Por fin, llegamos al final del camino en el que esta historia, junto a su respectiva línea temporal, concluye por completo.

Escribir esta novela corta fue una especie de prueba que realicé para ver cómo reaccionaban los personajes que había usado en "El Embaucador" si los situaba en una situación ligeramente distinta bajo la misma trama. Siempre he sido fan acérrimo de los finales completamente felices, y nunca me han gustado mucho las historias en las que los protagonistas no consiguen sus objetivos o, si lo hacen, tienes que sacrificarse ellos o algún otro personaje importante. Asumí que, siguiendo esa preferencia, me resultaría gratificante poder darle un trato más amable a mis tristes personajes del Club del Terror, permitiéndoles sobrevivir a todos sin daños físicos ni mentales.

Pero, al parecer, mis intereses como público son distintos a mis gustos como escritor.

Tengo que admitir que no me convenció mucho el desarrollo de mi propia historia. En algún momento sentí la tentación de matar a alguno de los miembros del Club (excepto a Sia, que ella merece vivir), pero eso habría alterado mi intención original. De cualquier forma, tal como los propios personajes mencionaron en algún momento, la trama no es de terror, así que no es imperativo que se incluyan elementos demasiado "oscuros". Como tira más para la acción y la fantasía, puede sostenerse mediante un desarrollo más family friendly. Al menos, eso creo yo.

De cualquier forma, la historia terminó con los personajes vivos y felices, y conmigo poco convencido. Entonces, ya que era una oportunidad perfecta para explorar el mundo interno de los miembros del Club, decidí comenzar un complejo experimento: el romance. Los dos especiales que fueron publicados al último son el resultado de dicho experimento, cuya conclusión es más que obvia: el completo fracaso.

¿Por qué?

Porque no comprendo el funcionamiento del romance convencional.

En realidad, pensaba iniciar una especie de "antología de especiales", con diversos relatos cortos, medianos o largos, sobre distintas experiencias de los miembros del Club de esta línea temporal. Sin seguir una trama específica o contar con un conflicto general, dichos relatos seguirían el desarrollo de los personajes mientras crecen y maduran. Pero, tras terminar los dos especiales ya subidos, confirmé un punto importante de mi capacidad literaria: no soporto el realismo.

Solamente soy capaz de escribir cosas que contengan altas dosis de ficción ficcional, ya sea de fantasía, ciencia ficción, terror o similares. Y el pobre de Cheshire no era lo suficientemente sobrenatural como para satisfacer esa condición. Por el contrario, si decidía incluir otros elementos paranormales, perdería la esencia de "conflicto interno" y se alargaría demasiado sin mucho sentido (al fin y al cabo, esta línea temporal no aporta a mi metaverso).

Para colmo de males, comencé con las OVAs de "Razones de lo Absurdo" y... ¡diablos!, masacraron al pobre "El Club del Terror" sin esfuerzo. Las OVAs de RdlA también van de romance y dan fuerza a los conflictos internos de los personajes, sin dejar de lado un alto contenido sobrenatural (y cómico, pero eso es mejor no mencionarlo). Resultó fácil decidir cuál de las dos obras merecía mi completa atención, así que el plan de la "antología de especiales" para ECdT quedó absolutamente descartado.

Sea como sea, este es el final.

Quiero agradecer profundamente a MLSandoval, Posthumano y noirdandelion por haber leído esta historia. Sin lugar a dudas, los comentarios de Io y Post fueron muy importantes para mi. Ya sea señalando errores que se escapaban a mis procesos de corrección, exponiendo ideas ingeniosas, o señalando datos interesantes, me permitieron sentir que mis personajes estaban vivos y que mi historia realmente era leída. Muchísimas gracias por continuar hasta final.

Ahora me tomaré entre 2 a 4 semanas de descanso (al menos en lo que refiere a publicar, porque sigo escribiendo y editando ciertas cosas). La siguiente obra que subiré será "Amores Enfermizos que inducen al Vómito", una antología que originalmente estaba (y está) incluida en "Tentáculos y Ojos", pero dada su trama... "peculiar"... considero sensato darle un especio aparte. De antemano puede decir que escribirla fue una de las experiencias más incomodas y desagradables que he tenido (en el buen y en el mal sentido), así que espero que, o no la lean, o sufran igual que yo.

Sin más que decir...

¡Hasta la vista!