No. 8: No se congelará ante ninguna situación
La vida iba bastante bien para Chloe Bourgeois, al menos eso pensaba ella. No entendía cómo, pero de alguna forma había conseguido un equilibrio de su vida tanto siendo una Bourgeois como siendo Star Wars, sabía que parte de esto era gracias al apoyo de Jean Pascal... y probablemente también gracias a aquel irritante taxista.
A su vez también era consciente de que su imagen con su padre y su familia jamás se recuperaría después del rechazo por parte de Adrien, pero tampoco consideraba que la imagen que tenía ahora era tan mala.
Con eso de que tomaba clases de lengua de señas había subido bastantes puntos. Era perfecto.
—¡Star Wars, llegaste!— esbozó "Viperion" feliz de verlo una vez más. No se cansaba de repetirlo, ese chico había hecho que su mundo girara 180 grados.
Lo jaló dentro del club. Chloe ya se empezaba a acostumbrar a su cercanía, a la euforia interna que la hacía vivir, a esas sonrisas que le dedicaba a ella y únicamente a ella, a esos momentos únicos compartidos entre los dos.
Los chicos en el sótano estaban saltando felices, cantando una vez más la canción del himno de la hermandad de los rechazados mientras reían y bailaban.
—Quítate estos.— le dijo Luka a Star Wars tomando sus aparatos para los oídos. El suave roce de su mano la hizo cosquillear.— No te vaya a lastimar el sonido alto.
—Gracias.— le respondió.
—De nada.— contestó con una pequeña sonrisa.
Sí, esto dentro suyo era demasiado tierno, un sentimiento que no había tenido con nadie. De repente a su cabeza le vino la platica que tuvo con el taxista ¿Y si le decía? ¿Él la aceptaría? ¿Lograría provocarle lo mismo que él hacía a ella?
Siguieron danzando juntos. La noche parecía eterna, al fin entendía la frase de "La noche es joven", con sus pies sin descansar y la sonrisas dejando adolorido el rostro, con ese calor que emanaba de ambos cuerpos y sus pechos agitados, Chloe podía ignorar por completo a todos alrededor.
Eran ellos. Eran ellos. Demonios, se sentía tan malditamente feliz.
En un tambaleo entre los cuerpos de otros sujetos, el cuerpo de Star Wars se vio empujado contra el de Luka haciendo que sus manos pegaran contra el pecho del chico.
Chloe no despegó sus manos, se quedaron ahí pegadas, sus latidos a pesar de todo se sentían tan... calmados. Alzó la mirada buscando la reaccionó de Luka, quien solo sonreía al ver el desconcierto en la cara de su amigo.
—¡Viperion! Te estuvimos buscando toda la semana ¿Dónde estabas?— dijo una voz interrumpiendo aquel mágico momento.— Espera ¿Qué se traen ustedes dos?— era el hermano de Sabrina, Gerald, viniendo con un par de sujetos a sus espaldas.
Luka se separó de Chloe de forma pausada, como si le importara poco la forma en la que los habían atrapado.
—Les dije que iba a estar ocupado.— respondió haciéndole frente a aquellos. Gerald volteó hacia donde estaba Star Wars, Chloe en seguida bajó la mirada esperando que no la reconocieran. Gerald sólo sonrió.
—Sí, me imagino que has de haber estado muy ocupado.— respondió de manera burlona.— Escucha, bro, no es que juzgue las orientaciones ¿Pero no crees que romperías el código si empiezas a salir con un chico del club?— Luka alzó una ceja, no parecía haberle agradado mucho el comentario. Al final sólo rodó los ojos y prefirió ignorar lo dicho.
—Sólo ve al grano y ahórrate tus comentarios.— contestó.
—Ya, ya.— dijo encogiéndose de hombros como si su comentario hubiera sido muy gracioso.— Sólo estaba preocupado por mi amigo, eso es todo. Quería que retomáramos nuestra última conversación, ya sabes.
—No tengo idea de que estás hablando.— pronunció con seriedad. El pelirrojo le tiró un pequeño codazo de forma carnal, pero Luka parecía sin recibir sus muestras de buena forma.
—Vamos, no te hagas. Tú no puedes administrar este lugar solo, y menos con... distracciones.— vio de reojo a Star Wars sin quitar aquella cínica expresión.— Lo que yo digo es que yo soy ya bastante popular en este lugar y tú necesitas un socio ¿Quién mejor que yo?
Luka soltó una pequeña risa.
—Uno, yo ya tengo un socio. Dos, solamente estos dos tipos te conocen aquí. Tres, yo puedo administrar este lugar solo, no es como que fuera la gran cosa. Ahora que terminamos esta conversación ¿Te puedes retirar? Me empiezas a molestar.— Gerald no recibió bien aquella respuesta, pero en un segundo regresó su vista a Star Wars y su expresión de gozo regresó.
Chloe palideció ¿Acaso la había reconocido?
—Tu socio ¿Este niño enclenque? Vamos, Viperion, no me hagas reír.— se acercó a él como si quisiera susurrarle algo, pero la verdad es que hablo con un tono de voz lo suficientemente alto como para que todos escucharon.— No sabía que habías fundado este lugar buscando hombres que te chuparan el pito.
Ni siquiera Chloe supo cómo Luka fue capaz de contenerse en ese momento, incluso ella estaba petrificada por lo que le había dicho. Y aunque Luka no le había lanzado una bofetada, la expresión en su rostro y su propia mirada indicaba que lo estaba estrangulando en su mente.
—Ay, pobre bastardo ¿hablas por experiencia? Ya sabes ¿Te ha tocado chupar pito para ascender en otros lugares? Porque evidentemente no los dejas satisfecho, sino no estarías aquí, siendo un tremendo fracaso en esta vida.— la seguridad con la que hablaba era sorprendente, ni siquiera se le notaba perturbado por el enojo. Se escuchó una risa, al parecer más y más personas prestaban atención a la conversación.— Insisto, una palabra más y te veto de este lugar.
Gerald se quedó callado por un par de segundos, pensando bien su próxima acción. Volvió a ver a Star Wars, pero esta vez hubo malicia en su expresión.
Y sin verlo venir, Gerald choco sus labios contra Star Wars y sumergió su lengua en la de ella. Antes de que siquiera pasara un segundo, un puño aterrizó con toda su fuerza sobre el rostro del pelirrojo.
—No lo vuelvas a tocar.— exclamó con severidad Luka, viendo con una rabia incontenible a Gerald. El chico en el suelo soltó una carcajada.
—No puede ser, sí son novios. — soltaba como si sus palabras fueran verdaderas. Chloe ni sabía si debía moverse o no, toda esta situación parecía tan irreal. Quería gritar, quería decirle tantas cosas, pero no podía, y a su vez, sentía muchas náuseas.
Ese había sido su primer beso. Su primer y asqueroso beso, quería llorar.
—¡El jefe del club rompió su propia regla! Ya no es un rechazado. Así que supongo que no puedes seguir aquí.— continuó. No entendía cómo aún con la cara magullada tenía la vergüenza para seguir hablando.
—Lárgate de aquí ¡¿Entendiste?!— exigía Luka con severidad.—Hazlo antes de que yo lo tenga que hacer.
—¿Cómo te dice él?— preguntó Gerald señalando con la mirada a Star Wars.— "Ay, vamos amor, hazme lo que me tengas que hacer".— él mismo se reía de sus propios comentarios.
Luka aprovechó que seguía tirado en el piso para tumbarlo aún más colocando su pie con fuerza sobre su pecho.
—Lárgate.— insistió.
—Vamos ¿Por qué lo defiendes tanto? ¿Él no es lo bastante hombrecito como para defenderse solito? ¿O acaso es la nena de los dos? ¿Se viste de niña para ti?
—Te lo advertí.
Y sin entender cuándo, Luka había llamado a dos hombres quien tomaron a Gerald como si fueran un simple muñeco de trapo y pronto lo retiraron mientras él seguía vociferando sepa él cuentas cosas.
Luka por fin regresó su mirada hacia Star Wars, que observaba el acontecimiento como si aún estuviera sucediendo frente a sus ojos.
Luka quiso tocar su hombro para consolarlo, pero no estaba seguro de si ahora el contacto físico era la mejor idea.
—¿Cómo estás?— preguntó. Vio cómo el rubio sólo giró su mirada incómodo. Eso respondió bastante.
—Mal.— limitó su respuesta.
Luka quiso decirle algo, pero una pequeña parte de sí se sentía culpable por lo que acababa de pasar. Justo cuando estaba a punto de decir algo, un chico llego.
—No quiero molestar pero ¿Él es sordo? Noté la conversación entre ustedes dos hace un momento. Tuve que aprender la lengua de señas por mi hermano. Me alegro que hayas estado ahí para defender a Star Wars, muchos se aprovechan de la condición de mi hermano para abusar de él y, bueno, sé que no debió ser fácil después de todas las cosas que dijo. Sólo quiero que sepas que la mayoría no creemos que sea necesario que te vayas de este lugar, después de todo este lugar es tuyo y tú sólo estabas defendiendo a tu socio.— después regresó su mirada hacia el rubio.— Todos te apoyamos, amigo. Tú perteneces aquí.
Chloe no quería emitir ninguna palabra, sólo quería irse a su casa.
Luka tenía su mirada sobre su amigo. No le importaba que el club lo apoyara, ahora mismo, sólo hubiera deseado haber reaccionado más rápido para evitar que DiCaprio (Apodo de Gerald) le hubiera hecho daño a Star Wars.
—¿Crees que haya escuchado lo que sucedió? No veo que esté usando sus aparatos.
Sí, sí había escuchado cada una de sus palabras. Lo más doloroso era tener que fingir que no.
Tomó aire y empezó a caminar hacia la salida sin soltar una sola lágrima. No debía dejar que vieran su lado frágil, debía parecer como si...
—Collin.— sintió su mano sujetarse a su muñeca ya estando en la acera fuera de aquella casa. Chloe tenía miedo de regresar a verlo, sentía que si lo hacía las lágrimas saldrían sin más.— Ten.
Sintió como en sus manos colocó su par de aparatos auditivos. Por supuesto, después de toda la conmoción había olvidado ese pequeño detalle.
—Espera.— y con movimientos suaves empezó a colocarle los aparatos nuevamente. Sin dejar de ver su rostro, observándola con una expresión indescifrable. Muchas veces Chloe no terminaba de entender a Luka.
—Lo siento por lo que pasaste hoy.— había verdadero arrepentimiento en su mirada.— No sé si escuchaste lo qué pasó, pero sé que te afecto. No hay nada qué pueda hacer para que dejes de pensar en eso, y si no quieres volver lo entenderé, sólo quiero pedirte una cosa.
Un momento de silencio.
—Collin, sé mi amigo, para toda la vida.
No sabía cómo Luka seguía volviendo a lo infernal, un cielo; el dolor lo tornaba tan suave como el aleteo de una mariposa, y la tristeza...
Sin esperarlo, Collin se acercó y depositó un beso fugaz en su mejilla para retirarse sin darle respuesta a su petición ¿o a eso podía llamarle su respuesta?
Sólo vio a Collin distanciarse, pero decidió no seguirlo esta vez. Luka repasó aquel contacto sobre su mejilla.
¿Qué acababa de pasar?
Bueno, aquí les traigo mi especial de San Valentin. Esta cosa va acercándose a su mitad así que tenía que subirle el nivel a las cosas, porque la primera parte es divertida y feliz, pero la segunda parte será muy dolorosa para Chloe.
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