Embarco sin despedirme. Ya sabes que trae mala suerte. La marea nos ha sido favorable así que creo que será un viaje rápido.

Somos 40 hombres en el barco a cargo del reputado capitán Grederos. Estoy orgulloso de que me haya dejado formar parte de ésta tripulación. Los viajes de telas son los más rentables. Por lo menos eso dice Ruedas, quién me embarcó en éste negocio. Volveré pronto con las riquezas más brillantes que jamás hayas visto, ya lo verás. Podrás estar orgullosa de tu Mateo. Nadie del barrio volverá a decir que no nos sonríe la fortuna o que más te valdría haber aceptado la proposición del sastre. Esas bocas malolientes callarán por su propia vergüenza ¿y nosotros? Nosotros nos sentaremos en el alféizar de la ventana a jugar con las palabras y a mirar las estrellas. Ellos solo podrán ver el collar más perlado que encuentre; Solo podrán ver nuestras siluetas recortadas en la penumbra de nuestro casal

Ellos verán lo que les queramos mostrar. Nunca podrán descubrir cuanto nos queremos, porque eso es algo que rebosa de cualquier imaginación.

Para nuestro bien o nuestro mal, lo que nunca podrán entender es que mi única razón para viajar es estar contigo.

Te iré escribiendo

Tq M.