Cami: María, ¿te acuerdas cuando entramos a la casa esa?

María: ¿Cómo olvidarlo? Yo casi me muero del susto 😨.

Cami: Jajaja, tú estabas pálida . La casa por dentro era aún más misteriosa que por fuera. Las paredes llenas de pinturas, había velas por todos lados y esos conejos… 🐰. ¿Qué onda con los conejos?

María: ¡Sí! Todo oscuro, con las velas iluminando esas figuras de conejos... ¡Y luego vimos ese altar! No manches, me dio un mal presentimiento. Dije: "¡Este altar es para el chamuco!" 😱.

Cami: Jajajaja, ¡siempre tú con lo del chamuco! Pero debo admitir que hasta yo estaba un poco asustada. Nunca había visto algo así, aunque me recordaba un poco a las cosas que mi abuelita Ñaña usaba en las ceremonias.

María: Pues yo solo veía puras diosas de la luna y más conejos. Ya me veía huyendo de ahí a toda velocidad. Y luego...

Cami: ¡BOOM! Alguien bajando las escaleras 😳.

Copi: Sí, era yo 🤣. Estaba solo en mi cuarto porque mis papás habían salido a comprar al súper. Cuando escuché ruidos abajo, pensé: "¡Madre mía, son fantasmas!" Así que agarré una naranja un amuleto protector, porque bueno, ¿qué más haces cuando crees que hay fantasmas en tu casa? 😅.

Cami: ¡Jajajaja, una naranja! ¡No puedo creer que bajaste armado con eso! 🍊

María: ¡Y ahí fue cuando nos vimos! 😱 ¡Nos asustamos todos!

Copi: Yo casi tiro la naranja de la sorpresa. Grité: "¡Ostiaaaaa!" 🤯.

Cami: Y yo... "¡Tayül!" (una expresión mapuche de sorpresa).

María: Y yo: "¡Virgen de Guadalupe, protégenos!" 🙏.

Copi: Jajajajaja, tremenda escena. Tres niños gritando como locos. Pero después de calmarnos, fue cuando les pregunté: "¿Qué hacen en mi casa?" 😳.

Cami: Yo estaba avergonzada. Pero bueno, tuvimos que contar la historia completa, ¿no?

María: Sí, no había de otra. Le conté que Christian nos obligó a entrar para traerle algo de la casa si queríamos que dejara de tirar huevos.

Copi: ¿De verdad os metisteis en esto por Christian? ¡Qué cosas! Entonces, Mario me preguntó si yo era un brujo. Y bueno, no podía mentir, así que les dije la verdad: "Sí, soy un brujo".

María: ¡No manches, me puse aún más nerviosa ! Le dije: "¡Los brujos comen niños!" 😨.

Copi: Jajajaja, ¡eso fue buenísimo! Pero yo les conté lo que mis papás siempre me decían: "En el pasado, los cristianos mataban niños brujos." La cara de Mario fue épica.

Cami: Jajaja, y todos nos reímos. Fue como si de repente todo el miedo se desvaneciera. Nos dimos cuenta de que, en realidad, no había nada que temer.

Copi: Exacto. Para que os llevarais algo a Christian, os regalé un huevo pintado de Ostara. Es algo que hacemos en mi religión, para celebrar la primavera y la renovación 🌸 eso fue lo que dije .

María: Agradecimos un montón. El huevo estaba súper bonito. Salimos de la casa con él en la mano, listas para mostrarle a Christian que habíamos cumplido el trato.

Cami: Cuando se lo mostramos, Christian se puso furioso. No podía creer que realmente habíamos entrado a la casa 😤.

María: Pero lo mejor fue que también se veía asustado. Seguro que lo de que Copi era brujo lo dejó más inquieto de lo que quería admitir. Creo que hasta se fue corriendo 😅.

Copi: Jaja, ¿en serio? ¡Qué divertido!

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Cami: Bueno, ese día lo recuerdo como el inicio de todo. Nos volvimos amigos después de eso.

María: Sí, después de lo que pasamos juntos, ya no había vuelta atrás.Y al llegar a la escuela ¡ el Club del Conejo Rosa nació! 🐰.

Copi: ¿Quién lo diría? Todo empezó por un malentendido y huevos pintados 😂.