquí así:
Cómo bien saben mi abuela estuvo unos meses mal y no tenía mente para esto, gracias a Dios ya se encuentra estable, pero luego de eso fui víctima de un robo y me costo mucho recuperar los capítulos, después de todo Venezuela se volvió un caos y tuve un para de dias libres del trabajo por lo que decidí publicar el primer capítulo dando inicio a la boda.
Espero lo disfruten, téngame algo de paciencia.
Besos y abrazos.
K. Morillo
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro