Capitulo XXII
EROS
—¿Dónde esta? —digo molesto al teléfono.
—Señor, la señorita se encuentran en "Rubí" con la esposa del señor Konstantine —dice Popov.
Sin esperar a que diga nada mas cuelgo.
—Romanov —le digo.
Este sin esperar a que diga nada más se devuelve a Kazan.
Aprieto los puños, sobre mis piernas, Annemarie me va a tener que dar una explicación, se que le he dado libertades de hacer lo que ella desee, pero salir de casa, de rumba, sin siquiera avisarme, invitarme o lo que sea, me molestaba demasiado, a un nivel inexplicable.
Pero también se que esto es obra de una sola persona, Alexandra Romanova, no me molestaba su amistad con mi mujer, pero de ahí a sacarla o inducirla a su vicios, no creo que sea lo correcto, Annemarie es mucho mas que eso, Alexandra se había perdido después de casarse con Konstantine, no quiero que lleve a Annemarie por ese mismo camino, ademas si yo decidí cambiar las cosas por ella, esperaba lo mismo de su parte.
Tomo mi teléfono y marco el numero de Konstantine.
—Romanov —dice contestando.
—¿Sabes que tu mujer saco a mi prometida de fiesta? —digo serio.
—Ni siquiera sabia que Alexandra había salido de fiesta hoy, solo dijo que iría a visitar a Annemarie —dice él.
—Están en "Rubí", nos vemos allá.
—Como ordenes, Eros —dice y cuelgo.
Cuarenta minutos después llegamos al lugar, Konstantine ya se encontraba ahí afuera esperándome, él a diferencia de mi, no le molestaba en lo absoluto, Alexandra iba y venia a su antojo, sin darle explicaciones de nada, eso le daba cierto grado de libertad, por lo que hacia lo que le placía sin consecuencias o reclamo alguno.
Pero así no era mi relación con Annemarie, ni lo seria jamás y eso me lo hizo ver ella.
Cuando entramos al lugar Romanov me dice que las dos se encuentran en el Box acompañadas de tres amigas de Alexandra, por lo que con Konstantine subimos a nuestra área de la discoteca, quería verla, ver que hacia, como se comportaba cuando no estaba bajo mi vista o la vista de la familia, si el alcohol la volvía descarada o volvía a llorar como aquel día.
Pero me quedo asombrado de verla.
Ahí estaba.
Era ella.
¿Cómo una sola mujer era capaz de captar toda la atención de todos los hombre?
Brillaba por sobre las otras mujer, su mirada sensual, esos movimientos tan sutiles y sexys, como sus caderas se bambolean sin exagerar, sin ninguna intención de llamar la atención.
Pero no era solo eso, si no cómo iba vestida, ¡Dios!
Cuando estuve eligiendo su ropa me la imagine muchas noches con esa puesto, un enterizo de látex, que se adhería a cada milímetro de su cuerpo, cada curva, una mujer que tiene de donde agarrar, creo que eso la hacia aun mas sexy, lo cómoda que se siente con sigo misma, sin inseguridades, como si no le importara en lo mas mínimo el que dirán de sus kilos demás.
Literalmente la estaba devorando con la mirada, deseando romperle la ropa y meterme dentro de ella.
Konstantine me tiende un trago de Whisky.
—¿Te sigue dando problemas? —pregunta el.
—En lo mas mínimo, ya esta comenzando a adaptarse al ritmo de la familia—bebo de mi trago.
—Le toca fuerte, ni siquiera Alexa actuó tan bien — agrega.
—No digas eso Konstantine, es tu esposa.
—Es mi esposa, pero esta loca —se burla.
—Tu mismo la volviste loca —digo serio —los dos están locos, parecen adolescentes en el contexto de pareja, ni siquiera en la secundaria eran tan inmaduros como ustedes dos —me burlo.
Konstantine se queda callado sin nada que decir.
—Ya es hora de que tengan un hijo —agrego.
—¿Es una orden señor? —se pone serio.
—No —lo miro —por el momento es tu decisión.
Vuelvo a mirarla, ahí seguía de espalda a mí, con su trago en la mano, bailando, junto a las demás chicas, llevaba el ritmo de la música, se le ve relajada, disfrutando el momento, se pasa las manos por el cuello y el cabello, como si la música atravesara su cuerpo.
Alexandra se acerca a ella y momento después las dos chicas voltean en nuestra dirección y si creía que se veía apetecible de espaldas, de frente muchísimo mas, con el busto marcado, esas tetas en las que me provocaba meter la cara y morirme en ellas.
Me mira con malicia, algo que dejaba ver muy pocas veces, siempre era neutra, fría o a veces era dulce, cariñosa, amable, gentil, pero maliciosa eran contadas las veces que dejaba ver esa parte de Annemarie.
Esta comienza a andar, bajandose del Box y subiendo al centro, en donde bailan algunas strippers con poca ropa, prácticamente desnudas.
¿Qué crees que haces Anne?
Esta agarra el tubo, primero camina en círculos acariciendolo, mientras me mira, la mirada mas sombría que le he visto, me sonríe deseosa, esta se curva bajando la mitad de su cuerpo y dejando el culo parado, un momento se coloca frente al tubo y pega de culo de este, agarrando con una mano por sobre la cabeza y la otra por detrás, entonces en un solo movimiento se da vuelta sin soltar el tubo y baja abriéndose de pierna, enseñándome su culo y su elasticidad, para después subir con sensualidad y subirse a este, deja caer su cabeza hacia atrás mientras da vueltas en este, de forma ágil vuelve a cambiar de posición, poniendo boca abajo y abriendo las pierna.
Inevitablemente las ganas de arrancarle la ropa sube unos cuentos decibeles, me aprieto la entrepierna dura con la mano mientras veo el show.
Después de unos cuanto movimiento mas se deja caer al piso, poniendose en cuatro, pego el pecho al suelo, se mueve tan lento y sensual, me mira fijamente, cada fibra de su cuerpo me grita lujuria, ella es una tentación, gira sobre el como toda un experta, toda ella irradiando sensualidad.
—¡Diablo! ¡Ella va a ser la Matrioska más sexy de toda la historia! —comenta Konstantine —¡Quién se lo iba a imaginar!
—¿Ah, si? —digo con notoria molesta sin dejar de mirarla —no me digas, Konstantin, imaginate cuantas cabezas tendrán que rodar —y volteo a verlo.
Este se aleja de mi alzando las mano en señal de paz.
—Tranquilo, jefe, era solo una broma.
—Es mejor que te reserves tus bromas sobre MI MUJER, si es que quieres mantener tus ojos dentro de tu cabeza.
Esta vez volteo de nuevo en dirección a ella y ahí seguía, dando un espectáculo, un espectáculo que se que es para mí.
¿Qué voy a hacer contigo Annemarie?
Esta termina su show, guiándome un ojo y volviendo a su lugar, donde Alexa y las demás chicas la reciben con emoción, por lo que sin contenerme mas, me voy hacia donde esta ella.
Me estas tentando mi amor, pero esto no se va a quedar así.
Ya no más.
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