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4. Despedidas, amenazas y promesas.

Sam.

Había corrido como alma que lleva el diablo después de la noticia que Durke había soltado y de alguna extraña manera había terminado en la cancha de baloncesto a la que venía con Darrell a jugar cuando éramos un poco más jóvenes.

Tenía cerca de cinco horas o más en el lugar y sabía que mi puesto en la biblioteca peligraba pero no tenía intenciones de irme pronto.

Lloraba desconsoladamente sentado en una de las bancas maltrechas que rodeaban el lugar y mis hipidos me impedían respirar de manera correcta. Mi cabeza dolía por la cantidad de pensamientos que cruzaban por ella, algunos más devastadores que otros, pero uno de ellos tomaba fuerza a cada segundo que pasaba: "Me iban a quitar a Jamie".

¿Con qué derecho querían quitarme a mi pequeño, al que yo había criado? Sabía que frente a la ley, la sangre ganaba y si, Tyron estaba en todo su derecho y podía llevarse a Jay pero ¿Dónde quedaba yo?

Una nueva ola de sollozos me atrapó y con rabia quité las lágrimas que descendían por mis mejillas, llorar no iba a solucionar nada y hacia demasiado tiempo que había aprendido eso sin embargo no podía evitarlo, no cuando sentía que con cada segundo que pasaba Jamie estaba más cerca de irse lejos y probablemente no volver, quien sabe, igual y con el tiempo me olvidaba... Tal vez estaba siendo exagerado pero no podía evitarlo, el mundo se me caía a pedazos y no podía hacer nada para pegarlo.

—¡Sammy!—el grito me hizo levantar la cabeza y cuando vi quien se acercaba comencé a llorar más.

No quería ver a nadie, necesitaba unos momentos a solas para poder hundirme cómodamente, pero sabía que no iba a ser posible.

—¡Estaba sumamente preocupado! No vuelvas a desaparecer así Samuel—el grito trajo zumbido a mis oídos y más punzadas al dolor de cabeza y cuando estaba a punto de ordenar que se callara el abrazo que siguió me hizo desmoronarme un poco más.

—Se lo van a llevar— susurré sin ser capaz de creerlo aún—. ¿Cómo voy a cuidarlo si no estoy cerca de él?

—Tyron es un buen hombre Sam, no lo dejas en manos del diablo.

—¿Y entonces por qué lo siento así?—me refugié aún más en el pecho de quién me abrazaba queriendo desaparecer.

—Oh Sammy, sabes cuánto deseaba Tyron poder llevárselo—eso no lo hacía menos duro.

—¿Y por qué no lo hizo? ¿Viste a su abogado? Su nombre es Chad De Luca, su familia es dueña del despacho más importante en Italia.

—¿Y eso qué tiene Sam?

—¿No lo entiendes Darrell? Con todo el poder que los De Luca tienen Jamie pudo haber estado en brazos de Tyron desde antes de si quiera nacer.

—¿Investigaste al hombre?—me miró con una mueca en su rostro—. Sam, no sé cómo carajos conseguiste esa información pero debes parar, no se trata del abogado y su familia o de Tyron, esto es sobre Jamie y lo mejor para él.

—Durke m...mencionó el nombre y Google hizo el resto del trabajo—susurré antes de separarme del pecho de Darrell, limpie mis lágrimas y continúe—. ¿Tú crees que lo mejor para Jamie es que viva con un club de motociclistas?— si Darrell contestaba afirmativamente, los pedazos que aún quedaban se harían trizas pues significaría que no había sido lo suficientemente bueno para Jamie.

—Con un club no, con su tío tal vez no sea una mala idea.

—¿Tan mala madre sustituta he sido?— mi corazón se quebró un poco y comencé a llorar de nuevo.

—No, no, jodidamente no Sam, sólo tú podrías renunciar a una beca en la Universidad de artes de Londres para dedicarte a un niño que no es tuyo.

—Entonces ¿Por qué quieren quitarme a mi niño?

—Ellos no...—Darrell suspiró y me acercó a su pecho nuevamente—. No lo sé Sam ¿De acuerdo? No entiendo a Tyron y su circo, lo único que puedo entender es que Jamie es su sobrino y si quiere llevarlo con él puede hacerlo.

—Lo va a hacer. Se lo van a llevar lejos de mí—la realización de ese hecho fue más doloroso que cualquier cosa—. Ellos no saben cómo... Tyron no tiene idea de cómo calmarlo cuando llora o cómo identificar cuando está enojado o preocupado por algo, Jamie no es un niño comunicativo hay que leer entre líneas, nunca dice si tiene miedo o está triste tampoco pide nada, se conforma con lo que tiene y es feliz por ello pero cuando ve el último videojuego que salió sus ojitos brillan con esperanza...—mi voz se quebró más—. He ahorrado por meses para poder comprarle esa estúpida consola que tanto quiere pero no se atreve a pedir...

—Hey Sam calma, calma, respira—Darrell hacia pequeños círculos en mi espalda tratando de relajarme.

—Y su naricita de botoncito se arruga cuando algo no le gusta, hay que cortar sus rizos cada dos meses mínimo para que no parezca un león naranja, no le gusta la mayonesa y nada, nada que vayas a darle de comer puede tener fresa por qué es alérgico y...y...y— no pude continuar.

Sabía que Tyron era la mejor opción, yo no podía brindarle a Jamie todo lo que el merecía pero un sentido egoísta en mi ser me hacía querer retenerlo. ¿No tenía nada de malo amar tanto a mí chiquito no?

—Vamos Sam, tienes que poner una sonrisa para no preocupar a Jamie, tienes que despedirte de él y estás perdiendo tiempo valioso aquí.

Mi mejor amigo estaba en lo cierto, tenía que poner mi mejor cara y ayudar a Jamie con todo lo que necesitara.

No podía hacer a Tyron cambiar de idea en cuanto a su sobrino pero al menos podía despedirme de él como Dios mandaba. Me tomó cerca de media hora más recomponerme lo suficiente para afrontar lo que vendría.

—¿Dónde está Jamie?— mis ojos estaban calientes e hinchados.

—Ty lo llevó a tu departamento para empacar sus cosas.

—¿Jay ya sabe?

—Creo que el tal Nine le dijo cuando estábamos comiendo hamburguesas en el puesto del centro.

—¿Y cómo está él?—no estaba seguro de querer escuchar la respuesta.

—Él parecía muy emocionado— mi corazón se estrujó—. Perdón Sam— sacudí la cabeza restándole importancia y sonreí tristemente.

Era hora de dejar de actuar como un adolescente berrinchudo.

Durke.

—¿Crees que estoy haciendo lo correcto?—Redfoot me preguntó.

—¿Quieres a tu sangre contigo o no?—asintió—. Entonces jodidamente déjate de mariconadas y asume tus actos.

No estaba dispuesto a dejar que Redfoot diera marcha atrás, ya teníamos la custodia y a Lila siendo silenciada, debía cerca de setenta mil en portafolios de marca con diseños estúpidos y había hecho llorar a mi colibrí, infierno si íbamos a echarnos para atrás, no cuando las cosas ya estaban así de jodidas.

—Puta de tetas falsas malagradecida— gritó Spike entrando al pequeño departamento en el que nos encontrábamos reunidos y pertenecía a Sam.

—¿La hermana de Redfoot te arruinó la manicura, muñeca?—Chad preguntó con una sonrisa engreída en la cara.

—No sólo la manicura, arruinó mi récord de once meses sin golpear drogadictos...—no quería escuchar más la plática sin sentido que sabía se avecinaba de estos dos.

Chad y Spike tenían una relación demasiado compleja para que yo pudiera entenderla, eran perro y gata jugando al tira y afloja, llevaban en esa rutina cerca de seis años y no parecía que fuera a terminar pronto.

—Tío Ty ¿Me ayudas a bajar mi ropa de los cajones altos?—el mocoso preguntó siendo visibles sus rizos y la mitad de su cara pues estaba escondido detrás de la puerta de la única habitación del lugar.

—Claro campeón—Foot se levantó y salió de la mini cocina para dirigirse con su sobrino.

—Es idéntico al cabrón hijo de puta traicionero de su padre—Spike murmuró mientras veía la puerta del cuarto.

—No se menciona a esa rata en mi presencia—gruñí recordando al bastardo ese.

—Cuando el niño crezca ¿Le contarán acerca de su padre biológico?—Spike preguntó.

—Es decisión de Redfoot.

—Y realmente espero que lo haga, si Jay va a vivir con ustedes no van a poder evitar que se entere, es idéntico a él y la gente comenzará a hablar— ¿En qué puto momento mi colibrí había llegado pero más importante como carajos sabía sobre el hijo de puta de Jet?

—No hablamos de asuntos del club con civiles—Spike dijo y todos asentimos de acuerdo.

—Entonces no hablen, escuchen y hagan lo que el civil dice—cruzó sus brazos y recargo su hombro en la madera de la puerta de la entrada que aún no pasaba—El niño que está ahí dentro no tiene la culpa y ni siquiera es consciente de lo que su padre hizo, nadie va a poder atacarlo con eso si sabe a qué rayos se enfrenta ¿Ty quiere llevárselo? Bien—observarlo siendo tan serio y mandón era todo un privilegio—Pero no va a llevarselo sin que me prometa que cuando llegué el momento le contará la verdad sobre Jet.

—Dannato inferno, sa troppo—Nine quien acababa de llegar lo miró con los ojos abiertos.

—Me pregunto...—Chad analizó a Sam—. Come mai sa così tanto a riguardo?

—Preguntas que no van a tener respuestas pronto, Sam ve con Jay, estoy casi seguro de que va a dejar tu habitación como chiquero— el pequeño cabrón que era el mejor amigo de mi hombre contestó por él y lo empujó levemente del hombro haciendo que este se encaminará hacia la habitación.

Una vez que Sam cerró la puerta de su habitación el ambiente se llenó de una tensión nada agradable.

—Un civil no debería saber tanto sobre nuestra mierda—Nine me miró como esperando que yo supiera lo que tendríamos que hacer.

—¿Cómo putas el niño sabe tanto?—Spike pasó su mano sobre su cabello repetidamente en señal de nerviosismo.

—En uno de los pocos días de lucidez de Lila, sentó a Sam en su sala y le contó toda la mierda que ella sabía acerca del asunto Jet, omitió nombres y lugares pero ahora que ustedes están aquí, todo queda claro como el agua—El amigo de Sam nos miró, suspiró y negó con la cabeza mientras salía del apartamento— ¡Voy a mi última clase del día, márcame si necesitas algo!—gritó antes de dar el portazo.

—La perra también es una lengua suelta ¿Eh?—Spike tenía una mirada oscura.

—Lo es y no quiero lastimarla más de lo necesario, así que espero que sepa cómo mantener su puta boca cerrada—gruñí con frustración.

Lila había sido una propiedad respetada y apreciada hasta que Jet nos traicionó y la dejó a su merced estando preñada, poco después las drogas hicieron aparición en su vida y se convirtió en la adicta que era ahora.

Antes de poder seguir hablando más del tema, la puerta de la habitación se abrió y aparecieron Foot, mi colibrí y el mocoso riendo, el puto cuadro familiar me enojó. Foot tenía su mano sobre la cintura de mi colibrí, si el hermano apreciaba su mano la quitaría porque con un demonio, nadie tocaba lo que era mío.

Redfoot y yo cruzamos miradas un segundo y pareció entender rápidamente porque al segundo había quitado la mano.

—¿Ya has empacado todo, estás seguro?—Sam le preguntó al niño y el mocoso descarado rodó los ojos.

—Sam, te lo he dicho quince veces ¡Ya llevo todo!— gritó Jamie moviendo sus bracitos en señal de exasperación y una pequeña sonrisa apareció en mi boca que borré rápidamente.

Tenía que mantener mi enfoqué, sabía que no era el mejor momento para llevarnos al mocoso al club, teníamos demasiada mierda que resolver pero Foot sabía lo que hacía y confiaba en él como para ayudarlo en su decisión.

Sam entró a su pequeña cocina solamente delimitada de la sala de estar en la que estábamos sentados por una barra y comenzó a sacar cosas de las pequeñas alacenas, pronto el chico comenzó a cocinar algo a lo que definitivamente quería meterle el diente por el olor que desprendía mientras hablaba con Foot de alguna mierda escolar.

No podía despegar la mirada de Sam, estaba haciendo algo tan banal como cocinar y para mí se veía como la cosa más follable que pudiera haber en el mundo, el balanceo de sus caderas mientras revolvía el sartén, su camisa que se alzaba levemente mostrando su cadera cada que sacaba cosas de las alacenas más altas, su postura y como se inclinaba levemente sobre las hornillas traseras de la estufa.

Era caliente y erótico.

—Si no cierras la boca te va a entrar una mosca— desperté de mi ensoñación y giré la cabeza levemente para ver Jamie sentado a mi lado en el sillón que me había apropiado una vez entré a la caja de zapatos—. O mi zapato si no dejas de mirar así a Samuel.

—Yo no lo miró de ninguna manera y no deberías amenazar a tus mayores mocoso.

¿Quién se creía que era ese pequeño cabroncito? Yo era el puto presidente de los Hellhound's y no permitía que nadie me hablara así, mucho menos un mocoso con una playera de spider-man.

—Lo miras como yo miró al pastel de chocolate, como si quisieras comerlo— maldito niño perspicaz—. Y nadie se come a Sam si yo puedo evitarlo.

Mis ojos se abrieron en asombro y luego mi mirada se afiló, el chiquillo valdría para el club una vez que creciera.

—¡Jamie deja de incomodar a las visitas y ve a lavar tus manos!— el mocoso me miró una última vez y salió disparado a lo que yo suponía era el baño—. Ustedes también deberían hacerlo si quieren comer— Sam dijo en un tono más calmado mientras miraba a los motociclistas sentados en su sala, evitando cualquier contacto visual conmigo.

—Eso huele delicioso, yo no me voy a negar— dijo Spike y corrió, literalmente corrió hacía el baño del que recién salía Jamie.

No pasaron más de diez minutos cuando Spike, Chad y Nine se encontraban frente a la barra esperando a ser servidos, por mi parte yo me encontraba sentando en la mesa con mi colibrí, Foot y Jamie, de a poco los platos comenzaron a ser llenados con pasta a la boloñesa.

Empezó con Jamie quien agradeció su comida pero no intentó comer, lo mismo con Foot así que imité la acción. Cuando Sam terminó de servir Nine intentó tomar un bocado pero un golpe limpio en su mano con una cuchara se lo impidió.

—En esta casa nadie come sin antes haber orado—era una maldita broma.

Yo no oraba, no tenía ni puta idea de cómo se oraba, jamás había orado ¿Qué carajos era orar?

—Jodidamente es una broma­— las palabras salieron de mi boca sin poder detenerlas y una mirada oscura proveniente de Sam me hizo callar alguna otra réplica.

Come un cane sgridato ah? Che spasso!— gruñí hacía Nine quien solo sonrío.

—Estamos agradeciendo que en esta mesa...­­— Sam comenzó y no presté ni un poco de atención a lo que siguió, solamente me limite a cruzar mis manos frente a mí y cuando todos comenzaron a comer yo también lo hice.

Pasta alla bolognese—era una de las mejores pastas que había probado desde mi abuela—. Così delizioso— todos asintieron de acuerdo.

La cena fue tranquila y aunque estaba disfrutando estar en casa de Sam teníamos agendas ajustadas, no podíamos dejar al club más tiempo y Chad necesitaba regresar a sus negocios.

Comenzamos a ayudar a Sam con la limpieza.
Nine, Spike y Chad estaban dejando todo como lo encontramos, Foot y Jaime estaban encerrados en el cuarto de Sam y yo lo ayudaba con la cocina lavando trastes mientras este a mi lado secaba.

No quedaban ni dos vasos cuando decidí que era hora.

—Hora de irnos— alcé la voz y Sam dejó de secar los platos mientras me miraba con algo que no supe descifrar.

—¡Vamos, vamos!—Jamie salió del cuarto con una gran sonrisa y una pequeña mochila sobre su hombro mientras Foot lo seguía con una maleta riendo por la reacción del más pequeño.
Sam lo miró tristemente pero luego puso una sonrisa deslumbrante en su cara y ayudó a Jamie con sus cosas.

No necesitamos más de dos vueltas al apartamento para tener todo sobre la camioneta y tampoco necesitamos más de dos segundos para que Tyron tuviera la nariz sangrando, nadie sabía que carajos había pasado, solamente nos habíamos descuidado unos segundos y Sam le había roto la nariz a Foot. Mi colibrí era de cuidado.

Nine y Spike ya estaban montados sobre sus motocicletas, Chad se encontraba en el asiento del copiloto de la jeep y Foot junto con el mocoso habían regresado al apartamento por alguna figura de un superhéroe que al niño se le había olvidado por lo que Sam había quedado a mi lado.

—Mira...— comencé a hablar sin estar muy seguro de que decir—. Somos unos hijos de puta vestidos con cuero que viven bajo sus propias reglas— una mueca se pintó en su bonito rostro, mal comienzo Durke—. Malditamente entiendo porque no quieres que tu bambino venga con nosotros, no puedo darte confianza ni mis hermanos tampoco pero danos una oportunidad, cuando tengas tiempo ven a quedarte con nosotros, quiero que tengas la seguridad de que no somos cabrones sin alma y que cuidaremos de tu mocoso tan bien como podamos— su ceño dejó de fruncirse y tomó una actitud pensativa.

—Un cabrón sin alma no me dejaría verlo...—susurró más para sí mismo que otra cosa—. Quiero que me hagas un reporte diario de lo que hace Jaime, no Nine, no Tyron, ni nadie que no sea tú ¿estamos claros?—la pequeña mierda me estaba ordenando y aunque quería arrojarlo sobre mi hombro para después enseñarle otra lección asentí.

No era estúpido así tendría su número de teléfono y excusa para hablarle.

—Mis vacaciones empiezan en tres meses, quiero una habitación lo más cerca posible de Jamie, me quedaré dos meses con ustedes y si las cosas no me gustan lo traeré de regreso no importa como tenga que hacerlo.

—Te daré los papeles de adopción yo mismo— me miró con los ojos abiertos y me dio una pequeña sonrisa. Me sentí como un jodido ganador.

Hablamos unos minutos más acerca de la escuela para Jamie e intercambiamos números de teléfono. Unos pasitos nos interrumpieron y Jamie llegó corriendo.

—¡Vamos! Tío Ty prometió enseñarme a disparar— un jadeo ahogado se escuchó a mi lado.

—¡¿Qué tu qué Tyron?!— el grito me hizo dar un paso más lejos de Sam, ya le había roto la nariz a un hombre tan grande como Foot, no quería meterme en su camino.

—Era un secreto Jamie—masculló el hombre—. No lo haré ¿bien?

—No lo harás si quieres seguir manteniendo tu cara sin cirugías de reconstrucción ¿Entendido?

—Si Capitán—Foot hizo un gesto militar con la mano derecha y con la otra cubrío su nariz de posibles nuevos ataques—Sam... ¿podemos?— ¿Podían qué?

—No Ty, vete, nos veremos en unos meses.

—Ya vámonos... Sammy sube— Jamie gritó con alegría antes de treparse a la jeep.

—Yo no voy Jay—eso pareció calmar cualquier emoción y el mocoso bajó de la camioneta casi tropezando.

—¿Qué? Sam ¿Cómo? Pero... somos familia, tú tienes que venir conmigo.

—Iré de visita en unos meses Jay.

—No, no de visita, tu vienes conmigo, vivir juntos en una casa grande es nuestro sueño, no me dejes cumplirlo solo— un pequeño sollozo me hizo doler el pecho, jodido amariconado que me había hecho en estos años.

—Oh amor, vamos a vivir juntos en una casa grande pero no ahora—Sam corrió a abrazar al pequeño quien se escondió en su pecho—. Tengo que acabar la carrera mi amor, y trabajar, no es justo para ti tener que quedarte conmigo hasta tarde mientras trabajo ¿y qué me dices cuando son temporadas de exámenes? Te tengo que dejar solo en las mañanas, solo quiero lo mejor para ti.

—Tú eres mi mejor Sam, ¿soy muy ruidoso o te molesto mucho? Me puedo hacer chiquitito y no molestar, ni vas a ver que estoy ahí, me puedo quedar callado mucho rato, anda Sam, no me mandes lejos.

Me sentía una mierda y había hecho cosas jodidas durante toda mi vida.

—Tú también eres mi mejor Jay, pero es temporal ¿de acuerdo? Dame unos meses y arreglaré todo para vivir contigo.

—¿Entonces no es para siempre?— eso pareció calmar al niño.

—No amor, no es para siempre, pronto estaremos viviendo juntos ¿de acuerdo?

Sam me miró y no supe como pero sabía que quería que lo apoyara con esto.

—Mocoso, mírame, Sam tiene que renunciar y buscar trabajo en la nueva ciudad, también buscar una nueva universidad, muchas cosas que necesitan tiempo pero antes de que puedas pensar en que lo extrañas, el estará con nosotros.

Realmente esperaba que eso sucediera, con la presión adecuada esos dos meses se convertirían en una estadía permanente en el club.

Tenía cinco meses para lograrlo y mi primer aliado sería el mocoso.





 Hola... No me maten jajajaja.

No voy a dar mucha explicación, ya les dije por que tardo tanto en actualizar y pues más nada. Espero que les haya gustado el capitulo. 

Ahora si amigos, agárrense que se viene lo bueno... Si ustedes sentían que esto ya ardía ni se imaginan lo que se viene muajajajaja. 

Si tengo errores ortográficos o de redacción me los hacen saber.

Ahora... ¡LLEGAMOS A LOS 6K DE LEÍDAS! MUCHÍSIMAS GRACIAS POR SU APOYO <3

Y en vista de esto, amigos una vez que alcancemos el 1k de votos habrá... ¿Maratón, especial, spoilers sin contexto? Ustedes opinen, tomando en cuenta que un maratón me puede llevar unas dos semanas para dos capítulos jajajaja. 

Otra cosa, siento que no interactuo mucho con ustedes por lo que aquí (      ) pueden dejar preguntas hacía mi sobre la historia o cualquier cosa que quieran, y saben que pueden mandar mensajes también, quienes me hayan mandado ya notaron que siempre procuro responderlos.

¿Algo más? ¿Algo que se me olvide? MMMMMMM.

MÁS ADVERTENCIAS: No se me ofendan si toco temas religiosos ¿Va? No lo haga con intenciones de ofender o faltarles al respeto, pero voy  a tocar este tema de manera muy regular con Sam y habrá muchas cosas que tal vez no les parezcan, de antemano perdón pero si están leyendo la historia quiero creer que son OPEN MIND, ya saben, mente abierta, por que bueno daaah es una historia gay de motociclistas que va a tener muchos sexo y un chingo de violencia. 

AUN MÁS ADVERTENCIAS: MIS PECADORES MENORES DE 18 AÑOS. Mis estadísticas me indican que muchos no son mayores de edad no tengo problemas con eso siempre y cuando crean que tengan la madurez necesaria para leer todo lo que se avecina. 

Ya saben que las traducciones se las dejo en los comentarios. 

Creo que eso es todo... Por ahora jajajaja. 

Los amo, gracias por el apoyo, besos. 

Por cierto ¿Vieron nuestros rankings? Graciasssss 

¿Spoilers? Spoilers.

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